BACK FOR YOU » BARRY ALLEN/TH...

By _danef

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GUARDIAN'S LOVE I; PRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA "YOU" Existe el mito de que en alguna Tierra paralela, los más... More

TRILOGÍA "YOU"
Sinopsis.
Reparto.
G r a p h i c s
Prólogo.
uno.
dos.
tres.
cuatro.
cinco.
seis.
siete.
ocho.
nueve.
diez.
once.
doce.
trece.
catorce.
quince.
dieciséis.
diecisiete.
dieciocho.
diecinueve.
veinte.
veintiuno.
veintitrés.
veinticuatro.
veinticinco.
veintiséis.
veintisiete.
veintiocho.
veintinueve.
treinta.
treinta y uno.
treinta y dos.
treinta y tres.
treinta y cuatro.
treinta y cinco.
treinta y seis.
treinta y siete.
treinta y ocho.
epílogo.
Notaaaa.
¡Wattys 2020!

veintidós.

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By _danef

»22. Realidad. «

—PAPÁ.

Marcus abre los brazos ampliamente y permite que Kailan corra a refugiarse entre ellos. Con ambos manteniendo sus ojos cerrados con fuerza, Barry desearía tener una cámara para poder fotografiarlos luciendo tan cálidos el uno con el otro. Siempre adoraría ver a los Bennett compartiendo un momento así de íntimo, más considerando que seguramente Kailan lo necesita ahora que ha confesado todo.

Oh por Dios, soy el humano de Kailan, piensa, poniendo una mano sobre su boca, pasmado. Vincent, que hasta ese momento había tomado distancia, sonríe algo burlón después de saludar al castaño. Cuántas maneras se le ocurrían para molestarlos a ambos con su unión.

—¿Cómo sigue la señorita Wells? —Pregunta, asomándose por encima de la cabeza de su hija hacia el pasillo, mirando en dirección al cortex.

—Ella está bien. —Murmura y se separa de él con lentitud—. Se recuperará pronto.

—Me alegro. —Marcus regresa la vista al castaño y asiente en su dirección a manera de saludo—. Señor Allen.

—Gusto en verlo, señor Bennett.

—Bien, supongo que ya lo sabe todo. —Barry asiente mientras que Kailan camina con la cabeza gacha hacia el velocista. Él no puede evitar tomar su mano al tenerla cerca, lo que hace sonreír al morocho al instante—. ¿Sigue escuchando los pensamientos de mi hija?

—No, aparentemente fue un efecto colateral del momento, o eso creo. —Responde en un hilo de voz la pelirroja, mirando fijamente su mano entrelazada con la del castaño—. No ha pasado nada más allá de eso.

—De acuerdo. Samira tiene que estarlos monitoreando a ambos a partir de ahora. —Marcus extiende a Barry un brazalete parecido al de Kailan, los dos fruncen el ceño—. Esto ayudará.

—¿Qué es? —Pregunta Vincent sin poder contener la curiosidad.

—Lo mandé a hacer para tu madre cuando supimos que ella era mi humana. —Contesta a la par que Barry toma el objeto y lo coloca en su muñeca con cautela. Vincent se acerca por detrás para detallar la tira gruesa de plata—. Se conecta a la inteligencia artificial del guardián que protege al humano. Samira fácilmente puede ir y venir del brazalete a su extensión, manteniéndolos informados de lo que le sucede al otro en cualquier momento hasta que ustedes no la necesiten.

—Genial, también quiero uno.

Marcus sonríe, divertido por la reacción del velocista platinado—. Lo siento, es único. Pero si ellos consiguen funcionar sin la ayuda del brazalete antes de que encuentres a tu humana, probablemente podamos prestártelo.

—¿A qué te refieres con eso? —Pregunta Kailan, alzando la vista.

—Al pasar el tiempo no necesitarán ayuda de nadie ni nada, será cosa de que ustedes vibren a la misma sintonía para saber cómo se encuentra el otro. Estoy seguro de que tú lo comenzaste a sentir desde que te enteraste de que Barry era tu humano, ¿o me equivoco? —La pelirroja niega con la cabeza—. En un tiempo los dos sentirán lo que el otro sienta, es fácil de entender.

Barry carraspea—. Kailan dijo alguna vez que el humano se encuentra conectado a su guardián en todos los aspectos. —La chica baja la vista al saber el rumbo de su duda—. ¿Qué hay de lo que dice el periódico en la bóveda de tiempo? Iris y yo nos casaremos algún día... ¿Le hará daño a Kailan en algún modo?

—Es probable. —Una mueca se planta en el rostro de Marcus cuando observa la postura de su hija—. Sin embargo, no tengo una respuesta concreta. Es la primera vez que se ve un caso como el suyo, así que deberán de descubrirlo con el tiempo.

Kailan suspira y niega con la cabeza, tomando camino hacia el cortex sin despedirse ni avisar nada. Barry la observa irse hasta desaparecer en una esquina, sintiendo su corazón estrujársele dentro del pecho. ¿Así sería a partir de ahora?

—Tranquilo, hermano. Sólo necesita pensar las cosas; la conoces mejor que yo. —Intenta consolar Vincent, el cual tampoco se encuentra en las mejores condiciones. Oficialmente, Kailan jamás sería suya...

—También necesita que no la deje sola, señor Allen. —Marcus llama la atención de ambos, mostrándose con las manos en los bolsillos de su pantalón de sastre—. Esto será... Difícil para ambos. Ella descubrirá mil y una cosas de las que será capaz a la par en que tendrá que aprender a mantener su fuerza sabiendo que quien disfrutará de su protección no será sólo usted, sino también la señorita West.

—No entiendo, yo... Señor Bennett. —Marcus asiente hacia él en señal de que puede continuar—. En Tierra dos ella y yo estamos casado, y, llámeme loco pero eso no me ha dejado dormir por las noches. ¿Cree que-?

—¿Haya una posibilidad? —Interrumpe y cruza los brazos—. La hay. Los conozco desde que eran unos niños, señor Allen. Sé que ambos se aman más de lo que se imaginan incluso aunque usted clame estar enamorado de Iris. No sé cómo funcionen sus sentimientos, mi hija es la experta en eso, pero sí sé que usted se encargará siempre de cuidarla tanto como ella lo hará.

—Nunca dude eso.

Él sonríe ligeramente—. Ni siquiera lo he pensando. —Marcus coloca una mano en el hombro del castaño, y es ahí donde su sonrisa se borra—. Pero Kailan es mi vida, merece lo mejor de cada endemoniado multiverso y le aseguro que si llega a herirla, señor Allen, me complacerá demostrarle por qué me llaman Mentalbreaker. ¿Entendido?

Barry no puede hacer más que asentir frenéticamente al ver los ojos de Marcus tomar un color anaranjado bastante perturbador. Traga grueso y de manera oportuna, Cisco aparece corriendo por el pasillo.

—Chicos, siento interrumpir pero tenemos un problema gordo. Trajectory está haciendo de las suyas.

Los tres asienten y salen trotando tras el de rulos. Al llegar al cortex, Kailan se encuentra sentada en la consola mirando los computadores con el ceño fruncido mientras Caitlin deja de lado el algodón con el que curaba a Joe para acercarse, al igual que Harry quien sale de la enfermería, a la pelirroja. Barry se coloca a un lado de ella, ambos temblando por su cercanía. Las cosas comenzaban a sentirse más reales entre ellos desde hacía unas horas y se notaba, incluso para los demás miembros del equipo.

—¿Qué pasa?

—Planté un microrrastreador en la droga que le dimos a Eliza. —Explica Caitlin a Barry—. La encontramos.

—¿Cuál es su ubicación? —Pregunta Vincent, colocándose al lado contrario de Barry.

—El puente de Central City. Pero ese no es el problema, el problema es que aparentemente se volvió loca. —La chica pelirroja teclea para mostrar el mapa en los monitores—. Se mueve de un lado a otro, sin parar. Hacia atrás y hacia delante una y otra vez.

—Y no lo hace como una broma. —Barry se inclina hacia Kailan, haciendo al corazón de la guardiana saltar un poco—. Está creando fricción.

—Con esa vibración y velocidad...

—¿Qué?

—Caos completo. Podría destruir todo ese puente. —Balbucea Harry.

—Y a todos los que estén en él. —Secunda Barry.

—Tenemos que ir ya para allá. —Kailan prácticamente salta de la silla y suelta su cabello sobre sus hombros, mirando a ambos velocistas—. Andando.

—No, tú te quedas. —Masculla Barry, tomándola de un brazo cuando ella pretende salir del cortex.

—Estás loco. —Se burla, acercando su rostro al del castaño—. Yo soy quien tiene que protegerte, ¿lo recuerdas? No tú. Así que mueve esas piernitas y vámonos ya.

—Eres imposible.

Y me vas a tener que aguantar así hasta el fin de nuestros tiempos.

El ojiverde no contesta, se limita a tomar por las caderas a Kailan y hacer una seña con la cabeza al velocista platinado. Ambos salen corriendo y en unos segundos ya se encuentran parados al inicio del puente, viendo a todos los ciudadanos ahí correr despavoridos, tratando de escapar de la velocista.

—Chicos, este lugar va a caerse. —Avisa Kailan, sintiendo cómo el suelo se mueve bajo sus pies.

Dios, hay como doscientas personas en ese puente ahora mismo. —Habla Cisco por el audífono de los tres.

—Sáquenlos de aquí. —Jadea Kailan al sentir aún más vibraciones.

Ambos velocistas asienten a la pelirroja y salen corriendo, dejando gradualmente a un grupo de personas a sus lados. Ella les indica hacia dónde refugiarse, sin apartar la vista del puente y de sus rápidos chicos. En especial, de uno enfundado en un traje escarlata. Cuando todos los ciudadanos parecen estar a salvo, Vincent aparece en frente de Kailan y segundos después, Barry lo hace de igual modo.

—¿Todo bien?

Barry asiente y se gira, encontrándose de lleno con el puño de Eliza en su rostro; todo fue tan rápido que ni siquiera Vincent y Barry pudieron haberlo previsto. Kailan sostiene al castaño por detrás, haciendo de apoyo a su mejor amigo mientras fulmina con la mirada a la supuesta Trajectory.

—Ugh, arruinas toda mi diversión, Flash. —Gruñe, alzando las manos para tomar al castaño.

Kailan niega con la cabeza y le sonríe a la velocista, posicionándose enfrente del castaño—. Aléjate de él, Eliza.

Alza las manos y como si ellas supieran qué hacer, salen expulsadas bolas escarlatas de sus palmas que lanzan lejos a la velocista. La pelirroja deja salir el aire contenido de sus pulmones, mirando sus extremidades anonadada. Eso definitivamente era increíble.

—Ven acá. —Unas manos se posan en su cadera antes de ser empujada hacia atrás, justo a tiempo, pues el puente comienza a colapsar.

Alza la vista, encontrándose con los ojos verdosos del castaño. Le sonríe y éste la imita—. Yo debía de cuidarte.

—Prefiero el trabajo en equipo.

—No quiero interrumpir su momento, pero Trajectory está del otro lado del puente burlándose de nosotros. —Comenta Vincent, caminando al borde del puente.

—No hay manera que la alcancemos a tanta distancia. —Kailan sigue a Vincent y se para detrás de él, viendo cómo la chica perece sonreírle de lado—. Dios, esa hija de-

—Lo haré si salto.

Kailan se gira hacia el castaño, el cual observa con el ceño fruncido y las manos apretadas en puños a la velocista. Se acerca rápidamente a él, escuchando la voz de Harry salir por el audífono en su oído de fondo.

Barry, para ese salto necesitarías alcanzar Mach 3,3. Es difícil, pero sólo debes mantenerlo por un segundo.

—Bien. —El castaño toma por los hombros a la chica—. Ve con Vincent, rodeen el puente y encuéntrenme en la siguiente intersección. Ahí los veo.

—No puedo dejarte, tengo que ayudarte de algún modo.

—Kailan, eres mi guardiana. Con existir ya me ayudas. —La pelirroja suspira al sentir el suave tacto del ojiverde en su mejilla—. No sé cómo se supone que debamos trabajar, no sé ni siquiera cómo debe de funcionar esto, pero sé que tú y yo siempre hemos logrado todo lo que se nos ponga enfrente, juntos. Dudo que sea el momento para decírtelo, pero te adoro, Kailan, y juntos lograremos que esto salga bien. Necesito que confíes en que puedo cuidarme solo así como yo confío en que tú te las arreglas sola.

Kailan podría perfectamente besarlo en ese momento, la emoción corre por cada centímetro de su cuerpo y está segura de que los latidos que escucha no son sólo los suyos. Se limita a asentir y hacer un gesto al velocista platinado, que rápidamente la toma en brazo y se la lleva corriendo para hacer justo lo que Barry dijo. Kailan se acurruca un poco contra Vincent y suspira.

—¿Cómo crees que sea cuando ellos dos se casen?

—Yo creo, Kai, que las personas pueden cambiar de opinión.

Pronto están parados en el punto de encuentro, justo cuando Barry aparece rodando por el suelo con Eliza en brazos. Chocan contra un transformador y de éste saltan chispas, deteniendo de inmediato su inercia; a pesar del dolor que Kailan inevitablemente siente por su conexión con Flash, ella corre hacia el castaño y lo ayuda a ponerse de pie, colocándose más tarde frente Barry en un gesto protector que lo hace sonreír inconscientemente.

—Se terminó, Eliza.

La chica ríe un poco entre gemidos de dolor y alza la vista—. Nunca se termina, Flash.

De su bolsillo saca una jeringa llena de lo parecía ser la droga de Caitlin, así que Barry se abre paso y se posiciona frente la pelirroja, alzando las manos hacia Trajectory.

—Detente, ¡hey! —La velocista alza la vista—. Deja de hacerte esto, de dañarte de este modo. Tú en realidad no quieres lastimar a nadie.

—No sabes nada sobre mí ni lo que puedo llegar a sentir. —Jadea.

—Él no pero yo sí. —Kailan se para junto a él mientras Vincent mantiene su distancia con la postura de alerta, en caso de que tuviera que actuar—. Sé que no eres una mala persona, lo puedo sentir.

—Esto es sólo el V-9 actuando en tu sistema. —Continúa Barry—. Sé qué se siente querer ser el mejor. Sientes que no hay tiempo para hacer bien las cosas pero ese es sólo un pretexto. ¡Y esto te está matando! Mírate un poco, Eliza. ¡No estás bien!

—Déjanos ayudarte. —Kailan se coloca de cuclillas, sintiendo cómo su carácter se ablanda gracias a Barry—. Por favor.

Pero es en vano. Eliza inyecta en su muslo la droga y cae al suelo. Barry toma por los hombros a Kailan, alzándola y alejándola de la velocista por precaución. La mujer ríe un poco, casi sin fuerzas, antes de mirarlos.

—Esa es toda la ayuda que necesito. ¿Qué se siente saber que soy más rápida que tú y que tu amiguito de allá atrás alguna vez serán? —Una sonrisa gatuna se extiende por su rostro—. Nos vemos por ahí.

Ella sale corriendo hacia el lado contrario y Vincent hace el amago de seguirla, pero Kailan lo detiene, colocando una mano sobre su pecho. Es ahí cuando él cae en la cuenta de lo que la pelirroja y el castaño observan extrañados.

—Su rayo... —Balbucea Vincent.

—Se está volviendo azul. —Completa Barry.

—Ella...

—Está desapareciendo. —Flash y Scarlet Witch intercambian miradas—. Ve. —Pide Kailan.

El castaño asiente y sale corriendo detrás de la velocista, sin embargo, cuando cree que al fina podría alcanzarla, pierde su rastro. Se detiene y a sus pies observa el traje de Eliza tendido en el asfalto, con restos de electricidad aún centellando en los bordes de las mangas. Él suspira, girándose para negar con la cabeza hacia Kailan.

¿Qué pasó? —Escuchan los tres hablar a Caitlin por el audífono.

—Eliza... No existe más.

[ . . . ]

—Hey.

Barry alza la vista, encontrándose rápidamente a la figura estilizada de Kailan parada en la entrada de las tuberías. Un vestido ceñido a su cintura que le sienta tan bien a sus curvas definitivamente logra distraerlo, puede jurar que hasta comenzó a babear. Y al alzar la vista y verla con un maquillaje sencillo de día y el cabello perfectamente ondulado sobre sus hombros, siente que la respiración se le corta. ¿Verla más hermosa que cualquier otra chica es efecto de ser su humano o simplemente comienza a darse cuenta de la verdad sobre sus sentimientos hacia ella que siempre existieron?

—Kai... —Suspira, levantándose del suelo a tropezones que le sacan una risita burlona a la otra—. Te ves, tú, en serio estás hermosa.

Las mejillas de la chica se colorean un poco y sonríe a su cumplido—. Gracias. —Aliza un poco el vestido con las manos—. Papá tiene un brunch con algunos de sus nuevos colegas y quiere presentarme con ellos.

—Vas a apantallar a todos. —El castaño finalmente encuentra su voz y esconde las manos en los bolsillos de su pantalón—. Como siempre.

—Eres un chico bastante adorable. —Dice con cierto tono de voz chillón, haciéndolo reír—. ¿Lo sabías?

—Me nace más cuando estoy contigo. —La pelirroja aparta los ojos después de verlo encogerse de hombros. Barry suspira y alza las manos hacia Kailan, buscando su tacto con desesperación—. No bromeaba cuando decía que en serio no puedo dejar de pensar en besarte.

—Dices tonterías, ¿estás consciente de ello? Por quien babeas es por Iris, no por mí.

Barry niega con la cabeza y le da un pequeño jalón a sus extremidades para pegarla a su cuerpo—. No creo que eso sea así, ya no más.

—¿Y cómo es que eso pasó de un día para otro?

—Yo creo que me di cuenta de un día para otro, pero esto existe desde hace mucho tiempo. Digo, no por nada estamos unidos.

—Vas a casarte con Iris, Barry. No nos engañemos. —Suspira, intentando alejarse del castaño pero fallando en el intento al Barry poner más fuerza en su agarre—. Barr...

—¿Puedo enseñarte algo?

Kailan asiente con la cabeza, resignada a que definitivamente no la dejaría en paz tan fácil, y así, en un parpadeo, Barry y ella se encuentran dentro de una habitación que ella jamás había visitado. Todo luce impoluto, blanco y brillante. Parece vacía hasta que se topa con un mando en el centro del lugar, casi corrompiendo la perfección del cuarto. El velocista camina al mando y pasa la mano por encima de éste; la habitación se ilumina y enfrente de ellos aparece en forma de holograma un rostro femenino que bien podría parecerse a Samira.

Buenos días, señor Allen.

—Hola, Gideon.

—¿E-Ella es Gideon? —Barry asiente, extendiendo la mano hacia Kailan. Ella la toma y camina hasta estar a un lado de él—. Es... Fascinante. De verdad que eres un genio.

—Lo soy. —Ríe levemente, alzando la vista a la inteligencia artificial—. Gideon, ella es-

Kailan Bennett, lo sé.

La pelirroja abre los ojos como platos al igual que la boca—. ¿Cómo?

—Ella conoce todo sobre el futuro de la ciudad, y aparentemente estás en él. Gideon, muéstrame el periódico.

Claro.

La primera plana del famoso periódico del que tanto hablaba Barry se muestra frente a ellos, grande e imponente. El titular "Flash desaparece en crisis" se mantiene intimidante al inicio de todo, y debajo, en el principio de la nota periodística, recita:

"POR IRIS WEST-ALLEN"

—¿Querías darme más herramientas para mostrarte mi punto, Bartholomew?

Barry niega sonriendo de lado—. No, quería enseñártelo para después hacer algo.

—¿Hacer qué?

—Esto.

Siendo él velocista, ella creería que todo pasó en un parpadeo. Pero la velocidad que uso fue mundana, ella incluso fue capaz de adivinar su siguiente movimiento al verlo ladear la cabeza, y aún así, creyó que no estaba lista, que no se imaginó lo que Barry terminó haciendo.

Sus labios se sentían cálidos contra los suyos, tan suaves y húmedos que parecían estar hechos a su medida. Encajaban perfectamente. Tuvo unos segundos para observar a Barry con los ojos cerrados, pegada a ella, antes de que decidiera dejarse llevar y terminar con sus brazos enredados detrás de la nuca del castaño, buscando más de su tacto. Si hubiera sido por Kailan, el beso habría durado una eternidad y se habrían quedado encerrados en la bóveda del tiempo, ajeno a todo, a la realidad que vivían. Pero la falta de aire no era algo que se pudiera resolver fácil, y después de unos segundos de un intenso y dulce baile, se separan, conectando sus esmeraldas brillantes con unas sonrisas adornándoles el rostro.

—¿Qué fue eso? —Jadea, aún sin poder recuperarse del todo.

—Mi necesidad por besarte. —Barry inclina la cabeza, pegando su frente de manera cuidadosa con la de Kailan—. Tu doppleganger despertó cosas en mí que jamás imaginé que podrían existir. Pero cuando regresé de Tierra dos y te vi ahí, parada y tan preocupada por mí, creí todo lo que comencé a cuestionarme mientras estaba encerrado en la guarida de Zoom. Me abrazaste y te juro que nada era más importante que tenerte una vez más conmigo, que sentirte. No sé qué se supone que tenga que pasar a partir de ahora, pero sé que contigo, sea bueno o malo, no será tan importante. Eres mi rayo de luz, Kailan, siempre lo fuiste y ahora las cosas no van a cambiar. Quizá termine enamorado de ti, quizá termines odiándome por casarme con Iris. —Kailan suelta una risa nasal que hace al otro sonreír—. ¿Por qué no lo descubrimos juntos?

—Suena a un buen plan. —Admite en voz baja.

—La mayoría de mis planes son buenos, ya deberías saberlo. —Acuna sus mejillas con cariño—. Ahora, mientras descubrimos qué pasa y qué sentimos por nosotros, ¿crees que podríamos ser algo así como... Dos chicos que salen a citas?

—Eso suena precipitado. —La sonrisa de Barry se borra por completo—. Pero... Creo que puedo acostumbrarme a estarte besando continuamente.

—Casi me sacas un susto.

—Esa era la idea. —Se burla, acariciando la nuca del castaño.

—¿Y le diremos a todos?

—Dicen que entre mas sepan, más oportunidades hay de que todo falle.

—De todos modos ya estoy acostumbrado a guardar secretos.

Él se inclina hacia ella dispuesto a unir sus labios una vez más, pero el sonido de la voz de Cisco sonando por todo el lugar interrumpe su momento.

Chicos, al cortex.

—Arruina momentos Ramón entra en acción. —Masculla Kailan.

—Vámonos, gruñona.

Barry toma por la cintura a Kailan y la lleva rápidamente al cortex, encontrándose en primera instancia a Iris rodeada de los demás miembros del equipo, incluido Vincent. Kailan gruñe y Barry bisbisea cuando la morena le sonríe al castaño, ajena a la situación que acaba de suceder entre los amigos de toda la vida. Barry definitivamente no había planeado verla, no después de haber tenido tan lindo momento con esa pelirroja hermosa.

—Hey.

—Hola. —Iris camina hacia el castaño y deposita un rápido beso sobre su mejilla. Kailan rueda los ojos, sentándose frente la consola y así ignorando la mueca que Barry colocó en su rostro—. Caitlin y papá me contaban lo que sucedió anoche con Eliza. ¿Entonces sólo se desvaneció? ¿Por correr muy rápido?

El castaño asiente, caminando frente la consola de computadores para poner la suficiente distancia entre él y la morena. Caitlin suspira—. Parece haber sido un efecto de la degeneración celular, igual a la de Jay.

—Jay nos advirtió sobre lo peligroso que es el V-9. —Apunta Joe al casco del velocista dentro de la caja de cristal—. Al menos ahora sabemos por qué.

Harry entra al cortex a pasos agrandados. Cisco le sonríe amablemente, pero no recibe el gesto de vuelta—. ¿Encontraste a Jesse?

—Ella salió.

Kailan frunce el ceño, sintiendo un pequeño dolor acomodarse en su pecho al ver a Harry. Definitivamente algo había sucedido con él y su hija.

—¿Barr? ¿Qué piensas? —La pelirroja agita la cabeza cuando escucha a Caitlin, poniendo su atención de vuelta al castaño.

—Es sólo que... Antes de que Eliza se evaporara su rayo se volvió azul.

—Cierto. —Concuerda Cisco, parándose a un lado de Kailan—. ¿Qué tal que es un efecto secundario de tomar el V-9?

—Sí, pero Jay tomó Velocidad nueve y su rayo no se volvió azul.

—¿Qué tan rápido corría? —Pregunta Kailan hacia la castaña, cruzándose de brazos.

—No tanto como Eliza. —Comenta con perspicacia Vincent.

—Cierto. ¿Y si el V-9 es lo que vuelve azul tu rayo? Eso explicaría por qué Zoom es más rápido que yo.

—Si eso es verdad, significa que está enfermo.

—... Él está muriendo.

Todos observan a Harry, el cual ahora perece haber hecho un gran descubrimiento. El morocho baja la vista hacia el velocista escarlata—. Por eso quiere tu velocidad tan desesperadamente. Se muere y necesita una cura.

El semblante de Barry se ensombrece al igual que el de Kailan. La pelirroja se pone de pie cuando sus ojos conectan con los del castaño—. Al igual que Jay. —Sueltan al unísono.

Caitlin abre los ojos como platos y comienza a negar frenéticamente con la cabeza—. No.

—¿Jay? —Interviene Cisco, acercándose por detrás a su mejor amiga—. No. Él murió frente a nosotros. ¡Zoom lo mató en frente de nosotros!

—Cisco, ya hemos visto antes a un velocista estar en dos lugares al mismo tiempo. —Le contesta con pena Barry, sintiendo el tacto reconfortante de Kailan sobre su hombro.

Harry se gira al de rulos—. Supongo que entonces sólo hay un modo de averiguarlo, ¿no es así?

Cisco suspira—. Creo que es buen momento para decirles que he estado vibrando a Zoom.

—¿Qué? Tú...

—¿Por cuánto tiempo? —Pregunta Vincent.

—Comenzó al cerrar la fisura del sótano. —Harry se gira al castaño—. Y cada vez que pasó estaba cerca de... De esa cosa.

Todos giran a ver la caja de cristal que contiene el casco de Jay. Barry suelta el aire de sus pulmones y tras apartarse de Kailan y tomar un tubo metálico de la mesa más cercana, se acerca en zancadas a la caja y de un golpazo la rompe. Toma el casco entre sus manos con cuidado de no cortarse con los cristales rotos y se lo extiende al de rulos, quien, al tenerlo cerca lo único que piensa es en salir corriendo.

Odiaba la idea de lo que podía ser la realidad.

—Necesitamos saber. —Barry le acerca el objeto a Cisco.

El de rulos lo toma y parece entrar en trance cuando lo hace. Sus ojos se abren al tope, comienza a boquear como pez fuera del agua y se echa hacia atrás, saliendo de su shock. Kailan rápidamente se acerca a él y lo toma por los hombros, intentando así recuperar su consciencia.

—No...

—Hey, tranquilo. —Cisco parpadea varias veces, recuperando la respiración mientras Barry se acerca por detrás a ellos—. Cálmate.

—No, no. —Niega una y otra vez con la cabeza, sus ojos aguándose a la vez en que observa el semblante preocupado de Kailan y deja caer el casco en un golpe seco.

—¿Cisco? —Pregunta Caitlin. El moreno se separa de la pelirroja y se gira hacia su amiga, la cual tiene las facciones contraídas por la angustia—. ¿Qué viste?

—Vi a Jay. —Suspira antes de volver a atreverse a mirar a la castaña—. Él es Zoom.

Kailan se echa hacia atrás y se aleja del de rulos, preocupada únicamente por una persona en concreto. Al girar la cabeza, el semblante deformado de Barry la recibe. Su ceño fruncido, sus ojos cristalizados y las mejillas ahuecadas. Ella da unos pasos, intentando tocarlo pero éste rápidamente se aparta de ella, brusco, llamando la atención de todos los miembros del equipo.

—Barry...

Él niega con la cabeza rotundamente y sale corriendo del lugar tras tomar su traje del maniquí exhibido en el fondo del cortex. Kailan camina por inercia a la entrada, pero ni siquiera piensa en ir tras su razón de existir. Simplemente se queda ahí, parada, mirando el desastre que el castaño dejó en su camino.

Deseando poder eliminar toda esa furia y culpa del sistema de Barry, su Barry.

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