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HANA'S DAY
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Por fin sus veintidós años estaban llegando aunque ella no quisiera, se estaba volviendo vieja cada vez más pero esto era lo que se decía todos los años dramatizando su día. Estiró su cuerpo con pesadez y abrió los ojos al no sentir a Chittaphon en la cama, como todas las mañanas se dirigió al baño para hacer su rutina de en la mañana.
Aprovecho muy bien la poca agua tibia que quedaba para ducharse, después de aquello se dispuso a escoger su ropa que sería una falda color gris hasta la pantorrilla que se dividía en dos y se ataba con unos cordones del mismo tono;como contraste usaría su suéter de cuello tortuga color rojo, ató su cabellera lila en una cola de caballo.
Claro que la cola de caballo es un peinado o más bien el único que sabía hacer...
Su maquillaje eran tonos terracota que se habían vuelto sus colores favoritos para un maquillaje natural. Salió del cuarto para preparase el desayuno pero antes de ingresar a la cocina fue jalada de su muñeca hacia el pecho de Chittaphon ¿como sabía que era él? Su aroma y calidez le delataba.
—Estaba esperando a que terminaras de arreglarte — admitió el mayor con una sonrisa en su rostro — Woaah, mi jagyi es tan hermosa... Creo que me va a dar algo en el corazón — dramatizo mientras se llevaba una mano al corazón, Hana le golpeó su brazo y este aprovecho para agarrar la mano de ella y hacerla dar una vuelta para terminar atrapandole en un abrazo —Felices veintidós, Jagyi — susurró en el oído de ella para ponerle los cabellos de punta.
—Supongo que por mi culpa, llegaras tarde al trabajo — la menor le mostró una de sus sonrisas landinas que terminó enloqueciendo por culpa de ella — Ya que es mi día, merezco por lo menos un desayuno ¿no? — rodeo con sus brazos el cuello de Chittaphon y este le sujeto de su cintura juntando sus frentes para cerrar sus ojos y terminar juntando sus labios dándole el primer beso del día.
El cabello Chittaphon era tan sedoso y emanaba un intenso aroma afrodisíaco, su novio si que sabía como enloquecerla, un bicho salto en la fémina al pensar en la palabra "novio" Chittaphon no le había pedido salir como pareja aún pero... Ella ya le consideraba como su pareja, era extraño. Se volvió a concentrar en los labios del mayor quien mordió su el labio de ella para separarse y ella le dio un gruñido que lo hizo reír.
—Esperaba que me pidieras eso — Chittaphon se acercó a Hana para hablar casi sobre los labios de ella a lo que la fémina frunció el ceño en señal de que quería un beso, inclinó su cabeza nuevamente pero se alejo de ella, amaba ver enojada a Hana cuando no le daba beso — Tu desayuno esta listo, baby — en estos últimos meses había estado ensayando mucho en la cocina para poder darle a Hana un desayuno que ella se mereciera, saco una de las sillas y la hizo sentarse —Es algo sencillo pero se que te gusta.
Hana se quedo maravillada al ver la mesa con diferentes platillos como: Tteokbokki, Manduguk, Gimbap, entre otros guisados. Chittaphon como todo un caballero comenzó a servirle un poco de todo, parecía en verdad entusiasmado con su reacción ante lo que él había cocinado para ella. La imagen de Chittaphon cocinando con su delantal de rana, la hizo soltar una risita.
—Realmente esto está delicioso —por un momento pensaba que sabría algo desabrido la sopa de Manduguk pero estaba muy buena —Deberías ser un Chef — a lo que Chittaphon trato de esconder su sonrojo.
—¡Yah! No te rías de mi — Hana le dio una sonrisa que hizo que sus ojos se convirtieran en dos medias lunas, vaya que tenía una novia muy bonita.
—¡Al fin encontré el jugo de melocotón! —Chenle llegó alzando la caja de jugo que su hyung le había pedido especialmente para su noona y que pudiera comer un rico desayuno en su día, se quito la chamarra gromosa dejando ver su pijama de ositos acostados sobre nubes —Oh... Noona, ¡feliz día! — corrió hasta la chica y le dio un gran abrazo que le había sacado el alma.
La fémina observó a los dos chicos mientras comían juntos, sin duda ya no sabría como vivir sin sus dos chicos que le hacían reír y que la hacían feliz todos los días. ¿Qué haría sin ellos?
[....]
—¿Y si mejor te escapas conmigo hoy y no vas a la universidad? — Chittaphon le sujetó con más fuerza apretandole a su pecho y le hacia un puchero haciéndole ver tierno.
—No me gusta faltar a clases, además ya estamos aquí — los orbes platinados del mayor brillaban con intensidad tratando de convencerla pero ya estaban ahí afuera del plantel y por más que quisiera fugarse realmente no podía —En la noche podemos fugarnos y serás todo mío —Le sujeto de su camisa negra que hizo sonreír a Chittaphon y le permitió observar su perfecto perfil griego.
—Eso no se va a poder porque esta noche tengo una cita con una chica muy hermosa y no puedo dejarla plantada —Desde aquella noche juntos ahora sentían la libertad de bromear de esa manera y no se sentía incomoda —Es ahora o nunca, nena —terminó guiñandole provocándole cosquillas en su estómago.
Hana junto sus labios con los de Chittaphon ya no le importaba si estaban en público y todo era culpa de aquel tailandes lastimosamente sexy que le hacía perder la razón, amaba la sensación de sus labios encajar bien con los suyos, su sabor era a menta, nunca le había pasado por la cabeza que besar a alguien sería tan cómodo y hogareño, lo disfrutaba tanto.
—Mantengan la demostración de afecto solo en casa, recuerden que todavía somos un país que es parte del continente asiático —La voz de Seungi los hizo separarse pronto, sabía que a Chittaphon no le importaba demostrar afecto en público pero de Hana si que no se lo esperaba — ¡Feliz día, viejita! —Hana le miro con cara de pocos amigos.
—Eso no dirás dentro de dos meses ¿verdad? — Esto hizo a Seungi hacer un puchero pues también cumpliría veintidós pronto, la line del noventa y siete conformado por: Sicheng, Seungi y Hana cumplían casi por fechas seguidas, obviamente la primera era Hana con el catorce de octubre, después Sicheng el veintiocho de octubre y por último Seungi el cuatro de diciembre.
—¡Celebramos un año más de tenerte! —Sicheng como buen amigo le dio un abrazo y no le hizo ninguna broma con su edad, por eso le quería porque era un chico demasiado tierno aunque corto de palabras, pero lindo a su manera como un gatito —Disfruta este día, Hannie, te quiero—Hana no pudo aguantar las ganas de apachurrar las mejillas de Sicheng.
—También te quiero, winko — su mejor amigo terminó sonrojando y Chittaphon como buen celoso abrazo a Hana por la espalda.
—Te veo en la noche, Jagyi — le dio un sonoro beso en la mejilla como despedida, sus cómplices movieron sus cabezas en señal de que seguirían tal como indicaba el plan.
Las clases eran como siempre indicando nuevos temas y por supuesto más proyectos para fin de mes, pero si era sincera no estaba prestando mucha atención esa mañana a lo que decían los maestros. Se sentía emocionada e inquieta, estaba llegando a pensar si se hubiera escapado con Chittaphon ¿en donde estuvieran?
—¡Felicidades bonita! —Solji le dio un buen abrazo apretado y una de sus mejores sonrisas —Realmente no sabía que te gusta, si no te gusta puedes cambiarlo — extendió una caja color dorada con un moño rosado como adorno, Hana miro sorprendida a la mayor.
—Yo... No era necesario — la contraria hizo un ademán mientras decía que si lo era —Gracias Solji — fue lo único que pudo expresar porque estaba realmente conmovida ante el regalo de Solji pues aunque no eran tan cercanas era muy amable con ella.
—Bueno, vamos que llegaremos tarde a la siguiente clase —Hana asintió siguiendo a la más alta, en la siguiente clase la mayoría de sus compañeros le felicitaron hasta el maestro lo hizo, en años anteriores ella faltaba en su día simplemente se la pasaba acostada y las únicas felicitaciones eran de parte de Sicheng y Seungi, a veces Kun mandaba sus felicitaciones por carta pero era muy raro.
Todo esto era tan extraño para ella que parecía algo irreal y si lo era no quería salir de ese sueño. Seguía sin prestar atención a clases por lo que se le iban como agua y cuando menos lo pensaba la clase ya había terminado.
—Señorita Qian ¿puede llevar estos cuadros a la sala de artes? Los coloca siguiendo a los demás cuadros, por favor —La profesora Hwang le extendió los cuadros que pesaban más de lo que creía así que tuvo que sujetarlos bien —Nos vemos mañana — la mujer mayor se despidió con su mano a lo que ella le dio una sonrisa.
Todas sus clases ya habían acabado así que después de acomodar los cuadros se iría a casa, tal vez a tomar una malteada con Chenle o ver una película. El reloj de la sala de artes marcaban las dos de la tarde, se quedó impresionada al ver los demás cuadros que pertenecían al último semestre de la universidad. Comenzó a colocar los cuadros de la profesora Hwang siguiendo la secuencia de los demás y para esto tuvo que ayudarse con la pequeña escalera de metal y colgar los cuadros.
No tardo mucho pues solo eran cuatro mientras sostenía el último pudo escuchar el sonido de la puerta de aquella sala cerrarse, no le dio importancia pues luego los maestros entraban a revisar los proyectos de sus alumnos, bajo de la escalera aún dándole la espalda a aquella persona.
—Veo que todos te han estado consintiendo en este día —Hana sintió que la sangre se le helaba al escuchar la voz de su hermana —Te lo mereces después de todo — se dio vuelta para mirar de cara a cara a su hermana, vaya que se llevó una sorpresa ante el look que portaba.
—¿Qué haces aquí? —cuestionó a lo que la contraria soltó una risa forzada causando eco en la sala de artes.
—¿No piensas felicitarme? También es mi día ¿lo recuerdas? — la voz de su hermana había sonado como un gruñido, no le gustaba para nada la mirada que estaba dándole su hermana — Vaya... Nadie me ha felicitado hoy a pesar de que he publicado en mis redes que hoy cumplo veintidós años, pensé que mi hermana lo haría — estaba furiosa, el ceño fruncido en las cejas de su gemela declaraban frustración.
—Pues... Felicidades te deseo lo mejor —Hana le dio una sonrisa genuina a su hermana, sea la decisión que hubiese tomado cuando era más joven lo había hecho por algo, ya no le reclamaria nada más. Solo no quería que nadie le quitara la felicidad que ese día estaba teniendo. Tomó su bolso que había dejado en el escritorio y lo colgó en su hombro —¿Cómo sabías que estudio aquí? — un bichito le picó... Nunca le había dicho a Hara donde estudiaba ¿como le había encontrado?
—Tengo muchas amistades que lo saben todo — hizo un ademán restándole importancia —Sabes pensé que este día llegarían muchos regalos a mi casa pero ni uno solo llegó, mis amigos se olvidaron de mi día — ¿A donde quería llegar con decirle eso? — Me da mucho gusto que tú, si tengas amigos de verdad y que tengas a tu lado un chico como Chittaphon... Bueno un muñeco porque lo sigue siendo ¿verdad? No es un humano y tienes que tenerlo en claro — ahora la que frunció el ceño fue Hana se había olvidado de que su chico era un muñeco.
—C-claro que lo tengo presente — se maldijo al titubear con su voz, se había olvidado de eso... Estaba tan acostumbrada a Chittaphon que lo había llegado a ver como un humano —¿Por qué me estas diciendo esto? —estaba empezando a ponerse nerviosa ante la presencia de su hermana y no le gustaba mucho.
—¿Por qué? Bueno te estoy haciendo un favor... Estar con un chico así como Chittaphon no tiene futuro, tu eres de las chicas soñadoras que quieren formar una familia y envejecer junto a su pareja — Hara acomodó su cabellera antes de darle una sonrisa — ¿Me estoy equivocando? En cambio yo solo quiero compañía y diversión... Me gusto Chittaphon desde la primera vez que lo vi y no he podido apartarlo de mi mente —Hana apretó los dientes todo aquello lo estaba haciendo por una cosa y por un interés solamente — Mi deseo de cumpleaños es él ¿porqué no me lo das? Yo si lo puedo hacer feliz
—Por un momento casi pensé que habías cambiado —Estaba empezando a sentir tristeza por su hermana quien declaraba estar sola en ese día —Por un momento pensé en invitarte a comer con nosotros pero sigues siendo egoísta — Observó a su hermana cruzar sus brazos sobre su pecho, no planeaba quedarse ahí más tiempo y seguir escuchando a su hermana así que paso por un lado de ella y al tocar el pomo de la puerta logró escuchar: Te lo pedí por las buenas, ahora no me voy a detener hasta conseguir a Chittaphon.
Le dio un escalofrío al ver el pasillo de artes tan vacío por lo general durante esa hora siempre había muchos estudiantes por el pasillo haciendo ruido. Pego un brinco al sentir vibrar su celular en el bolsillo de su falda, le temblaban las manos que hizo que se le cayera el celular al piso, volvió a sonar mientras lo recogía.
—¿En donde te metiste viejita? —La voz de Seungi la tranquilizó por un segundo y soltó un suspiro al ver a un estudiante pasar por su lado.
—Estaba en la sala de artes ¿en donde estás? — sus palabras salían temblorosas y entre cortadas en realidad toda ella estaba temblando.
—¿Te encuentras bien? Tu voz se escucha rara, bueno en fin ¿quieres ir a comer?
—No me estoy sintiendo bien creo que mejor me iré a casa — respondió y Seungi no sonó muy segura pero respeto su decisión.
[...]
La siesta había ayudado mucho a aclarar su mente y se sentía renovada, estiró su brazo para alcanzar su teléfono eran casi las siete de la noche cuando despertó, se quedó observando la foto que tenía de bloqueo era Chittaphon abrazandola por la espalda dando una de sus mejores sonrisas y ella recargada en su pecho sonriendo con los ojos cerrados. El sonido de que un mensaje había llegado le distrajo era de Seungi y uno de Chittaphon.
✨Seungi ✨
¿Ya despertaste de tu sueño? Vamos a salir y no acepto un no como respuesta...
Seungi ha enviado su ubicación
Te espero aquí, si no llegas te voy a matar ¿entiendes? 😊😊😊
❤️Tennie ❤️
¿Estas lista para esta noche, Jagyi? 🙈
Tennie ha enviado su ubicación
Por alguna extraña razón ambas ubicaciones parecían ser las mismas, tomó una ducha corta pues al parecer estaba algo lejos aquella dirección. Uso una falda color vino que le llegaba a la mitad de los muslos y un crot top negro de tirantes. El maquillaje no fue la gran cosa pero se centro mucho en el delineado, se puso perfume el cual era un aroma suave.
Antes de salir se colocó el saco color negro y las zapatillas de pulsera, dio un último vistazo al departamento y sonrió. Al salir del edificio el frío abrigo su cuerpo pero no le dio mucha importancia, tomó el primer taxi que vio y subió al auto dándole a ubicación al chófer.
Le tomó veinte minutos llegar al lugar después de haber pagado la cuota, se sorprendió y miro a los lados para asegurarse de que ahí era la ubicación y efectivamente que lo era. Una casa enorme con estilo vanguardista iluminaba parte de la entrada, era casi indescriptible. Cruzó la calle con lentitud para tomar su tiempo a observar la casa, cuando entró al pequeño jardín la puerta se abrió y Seungi pego un grito.
—¡Pero que...! Oh dios mio — ella se limitó a sonreír mientras Seungi seguía impresionada con su cambio —Si que quieres matar a Chittaphon, eh.
—¿Por qué estamos aquí? — cuestionó ignorando el comentario de Seungi a lo que la menor se encogió de hombros mientras le daba una sonrisa.
El piso era de madera lo que provocaba que al caminar hiciera ruido, todo era moderno y muy bonito, Seungi seguía guiandola hasta llegar a lo que parecía el comedor donde estaban Chittaphon, Chenle y Sicheng que al verla abrieron la boca.
¿Por qué le miraban así?
No tenía nada de malo teñirse el cabello de rojo ¿o si?
—¿Tan mal me veo? —Bromeó ante las miradas de los demás y Chittaphon enseguida negó acercándose a ella.
—Es que te ves muy hermosa, Jagyi —dijo el castaño para depositar un beso en su mejilla —Sigues enamorandome cada más... ¿Dónde está tu anillo? —la fémina se quedó mirándolo y el señaló su anillo de pareja.
—Lo siento, lo olvidé — admitió tímida, él mayor negó diciéndole que no se preocupara — ¿De quién es esta casa? — Chittaphon le miro con un brillo en los ojos y se separo de ella mientras regresaba a lado de los demás.
—Es nuestra Jagyi, este es tu regalo —la voz de Chittaphon sonaba tan emocionada, aun recordaba cuanto le había gustado e imaginarse a ellos tres viviendo en esa casa —¿Te gusta? —Cuestionó ante su evidente reacción de silencio.
—Es muy bonita
—¿Bonita? Es hermosa que digo es un castillo —Seungi parecía estar más emocionada que ella y no quería que pensaran que no le gustaba, le encantaba.
—¿Sucede algo Hana? — cuestionó Sicheng observando a su amiga que parecía estar ida.
—Si no te gusta podemos cambiarla aunque va tardar un poco — habló el castaño mientras se llevaba una mano a la barbilla —Mientras seas feliz, yo soy feliz
—No, no... Si me gusta y mucho es solo la impresión — sonrió mostrando toda su dentadura algo tensa.
—Bueno, eso no es todo — todos centraron sus miradas en el castaño quien comenzaba a sonrojarse y mirar sus manos como niño pequeño —Yo... Estoy enamorado de ti y eso es evidente, estaba esperando el momento correcto para decirlo... Quiero despertar todas las mañanas contigo como lo hacemos y formar una familia contigo — la voz temblorosa de Chittaphon afirmaban que estaba nervioso — Me haces sentir tan vivo y feliz... ¿Quieres ser mi novia?
La mirada platinada del mayor estaba fija solamente en ella — No puedo enamorarme de ti — fue lo que salió de sus labios y nadie se esperaba esa respuesta de parte de la fémina — Eres un muñeco... Nunca vamos a poder tener una familia ni tampoco envejecer juntos, ¿esto es lo que quieres para ambos? Lo siento no puedo ser tu novia, yo no te amo — los ojos del castaño dejaron de brillar y comenzaron a enrojecer por las lágrimas.
—Esta mañana pensé que realmente lo hacías — no pudo percibir el sonido de su voz diferente que cuando llegó —Sentí que realmente me querías, pero... Yo también tengo sentimientos aunque creas que solo soy un simple muñeco, los tengo — las lágrimas caían por su rostro — No voy a obligarte a nada, ya no hay ninguna razón para quedarme a tu lado — era cierto la amaba muchísimo pero no iba obligarla a quererlo si no lo amaba, eso no funcionaba así. Si ella era feliz lejos de él así lo haría.
Observó como Chittaphon pasaba a su lado con dirección a la salida, no iba hacer nada para detenerlo era lo mejor.
—¿Acaso tienes agua en el cerebro? —la voz de Seungi interrumpió el silencio que se había hecho en aquella casa — Esta vez no voy a estar ahí cuando te deprimas y estés llorando, eres una mala persona, Hana — la menor paso a su lado golpeando su hombro.
Por un segundo le sostuvo la mirada a Sicheng y después observó el gran pastel en forma de veintidós —Cuando te vi esta mañana estaba tan feliz de que te vieras tan feliz, solo eso quería que realmente fueras feliz y te olvidaras de lo que tu familia te hizo pero veo que me equivoque — la voz de Sicheng hizo que le mirara con rabia — No se que es lo que te pasa... Pero después no quieras culpar a los demás por esta mala decisión.
—Noona —Chenle el menor de todos seguía observándola con su regalo en mano —¿De verdad me ves como un muñeco o como un amigo?— casi veía a su Noona como una heroína pero ahora se sentía triste de que solo los viera como lo que eran — Voy a decirte que has tomado la peor decisión y que lo que has dicho no tiene vuelta atrás.
Todos se habían ido y nuevamente estaba sola, su vista seguía en el pastel de veintidos...
Aquí es cuando odian a Hana 🤔 pero no deben hacerlo, también es aquí cuando llegamos a la frase que está en la descripción de este fanfic y donde llegamos a lo mero bueno uwu
Consejo 1: Nunca escribir estando triste y escuchando The rose con She it's the Rain.
Consejo 2: Tampoco escribir cuando llueva todo sale sad
Para subir los ánimos les contaré un chiste
Taeyong: ¿Donde esta ese estúpido?
Jisung: Chenle fue de compras con Renjun
Jaehyun: Johnny esta en su cuarto
Taeyong: hablaba del mosquito que me acaba de picar pero gracias por la información
Eso lo vi en tumblr aunque no es un chiste es gracioso pues :'v ya no me maten plox
Atuendos de hana:
Déjenme sus teorías aquí me gusta ver que se formen teorías uwu
¡Feliz domingo! 😚