En el capítulo anterior:
{Mi corazón comenzó a latir con rapidez, supuse que en cualquier momento iba a vomitar el órgano por mi garganta. Los ojos se me aguaron por breves segundos, pero impedí que cualquier lágrima cayera, no era el momento.
Él estaba invadiendo mis oídos con su melodiosa risa, lo noté junto a una chica castaña de piernas largas, su brazo cubría los hombros de la mujer, cuando su mirada se encontró con la mía, dejó de reír para observarme un poco sorprendido y asustado. Mi estómago se encogió y supe que yo también lo miré de la misma forma.}
---
Capítulo ochenta
Muchas preguntas y muchas respuestas
Tragué saliva mordiéndome el labio. No entendía si no esperaba mi visita o si, directamente, se arrepentía de haberme dado la carta, que estaba bien guardada en mi mochila.
La chica se soltó de Ashton y la reconocí al instante, cuando le tendió a Blake una bolsa llena de comida y se acercó a Jayden. Para luego, plantar un beso corto en sus labios y abrazarlo por la cintura.
Era Megan.
— ¿Me trajeron algo? —le preguntó Tyler de forma interesada a la chica.
Asintió señalando la cocina, donde Blake había llevado las bolsas. —Te trajimos un poco de Nutella... ¡Es para compartir! —se apresuró la chica cuando la mayoría abrió los ojos, emocionados, y corrieron.
Yo también pude haber corrido sumamente rápido para rescatar a mi querida amiga, pero no me apetecía. Estaba concentrada en los ojos grises del tonto de Brown.
Ashton por fin me sonrió, sus ojos se achinaron y el hoyuelo apareció en su rostro, una vez más. Sentí que me estaba derritiendo, pero pude terminar de bajar los escalones para plantarme frente a él, no iba a negar que me estaba muriendo de nervios y que mi estómago parecía estar perreando el Taki Taki Rumba a ritmo, mis piernas temblaban tanto que temía derrumbarme.
—Hola —saludé. Traté de que escuchase mi firmeza, pero mi voz vibró y pensé que estaba por escupir un pollo. Ni una palabra se deslizó por sus labios. No dijo nada, absolutamente nada.
Simplemente, abrió los brazos y eso fue todo lo que necesité para estar bien. Dio un paso y envolvió mi cuerpo brindándome calor. Mis manos se entrelazaron en su cintura y me dediqué a apoyar mi mejilla en su pecho inhalando todo su perfume, quería quedarme así para siempre. La posición me permitía escuchar su corazón y, al final, no era la única que perreaba la canción.
— ¿Cómo te sientes? —su armoniosa voz llegó a mis oídos, sonreí cerrando los ojos y lo apreté más contra mí. Sin chistar, acarició mi espalda y dejó un par de besos en mi cabeza.
— ¿Ahora? Muchísimo mejor.
Sus brazos dejaron de rodearme prohibí que se alejase de mí, pero justamente eso no era lo que él quería que hiciéramos. Alzó mi rostro hacia el suyo recorriendo mis mejillas con sus dedos, fue el momento donde me atreví a contar sus pestañas y caer hipnotizada con sus ojos grises. No podía estar más feliz de tenerlo junto a mí y me sentí agradecida de haber esperado tanto. Su mirada viajó hasta mis labios, morderlos con nerviosismo no estaba ayudando en nada. El pulgar tocó mi belfo e impidió que siguiera triturándolo.
Su vista volvió a la mía y todo mi interior explotó. Inclinó la cabeza un poco más y unió nuestros labios. Su cálida lengua recorrió mi labio inferior con lentitud y suavidad, sabía lo que estaba haciendo y cómo hacerlo. El calor de mi cara no le bastó con quedarse allí, sentí una punzada en mi estómago y me preocupé de que fuese otra cosa. No escuché nada más que nuestras respiraciones entrecortadas por la sesión de besos calurosos y la proximidad bastante peligrosa. Le abrí paso a su lengua dentro de mi boca y él dejó que yo hiciese lo mismo en la suya. Bajando sus manos hasta mi espalda baja, dejé escapar un jadeo y sentí vergüenza por mí misma.
Sin embargo, no fue lo que causó que dejemos de besarnos: un par de gritos de aliento arruinaron la situación. Apoyó su frente sobre la mía y nuestras narices chocaron, pero no nos importó. Abrí los ojos encontrándome con los suyos y por fin me perdí en el abismo de estos.
—Me alegra que estés mejor —murmuró haciendo caso omiso a las señas y los gritos pervertidos. Escuché a Madison quejarse y golpear algún que otro brazo—. Perdón por haberte ocultado tanto, temíamos de que algo malo sí pasara.
Le sonreí con ternura y negué quitándole el interés.
— ¿Y tú cómo estás? —le pregunté sin planear alejarme. Una sonrisa traviesa se posó en sus labios y se los relamió.
— ¿Ahora? Muchísimo mejor —me imitó con un poco de burla. Sonreí rodando los ojos para alejarme, pero tironeó de mi mano y me acercó con velocidad, otra vez, dejando sonoros y cortos besos en mis labios.
—Vayan a un hotel —se burló Emily con un tono divertido.
Ashton se separó de mí tomando mi mano y besó mis nudillos.
—Nunca me sentí tan solo como en este momento —dijo Blake con tristeza. Observó a Madison quien se besaba con Miles; a Emily con Keegan; a Alison con Jake; a Jayden con Megan; a Chelsea se daba un beso esquimal con Drake, y a Ashton, quien había entrelazado nuestras manos.
—Podemos besarnos para cortar la tensión —le respondió Luke encogiéndose de hombros. Solté una carcajada, cuando Blake copió su acción y se acercó al rubio, quien abrió los ojos con susto y empezó a negar rápidamente—. ¡Estoy con Josh!
—Lo pedido es deuda, Mitchell —le contestó, para luego, simular que lo besaba.
La escena causó que todos los enamorados dejasen de besuquearse para reír. Sonreí con alegría y abracé el brazo de Brown.
Me sentía feliz de haber vuelto.
[...]
Al final, Ashton y Jayden se pusieron a cocinar pastas para todos y nos dedicamos a comer en el living mientras mirábamos Wifi Ralph de Disney. Chelsea se largó a llorar porque le recordaba a su infancia y Drake la llevó a tomar helado para calmarla. Era una chica muy sensible y esperaba que con él fuese feliz, hacían linda pareja, pero todavía no conocía al chico lo suficiente como para confirmar que no la iba a dañar.
Uno nunca sabe las vueltas de la vida y cualquiera podía ser el detonador del caos.
Inclusive yo.
Luego de haberme dormida en el hombro de Blake porque la película se me hizo eterna, desperté por el grito de Tyler quien se despedía de Baba porque ya se iba a ir a dormir. La mayoría había ido a sus habitaciones, algún que otro ruido extraño retumbaba por allí, pero no era un hecho que deberíamos prestarle atención.
Me estiré en el sofá pegándole una patada al brazo de Blake, cosa que recibí una mirada de odio de su parte. Le sonreí avergonzada y siguió haciendo lo que sea que estuviese haciendo.
— ¿Qué hora es?
—Las dos y cuarto de la mañana.
— ¡¿Qué?! —grité causando que Brad revoleara el control por los aires, impactando con la cabeza de Liam—. Mañana tengo que hablar con Patrick, ¡no podré levantarme!
Me golpeé la cara con las manos pasándolas con desesperación, Blake me miró como si fuese un bicho y tironeó de mis manos para que dejase de hacerlo.
—Cálmate, va a estar todo bien —murmuró con tranquilidad, inspiró y exhaló para que le siguiese el ritmo—. Vas a poder despertarte porque a las ocho y media voy a tirarme encima de ti como alarma, ¿te sirve?
Su expresión seria cambió un poco cuando sonrió de lado y asentí sin poder resistirme a sonreírle de la misma forma. Lo abracé por unos segundos.
—Me alegra haber vuelto.
—Me alegra de que lo hayas hecho —llegué a escuchar su risa—. Ahora, si me dejas... —despeinó mi cabello separándose de mí, señaló su celular y se volvió a sentar en el sofá—, me quiero quedar ciego leyendo sobre La Teoría del Caos.
Me despedí del perro. Thomas, Liam y Brad, se habían puesto a jugar videojuegos en la tele y le ordené al gemelo inteligente que vaya a dormir, La Teoría Del Caos podía esperar. Paso por paso fui subiendo las escaleras con un poco de pereza recordando los momentos cruciales mientras había empezado la película.
Si bien, todo había vuelto a la "normalidad", las cosas seguían estando un poco raras. Todavía existían preguntas sin respuestas que estaba dispuesta a averiguar. Quizá Ashton por fin pudiese responderlas, total, siempre me dijeron que tenía las respuestas de todo.
Cosa que no creía, ¿acaso él sabía cómo habíamos llegado a la Tierra? ¿Acaso él sabía sobre la existencia de los extraterrestres? Quizá él era uno, pero lo dudaba. Tenía mis sospechas, no confirmaba ni negaba nada.
Algún que otro grito raro se hace presente en la casa, los ignoro. Prefería no interferir en lo que fuese que estuviese pasando allí. Aunque me di cuenta de que no provenían de un solo lado y eso me alarmó más. Ingresé a mi habitación y cerré la puerta detrás de mí.
Desvalijé un poco colgando alguna que otra prenda, todas las valijas estaban en mi habitación y eran demasiadas para que entrase todo en el ropero de mi alcoba. Me había estresado con solo pensar en dónde mierda iba a ir después de que terminase de estudiar, pero era algo que no podía manejar. Por el momento, tenía que estudiar, así luego, sabría que no iba a fracasar.
<<Rima rimón, una rima por aquí y otra por allí, con un poco de ají>>
No es gracioso.
Decidí ignorar a mi mente y tomarme una ducha rápida. Mi pijama se basaba en un short con unicornios animados y una remera que decía "soy un unicornio" junto con mis pantuflas de unicornio. Sí, hoy me sentía un unicornio feliz.
Dejé mi cabello suelto, para que se secara y quizá mañana despertase como El Rey León que era. Observé el reloj de mi celular, marcaba las dos y media pasadas. Tenía la leve esperanza de que Ashton sí estaba despierto. Podía responderme las pocas preguntas que rondaban en mi mente darían las tres y diez y, luego, volvería a mi cuarto con tranquilidad y dormiría toda la vida hasta que Blake me levantase.
Sí. Eso iba a hacer.
Recibí un par de mensajes, eran Chad y Aaron. Ambos me preguntaban cómo la estaba pasando en Delta y que, si había algún problema, me esperaban con los brazos abiertos. Les respondí con un audio y, enseguida dejé el celular en la mesita de luz para emprender mi camino hacia la habitación del tonto de Brown.
Cerré mi habitación, tomé una gran bocanada de aire, inhalando y exhalando mientras observaba la puerta negra frente a mí. Tomé el picaporte en mi mano y, cuando iba a abrirla, la retiré con rapidez.
No. No podía entrar así porque sí.
Sin permitirme pensarlo, golpeé tres veces la puerta con mis nudillos. Mi corazón ya comenzaba a bombear en una velocidad extraordinaria y no comprendía por qué me ponía tan nerviosa en esta situación.
—Pase —habló una voz dentro del cuarto.
<<Todavía tienes tiempo para correr a tu habitación que queda a menos de dos metros, regresar para recomponer la dignidad y el orgullo, mantenerlos sanos y salvos>>
Dignidad no me queda, a la mierda con el orgullo.
Abrí la puerta y me asomé captando toda la habitación prolija sin ningún rastro del chico que estaba buscando. Deslicé mis pies y dirigí mi vista hacia el fondo, donde se encontraba un pequeño balcón y lo hallé. Estaba calando un cigarrillo y exhalando todo el asqueroso humo, me miró por encima de su hombro y sonrió de lado, girándose.
Su torso estaba desnudo, dejando ver su abdomen marcado. De sus caderas colgaban unos pantalones deportivos grises y percibí sus boxers un poco más arriba. Tragué saliva volviendo mi vista a sus ojos que recorrían mi pijama, y me abracé a mí misma un poco incómoda.
— ¿Pijama de unicornios? —preguntó con una mueca graciosa, alzó las cejas y se rió leve. Caminé hasta quedar a su lado y me apoyé en la baranda observando el patio—. ¿Te gustan mucho los unicornios?
—Demasiado —contesté.
— ¿Te gusto yo? —me interrogó de forma desprevenida. Me sentí pálida y lo observé para enfrentarlo. Mala idea. Sus ojos también me tomaron de forma desprevenida y casi me desmayo allí mismo.
Su ceja arqueada era una clásica expresión suya, traté de sacarle la importancia regresando mi mirada a la pileta de la casa.
Obvio que me gustas, imbécil.
—Sí. ¿Yo te gusto a ti? —pregunté con rapidez, esta vez, sin mirarlo.
—Me parece que te lo dejé en claro unas... —pareció pensarlo mientras fumaba del cigarrillo, el tiempo que le tomó exhalar el humo fue cuando sonreí con muchísima emoción—... mil veces. ¿Puede ser?
—Sí, sí... creo que sí.
Me ofreció su cigarrillo y negué haciendo una mueca. Odiaba fumar. El silencio que se formó fue muy incómodo, tanto, que me planteé correr y encerrarme en mi habitación. O inventar una máquina del tiempo, y así no haber entrado a su habitación.
—Smith, nunca me dejaste de gustar —dijo apagando el cigarrillo y procediendo a tirarlo en el cesto de su habitación. Vaya, qué cuidadoso que era. Ladeó la cabeza apoyando los codos en la baranda y habló—: Sostengo la promesa que hice en esa carta, aunque ya haya roto muchas...
— ¿Desde cuándo te gusto? —me atreví a preguntar. Mis ojos pararon en los suyos y lo vi suspirar.
— ¿Desde cuándo no? —la diversión en su voz provocó que lo mirase mal y me sonrió procediendo con la historia—. Desde que ingresaste, desde que le hiciste la broma a Sharpay y sus exesclavas, quizá cuando por fin tuve la oportunidad de conocerte. Cuando hicimos la guerra de bromas, cuando me teñiste el cabello. Siempre me llamaste la atención y lo confirmé en el momento que besaste a Jayden —se aclaró la garganta y se relamió los labios bajando su vista al suelo.
>> Impedí cualquier sentimiento, pero fue difícil cuando tu madre se apareció y tuvimos que pretender ser novios. Quizá me arrepienta de haberlo hecho, hubiera sido divertido escuchar más sobre qué tipo de desgracias amorosas atravesaste en tu vida.
Estampé mi puño en su abdomen sin darle más vueltas al asunto, cosa que originó su hermosa y estruendosa carcajada.
—Tonto.
No había estado más de un día y ya me había hecho enojar. Apreté la mandíbula cruzándome de brazos y quise irme, pero me rodeó con sus brazos y dejó besos en mi mejilla, todo sentimiento de odio desapareció.
—Te propongo un juego —murmuró acariciando mi espalda, bajó sus manos con lentitud y las guardó en los bolsillos traseros de mi short, me miró entrecerrando los ojos.
—Te escucho.
—Te cuento mis desgracias amorosas y respondo todas las preguntas que te hayan quedado en tu cabeza —golpeó levemente mi sien con su dedo índice—, y tú respondes a las mías. ¿Trato hecho?
Sus manos dejaron de estar en los bolsillos para extenderme ambas al mismo tiempo. Sonreí mordiéndome el labio inferior y sellamos el trato.
—Hecho.
Nos adentramos a la habitación y me tiré a un lado de su cama con suma confianza.
—Tranquila, te lo permito... —dijo en un tono chistoso. Se acostó boca arriba del otro lado y me guiñó el ojo.
Automáticamente, mis mejillas se tiñeron de un color rojizo y sé que fue así porque escuché su risa. Recordé las palabras de Luke "no creo que Ash le niegue a su esposa la mitad del valor de su auto" y estuve a punto de explotar.
—Empieza —ordenó haciendo un ademán, posó sus brazos detrás de su nuca, abracé su almohada cruzando mis piernas en posición de indio y me aclaré la garganta para preguntar.
— ¿Quién carajos es Anne? ¿Por qué mierda no me dijeron que no fui la primera chica Delta? ¿Qué fue Brittany Jensen para ustedes? ¿y para ti? ¿Qué carrera estudias? ¿tus padres son buenos? ¿de qué trabajan? —me retracté enseguida—, ¿acaso trabajan? ¿cuántas hermanas tienes? ¿son buenas? ¡¿ERES UN EXTRATERRESTRE?! —le grité en su cara, tanto que me quitó la almohada que cargaba en mis brazos y la estampó en mi cabeza—. ¡OUCH! —me quejé mirándolo mal, me sonrió burlón y se encogió de hombros. Lo volví a mirar mal y repetí su acción agarrando la almohada.
— ¡OUCH! —se sobó la cara entre sus manos.
—Sí, "ouch" —repetí haciendo comillas con mis dedos—. "Ouch" vas a gritar cuando te golpee el trasero con mi puño.
Alcé mi mano moviéndola con exageración y se rió leve tomándola entre sus manos. Dejó un beso en la misma y negó con una sonrisa pícara.
—No me vas a pegar...
— ¿Acaso me estás probando? —lo observé con desafío.
—No... —soltó mi mano hablando con tranquilidad—, no me vas a pegar porque voy a responder todas tus preguntas. Inclusive la del extraterrestre, es más, te la contesto ahora —hizo una pausa que me causó muchísima intriga, abracé mis piernas sin soltar la almohada.
— ¡¿Y?! —le medio grité volviendo a estampar la almohada en su cabeza, acción que fue impedida por su brazo.
—Nada de almohadones —me regañó entrecerrando los ojos. Rodé los ojos y me devolvió el objeto, se acomodó en la cama sin dejar de mirarme—. Sí, soy un extraterrestre dispuesto a chupar toda la inteligencia de tu cerebro.
Le sonreí con ternura y asentí. —Qué lindo que se escucha eso. Aunque creo que te quedaras sediento.
—Solo a ti te gustan las cosas raras —murmuró mirándome como si fuese un bicho, solté una risita.
—Me gustas tú, así que, sí —le contesté encogiéndome de brazos provocando que me mirase un poquito mal... miento, me miró muy mal, tanto que me asustó.
Buen trabajo, Elvira.
<<A sus órdenes>>
—Ja, ja, sí, ¡qué gracia me das! —exclamó con sarcasmo.
—Cállate, a ti no te sale.
—Voy a ignorar eso o el que te devolverá el golpe con la almohada seré yo —cerró los ojos apaciguándose y se reincorporó para acostarse contra el respaldo de la cama—. Estudio administración de empresas...
— ¡Qué aburrido! —lo interrumpí. Hizo caso omiso a mi comentario y siguió hablando.
—... Y estoy finalizando el curso de piloto profesional —abrí la boca sorprendida y asintió como si estuviera diciendo "sí, lo sé" —. Mi padre también es licenciado en administración de empresas y es dueño de una empresa aeronáutica, asimismo tiene aeropuertos.
— ¡Eso es genial!
—Podría decirse que sí —asintió riendo por mi exaltación—. Mi madre tiene una agencia de modelos y de vez en cuando le gusta crear diseños, los vende a los grandes diseñadores que los hacen pasar como suyos —se encogió de hombros y me observó de reojo—. Y sí, son muy buenos y trabajan muchísimo de lo que les gusta.
Me sentí feliz y me entraron ganas de conocerlos. Parecían ser buenas personas.
>> Quizá algún día te presente mi familia, aunque ya conoces a Emily. Tenemos una hermana mayor, Rebecca, tengo tres sobrinos, uno de cinco años, una de tres y otro en camino; las gemelas son mis hermanas menores, Olivia y Alexa.
Sonreí imaginando a los Brown. Si Emily y Ashton tenían buenos genes, no me quería imaginar el resto.
>> Rebecca es un poco demandante y caprichosa; Emily ya la conoces, es risueña, pero no más que Olivia... es como el bebé de la familia y tiene diecisiete, su gemela, Alexa, es malhumorada y bastante sarcástica. Aunque es solo una fachada para no abrirse con las personas, tiene un corazón de hierro... espero que nunca se le oxide.
Tomó aire y exhaló con una sonrisa plantada en su rostro. Era lindo escuchar la forma en la que describía a sus hermanas, seguramente, han estado bajo su ala todo el tiempo.
—Son buenas chicas, pero cada una tiene algo malo que la hace especial. De todas formas, los defectos y errores son lo que nos convierten en humanos...
Quise arruinar el momento porque su tono apasionado y amoroso me daban ganas de aplastarle las mejillas, y dormir con él toda la noche, pero eso no se podía. Así que, provoqué un poquito de su malhumor.
—Tendrías que haber estudiado artes escénicas, sin duda alguna que hubieras sido el mejor dramaturgo de todos los tiempos... —exageré con las manos y causé una explosión. Esperaba que se ofendiera, pero, en cambio, rió y negó con diversión.
— ¿Qué estás diciendo? —alzó la ceja con diversión—. No hay nadie más dramático que tú —tocó la punta de mi nariz con su dedo. Me ofendí y creo que, por mi expresión, lo notó, ya que se corrigió al instante—. Eres la reina del drama.
<<Buena jugada, Brown>>
Bufé rodando los ojos e hice un ademán.
—Te quedan un par de preguntas... —frunció el ceño sin entender y a mi ojo le agarró un tic por unos segundos—. ¿Por qué nunca me hablaron de Brittany Jensen?
Lo pensó relamiéndose los labios mientras pegaba la vista al techo de su habitación.
—Nuestro instituto tenía residencias, fue donde conocí a varios chicos, la residencia donde vivíamos casualmente se llamaba "Delta" y era mixta. La primera chica que puso un pie fue ella, se instaló con nosotros —sus brazos se tensaron e inspiró hondo—. Me gustó, se lo hice ver y nos pusimos de novios. Me engañó con el imbécil de tu ex —sus ojos volvieron a los míos. Relamí mis labios escuchándolo con mucha atención—, la perdoné, se acostó con todos en la casa y se quedó con la residencia. No sé por qué nunca te lo he dicho, Smith —se encogió de hombros quitándole la importancia—. No es algo importante, no fue mi primer corazón roto.
— ¿Y Anne? —pregunté entrelazando nuestras manos, jugué con sus dedos sin apartar mi vista de la suya.
—Anne fue mi primer amor —se rascó la nuca con un poco de nervios—, la primera chica de la que me enamoré. Pero las cosas no resultaron tan bien porque terminó enamorándose de alguien más —sus ojos volvieron a los míos y sentí que me mandó caricias con solo mirarme—. No fue correspondido.
— ¿Y todavía sientes algo por alguna? —inquirí en un murmuro observando nuestras manos entrelazadas. Sentí una punzada en el pecho e ignoré eso, ya se había vuelto costumbre sentir que mi pecho se cerraba cuando pensaba en estas cosas, verdaderamente, sin una razón aparente—. Digo, tuvieron una historia.
Su mano subió por mi brazo, hacia mi cuello y finalizó en mi mentón, con sus dedos lo levantó para que lo viese y negó con seriedad.
—Hay una gran diferencia entre el primer amor y el amor de mi vida.
Quise creer que "el amor de su vida" era yo y esa fue la razón por la que sonreí.
— ¿Y quién tiene el placer de ser "el amor de tu vida"?
Retiró su mano de mi cara y negó decepcionado, nunca faltó la sonrisa.
—Estás jugando a ser la tonta.
—Puede ser, pero no olvidemos que el tonto eres tú —confesé riendo. Me acosté a su lado tapándome con las sábanas y traté de acercarme lo más que pude mientras entrelazaba su pierna con la mía. Con su brazo, me atrajo a su cuerpo, acción que me permitió acurrucarme aún más—. No tengo más preguntas. Te toca.
—Veamos... —la pensó con su mirada fija al techo, su mano enviaba caricias de arriba hacia abajo en mi brazo—. ¿Qué piensas estudiar aquí?
—Fácil. Diseño de indumentaria y textil.
—Entonces, ¡te harás amiga de Sharpay! —abrió la boca, fingiendo estar sorprendido, lo observé entrecerrando los ojos y negué.
—Ni loca.
—Ya estás loca. De todas formas, Sharpay estudia diseño industrial.
—Jaque mate —reímos y me dediqué a alzar la vista en una posición cómoda para mirarle a los ojos—. ¿Qué más me quieres preguntar?
— ¿Te gustó alguno de los Alpha? ¿Aunque sea un poquito?
Su mirada era serena y sus ojos estaban levemente entrecerrados, una leve papada se le hacía debajo de su mentón, no me contuve en picarla con mi dedo y apretujé sus mejillas.
—No lo sé —contesté con honestidad, me encogí de hombros dejando en paz su rostro—. Si te soy sincera, Asher y yo solamente nos usamos y los dos somos conscientes de eso. No hablamos de ello, pero pareció olvidar todo ahora que Aishling volvió con los Alpha.
— ¿Y tú?
— ¿Yo qué?
— ¿También olvidaste todo con Asher? ¿o sientes algo por él?
Fruncí el ceño separándome de él y me senté en la cama, negándole.
—No. No siento nada por Asher.
—Es lindo oír eso —contestó. Sus cejas se arquearon e hizo una mueca graciosa—. Digo, es lindo saber lo qué sientes por una persona. ¿Sientes algo por alguien?
Apreté los labios para no reírme a carcajadas, pero fue en vano y terminé riéndome. —Si me estás preguntando si siento algo por ti: Sí, Ashton. Siento todo.
Su sonrisa me dio alegría, abrió los brazos para que lo abrazara y lo acepté en su totalidad pasando mis piernas a cada lado de sus caderas. Me apretó entre sus brazos y tomó mi rostro con sus manos para plantar un beso.
—Te extrañé —fue lo único que dijo.
—Yo a ti.
---
HOLAAA, ¿CÓMO ESTÁN?♥
Yo tengo semanas muy agitadas, y saben que siempre doy lo mejor de mí para que tengan su deseado capítulo ♡
No sé cuándo voy a actualizar por temas de horarios, bla, bla, bla. Voy a tratar en lo posible de actualizar el jueves o el sábado a más tardar. Disculpen las molestias y espero que hayan disfrutado del capítulo. Cada vez quedan menos... (85+epílogo+extra) 💙
Preguntas preguntonas:
- ¿Se asustaron cuando leyeron que Ashton estaba abrazado a Megan en final del capítulo anterior? Toy tentada. 💜
- ¿Dudas que todavía les queden? ¿Secretos pendientes? ❤
- ¿Pasaron por alguna situación en la que sintieron que murcielagos perreaban el Taki Taki Rumba en sus estómagos? Cuentenme 💛 >>
- ¿Los Delta maduraron? 💟
- ¿Quienes deberían salir más en la novela? 💚
- ¿A quién extrañan? 💙
- ¿Cuáles son las couple goals? (Parejas que quedan demasiado bien juntas) 💛
Mil millones de gracias por la oportunidad de leerme, por siempre estar al tanto de las actualizaciones, la motivación y el apoyo que me ayudan a seguir, por recomendar la historia y por votar.
¡Son los mejores lectores!
~Doña Delfi❤
💜💙💚💛💟❤