you're all I need. -nash grier. [CORRIGIENDO]

Capítulo 21

Capítulo 21

Narra ____

Nash y yo nos encontrábamos en el coche de camino a la casa de Cameron. Hacía muy mal tiempo, no veo la hora de llegar.

Estaba un poco molesta por lo que acababa de pasar hará unos 5 minutos. Estoy empezando a odiar de verdad a esa tía. No sé quién se cree que es pero como siga con esa actitud esto va a terminar muy mal.

Hace 5 minutos, en el pasillo de la planta 7

-No puedes competir contra mí, mírate. -dijo desafiante mirándome con asco. Yo como estúpida me miré de arriba a abajo.

- Britney, es mejor que te vayas y que nos dejes en paz. -dijo Nash mientras se ponía delante mía. Yo solo intentaba mantener la calma pero un sentimiento de rabia me invadía.

- Oh venga, si no quieres que me vaya, mejor ella y que nos deje a los dos solos. -dijo la rubia acercándose demasiado mi novio.

- Eres una puta, Britney. -murmuré lo suficientemente alto para que me escuchara.

- ¿Perdona? Aquí tú eres la puta nena, no me vuelves a hablar así de ese modo...te voy a partir esa cara que tienes. -dijo muy cabreada mientras se apresuraba a mí. Por suerte Nash la agarró y la detuvo.

Como pude continué caminando por el largo pasillo hasta llegar a las escaleras. Bajaba cada escalón con más rabia. No entiendo por qué siempre la tiene que coger conmigo.

En estos instantes, en el coche de Nash

- Oye ____, quiero que sepas que a mí, Britney no me gusta para nada, yo solo te quiero a ti y nunca va a pasar nada entre ella y yo. -dijo Nash mientras me miraba de reojo. Yo giré mi cabeza para verle.

- ¿Me lo juras?

-Te lo juro. -dijo y después hicimos pacto de meñiques. Seguidamente nuestras manos se entrelazaron. De verdad no quería perderle y mucho menos que él pudiera acabar en la trampa de Britney.

La lluvia caía con fuerza. El limpiaparabrisas del coche no era suficiente. Habían pocos coches en la carretera y no me extraña. ¿A quién se le ocurre conducir con este tiempo?

Ups, se me había olvidado, tenía que llamar a mi madre. Saqué el móvil de mi mochila y lo encendí. Tenía varios mensajes y uno era de mi madre que decía:

"Vale, puedes quedarte en casa de tus amigas pero ten cuidado. Te quiero."

De todos modos aunque no me haya dejado hubiera sido imposible volver porque ya habíamos llegado. Sonreí y volví a meter el móvil en el bolsillo de la mochila. Me desabroché el cinto y coloqué la capucha de mi sudadera en mi cabeza. Miré a Nash que me miraba sonriendo.

- ¿Qué?

- Eres preciosa.

- Y tú muy feo.

- Ya ya...¿lista?

- Sip.

-¡Espera!

- ¿Qué pasa?

- ¿Me das un beso antes?

- Obvio, tonto. -y bajo el techo de ese coche mientras la lluvia caía fuertemente contra este, le dí un cálido beso en los labios al chico que se había ganado mi corazón.

Una noche lluviosa, en una casa llena de adolescentes

- ¡Hey Nash!¡Devuélveme mi mochila! -dijo Adrianna mientras corría detrás del chico de ojos azules. Este solo reía y huía de aquella chica que se había convertido en una gran amiga.

Cuando vio que le había perdido el rastro, el juguetón adolescente abrió la mochila pero alguien le paró.

- ¿Qué estás haciendo, cariño?

- ___ yo solo estoy...jugando.

- Estás ahí, dámela.-dijo Adrianna acercándose.

- No quiero.

- Nash, dásela.

- O si no ¿qué?

- 30 minutos sin novia.-dijo la astuta adolescente bromeando. Después dio media vuelta e hizo que se iba a ir.

- ¡No, espera! -dijo el chico. Ella sonrío satisfecha y se volvió a girar hacia ellos.- Toma Adrianna -le tendió la mochila en sus manos.

- Por fin. -dijo la cansada chica que había recorrido toda la casa persiguiendo al estúpido este que sin duda era uno de sus mejores amigos. Después volvió a lo que estaba haciendo.

____ y Nash se quedaron solos en algún largo pasillo de la casa.

- ¿De verdad que ibas a dejarme 30 minutos? -dijo él vacilante acercándose a su chica.

- Si hacía falta...todo por mi amiga. -dijo ella sonriendo burlona. Él puso sus manos en la cintura de ella.

- Menos mal que no lo hiciste.

- ¿Por? -rodeó con sus manos el cuello del chico.

- Porque no podría estar sin ti ni 5 minutos.

Después la distancia entre ambos era mínima. Los labios del chico jugaban con los de ella y viceversa formando un beso apasionado, mágico, distinto a los demás, un beso que sellaba que realmente estaban enamorados. Él la amaba y ella a él. Se notaba hasta kilómetros. Pero en un amor adolescente sucede de todo...puede ser lo mejor o...lo peor.