No me gusta no saber qué es lo que pasa dentro de tu mente
¿Te encuentras bien? Las ojeras bajo tus ojos contrastan tanto con tu blanca piel
Me preocupa tanto verte así, quisiera poder abrazarte hasta que te olvides de todo lo que te atormenta ahora
Cuentas conmigo para cualquier cosa, a final de cuentas... estoy ahí, aunque no lo notes
—J.
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—Seungmin, por favor. —Allen seguía al chico de cabello castaño-rojizo. Llevaba diez minutos siguiéndolo— Puedo explicártelo todo.
—Hyung, no. —Seungmin se detuvo, y giró para encarar al mayor— No hay nada que explicar. Ustedes están saliendo, o algo así, lo entiendo. —mordió su labio con incomodidad— Solo necesito tiempo para procesarlo todo.
—No estamos saliendo. —confesó el mayor, poniendo su mano sobre el hombro del menor— Nunca lo estuvimos, y ahora nunca lo estiraremos. —la confusión en la cara de Seungmin le hizo enternecer.
—¿No? ¿Entonces por qué ustedes...?
—Tengo que comprar un par de cuerdas nuevas para mi guitarra, si me acompañas, te lo explico todo.
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La campana de la puerta sonó, los dos chicos entraron a la tienda con lentitud, aspirando el agradable aroma a madera que tenían los instrumentos.
—Bienvenidos a... ¡Seungmin! Hola. — saludó un chico pelinegro que estaba en el mostrador— Hace mucho que no te pasabas por aquí, ¿Cómo has estado?
—He estado bien, aunque algo ocupado con la escuela. —Seungmin sonrió ampliamente mientras se acercaba al mostrador y recargaba sus brazos en él.
—¿Y Wonpil? Dile que extrañamos escucharle tocar los pianos en exhibición. —dando una ligera palmada en el hombro del castaño, miró a su acompañante.
