Capitulo 15

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Llegamos alrededor de las ocho de la noche a su pequeño apartamento, solo contaba con lo básico, un salón, una cocina, un lavabo y dos habitaciones. Era un lugar perfecto para dos personas.

Deje mi pequeño bolso en la habitación del fondo, donde el me había dicho que era la suya y al salir me encontré al chico recostado al lado de la puerta mirándome como caminaba hacía él.

- Podría acostumbrarme a esto- digo con una sonrisa en el rostro.

-¿ A que podrías acostumbrarte?- dije mientras bajaba la mirada al suelo por la vergüenza que me provocaba preguntar esa cuestión. Delicadamente cogió mi barbilla haciendo que le mirará.

No tuve respuesta a mi pregunta, solo una sonrisa y un pequeño beso en la comisura de los labios.

Cogidos de la mano recorrimos el pequeño pasillo hasta llegar a la cocina la cual estaba junto al comedor, era una cocina amplia con una isla ,que separaba el salón de ella y hacia la función de mesa. Me senté en una de las sillas que había y observé como Sasuke empezaba a preparar la cena. Sus movimientos eran pequeños pero precisos, parecía como si fuera un cocinero profesional, en ese momento parecía que nadie ni nada lo pudiera desconectar de su labor.

Cada minuto que pasaba hacia que mi boca quedará hecha agua por el olor de la comida, era un olor el cual me recordaba a la comida Italiana que preparaba mí abuela, y no me equivocaba efectivamente lo que el chico estaba preparando eran tallarines a la carbonara, no sé como se lo hizo pero supo hacer perfectamente mi plato favorito, igual que mi querida abuela.

Empezamos a cenar una vez pusimos los platos, cubiertos y vasos en la isla con una suave melodía que sonaba de fondo hasta el momento que sonó el timbre principal. Sasuke se levanto de su silla y fue abrir la puerta, para sorpresa de ambos nos encontramos a dos hombres uno rubio y otro pelinaranja en la puerta.

- ¿ No está Itachi en casa?- Dijo el chico rubio mientras el hombre que tenía al lado bostezaba.

- No está. Adios- Expresó Sasuke secamente a esas dos personas.

- Tan borde como su hermano ¿ verdad?- Lamento el rubio a su amigo.

- Contigo normal- hablo por primera vez el pelinaranja- perdónalo Sasuke es idiota ya lo sabes, pensábamos que era está semana la que Itachi no trabajaba, nos vemos.Después de las disculpas Sasuke cerró la puerta con un golpe y suspiro unas palabras que parecían maldiciones tanto hacía su hermano como para los amigos de este.

- Lo siento ¿por donde íbamos? - Dijo mientras se sentaba de nuevo en la silla.

- Por lo que querías estudiar el año que viene.-

- La verdad me gustaría estudiar empresariales y luego heredar la compañía de mí padre pero a la vez quiero formar una familia más adelante y sería incompatible, ya ves todo lo que viaja mi hermano, eso que él solo es vice- presidente, paso de ser una marioneta. No quiero hacer cosas ilegales para llegar al punto donde quiero como hacen ellos, no quiero ser un delincuente.

- Podrías estudiar derecho, no serías un delincuente si no todo lo contrario, lucharías por la justicia.- Dije después de tomar un sorbo de agua.

- ¿ Me estas diciendo que tengo que hacer?

- Solo era una idea, pienso que serías un buen abogado, tienes buena memoria, sentido de la justicia y ningún pelo en la lengua- dije un poco avergonzada ya que no quería inculcarle nada que el no quisiera.

La conversación no siguió después de mi última interacción , solo fui respondida por su típico monosílabo mientras recogía los platos. Como él había hecho la cena y quería ayudar en algo me dispuse a fregar los platos, él a ver mi acción suspiro y fue directo al sofá para buscar algo que ver en ella.

Al acabar mí pequeño trabajo me senté a su lado en el acomodo sofá negro y dirigí mí mirada al televisor de plasma donde estaba en pausa el principio de una de mis películas favoritas '' mucho ruido y pocas nueces''. En una sola noche Sasuke había acertado en mis cosas favoritas, una cosa casi imposible de saber, ya que son las típicas cosas que solo las saben los más cercanos, mí madre, Ino y Naruto, Naruto, la respuesta a toda esta noche, seguramente él fue quien le explico todo esto a Sasuke ya que en casi un año se han convertido en mejores amigos o en algo parecido ya que su relación es muy extraña pero en el fondo se tienen apreció.

La película estaba en su punto álgido cuando por fin el protagonista se le declara a la dama aún que para mí fue imposible prestar atención a la declaración ya que se levanto y me susurró que se iba a poner el pijama, era una frase de los más simple pero pensar que hoy pasaría la noche con él hacía que mi corazón latiera a mil por hora y mi mente divagará por el mundo.

- ¡¿Que haces?!- dije casi un grito al verlo sin camiseta y un pantalón corto de baloncesto

- Nada- me respondió tan tranquilo.- Al ver que me estaba poniendo roja y de reojo le estaba mirando su torso tonificado empezó a reír por debajo de la nariz.- Yo duermo así, porque vengas tú no significa que voy a cambiar mis hábitos.

- Lo has hecho a proposito- dije roja como un tomate a la vez que cogía un cojín y me tapaba la cara.

-ya te he dicho que no- dijo mientras atrapaba el cojín que le había lanzado, lo dejo en su sitió y se acerco a mi- pero que mona te pones -exclama mientras ríe- Soy tu novio no tienes que tener vergüenza.

- Ven aquí tonta- suspira mientras extiende los brazos para abrazarme.

- No soy tonta- dijo mientras inflo los mofletes en señal de enfado.

- ¿ Medio tonta? mejor.

Después de lanzar esa frase me separó de él como puedo pero me es inútil ya que siempre podía hacer un paso hacía atrás él hacía una a delante hasta que choque con el brazo del sofá.

- Vete, no quiero estar a tu lado, me has llamado tonta- dije en un tono un poco raro, una mezcla entre broma y verdad.

- Sabes que no puedo y no puedes.- Poco a poco se iba acercando a mí hasta que sus labios entraron en contacto con los míos.

Los besos eran suaves y cálidos aún que poco a poco se fueron convirtiendo en fogosos. Mis suspiros crecían cada vez más a medida que sus labios rozaban mi cuello e iban bajando hacía partes más sensibles.

El ambiente cada vez era mucho más caliente e intimo, la película hacia tiempo que había acabado y en ese instante solo se podía escuchar en el viento que recorría el salón suspiros y nuestros nombres mezclados creando música.

Sus manos acariciaban mis muslos mientras que con su experta boca hacía que repitiera su nombre entre suspiros y gemidos.


Mi vida inesperada (sasusaku)[editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora