Después de la declaración de Sasuke la cabeza me daba vueltas, mí corazón decía que corriera mientras mí cabeza decía que no.
Estaba hecha un gran lió.
El despertador empezó a sonar pero al cabo del rato me doy cuneta que es mí madre que me esta gritando desde la planta de abajo.
Me visto rápidamente con el uniforme y bajo a desayunar, la tostada estaba buena, lastima que casi la vomito de la sorpresa cuando vi a Sasuke aparecer por mi puerta.
- ¿Qué haces aquí? le dije susurrando para que mí madre no me escuchará
- He venido a buscarte ¿es que no me ves?- Dice con su tono monótono de siempre. ya estamos con el cachondeo.
- Si sasuke-kun te veo, no eres un fantasma- después de decir esa frase se acerco a mi, mi primera reacción fue caminar hacía atrás pero al instante recordé todo lo que había pasado ayer en el ,momento que dejo de caminar hacia tras me me agarro de la muñeca y me levo arrastras hasta la calle para ir juntos al instituto.
- Llegaremos tarde si jo te das prisa. Dice el chico sin parar de caminar
Un silencio incomodo había entre nosotros hasta que él decidió romperlo.
- Lo de ayer- estaba segura de que diría que fue una equivocación como no, a Haruno Sakura no le pasa nada bueno, fui demasiado tonta por creer que en verdad le gustaba
- ¿Si?- estaba nerviosa, siempre lo estaba cuando veía que iba a decir algo serio.
- Todo lo que dije era verdad así que - no le deje acabar ya que le bese tiernamente en sus carnosos labio que pedían a gritos que los besaran.
- Entonces de la pregunta ya se la respuesta no?- Dice con calma y una sonrisa de lado como signo de victoria.
- Sí.
Al llegar al instituto Sasuke me miro y me dedico una pequeña sonrisa pero note algo que no esta dentro de lo normal, no desde que lo conocí, en la punta de la nariz tenía algo que parecían polvos de talco.
Durante las primeras dos horas no pude concentrarme en nada, mí cabeza solo pensaba que podía ser ese polvo blanco. Todas mis alarmas me dicen que había recaído pero me negaba a creerlo, así que cundo son la alarma recogí rápidamente el material de la clase de dibujo, ignore todas las cosas que me iban diciendo Ino e Hinata y me fui a buscar a Sasuke, necesitaba una respuesta.
Habían pasado ya diez minutos de los quince que tenemos para descansar, lo había buscado por todos lados, menos en uno, el lavabo de hombres. Antes de entrar a buscarlo mire de izquierda a derecha y cuando vi que nadie estaba cerca entre con los ojos cerrados.
Al abrir mis ojos mi mundo se callo al suelo en un segundo, no podía creer lo que estaba viendo, lo único que pude hacer fue quedarme helada delante de la puerta.
Él no había notado mi presencia, estaba con los ojos cerrados, respirando fuertemente mientras se limpiaba la nariz. Respire profundamente me arme de valor.
- ¿Qué haces?- le dije, aunque sin fuerzas ya que toldo el coraje que había reunido se fue en el momento que el me miro y de su nariz empezaba a salir un pequeño hilo de sangre.
- ¡¿Sakura que haces aquí?!- estaba enfadado,su voz no era la de siempre, era más grabe, más rasposa, sonaba como una cosa inhumana.
- ¡¡Eso lo debo decir yo!!- estaba enfadada,triste, decepcionada con él y conmigo misma por creer que una persona como él me gustará pero luego pensé que él no era mucho mejor que yo y no pude evitar ponerme a llorar .
Fui corriendo hacia él y le abrace con todas mis fuerzas, no permitiría que volviera a caer.
- Yo seré tu droga, no lo hagas más o te reventaré la cara.- dije antes de que todo se volviera negro.