Papá me acompañó toda la noche haciendo presencia; él tenía que resolver unos asuntos y yo investigué dentro de mis límites para lograr hacer una fórmula más fuerte.
Los demás despertaron todos a la misma hora, coincidencia que llevó a un desastre al momento de ver quién iba al baño primero; tuvieron que hacer piedra papel o tijera para decidir. Esto quedará para los recuerdos, de esos que en el futuro comentas y ríes.
Desayunamos todos juntos, nos preparamos y fuimos al lago de nuevo. Hoy hay bastantes personas, incluso hay un pequeño escenario donde un DJ está pasando música.
-Que casualidad- Steven se nos acercó junto a sus hermanas-. Que bueno que vinieron, hoy es uno de los mejores días para venir al lago.
El clima está algo nublado pero no impide que nos quedemos en la arena jugando, usando piedras como tejas o incluso haciendo un volcán de arena con río y población de montañitas de arena a un lado.
(...)
Hasta la tarde seguimos en la playa pero el clima empeoraba cada vez más hasta que los salvavidas empezaron a pedirnos que salgamos de la zona y busquemos techo porque se pronosticaba una fuerte tormenta.
-En mi casa tenemos un metegol y un par de juegos, por si quieren venir- mencionó Érica mientras empezamos a caminar dentro de las casitas.
Varios vehículos de policías se acercaron a la zona para ayudar a evacuar, ya que hay personas que no querían irse.
Nos quedamos en la casa.
-¿Y si preparamos galletas?- propuso mamá-. Podemos hacer distintas masas y hacerles formitas; no hay cortadores pero tenemos manos y creatividad.
Juntamos los elementos y empezamos a cocinar.
Sentí auras no humanas en gran cantidad fuera de la casa; si fuera un individuo solo quizás no lo habría notado, pero eran un grupo bastante grande. Intenté no pensar en ello pero se me hace complicado, incluso me distraigo.
-Bella- me volvió a llamar Perla y giré a verle-. ¿Qué haces?
Miré la bolita que tenía que hacer; se me había caído y seguí moviendo mis manos por reflejo. Suspiré y tomé la masa de la mesa para volver a hacer una bolita, dejándola en la bandeja.
Escuché coches pasar apresurados y no pude evitar mirar hacia la ventana.
-¿Qué sucede ahí afuera?- me preguntó papá, curioso.
-¿Ustedes no sienten eso?- pregunté.
-¿El olor de las galletas?- dudó mamá.
-No, esas auras- mencioné.
Me paré frente a la ventana, mirando hacia el lago, hay varios policías dando vueltas junto a varias personas, entre ellas sirenas recostadas en la arena a poco del agua.
-Solo veo a los agentes- mencionó papá-. Y se ven normalitos.
-¿Qué ves?- preguntó Víctor.
-¿No ven a las demás personas?- pregunté y giré a verles, notando confusión en sus rostros.
-Ve si quieres, pero vuelve para la cena- me dijo mamá.
Miré a mis amigos y sonrieron.
-Ve, investiga eso que ves. Te esperamos con galletas- mencionó Perla.
Sonreí y fui corriendo para ver más sirenas como yo.
Aquí no solo hay sirenas a orillas del lago sino que hay policías ayudándoles con heridas o acercándoles al agua.
-Señorita, no puede estar aquí- me interrumpió el paso uno de los oficiales.
-Soy como ella- dije y le miré.
-Me permite su mano, por favor- pidió y le di mi mano derecha.
Me rayó con un pequeño fibrón, dejándome una marca rosa brillante.
-Disculpe, ¿podría decirme de que zona eres?- preguntó.
-No vivo aquí, soy de una zona bien lejana- afirmé.
Tras unas preguntas, me dejó seguir allí. Me colocaron un sticker identificatorio de voluntaria y ayudé a varias sirenas a secarse para poder moverse en tierra.
Algunos estaban heridos, por los que lo acompañé a la zona de cuidados en donde los curaban.
-No eres de por aquí, ¿verdad?- mencionó una sirena mientras extiendo mis manos para ayudar a evaporar el agua más rápido.
-No lo soy- respondí.
-Lo noté en tu mirada; solo las ninfas, un par de brujos y la misma comunidad puede vernos- mencionó ella.
-¿Qué pasó aquí?- pregunté.
-Un barco dejó caer barriles con petróleo a orillas de la montaña, ensució el agua, varios chocamos o fuimos heridos por las trampas pesqueras. Las ninfas y los brujos de la zona crearon una tormenta para que podamos salir por aquí mientras limpian- respondió y volvió a tener piernas así que me alejé.
Estuve secando a varias sirenas y tritones, hasta que ya todos estaban en sus formas humanas o se habían ido por agua. Faltaba poco para que caiga el sol pero volví a la casa.
Al ingresar, sentí un rico aroma de galletas.
-¿Cómo te fue?- me preguntó Perla.
-Genial, nunca había visto tantas sirenas y tritones- mencioné emocionada.
-Desde la ventana te estuvimos viendo; se veía como si los policías estuvieran limpiando algunas piedras o algo así porque se la pasaban agachándose- habló mamá.
-¿En serio no vieron nada?- pregunté algo sorprendida y negaron-. Si que son buenos en ocultar todo los brujos y las ninfas.
-¿Conociste ninfas?- sonrió emocionado Víctor y asentí-. ¡Cuéntame por favor!
-Cierto que amas esas cosas- rió Perla-. Aunque también tengo curiosidad, lo admito.
Nos sentamos en el sillón y les fui contando. Mamá avisó que la cena estaba lista así que volvimos a la mesa.
Mañana sería el día número cinco, desde que llegamos a esta zona.
(...)
Tras comer, me bañé y fui a dormir junto a Víctor.
Desperté y pasé al baño. Al salir, papá me pidió que habláramos.
-¿Pasó algo?- pregunté, en cuanto nos sentamos en el sillón frente a frente.
-¿Te ayuda a dormir mejor el dormir con ese muchacho?- me preguntó.
-No se si mejor, pero si me ayuda a relajarme- respondí-. Me gusta dormir junto a Víctor.
-Sinceramente, no se si es sobreprotección o que aún te veo como mi niña pequeña pero me sale decirte que deberías de alejarte un poco; dudo de sus intensiones en cuanto te abrazaba así- habló.
-Víctor nunca me hizo nada malo, es quien más me cuida de todos mis amigos, además de Perla claro. No te preocupes papá.
-No solo dudo de las intensiones de él, ¿no quieres morderle?- su pregunta me dejó pensando-. Admito que muchas veces quiero morder a tu madre, ella es hermosa. Morder no tiene que ser solo algo malo, ¿lo sabes, verdad?
-Lo se, pero nunca he querido realmente morderte- admití-. Bueno, cuando veo sangre quizás, pero nada más.
-Si llegase a pasar algo, ¿me lo dirías?
-Claro, siempre has estado ahí para ayudarme si pasa algo.
-Y lo estaré siempre- sonrió tranquilo.
-¿Cómo va todo en el reino?- pregunté, cambiando de tema.
-Como siempre; es extraño que soy el primer rey en tomar vacaciones, pero son cosas realmente importantes si quiero pasar tiempo con mis dos mujeres favoritas- sonrió-. ¿Te interesa que te muestre los nuevos proyectos? ¿O prefieres ir a nadar de noche? No es la isla, pero si tienes cuidado no habrá problema.
-Quizás mañana vaya a explorar las profundidades del lago pero me interesa más ver esos proyectos por ahora- mencioné y asintió, tomando su computadora para mostrarme, aunque no cargaba la página.
-¿Te gustaría tener más amistades sirenas como tú?
-Puede ser, es emocionante ver a otros seres mitad pez que no sean yo. Pero claro, Perla siempre va a ser mi mejor amiga.
-Eso no lo dudo, pero como hay manadas de licántropos, debe haber agrupaciones de sirenas y tritones, ya que bueno, son cambiaformas como los licántropos.
-En eso tienes razón.
La página cargó y nos pusimos a ver los proyectos.
(Continuará...)