¡hey, chico bonito!

By seungjinis

369K 59.6K 25.4K

❛ 𝗵𝘆𝘂𝗻𝗺𝗶𝗻 | hyunjin encuentra la manera de alcanazar corazón del chico bonito del que está enamorado ©... More

01
02
03
04
05
06
07
08
09
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
19.5
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
36
37
38
39
40
Día 1
Día 2
Día 3
Día 4
Epílogo
Agradecimientos

Día 5

7.5K 1K 695
By seungjinis

Seungmin sabía que haber pasado una hora entera probándose diferentes prendas frente al espejo había valido la pena.

Hyunjin no había prado de elogiarlo desde el momento en el que abrió la puerta de su casa, y Dios, se sentía precioso.

Su castaño cabello estaba peinado de manera meticulosa para que cayera prolijamente en su frente, sus labios estaban un poco brillantes por el bálsamo labial con sabor a cerezas que secretamente se había colocado, sus mejillas tenían un natural color rosado -gracias a que Hyunjin no había soltado su mano durante todo el camino al parque- y sus ojitos brillaban con ilusión. Su torso estaba cubierto por una camisa blanca debajo de un suéter -dos tallas más grandes, porque no alcanzó de la suya- color caqui con el mensaje de "Stan DAY6" escrito en letras blancas, acompañado de un pantalón blanco ceñido a sus piernas y unos tenis del mismo color. Tal vez había terminado por escoger algo simple, pero muchas veces, lo simple es mejor.

La calidez que la mano de Hyunjin le transmitía era un recordatorio de lo real que era todo aquello; de lo mucho que alguien ajeno a su familia lo quiere y de lo bien que se sentía ser correspondido. Y es que, sus manos encajaban tan bien juntas, que parecían haber sido creadas para aferrarse la una a la otra por el resto de sus vidas.

El constante tintineo del collar de Kkami -quién los había acompañado a su cita- hacia sonreír de oreja a oreja a Seungmin. Todo se sentía correcto. Él, Hyunjin, y hasta la misma Kkami que de vez en cuando se detenía a olfatear las flores que había en el parque. No había necesidad de ir a lugares caros como un restaurante o el cine, con la sola presencia del otro era suficiente para ambos.

Hyunjin lo miraba como si fuera la cosa más hermosa que alguna vez había pisado la tierra, tenía un brillo diferente en los ojos, uno ilusionado o así lo interpretó Kim. Sea lo que fuera, le encantaba.

Amaba ver cómo el mayor se ponía tímido por momentos y atropellaba sus propias palabras, como intencionalmente rozaba sus hombros al caminar, como se quedaba observándolo por minutos sin decir nada y después le decía lo afortunado que se sentía de tenerlo a su lado, causando que sus mejillas -y las propias- se coloraran.

El ruido de los niños correteando por todos lados no les era molesto, porque para ellos, en ese momento no existía nadie más que ellos dos -y Kkami-. El ambiente no se vio arruinado ni cuando accidentalmente un niño -que corría sin fijarse- chocó contra Seungmin, sino que, a Hyunjin le pareció adorable como Kim preocupado por el niño, le acariciaba las mejillas llenas de delgadas lagrimitas -causadas por la vergüenza- y le decía que no se preocupara por el pequeño accidente, que eran cosas que pasaban, advirtiéndole que anduviera con más cuidado a partir de ese momento.

Seungmin tenía esa aura paternal cada que había niños pequeños a su alrededor, la forma en la que los miraba con adoración era tan tierna, que Hwang no pudo evitar imaginarse casado con él y teniendo por lo menos tres hijos en el futuro. Porque sí, Hyunjin estaba tan enamorado que no le era difícil divagar sobre un largo futuro al lado del castaño. Estaba seguro de que quería compartir el resto de su vida con aquel tímido ser que se encontraba a su lado en este momento.

Sentados debajo de un árbol compartiendo anécdotas con sus amigos, se vieron interrumpidos porque el celular de Hyunjin comenzó a sonar con insistencia. Dejando a Kkami bajo el cuidado de Seungmin, Hyunjin se alejó de la vista del castaño para atender aquella repentina llamada.

Seungmin pensó que no había necesidad de sostener a la cachorra con la correa, ya que ésta era muy tranquila y se encontraba dormida en sus piernas.

Pensó mal.

De repente, Kkami salió corriendo con rapidez, sacándole un susto. Se levantó de golpe, con la intención de perseguir al Pomerania, dándose cuenta de que, algo o alguien la había hecho correr intencionalmente. Podía notar una pequeña galleta canina ser jalada hacia uno de los lejanos arbustos que estaban su costado. ¿Con que propósito?

Por fin, logró alcanzar a la pequeña cachorra quien comía feliz el pequeño premio canino. Dándose cuenta de que justo en el suelo frente a Kkami había una pequeña nota.

¿Qué demonios?

¡Hey, chico bonito!

He preparado algo especial para el día de hoy

¿Te ánimas a descubrir qué es?

Si es así (cosa que espero) encontrarás una pista que te acercará cada vez más a la sorpresa pegada en el árbol que está a tu izquierda

¡Considéralo una corta búsqueda del tesoro!

Pd: Kkami estará bien, puedes dejarla, alguien ya está al pendiente de ella

—Te quiere, Hyunjin.

Una sorpresa, ¿Qué acaso Hyunjin nunca se cansaba de impresionarlo? Por supuesto que no, se respondió a sí mismo. Su corazón latía con emoción, debido a que no esperaba para nada que algo así sucediera.

Bueno, tenía una interesante búsqueda del tesoro por delante.

Caminó unos cuantos metros hacia su izquierda, riendo un poco por lo graciosa que le parecía la imagen de Hyunjin dejando notas por todo el parque.

Hola de nuevo, chico bonito

No sabes lo asustado que estoy de que la idea te parezca absurda y decidas no seguir con esto...

Te daré una pista para que sepas dónde encontrarme

¿No es divertido observar cómo se mueven al ritmo de la música?

—Hyunjin.

Las fuentes que están en el área de niños. Pensó inmediatamente antes de comenzar a dirigir su cuerpo hacia el lugar, que quedaba un poco lejos.

Pareciera que Hyunjin sabía que no acostumbraba a caminar mucho y lo hacía a propósito. Decidió no ir con prisas, se tomaría el asunto con tranquilidad -porque no quería cansarse- e iría a paso tranquilo.

Un toque en su hombro lo hizo sobresaltarse.

—Esto es para ti, Seungmin. —una chica le entregó una pequeña cajita y dio media vuelta, no sin antes sonreírle. No conocía a aquella chica, por lo que le sorprendió muchísimo que supiese su nombre.

Observó la cajita con duda, y la abrió, encontrándose con otra nota.

Mi querido chico bonito

¿Crees en las almas gemelas?

De ser así, ¿crees que tú y yo lo seamos?
Siempre tuve ese sentimiento de que tú eras mi otra mitad, y por eso este regalo...

Por cierto, ¿sabes qué? He decidido cambiar de opinión

No te dirijas a las fuentes (qué espero que sí te hayas estado dirigiendo ahí)

Hay un lugar lleno de aves, creo que estaría mejor si me buscas ahí

—Hyunjin.

Seungmin guardó la nota después de leerla -y rodar los ojos porque ahora tenía que caminar a otro lado-, para observar con curiosidad el interior de la cajita.

Era la mitad de un corazón colgando de una cadena. La tomó en su mano, admirando la belleza y simpleza de la cadena, notando que tenía grabada una "H", de Hyunjin, supuso. No retomó su camino hasta que la cadena colgó de su cuello.

Preguntándose, qué otro tipo de sorpresas le había preparado Hyunjin, llegó al a aviario, dudando si entrar o no, porque la última vez que había entrado ahí una horda de gansos malhumorados lo habían perseguido.

Sintiéndose desconfiado, ingresó al lugar, viendo a unas cuantas familias que disfrutaban de observar a las aves flotar en el agua, volar o simplemente posarse en una rama. Pero no vio a Hyunjin por ningún lado.

Se sintió a punto de entrar en pánico cuando el graznido de un ganso se escuchó a lo lejos. Y se sintió aún más alerta cuando en su hombro, un ave exótica se posó en su hombro.

—B-bonito pajarito... no me hagas nada. —habló en un tono cauteloso y bajo, no queriendo asustar al ave.

—Tú debes ser Seungmin. —uno de los trabajadores le hablo con amabilidad— No tengas miedo de Cocoa... ¿Por qué mejor no ves qué es lo que tiene en su pata?

—¿Su pata? —fue ahí que Seungmin notó el papelito que la hermosa ave tenía en su pata derecha— ¿No me va a atacar si la tomo?

—Por supuesto que no, Cocoa es un ave muy dócil.

Seungmin asintió aún con duda, deshaciendo el pequeño nudo que mantenía el papel en la pata del ave y lo tomó, casi soltando un grito cuando ésta salió volando a alguna otra parte del aviario.

Mi miedoso chico bonito

Parece ser que volví a cambiar de opinión y nos veremos en otro lado

Casi puedo ver tu expresión de miedo cuando viste a Cocoa; me contaron por ahí que le tienes cierto terror a las aves...

Lamento haber sido desconsiderado esta vez, pero mientras leía un libro para la clase de historia, vi que antes solían mandarse cartas por medio de aves, y me aprecio un detalle muy lindo

¿Ubicas dónde queda el gran árbol?

La última "pista" está ahí

—Hyunjin.

Con una enorme sonrisa, Seungmin se despidió del empleado y salió corriendo -porque vio a los gansos acercarse- del lugar, dispuesto a encontrar la última pista para por fin, encontrar a Hyunjin.

Estaba cansándose de caminar de un lado a otro, pero no por eso su notable emoción se vería opacada.

Durante su trayecto al árbol central, fue detenido un par de veces, donde se le dieron chocolates, dulces, y hasta un adorable peluche de tamaño mediano. Obviamente, todo por parte de Hyunjin.

Cuando vio el árbol, con dificultad, corrió hacia él y tomó la nota.

Mi precioso y amado chico bonito

¿Sabes qué fue lo que más llamó mi atención la primera vez que te vi?

Tus hermosos y brillantes ojos

Podría pasar horas mirándolos, y nunca me cansaría

Apuesto a que las estrellas sienten envidia de las galaxias que tus ojos ocultan

¿Eso te da alguna idea de tu último destino?

—Hyunjin.

Ojos... estrellas... galaxias... ¿el planetario?

Los pies de Seungmin se movieron automáticamente hacia el planetario -qué, por cierto, quedaba a la otra punta del enorme parque- lleno de ganas de ver a Hyunjin de una vez por todas.

La sonrisa en su rostro duró todo el camino.

Ya en su destino, el castaño dejó sus regalos una canasta que había en la puerta -a petición de la nota que Hwang había dejado en la puerta- y entró.

No recordaba la última vez que había entrado ahí, pero la pareció un recuerdo lejano.

Sin saber a dónde ir, se quedó quieto a mitad del pasillo, el lugar no era muy grande, pero, aún así, no tenía idea de en donde se suponía tenía que encontrar a Hyunjin.

Escucho una risa a sus espaldas. Lo demás fueron solo sucesos borrosos en los que se vio preso del miedo y la angustia de no saber qué pasaba. Sus ojos fueron cubiertos y su cuerpo fue jalado hacia quien-sabe-dónde, se dio cuenta de que eran dos personas las que participaban en su secuestro -porque así lo sentía-, y pidió al cielo que sus padres fueran capaces de poder unir los restos de su cuerpo y regresarlo a la vida, porque según las películas que Jisung solía ver, después del secuestro venía la tortura y por último la muerte.

Pensó en tantas cosas en tan poco tiempo, que no se dio cuenta de en qué momento las manos empujaban su cuerpo dejaron de hacerlo, ni de cuando la venda había sido retirada de sus cerrados ojos.
















—¡Hey, chico bonito! ¡abre los ojos!






























Haciendo caso a la voz, Seungmin abrió con lentitud sus ojos, sintiendo enormes ganas de llorar cuando vio a Hyunjin parado en el medio de la habitación con un enorme y bien decorado letrero detrás de él.


























—Chico bonito, ¿quieres ser mi novio?

(Corregido: 2022.01.13)

Continue Reading

You'll Also Like

2.1K 398 18
[ʟɪʙʀᴏ ⅘]❈ Todos sabemos que Hyunjin se enamoro de Changbin. Pero este no es su primer amor. En este libro el propio Hyunjin nos revela su pasado de...
5.8K 410 169
Una historia de melancolía donde, una vez más, se demuestra que el corazón humano está hecho para amar a todas aquellas cosas que merecen ser aprecia...
492 105 13
Donde MinHo escribe en varias hojas las causas por las que ama a SeungMin. ○ Capítulos cortos
25.7K 3.9K 54
Seungmin es un niño raro que no tiene ni la menor idea de lo que es la homosexualidad. Pero Hyunjin le enseñará muy bien lo que significa amar a algu...