you're all I need. -nash grier. [CORRIGIENDO]

Capítulo 27

Capítulo 27

Realmente estaba nerviosa pero al mismo tiempo emocionada. No sabía a donde me iba a llevar Nash y eso hacía comerme la cabeza pensando.

Estaba delante de mi espejo, mirando si todo estaba en orden. Nash me dijo que me pusiera elegante y pues opté un vestido por encima de las rodillas de color rojo que me hacía una figura bonita. Era uno de mis vestidos favoritos.

Bajé en ascensor hasta recepción. Me gané varias miradas de la gente que estaba por ahí. El portero me abrió la puerta y yo le dediqué una sonrisa. Fijé mi vista en la acera de delante y ahí vi a mi novio. ¡Santo Dios! ¡Se veía guapísimo! Cuando se dio cuenta de que estaba caminando hacia a él, abrió los ojos como platos.

- Hola, Nash -le saludé cuando ya estuve mas cerca.

- Wow -casi gritó. Cogió mi mano y me dio una vuelta haciendo que mi vestido se moviera.- Definitivamente el rojo es mi color favorito. -dijo y me abrazó.

- Pues tú... -me separé para mirarle- dios Nash...estás increíble -sonreí y acaricié su mejilla. Después él besó mi frente.

Subimos al coche y Nash empezó a conducir hasta...no sé donde. La curiosidad me invadió.

- ¿A qué sitio vamos?

- Es una sorpresa.

- Ya estamos con las sorpresas...

- Paciencia, querida. -cogió mi mano. Yo suspiré y me limité a esperar a llegar.

Pasó una media hora y por fin llegamos al lugar. Lo observé mejor. Nunca antes había estado aquí. Por lo que veo es una de las zonas más caras de la ciudad.

- Señorita -Nash me abrió la puerta e hizo una reverencia. Yo salí y le miré.

- ¿En dónde estamos? Es un lugar bastante lujoso y bonito.

- Tú solo limitate a olvidar las cosas y disfruta ¿vale? Quiero que esta noche sea especial. Solos tú y yo. -cogió mis manos y las besó.

- Está bien, amor.

- Me encanta cuando me llamas así ¿lo sabías? -empezamos a caminar a algún tipo de restaurante.

- Lo tendré en cuenta, amor. -ambos sonreímos.

Entramos al lugar. Era muy lujoso y elegante. Todo era de color blanco y negro con detalles color vino. Se podía oír una música de ambiente bastante tranquila. Nos acercamos a la chica que atendía a los clientes. Una chica rubia muy guapa y con una sonrisa radiante por cierto.

- Buenas noches, jóvenes. ¿Tienen reserva? -dijo sacando una pequeña libreta.

- Sí, a nombre de Nash Grier.

- Bien, acompañenme. -dijo y caminó delante de nosotros. Me aferré al brazo de Nash hasta llegar a nuestra mesa.- Tomen asiento, ahora llegará un compañero y les atenderá.

- Gracias. -dijimos los dos al unísono. Después ella regresó a su lugar.

- Nash, este sitio es muy acogedor y bonito.

- Sí, lo es. Y espera para probar su comida. Tienen unos raviolis espectaculares. -no pude evitar reír por la cara que puso.- permítame decirle que está radiante, señorita Wilson.

- Usted tampoco se queda atrás, señor Grier. -le seguí el juego y la noche comenzó.

- Y cuénteme, señorita Wilson, ¿cómo se encuentra?

- Mejor que nunca, ¿y usted?

- Pues me siento bendecido.

- Oh, ¿en serio?

- Sí, tengo la mejor novia que existe.

Como Nash dijo, la comida estuvo exquisita. La manera en la que Nash me hacía reír, las anécdotas que me contaba, las sonrisas que me robaba, en como me miraba, eso, eso lo hacía perfecto. Estaba muy feliz y me había olvidado de las cosas que habían ocurrido. Era un sentimiento inexplicable cuando estaba junto a él pero sin duda único.

Salimos del establecimiento y Nash cogió mi mano.

- Me ha encantado. Gracias Nash.

- Cariño, la noche no termina aquí.

- Oh y ¿a dónde vamos ahora?

- Pues...es otra sorpresa. -me miró y guiñó un ojo.

- ¿Vas en serio? -lloriqueé. Él colocó sus manos en mi cintura.

- Te prometo que te va a encantar.

- ¿Y si no qué? -toqué su pelo.

- ¿Dudas de mí?

- Claro que no.

- Pues vamos.

Sin decir nada más entramos en el coche y nuevamente fuimos rumbo a otro lugar.