Pasaron dos días, dos, desde que Sebastián Adams me habló por última vez. No responde mis mensajes, no contesta mis llamadas.
¿Podría ir a su departamento? Sí.
¿Lo voy a hacer? No.
¿Es que acaso tengo que estar persiguiendolo para recibir respuestas?
Golpeo con fuerza el trapeador contra el piso, haciendo que Dyret se asuste.
Es la quinta vez en el día que limpio el piso, estoy segura de que si paso el trapo una vez más la cerámica marrón se va a volver blanca.
-Calmate Ailen, calmate- trato de tranquilizarme.
El hecho de que la profe de yoga haya suspendido la clase de hoy no ayuda para nada.
"Mañana hablamos" me dijo, Y BUENO, YA PASARON DOS DÍAS.
A ver, que yo entiendo que tal vez lo que pasó fue muy fuerte y necesita tiempo, ¿pero no puede aunque sea decirme "mira, mi vidaaa, necesito conectarme con mi centro espirituaal, en unos días hablamos, estoy bien"?
Tal vez solo me estoy haciendo la cabeza.
Tenes que tranquilizarte
Mi celular empieza a sonar, por lo que Pet Cheetah deja de sonar.
-si?- pregunto una vez que contesto
-Holaaaa- la voz de Abigail rompe ni tímpano izquierdo- Che, estamos en la plaza que está cerca del departamento de Erica con las chicas, por qué no te venís para acá?
-ay si, por favor, que llevo?-
-Trae yerba para el mate y unas galletitas
-Dale, nos vemos en media hora
Una vez que corto la llamada termino de limpiar el piso, me cambio de ropa y voy a buscar la correa de Dyret.
-¿Querés salir a pasear?- le pregunto al único ser que ha sido mi apoyo en estos días, y en seguida recibo sus ladridos como respuesta.
Si, necesito salir y despejar la mente.
**********
Narra Sebastian
-Hola, compa- me saluda Emiliano una vez que encuentro la mesa en la que está sentado- ¿hace cuanto que no nos reunimos? Ya te extrañaba-
-Supongo que estuvimos ocupados, ¿ya pediste algo para tomar?- le pregunto acomodandome en el asiento.
"Fat bottomed girls" suena a todo volumen en el pequeño bar al que me invitó el abogado. A pesar de que al principio no me agradó la idea de salir a tomar algo, terminé aceptando porque ya no podía seguir taladrandome la cabeza con pensamientos negativos. A pesar de que traté de mantener la cabeza ocupada en los modelos de examen para los chicos que tienen que rendir, la situación no mejoraba.
Últimamente todo está siendo complicado y un verdadero dolor de cabeza.
-Te estoy hablando!-Emiliano chasquea los dedos en mi cara para que le preste atención- hey, ¿qué te pasa?- pregunta.
-Nada, tengo muchas cosas en la cabeza, sinceramente vine acá para despejarme un poco de todo eso, así que mejor hablemos de vos.
Mi amigo se me queda mirando por unos segundos hasta que termina aceptando lo que le pedí.
-Yo estoy tranquilo, como sabrás, el caso de Abigail está yendo bien y...
-¿"Abigail"?- pregunto mientras agarro un puñado de maníes del plato que está sobre la mesa de madera
-Si, acaso ese no es su nombre?- pregunta enarcando una ceja
-No, claro...pero vos siempre sos muy formal, muy profesional...siempre llamándo a tus clientes por el apellido- me encojo de hombros- Ojo eh! No digo que esté mal...simplemente me sorprende...al igual que me sorprendió esa noche verte en la discoteca con ella
-¿A qué queres llegar?
-A que...al parecer entablaron una relación...- dejó de hablar para que el termine-
-Una relacion...? De confianza?- dice el haciéndose el desinteresado
-Te conozco Emiliano, conmigo no- le digo riendo.
-Pero te juro que no se a lo que queres llegar- contesta y en seguida se gira para agarrar los vasos que el mozo nos trae.
-por el amor- digo levantando mi vaso para que el brinde conmigo
-Por el amor, profesor Adams- me sigue el y entonces ambos tomamos un sorbo de nuestra bebida.- Hablando del amor, en serio, estas muy raro, ¿que pasa?-pregunta una vez que deja el vaso sobre la.mesa.
Claro, desvía el tema.
-No me digas que te peleaste con Ailen- sigue, y como no le contesto pone lo ojos en blanco y se agarra la cabeza con la mano derecha- Diossss ustedes una bien y cinco mal, son peor que nenitos de 5 años.
-Hablas como si no tuvieras problemas amorosos y fueras perfecto
-vos bien sabes, amigo mío, que yo no ando con vueltas, si me gusta alguien me lanzo a la pileta, pero bueno! Me estás cambiando de tema, dale, ¿que pasó?
- De pasar no pasó nada, osea...
-Daaalee viejo, das más vueltas- se queja mi amigo
Viejo
- Ahí está el problema, en que soy viejo- le digo irritado. Emiliano se me queda mirando por unos segundos hasta que se da cuenta a lo que me refiero y suelta una carcajada, lo cual me irrita más.
-Me tenes que estar jodiendo- dice el sin dejar de reír- Sebastiaan, Dios, a ver, no sos un VIEJO, pero tampoco sos un pendejo, eso tenés que aceptarlo.
-Obviamente que lo sé, es solo que al lado de Ailen parezco un viejo verde- digo exasperado.
- Y pero a ver, amiguito, vos sabías que ella era más chica y que estas cosas podían pasar, o no?- pregunta inclinando la cabeza, mirándome expectante.
La edad siempre fue un tema complicado, es más, fue una de las razones por las cuales decidí romper con lo que teníamos. Pero ahora, después de tantos años, después de que nos hubiéramos reencontrado y retomado nuestra relación, vuelve a surgir.
-Discutieron por eso?- pregunta esta vez más suavemente.
-No...en realidad es todo un problema mío, el otro día un tipo nos hizo ver nuestra diferencia de edad y bueno...desde entonces que no hablo con ella-le explico dándole un sorbo a mi bebida
-¿Ella se enojó con vos?- pregunta sin entender.
-No, en realidad yo no me comunico con ella, desde entonces que tengo apagado el celular...estoy seguro de que si lo prendo me voy a encontrar con 100 mensajes y llamadas, lo cual me pone más nervioso.
Cuando termino de hablar Emiliano se pasa las manos por el rostro, obviamente irritado
-Yo la verdad es que no entiendo como podés ser tan cabeza dura, OCHO AÑOS esperaste para volver a estar con ella, OCHO. Confirmame algo, a ella no le importa la edad, no?- asiento- Y ENTONCES PORQUE TE COMES LA CABEZA??- me grita.
En seguida las personas que están al rededor nos clavan la mirada, lo que hace que mi amigo se sonroje y se tape la boca.
-Lo que pasa es que yo no quiero que ella la pase mal, me entendes? Que la hagan quedar como que...no sé, como si fuera una cualquiera.
Es exactamente lo que más temo, sé perfectamente cuán prejuiciosas
pueden ser las personas
- Ea algo que, lamentablemente no puedo asegurar que no vaya a pasarles, porque algunas personas son un asco, pero bueno, ahí van a tener que estar más unidos los dos. Mira donde estás ahora-me señala- Estas acá, hablando conmigo, con el celular apagado, no le diste bola a Ailen desde entonces y estoy un 89% seguro de que ella ahora mismo debe estar alterada, Y CON RAZÓN!
Como no pensé en eso antes.
Si yo me como la cabeza solo y me torturo de esta manera, Ailen la debe estar pasando igual o incluso peor.
Me levanto decidido del asiento y me acerco para abrazar a mi amigo.
Campanas en la noche, de Los Tipitos, suena en el lugar, dándome seguridad.
Me tengo que ir.
-Gracias compa, ya me voy-le digo y recibo una sonrisa de su parte.
Acá estoy mi amor de vuelta, he vencido
Lo puedes creer? No existe el olvido, mi amor.
-Anda y arregla las cosas campeón, voy a rezar por vos para que no te tire algo cuando te vea- ríe Emiliano.
Con una sonrisa en la cara salgo del lugar decidido.
No existe
***********
Llego exactamente en cuarenta minutos a su departamento, cargando una bolsa de papel en la que hay dos películas y algunos chocolates.
Obviamente, todo para la señorita que vive en el lugar.
Logro entrar al departamento sin tocar el timbre gracias al conserje del edificio, quien al reconocerme, me saluda.
-Pasa algo con Ailen hoy?-pregunta una vez que me abre la puerta.
-¿Por qué? ¿Pasó algo?-pregunto confundido.
Tal vez sí la estuvo pasando mal.
Me puteo mentalmente por mi comportamiento
- Es que hace unos veinte minutos que llego con su perrito y me dijo que tenía que subir para para poder limpiar...pero cuando pasé a la mañana por su puerta para entregarle una factura a su vecino vi que salía un poquito de agua por debajo de la rejilla de la puerta, así que asumí que estaba limpiando el piso.- dice rascándose la cabeza frunciendo el ceño, totalmente desconcertado.
-Ni idea, ahora subo y me fijo, quédese tranquilo- le digo apretandole suavemente el hombro para tranquilizarlo, aunque internamente esté muriendo de nervios .
Definitivamente Ailen me va a matar en cuanto me vea.
Subo por el ascensor para llegar más rápido y no alargar mi sentencia de muerte.
Después de comprobar que estoy presentable y que en la bolsa está todo lo que estoy seguro que le va a gustar, toco tres veces la puerta.
Paulina Rubio deja de cantar "Ni una sola palabra" de manera abrupta y entonces se abre la puerta.
Una Ailen con el pelo despeinado y en un intento de moño, vestida con una remera negra que logro reconocer como mía, y con un trapeador en la mano me recibe.
-Ah bueeeeeeeeeeeno- es lo primero que dice antes de apoyar el palo del trapeador en la pared y cruzarse de brazos- Pero mira quién decidió aparecer.
-Hola, amor- digo sonriendo, nervioso.
En silencio se acerca lentamente a mi, me inspecciona la cara con sus ojos grises, sin decir una palabra.
-Te vas a lastimar- susurra agarrando mi mano para alejarla de mi mejilla- ¿dónde estabas?- pregunta suavemente mientras arregla unos mechones de mi cabello.
-Por ahí, pensando.- le digo y en seguida me arrepiento.
Al parecer realmente quiero empeorar las cosas.
-Pensando- repite ella calmada- Por ahí.
Pasamos varios minutos ahí, parados uno en frente del otro, todavía en la puerta sin decir nada, hasta que ella suelta un suspiro y se aleja de la puerta para dejarme pasar.
- Yo realmente odio sentir que soy una novia súper pesada- dice ella una vez que entramos- pero de verdad, necesitaba saber donde estabas...aunque sea saber si estabas bien porque te fuiste y no hablamos más.
Ves que sos un tarado, Sebastián?
-Hey, no te sientas así, de verdad- digo dejando la bolsa sobre su mesa para despue acercarme a ella y alzar su carita para que me vea- el que debería pedir perdón soy yo, me desconecté de todo porque necesitaba pensar, sinceramente lo que pasó esa noche no me dejó bien así que necesitaba reflexionar un poco, no es culpa tuya, de verdad.
- ¿Entonces ya está todo bien?- pregunta mirándome fijamente.
Sonrío.
-Cuando estoy con vos todo está bien- le digo acariciando su mejilla. Dejo un beso sobre su nariz.
-Señor Adams es usted todo un chamuyero-dice ella riendo, pasando sus brazos por mi espalda, abrazandome- Me alegro entonces. Te juro que estoy teniendo un autocontrol terrible para no empaparte con el agua que está en balde-
-No lo haces porque me querés mucho- le digo riendo, sabiendo perfectamente que sí lo haría.
-En realidad no lo hago porque de esa manera tendría que volver a limpiar todo y seria la novena vez en el día.
-Yo pensé que le importaba, señorita Johnson- digo haciendo un puchero exagerado.
-Ya ve que no- contesta mirándose las uñas, pero se retuerce riendo cuando le hago cosquillas en la panza-Basta! Tengo un plan, escúchame!
La suelto para escucharla atentamente.
-¿Por qué no vas poniendo la pava mientras yo me voy a dar una ducha rápida?
-Dale, anda yendo- le digo dandole un pico en los labios.
-En seguida vuelvo!- dice ella corriendo a su cuarto.
-No tardes mucho porque sino voy a tener que ir a buscarte, eh- grito para que me escuche mientras voy hacia la cocina.
-Te estaré esperando entonces!- grita ella de vuelta, sacándome una sonrisa
Definitivamente con ella es todo mejor.
***************
Cinco minutos después me encuentro en el baño, terminando de desvestirme en silencio para no ser descubierto, aunque es imposible porque claramente Ailen se da cuenta de mi presencia cuando intento entrar a la ducha.
-Es ustedes muy impaciente- dice ella aún dándome la espalda, aunque por su tono de voz asumo que sonríe.
Cuando entro en la ducha detrás de ella tengo que ahogar una exclamación.
-Creo que estoy sufriendo quemaduras de segundo grado en estos momentos- digo riendo.
Ailen se da vuelta y me encara.
-Disculpe, pero si no le gusta se puede retirar- dice haciendo un gesto con sus manos.
Mis manos, de forma instintiva, se posan sobre su cintura, la cual se acopla perfectamente a mi tacto.
El agua caliente cayendo sobre nosotros.
-ah si?- pregunto acercandola a mi.
-No, me gusta que estés acá, te extrañaba- dice inclinándose para dejar un beso sobre mi hombro. Internamente vuelvo a patearme por haberla dejado sola.
-Yo tambien- susurró y acaricio mi mejilla con la suya- aunque creo que está haciendo mucho calor acá.
Y antes de que le de tiempo a pensar en mis palabras separo uno de mis manos de su cintura, buscó la camilla de agua fría y entonces el agua caliente se reemplaza por agua tibia, lo cual hace que Ailen pegue un grito por el cambio repentino.
-NOO- grita riendo.
Vuelvo a poner mi mano sobre su cintura y la empujo contra la pared.
-Creo que es momento de arreglar las cosas- susurro y empiezo a repartir besos sobre su cuello, mientras que una de mis manos baja por su vientre.
Un suspiro se escapa de sus labios.
**********
-El agua de la pava debe de haberse evaporado ya con todo lo que tardamos- dice ella riendo cuando salimos del baño y vamos hacia su habitación.
-No, apagué el fuego antes de ir por vos- le digo mientras acomodo la toalla sobre mi cadera.
-Perfecto entonces- dice y me pasa una muda de ropa que había dejado hace una semana en su ropero por si alguna vez la necesitaba. Definitivamente había sido una buena decisión.
-Y si nos quedamos un rato acostados y tomamos algo acá?- dice una vez que se pone su ropa interior- podemos ver una peli- propone prendiendo la televisión. El canal de música aparece en la pantalla, y una canción que no logro reconocer empieza a sonar.- Nooo! Amo esta canción-exclama y en seguida empieza a bailar.
-No la conozco- le digo sonriendo al ver los movimientos que hace.
-I, I FOLLOW, I FOLLOW YOU DEEP SEA BABY- canta dando pequeños saltitos y dando vueltas- Baila conmigo, soltate- dice subiendo el volumen.
Y así es como todo es risas entre nosotros dos, mientras disfrutamos el momento, ella en ropa interior y yo vestido solo con una bermuda azul.
Agarro su mano izquierda y la hago girar cuando la canción está por terminar, ambos reimos, totalmente hipnotizados en el otro.
La canción termina y ella se tira a mis brazos para besarme, obviamente yo le sigo.
Quedamos unos segundos así, disfrutando del contacto del otro, balanceandonos de un lado al otro al compas de la nueva canción que está sonando, cuando entonces un sonido en la puerta de la habitación nos devuelve a la realidad. Ella me mira asustada a los ojos y entonces ambos miramos a la figura que nos ve perpleja desde la puerta de la habitación.
-¿Ailen?
A mi lado, Ailen se pone pálida en cuanto reconoce quien es.
-Ma..mamá?- susurra asustada.
Todo queda en silencio.
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Espero que les haya gustado lla maratón, y nuevamente les pido perdón, prometo no volver a tardar un año en subir, ahre
Nos vemos en el próximo capítulo ❤