Capítulo 8: ¡Socorro! ¡Un nuevo cambio!

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Slendy no tuvo palabras por lo que estaba "viendo". Se acercó a mí, seguido por todos los demás que alucinaban en colores. Tampoco es para tanto, solo estaba manchada de sangre... ¿Eso es normal, verdad?

-Vaya Sally... Veo que te lo tomaste en serio en eso de asesinar —Dijo Slendy- ¿Qué sucedió? ¿Por qué estas manchada de sangre? Te veo muy cambiada —Lo noté preocupado. Es verdad, me siento muy rara como si me hubiesen lavado el cerebro, en resumen igual de tonta que Jeff.

-Ya que dijiste eso de asesinar, pues lo probé con un chico que pasaba por aquí y me lo cargué —Mentí. No podía contarles nada sobre lo sucedido con mi "Otra parte", que por cierto se metió dentro de mi cuerpo sin permiso y cada vez que hablo mi interior huele a podrido. Apuesto a que no sabe que es la higiene. Slendy cogió un rotulador rojo y se dibujó una sonrisa, igualita a la que hizo cuando llegué por primera vez aquí.

-¿Entonces te quedarás aquí con nosotros para que te enseñemos? —Preguntó. Yo asentí.

-Claro, tampoco es que tenga a donde ir, y supongo que mi única esperanza es quedarme con vosotros. Además, seguro que nos lo pasaremos bien y puede que aprenda muchas cosas —Les sonreí dulcemente. Slendy se volteó para mirar a los locos de la casa.

-Chicos... ¡TENEMOS A UNA NUEVA ASESINA CON NOSOTROS! —Slender me cogió en brazos y me levantó mirando hacia todos ellos que aplaudieron y silbaron. Parecía que era Simba del Rey león en el principio de la película cuando el mono del culo pelado lo levantaba. El resto eran los animales. Ahora solo hace falta que cantaran "Aaaaaa chigüeñaaa". Luego, Slendy me bajó e hizo que me sentara de nuevo en mi silla rosa. Todos se sentaron dónde estaban anteriormente.

-Bueno empecemos con la explicación... -Comenzó a decir Slendy- De lo que va a tratarse principalmente es...-Inmediatamente Jeff entró por la ventana.

-¡SIIIIIII! ¡LO CONSEGUI! ¡AL FIN PUDE ENTRAR! —Exclamó victorioso Jeff. ¿De que estará hablando?

-¡Jeff! ¡Interrumpiste mi explicación! —A Jeff no le importó, solo lo miraba con una cara burlona- ¿Y se puede saber de qué estás hablando?

-Me refiero a que la maldita puerta de la entrada estaba cerrada y no tuve más remedio que escalar para llegar a entrar por la ventana —Suspiró Jeff- No veas lo que me costó llegar...

-Jeff... ¡Estamos en una planta baja! Puedes llegar perfectamente a la ventana —Exclamó Slendy.

-Ya lo sé, pero un maldito caracol me impedía escalar, por su culpa me tropezaba y me caía al suelo —Pero que inútil que llega a ser el pobre...

-¿Y qué le pasó al caracol?-Pregunté un poco preocupada por el pequeño animal.

-¿Qué me dices de esto? —Me enseñó la suela de su zapato, donde había un líquido verde y pequeños trozos de... ¿concha de caracol? ¡¿Aplastó al caracol?! Que cruel que es. Si alguna vez llevamos a Jeff al zoo, de seguro que mata a más animales que a personas —Se lo merece por haberme tocado las narices.

-Jeff, después te lavarás los zapatos, ahora siéntate y estate callado para que no me interrumpas —Dijo Slender. Jeff vagamente asintió, al ver que yo estaba sentada en la silla rosa me miró con una cara asesina y se sentó en el suelo- Bueno ahora que por fin estamos todos reunidos y callados, de lo que va a consistir es...-Entra Hoodie en casa bailando y cantando.

-¡Dale a tu cuerpo alegría Macarena que tu cuerpo es pa' darle alegría y cosa buena, dale a tu cuerpo alegría Macarena eeeh Macarena....!

-¡JODER! —Lo interrumpió Slenderman diciendo eso como si fuera parte de la canción -¡El que faltaba! ¡DIJE QUE NO ME INTERRUMPIERA NADIE! -Hoodie solo daba saltitos de alegría, ignorando por completo lo que decía Slenderman. Ahora que me doy cuenta... Tiene marca de pintalabios por toda la cara... ¿No habrá...?

-¡Estoy súper feliz! ¡TENGO NOVIA! —Gritó felizmente Hoodie mientras corría como un loco por toda la casa. Me lo suponía, desde que Melany y él se vieron se notaba bastante que estaban enamorados. De tanto que corría casi se subía por las paredes. Hoodie... un poco más y llegas a ser Spiderman. Slender lo cogió del gorro de su pasamontañas y lo sentó en el sofá.

-Bien... Antes de que alguien más me interrumpa... ¿Alguien tiene que decir algo?-Todos negaron-¿Alguien tiene que pedir algo? —Volvieron a negar -¿Alguien tiene que ir al baño? —Toby levantó la mano -Pues te aguantas- Toby bajó la mirada desilusionado- Bien, ahora que estamos absolutamente todos Y QUE ESPERO QUE NADIE MAS ME VUELVA A INTERRUMPIR, empecemos con la explicación: Verás Sally, el entrenamiento es muy simple. Consiste en que vas a pasar cada día con cada uno de estos asesinos -¿Perdona? ¿Qué tengo que pasar cada día con estos locos? Jajajajaja... Ni hablar-Hagamos un ejemplo: Hoy te toca con un asesino. Por la mañana harás entrenamientos con ese asesino y por la noche saldrás a poner en práctica lo que aprendiste durante la mañana.

-Ósea... ¿Qué tengo que ir a matar a gente? —Pregunté.

-Exacto, Sally —Respondió con una suave voz- Después de hacer el trabajo de noche, el asesino con quien te haya tocado te pondrá nota y esa nota quedará apuntada en un papel para que yo vea si vas mejorando poco a poco -¿Qué los locos estos van a ser mis profes? Esto no me puede estar pasando a mí... (Tranquila, en cuanto lo pruebes de seguro que te gusta...) ¿Quién eres? ¡¿Eres Lady Arcoíris?! ¿Al final me viniste a buscar para llevarme al país de Ooo y vivir con Finn y Jake? (Tonta, soy tu otro yo...) ¡Oye! Yo nunca te insulté así que no me insultes tu a mí (¿Quién te dijo que yo te insulté?) Me llamaste tonta (¿Y qué? ¿Algún problema?) El problema es que como no te calles seré yo la que te haga callar-¿Sally? -Bajé de las nubes y miré a Slenderman. Éste parecía preocupado- ¿Te ocurre algo? Parece como si estuvieras ausente.

-Estoy bien no te preocupes Slendy —Le sonreí, éste me sobó la cabeza- Bueno... creo que ya es hora de que elijamos al primer asesino. Elegiremos al más fácil para ti, Sally —Miró a cada uno de ellos y enseguida observó que Hoodie no paraba de reír, mirando su móvil- ¡¡Hoodie!! ¡Deja de mirar el maldito cacharro ese! —Se lo arrebató de las manos.

-¡Ei! —Exclamó Hoodie- ¡Estaba hablando con mi novia por WhatsApp!

-¡Ni novia ni leches! —Contestó Slendy- Tú móvil queda confiscado por un tiempo. Y ahora tu castigo será... -Lo pensó por un momento... Bueno, era tan largo el momento que hasta nos tuvimos que ir por que de tanto esperar nos aburríamos. Al rato nos llamó para que fuéramos de vuelta al salón. Parece que ya se le encendió la bombilla después de una hora y media- Serás el primer asesino que entrenará a Sally -¿Qué? ¡Y un cuerno! ¡No quiero tener a Hoodie como primer profe! ¡No quiero que convierta mi cara en negra, con dos puntos rojos, una sonrisa y que tenga que llevar un pasamontañas puesto para que no vean mi cara horrible!

-Vale... -Aceptó Hoodie vagamente- ¿Y cuándo podré recuperar mi móvil?

-Mmm... Si haces bien la tarea puede que te lo devuelva mañana —Hoodie sonrió.

-Tranquilo Slender, no te defraudaré —Le guiñó el ojo Hoodie.

-Más te vale —Suspiró Slendy- Ah por cierto, el entrenamiento comenzará mañana. Os tendréis que levantar temprano para entrenar, así que poneros algún despertador-¿Qué mierda...? ¿Temprano? ¡¿PERO A QUE HORA?! ¡Si yo ni siquiera tengo despertador...! ¡Ah, bueno si! Se me olvidó que tengo a Smile —Bueno, se está haciendo tarde, iré a preparar la cena. Vosotros de mientras podéis ir sentándoos en la mesa -Mmmm... con que en la mesa...

Slendy al llegar nos vio a todos sentados encima de la mesa.

-¿Pero qué...? ¡No me refería a eso! ¡Dije sentaos EN la mesa, no ENCIMA de la mesa! —Todos reímos y nos bajamos para sentarnos cada uno en nuestras sillas. ¡La comida estaba buenísima! Utilizó la carne y el pescado que compramos en el supermercado, bueno excepto un salmón que se lo llevó gratis pero que después se nos olvidó encima de la caja registradora. Lo demás que había en la mesa eran los cuerpos de esas pobres chicas. Al terminar de cenar Slendy me acompañó a la habitación para que me fuera a dormir ya que después todos se irían a hacer su "trabajo nocturno". Me ayudó a ponerme el pijama y me arropó en la cama. Seguidamente me  dio un beso en la frente.

-Buenas noches mi niña, que descanses —Dijo Slendy tiernamente, apagando la luz y saliendo por la puerta.

-Buenas noches papi  -Él cerró la puerta. A mi lado encontré a Teddy. Lo abracé. A ver qué locura me espera mañana...

¡Socorro! ¡Estoy rodeada de idiotas! ©Where stories live. Discover now