La pajilla de aquella malteada era apresada por los dientecillos del pelinegro con algo de confusión. Esperaba ver al señor Jungkook, no al chico pelirojo que daba muestras de también ser hijo de Jeon.
Jeongin jugaba nerviosamente con sus manos mientras sorbía de aquella deliciosa bebida, no quería socializar no hablar con el chico frente a el. Ni recordaba su nombre.
— ¿Qué tal has estado Jeongin?— Seugmin cuestionó mientras observaba al lindo chico que se encontraba con él. El pelirojo venía dispuesto a socializar y volverse más cercano a ese chico de sonrisa linda.— ¿Te ha ido bien en la escuela?
—Uh... Exactamente, ¿Por qué ambos estamos aquí?— El rostro del menor se encontraba sin alegría alguna, recostó su cabeza sobre la mesa sin intención de atender al otro joven.— No somos amigos, ni nada.
Seugmin tan solo lanzó un pesado supiro, lo que tenía que decirle era algo duro para él mismo.
—Antes que nada, debo aclararte que, sí, somos algo.— El pelirojo frotaba ambas de sus manos con nerviosismo.— Y algo cercano, Jeongin.
El menor frunció el ceño y alzó la cabeza para poder mirarlo. ¿Eran algo cercano?
—¿Quién dice que somos algo cercano?—
—El señor Jungkook me lo ha confirmado.
Los ojitos de Jeongin se abrieron al tope ante aquello, tragó saliva mientras sus manitas tomaban el ya vacío envase de la bebida que minutod antes se encontraba bebiendo.
¿Cómo ese chico podría ser cercano a él?, no recuerda haberlo visto en su infancia o a inicios de su adolescencia. En definitiva sabía que Seugmin no era un amigo de la infancia, ya que el peligro desde que comenzó a caminar era inseparable de Jisung, de todos los niños del barrio él solo hablaba con el bello castaño.
Tenía miedo, le daba pavor escuchar más palabras que brotaran de los labios del contrario, no quería pensar que aquel chico podría ser de igual forma, hijo del señor Jeon.
Se suponía que Jungkook amaba a su padre, ¿no?...
—Yo, no comprendo tus palabras.— Jeongin se atrevió a hablar aún sin mirar al chico.— Estoy seguro que no somos cercanos ni nada, yo tengo entendido que el señor Jungkook solo ha tenído un hijo, y ese soy yo. No puede ser que tú igual seas hijo su....
Seugmin tan solo río, interrumpiendo así al chico.
Park lo miró molesto.
{...}
Incómodidad.
Era lo que Jimin sentía exactamente en ese momento al lado de Jeon. Había pasado ya demasiado tiempo desde la última vez que salió con el mayor, que simplemente ya no tenía ni la más mínima idea de que hacer o decir en su larga caminata.
—¿Todo bien?— Jeon cuestionó mientras colocaba una de sus manos sobre el hombro del contrario.— Estás distraído y muy serio. ¿Ahora ti eres el que odia mi presencia?
Jimin río.
—No la odio Jeon. Es solo que han pasado, 16 años o incluso más desde que estuvimos así. Ambos caminando.— Park soltó un suspiro lleno de frustración.— Recuerdo perfectamente como fue nuestra última cita, como olvidarla ¿Cierto?
‹‹🍁››
Las amarillentas hojas se deslizaban por los aires, callendo en el mojado y humedo asfalto. El día era lindo en todo aspecto, el viento chocaba en su rostro logrando así que sus rosados cabellos de despeinaran, Jimin estaba demasiado feliz, aquel día tenía una noticia muy importante la cual cambiaría sus vidas de una buena forma.
O eso creía.
A lo lejos divisó la silueta de su adorado novio, Jungkook. Aquel chico con el cual llevaba al rededor de 4 años en una perfecta relació llena de amor, cariño y confianza. Jimin estaba más que seguro de querer pasar el resto de su vida al lado de su hermoso novio castaño.
—Amor, te he esperado tanto.— El pelirosa corrió en busca de su amado, abrazándolo y besándolo de una forma tierna.— Lo que tengo que decirte es muy importante. Estoy emocionado y a la vez emocionado por lo que te diré.
—¿De qué trata?, ¿Estudiarás otra cosa?, ¿Conseguiste ese dichoso disco musical que tanto querías?— Jeon besó el rostro de su novio mientras lo cuestionaba.— Si es lo tercero, no me parece justo porque he llevado demasiado tiempo buscándolo para t..
—No bobo, no es nada de eso.— El menor negó entre risas.— Es algo mucho mejor.
—Te escucho entonces.— Dejando un beso sobre los carnosos labios del menor se dispuso a prestarle total atención.
—Verás, hace unos días atrás comencé a sentirme mal. Padecía vomitos, mareos, náuseas, e incluso me daban antojos un poco extraños.— Jimim comenzó a relatar.— Pensé que era algo normal, y que quizá no estaba alimentandome de forma correcta. Así que fui a un doctor.— Jungkook asintió.— El doctor me comentó que mi alimentación estaba bien, y los antojos al igual que los otros sintómas eran normales en mi estado...
—¿Normales?, ¿Cómo puede ser eso normal?—Jeon lo interrumpió con confusión.
—Aún no termino Jungkook.— El menor puchereó.— Es normal debido a que, hay un pequeño individuo formándose en mi ser.— El anteriormente mencionado se congeló.— Estoy esperando un bebé, amor, lo que quiere decir que seremos padres.— Jimin le sonrió de una forma alegre, las lágrimas de felicidad casi brotaban por sus ojos, si no fuera por la reacción de su novio.— ¿Q-ué pasa, amor?
—Oh vamos Jimin, no es momento para bromas.—Una leve risa brotó de los labios del mayor.— Ya ha pasado el día de los inoce...
—No es una broma Jungkook, lo que te estoy diciendo es verdad. Vamos a ser padres.— Sus manitas jugaban nerviosamente.
El silencio se hizo presente, y debido a eso, Jimin pudo darse cuenta de que Jungkook no había tomado la noticia de una buena forma. Sintió como su corazón se achicó en su pecho, y como las lágrimas ahora de tristeza amenazaban con salir de sus enmielados ojos.
—Jungkook...
—¿Seremos padres?— El semblante serio del castaño asustó al pelirosa.— Más bien serás, yo no pienso hacerme cargo de la criatura que ahora comienza a desarrollarse en tu vientre. No estoy listo para ser padre, Jimin, tengo estudios por terminar, quiero seguir viviendo mi juventud no cambiar pañales ni hacer biberones.
—Pero...
—Lo siento, yo no puedo hacerme cargo. Ser padre no es lo mío, y no, simplemente no puedo.— Tomó una de las manita del contrario y dejó un beso sobre esta.— Perdón Jimin, pero es mejor que dejemos todo hasta aquí. Un bebé no está en mis planes, y no lo estará por un largo largo tiempo.
Dicho aquello, se atrevió a dejar un corto besi sobre su frente y se marchó dejando a un pobre chico ahora roto, lleno de sufrimiento y odio.
—Maldito cobarde.— Susurró antes de echarse a llorar y lamentarse.
‹‹🍁››
—Una cita inolvidable ¿No lo crees?— Comentó con dolor y furia.— Quien pensaría que ese día mi vida daría un giro tremendo. Tuve que buscar un hogar, dejar mis estudios, conseguir un empleo, y cuidar del pequeño que en mi vientre se formaba.
—Jimin, yo...
—No digas que lo sientes Jeon, no lo hagas o juro que te golpearé y lloraré mientras te repito cuan corbarde y estúpido fuiste.— El rubio amenzó.— Fue difícil criarlo, pero estoy tan jodidamente agradecido de tenerlo conmigo, él es lo único que me hace feliz, la única persona que puede lograr quitarme todo el agotamiento e infelicidad con solo una sonrisa.
Mi hijo es hermoso Jeon, y no voy a permitir que le hagas más daño del que le has hecho ya.
♥
Kiubo.
—huye—