¡Holaaa! Eres un nuevo lector y estás a punto de leerte este libro, ¿cierto? Pues antes de nada te recomiendo que leas la historia de la creepypasta Sally para así entender mejor este libro :3 Aquí dejo el enlace: http://es.creepypasta.wikia.com/wiki/Sally_%E2%80%9CJuega_Conmigo...%22
Si ya sabes de que va la historia o te la acabas de leer ya puedes adentrarte en este loco libro y morirte de risa :3 ¡Hasta luego!~
-----
Un olor a metálico invadía mis fosas nasales: Espera, espera, espera... ¡CORTEN, CORTEN! ¿PERO QUE ES ESTO? ¿De dónde viene ese olor? ¡Esto no es una tienda de perfumes! ¡Quien huela a podrido ya se puede estar largando de aquí! ¿Pero... que estoy diciendo? ¿Por qué estoy hablando sola? Creo que necesito ir a un psicólogo lo antes posible. Aunque ya fui a cincuenta y no me hicieron nada. Será mejor que me despierte.
Mis ojos se abrieron poco a poco gracias al molesto olor y al ruido de la televisión de los dibujos animados. Ahora seguramente tendré que decir que es de día, el sol brillaba relucientemente, las mariposas vuelan con alegría, el campo está lleno de flores, y el jardinero sonriente vuelve a hacer su trabajo de regar las plantas. ¡PUES NO AMIGUITOS, ESTO NO VA ASÍ! ¡En principio no hay ni un Sol porque es de noche, tampoco hay ninguna mariposa por que las mato yo con insecticida y las flores están marchitas por culpa del jardinero que falleció hace dos años! Miré a mí alrededor, toda la habitación permanecía en silencio. Los papeles con mis dibujos seguían en el suelo tal y como los dejé la noche anterior. Todas mis muñecas encima de la cama, mi paraguas perdido entre la cantidad de polvo y por último la videoconsola colgando de la ventana. Sinceramente esto parecía un vertedero. Tendría que contratar a un mayordomo para que limpiara todo este desorden pero la crisis me lo dificulta todo.
De repente al levantarme pude notar que un líquido mojaba mis manos y mis calcetines. Enseguida cogí un farolillo, guardado en mi armario en casos de emergencia cuando había algún que otro apagón. Lo conseguí encender, quemándome los dedos pero lo conseguí encender, con unas cerillas guardadas en el mismo lugar que el farolillo. La luz del farolillo fue iluminando cada uno de los rincones de la habitación hasta que lo acerqué al suelo. Enseguida un temor recorrió todo mi cuerpo, eso... no puede ser... era, era... ¡SANGRE! ¡HABIA UN GRAN CHARCO DE SANGRE EN EL SUELO! Retrocedí lentamente, lejos de aquel liquido carmesí, al menos ya sabía de donde venía aquel olor a metálico. Estaba tan asustada que sin darme cuenta resbalé con un objeto y caí de culo al suelo. Cogí el objeto desconocido y lo acerqué al farolillo, al iluminarlo enseguida chillé y lo dejé caer al suelo: Era un cuchillo de grandes dimensiones. ¿Qué haría un cuchillo y un gran charco de sangre en mi habitación? Supongo que habrá sido... Un asesinato. ¿Pero de quién? Soy la única que vive aquí, dudo que alguien más estuviera en un sitio como este.
Con la mano temblando cogí el cuchillo y lo comprobé de cerca. Estaba lleno de sangre obviamente, pero no tenía ningún rastro de ninguna otra sustancia aparte de aquel líquido rojizo. Por lo que pude ver era un cuchillo de carnicero. Me levanté y con el cuchillo aún en mi mano, lo puse encima del escritorio. Al cabo de unos minutos escuché la canción que daban en la televisión. ¡Bien, está dando mi programa favorito! ¡HORA DE AVENTURAS! Rápidamente cogí a mi osito de peluche llamado Teddy y me senté en frente de la televisión, entretenida por la serie pero sin quitarle vista al cuchillo.
-♫Hora de aventuras llegó, coge a tus amigos y vámonos...♫
Me encantan esos dibujos, no sé por qué pero una vez los has visto ya estás enganchada a verlo para toda tu eternidad. Y mira que parecen sacados del Paint. ¿Para que crearon esta serie? Pues no lo sé, pero mi opinión es que el creador tuvo una especie de trauma infantil y acostumbraba a ver cosas que no eran normales. Estaba muy animada pero cuando comenzó el capítulo mi cara cambió completamente. Vaya, ese capítulo me lo he visto como unas 500 veces. ¿No pueden poner nuevos? ¿QUÉ LE PASA AL CREADOR? Si es más vago que yo, por tal de no desperdiciar dinero en poner de nuevos... TACAÑO. Además creo que el canal también está igual de vago que el viejo ese. Puto Boing, te odio. Después de unos 25 minutos acabé de ver la serie. Giré mi cabeza hacia el escritorio, dirección al cuchillo: Pero había desaparecido. Me empecé a asustar, a saber quién lo habría cogido. Agarré a Teddy con fuerza. En ese mismo instante vi que unas manos negras invadían la habitación aproximándose a mí, hasta que no sé cómo, lo vi todo negro.
-¿Creéis que está muerta? -Preguntó una voz.
-¡¿Cómo va a estar muerta, imbécil?! ¡Aún respira! -Exclamó una segunda voz.
-Habló Don Mascarilla Facial -Suspiró la primera voz.
-¿Cómo me has llamado? -Gritó enfurecido la segunda voz.
-¿Quieres que te lo repita? Por mí no hay problema, DON MASCARILLA FACIAL -Dijo la primera voz.
-¡Cállate Manolito Gafotas! -Voceó de nuevo la segunda voz.
-¡¿QUÉ ES LO QUE ESTA PASANDO AQUÍ?! -Interrumpió una voz más adulta.
-Masky y Toby se volvieron a pelear -Añadió otra voz.
-Vaya Jack, más chivato no puedes ser -Se quejó la primera voz. Aun no se distinguir los nombres de cada uno. Pero mira que son tontos aun dormida los puedo escuchar. Hice algún que otro movimiento para captar su atención, hasta que al fin lo logré. Escuche algunos pasos dirigiéndose hacia donde estaba. Abrí lentamente los ojos, moví mi mano y enseguida noté que había cogido algo. Al comprobarlo pude saber perfectamente lo que era: golosinas. En la camilla donde me encontraba, estaba rodeada de un montón de golosinas.
-¿Ya llegué... al reino de la princesa chicle? -Pregunté en estado confuso. Todos me miraban extrañadamente, ni que estuviera loca.
-Slender, ¿Qué le distes a la niña? -Preguntó un chico con la chaqueta amarilla y con una máscara de color blanco.
-¿Yo? ¡Yo no le hice nada! ¡Soy inocente! -Exclamó nervioso el de la voz adulta. Se acercó lentamente a mí, y puso su delicada mano en mi frente- ¿Te encuentras bien, Sally?
-S-sí, solo estoy un poco cansada... -Dije sonriendo. Era la primera cara que veía de cerca desde que llegué aquí. Un momento... ¡NO TIENE CARA! ¿C-como es posible? ¿ENTONCES CÓMO DEMONIOS HABLA? ¿CÓMO DEMONIOS VE? ¿CÓMO DEMONIOS OYE? Ah ya entendí, es una fiesta de disfraces. Solo esta disfrazado. Por cierto: es un buen disfraz si va con las intenciones de asustar a alguien. Pero ahora lo que me preocupa es otra cosa- Por cierto, ¿Cómo sabes mi nombre?
Él acarició mi mejilla y supongo que me dio un beso en la cabeza, no pude notar sus labios ya que no tiene.
-Digamos... Que te conozco desde hace tiempo-Dijo el "sin cara" amablemente. ¿Qué dice que me conoce? Lo siento señor, pero yo no te he visto en mi puñetera vida. Él cogió un rotulador de color rojo y se dibujó una sonrisa en su rostro. Reí ante la acción, se veía muy lindo con esa pequeña sonrisa dibujada.
-Ah, por cierto gracias por invitarme a esta fiesta, lo que pasa es que no tengo ningún disfraz para ponerme...-Hubo una larga pausa hasta que los tres chicos no se pudieron resistir y rieron alocadamente excepto el "sin cara".
-Pobrecilla, se piensa que es una fiesta de disfraces -Rio a carcajadas un chico que llevaba puesta una mascara azul.
-Sally... Esto no es una fiesta de disfraces... -Explicó seriamente el sin cara. Enseguida comprobé que era verdad lo que decía: De repente salió un montón de brazos de la espalda del sin cara. El chico con grandes gafas amarillas sacó un hacha. El de la máscara blanca sacó un cuchillo, creo que lo vi en alguna parte... Bueno para que engañarnos, es el que encontré en mi habitación. Y por último el de la máscara azul... ¿Se estaba comiendo... un corazón? ¡Qué asco! Me parece que esto va a acabar mal- Somos asesinos. -Mierda, la he cagado. ¡HAY QUE PIRARSE DE AQUÍ!
Rápidamente me levanté de la camilla y sin pensármelo ni dos veces me abalancé sobre el sin cara, que cayó bruscamente al suelo. Me levanté como pude y salí en dirección hacia la puerta de la habitación. Miré hacia atrás, el chico de las gafas amarillas corrió hacia mí mientras que los otros dos se ocupaban del sin cara. Cuando agarré el pomo, un hacha pasó casi tocando mi oreja y se clavó en la puerta. Chillé muerta del miedo. Pero tampoco me importó, abrí la puerta y seguí corriendo. Había un largo pasillo con un montón de habitaciones, este sitio es gigantesco, si no voy con cuidado puedo llegar a perderme. Recorrí todo el pasillo, pero no había ninguna salida. Decidí abrir una de las puertas y encontré unas escaleras que conducían hacia la planta de abajo, sin dudarlo un segundo bajé corriendo. Después de bajar todos los escalones, noté que me choqué con algo.
-Perdona, ¿estás bien? -Preguntó una voz. Miré a la persona que me habló, y me quedé paralizada: ¡ES EL HERMANO DEL SIN CARA! Bueno al contrario de él, tiene la cara oscura. ¿Es chico o chica? No lo sé ya que lleva un gorro que le tapa todo el rostro. ¡Ya se! ¡Es travesti! Vale no, pero ¿quién sabe? podría ser. Lo ignoré por completo esquivándolo y seguí corriendo a donde fuera que vaya.
De tantos sitios de la casa que he recorrido al final fui a parar a la entrada principal. A la derecha se encontraba la cocina y a la izquierda el salón. ¿Por dónde iba?
-Vaya por fin te despertaste -Dijo una voz femenina proviniendo de la cocina. Me acerqué para ver quién era. Allí había una chica cocinando un pastel de... ¿Qué es eso? ¿Carne humana? La chica se giró al notar mi presencia: Pero... Hay algo en ella que no es normal, ah sí... ¡NO TIENE OJOS! Di vuelta atrás saliendo de la cocina y me dirigí hacia el salón. Madre mía, esta casa está llena de locos. Ahora solo falta que me encuentre a Peter Pan.
-¡Ei, hola! Me llamo Ben ¿y tú? -Habló amablemente un chico de más o menos mi edad, vestido de duende parecido a Peter pan. Sera mejor que para la próxima vez me calle antes de mencionar algo. Parece majo pero al mirar sus ojos vacíos y llorosos de sangre, me hace cambiar completamente de opinión. Me habría gustado jugar con él pero prefiero no hacerlo, no quiero encontrarme con más chiflados. Crucé el salón y casi al final del todo encontré una puerta, enseguida me adentré en ella. Era como una especie de trastero, perfecto para esconderse, aquí seguro que no me encuentran. Pero creo que me falta algo. Antes de que me raptaran llevaba algo conmigo ¿qué era? Estuve unos minutos dándole vueltas a la cabeza hasta que caí.
-¡TEDDY! -Exclamé nada más al recordar la cara de mi peluche. ¡Estoy segura de que me lo llevé! ¿Dónde estará? ¡Más les valen a esos locos que no le hagan nada! Tengo que ir a por él sea como sea.
Abrí con sigilo la puerta y me asomé hacia el salón: Estaba vacío, genial. Empecé a buscar por todos los rincones inclusos los más pequeños, no me dejaba ni un sitio por revisar. Pero no estaba. Fui en dirección a la cocina. La chica de antes hace rato que se fue así que busqué por toda la cocina pero seguía sin aparecer. Subí las escaleras, y revisé todas las habitaciones excepto los dormitorios, no me gusta cotillear las cosas de la gente, cada uno tiene su intimidad. ¡TEDDY, APARECE DE UNA MALDITA VEZ! ¡YA ESTOY CANSADA DE BUSCARTE! Pero aunque lo llame va a ser imposible, los peluches no hablan... aunque me gustaría.
Desilusionada por no encontrar a mi mejor amigo, me dirigí hacia la entrada principal. Abrí la puerta y salí a fuera. Me senté en una sillita que había en la galería de la casa y contemplé las hermosas estrellas que se veían desde donde estaba. De repente vi a una persona sentada en la rama del árbol que había en frente de mí. No lo había visto antes por la casa así que me entró curiosidad. El chico sacó de su bolsillo un muñeco al que conocí perfectamente. El desconocido me miró sonriente y con los ojos muy abiertos, cogiendo al muñeco de la cabeza.
-¿Es este tu oso?