Después de haber pasado un inolvidable momento con Nash, se ofreció a acompañarme a mi casa. Fuimos caminando, un camino largo pero muy entretenido.
- Gracias por haberme invitado Nash. -le dije ya en el portal del edificio.
- No hay de que linda. Me la he pasado muy bien. -se acercó más a mí y rodeó mis hombros formando un abrazo.
- Yo también. -rodeé su cintura y lo abracé muy fuerte. Nos separamos y yo le sonreí mientras retrocedía de espaldas- hasta otra Nash. -él se quedó ahí parado despidiéndose con la mano, yo me di la vuelta y fui a abrir la puerta pero no aguante las ganas. Caminé de nuevo hacia a él para darle un fugaz beso en los labios. Él me miró sorprendido.
- Te quiero pequeña. Cuídate. -sonrió. Espera...me había dicho que me quería. Estaba sin palabras.
- Yo también te quiero... -sentía que ne faltaba el aire.
- Nos vemos. -besó una de mis manos y caminó hasta su coche. Después de verlo por unos segundos más entré al edificio.
Abrí la puerta de mi casa y entré. En la sala y estaba mi padre. Fui a saludarle.
- Hola papá, ¿cómo lo pasaron?-besé su mejilla.
- Hola mi vida, muy bien la verdad, ¿y tú?
- Súper bien, ¿dónde está mamá?
- Está en el dormitorio.
Antes de ir con mi madre, me cambié de ropa por algo más cómodo.
- Hola mami. -entré por la puerta y me senté a su lado. Ella estaba recostada leyendo un libro.
- Hola mi niña, ¿como te fue en tu cita? -sonrió mirándome.
- Oh pues...espera, mamá no era una cita, Nash sólo es un amigo.-le repliqué a mi madre. Ella solo asintió.- me lo pase muy bien, Nash es un chico que me cae genial y muy educado .-le dije.
- Me alegro mucho, cuidado que se te va a caer la baba. -bromeó mi madre. Me recordó a mi amiga Adrianna.
- ¡Mamá! -las dos reíamos.- ¿y qué tal el almuerzo? -cambié de tema.
- Pues muy bien, extrañaba mucho a mis amigos de la universidad. También, vinieron acompañados de su hijo. Es muy caballeroso y simpático. Tiene creo que tu misma edad o un poco más. Deberías conocerle, te caería muy bien. -me comentó.
- Está bien mamá. -me tendí en la cama y revisé mis mensajes.
- Y a ese tal Nash, ¿cuándo le voy a conocer?
- Ah pues...no sé mamá, ya se verá.
Estuve en la habitación durante un tiempo más hasta que salí para comer algo. Fui hasta la cocina y opté por una manzana. Empecé a morderla mientras caminaba hacia mi habitación. Me senté en mi cama y en esto sonó mi móvil. Una llamada, era Adrianna. Respondí.
- Hola guapa.
- ¡Hola bebita! Me vas contando ya toda la cita que tuvistes ayer con Nash.
- Pero bueno, un "hola, ¿cómo estás?" primero ¿no? -reí levemente.
- No me jodas, ______. Cuéntame ya. -pude oír su risa.
- Está bien pero, ¿sabes qué? Hoy me invitó a almorzar a su casa.
- ¿Qué? Desembucha.
Empecé a contarle todo, Adrianna estaba que le daba algo y cuando le conté lo del beso no se lo podía creer, la verdad yo tampoco. Hablamos un rato más por 15 minutos y colgamos. Empecé a revisar mis redes sociales. Entré en Twitter y tenía un montón de notificaciones. ¿Y esto? Empecé a leer los tweets. Habían unos que decían cosas como que Nash y yo haríamos buena pareja y cosas por el estilo. Pero no faltaban los comentarios negativos, esos decidí ignorarlos. Entré en Instagram y empecé a ver las fotos de Nash y mías. La verdad es que me gustaba mucho, simplemente es un chico increíble.