Capítulo 4: ¡Socorro! ¡Un chucho sonriente!

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Slenderman y yo regresamos al salón comiéndonos cada uno un helado de pistacho. Era de los mejores helados que he probado, Ben sabe delicioso. Si lo hubiese sabido antes, hubiera preparado un buen banquete para cenar. En el salón estaba Jeff sonriente, en la pared había una gran diana llena de cuchillos. Pobrecito, lo dejan tan marginado que para desahogarse utiliza a una pobre diana como su propia víctima.

-Hola Sally, hola SLENDY —Destacó Jeff la palabra "Slendy", riéndose como un loco- Por favor Sally ¿de dónde sacaste ese nombre? Parece que le hayas insultado.

-¡Pues mejor que el tuyo sí que es! Cada vez que pronuncio tu nombre, suena a vómito- Defendí a Slenderman. Estábamos a punto de iniciar una pelea, cuando de repente pican a la puerta de la entrada. Slenderman corrió a abrir, yo lo seguí. Eran Masky, Hoodie, Nina, Jane y Eyeless Jack. Todos estaban chorreando de sangre. Entraron y fueron a cambiarse de ropa, luego bajaron y nos reunimos todos al salón. Jeff no paraba de contarles a Masky y a Jack sobre el nombre de "Slendy". Ellos solo se reían como locos mirándome a mí y a Slender, pero no me importa, sus nombres son peores. Cada vez que pienso en el nombre de Jeffrey me recuerda a un refrigerador. El de Eyeless Jack me recuerda el oso marrón de la serie "Jackie y Nuca" y cuando pienso en el de Masky me recuerda en el nombre de "mascota". Por cierto... ¿En esta casa no tienen mascota? Supongo que no, si en esta casa no saben cuidarse de sí mismos dudo que tuvieran una mascota. Y si la hubiesen tenido no hubiera durado ni un solo día.

Slender y yo nos ofrecimos a darle a cada uno un helado de cucurucho, éstos aceptaron. Les dimos a cada uno un helado, la mayoría me dijeron que estaban riquísimos, otros me preguntaron de donde los había sacado... Sera mejor no decirles nada, si no quedarían traumatizados al saber que se comieron a una persona. Enseguida alguien me arrebató mí helado... ¡Era Ticci Toby! Ya sabía yo que faltaba alguien. ¿Cómo ha entrado? Supongo que por la ventana o por la chimenea, vete a saber.

-Devuélvemelo —Dije seriamente, esté negó burlonamente- ¿Y si te hago esto? —Lo miré con una carita linda a la que no se pudo resistir.

-Vale, vale ya te lo doy... ¡Pero prométeme que nunca más me miraras así! —Yo asentí. Bueno, disimuladamente crucé los dedos. Ahora lo podre torturar todas las veces que quiera ya que descubrí su punto débil. Me dio el helado y yo le di las gracias, entregándole uno a él. Jeff al ver a todos comerse un helado empezó a quejarse.

-¡Oye Sally! ¡¿Y mi helado?! —Exclamó Jeff.

-Ah, perdona se me olvidó —Dije inocentemente, cogí un cucurucho de pistacho, me acerqué a él, le clavé el cucurucho en la nariz y se pringó la cara de helado- Aquí tienes- Este me miró con odio, se acercó con malas pulgas a mí dispuesto a darme una lección pero fue cogido del cuello por uno de los tentáculos de Slenderman.

-¡¿Qué le ibas a hacer?! —Preguntó Slenderman enfadado.

-¿Yo? Yo nada mi súper colega Slendy, solo iba a lavarme la cara ¡GRACIAS A UNA MOCOSA QUE ME LA PRINGÓ DE HELADO!

-Más te vale que sea verdad lo que dices... En cuanto a lo último... ¡COMO LE VUELVAS A LLAMAR MOCOSA A MI HIJA ACABARAS HECHO UN HELADO COMO BEN!

-¿Cómo Ben? ¿Qué le pasó a Ben? No me digas que... -Miró a todos los que nos estábamos comiendo el helado. Enseguida explotó de la risa, mierda lo descubrió.

-¿A mí? A mí no me ha pasado nada —Interrumpió una voz acercándose al salón. ¿Pero qué...? Me quedé alucinando en colores. ¿BEN? Pero... Pero... Pero... ¿CÓMO ES POSIBLE? ¡SI ERA HELADO! Los misterios de esta casa. ¡La próxima vez le instalaré un virus en la Wii para que no salga de ahí! Éste se puso a mi lado y me sonrió yo desvié la mirada, disimuladamente él me cogió de la mano. Ahora es amable... Talvez me estuviera perdonando... ¿Qué hacía? ¿Aceptaba sus disculpas?

¡Socorro! ¡Estoy rodeada de idiotas! ©Where stories live. Discover now