Capitulo 4

8.8K 539 18
                                    

Cada vez que avanzábamos por los largos pasillos del instituto el silencio incomodo entre Uchiha y yo crecía. La incomodidad estaba en el aire, era casi palpable hasta que él decidió llevarlo a su fin.

- ¿ Por què te molesta tanto que hablen de tu padre?- no sabia si responder a esa pregunta ya que hablar de mí padre me resultaba sorprendentemente muy duro ya que no hablaba de él hacía mucho tiempo.

- Mi padre se fue cuando yo tenia 5 años dejando a mi madre y a mi solas.- la voz se me quebro un poco pero aún así intente poner una sonrisa en mí rostro y continuar avanzando, hasta que se me paso por la cabeza una posible oportunidad para preguntarle sobre si ingreso en la prisión.

- ¿Uchiha?- Dije mientras me pare en seco quedándome a unos pasos de él-

- ¿Si?- Dice sin mirarme a la cara. Estaba muy nerviosa no sabia como decírselo, posiblemente no se lo tome muy bien así que decidí ir directa a mis inquietudes.

- ¿Cómo es eso de estar en la cárcel?

- ¿Qué coño estas diciendo Haruno?- En un momento paso de estar tranquilo a ser una completa bestia, quería respuestas y si quería hacerse el tonto, yo iba a ser pesada.

- ¿Me responderás o no?- Mi corazón iba a mil por hora, aún no había visto su expresión pero algo me decía que no era muy buena. Pero, de repente empezó a reír.

- ¿Qué ladras? - Decía entre risas- yo nunca he ido a la cárcel, fui a rehabilitación por adicción a las drogas. En un segundo mí carpeta cerebral donde tenía almacenado todo sobre él se colapsó. Me sorprendió la tranquilidad que mostraba al hablar sobre las drogas, como si fuera un tema normal que hablarías con cualquiera.

Después de nuestra pequeña charla inicie de nuevo mi paso y nos dirigimos a la cafetería.

El silencio me estaba matando y sus miradas me envenenaban,cada vez que lo miraba me perdía en sus ojos oscuros como la noche, pero había algo en mi que decía gritaba: esa mirada ocultaba mucho mas que problemas con drogas.

- ¿Por qué me miras tanto Uchiha? -Dije con un tono más frío de lo normal.

- Me gustan tus ojos, son muy expresivos- hizo una pausa, miró al techo y suspiro- se que ahora mismo tienes dudas sobre mi persona.

- ¿Cómo lo sabes? ¿te lo han dicho mis ojos?- sin querer en mis labios se formo una pequeña sonrisa de incredulidad. Era cierto que tenía dudas sobre él pero no es posible notar eso atreves de los ojos de una persona.

- Que tonta eres-dijo entre risas- todo el mundo las tiene ,me acabas de conocer- Me miró y se sentó en el banco más cercano que había.

- Más tonto y no nace, ¿sabes lo que es la ironía?- dije enfadada pero él seguia riendo.

- Sigo manteniendo lo que he dicho, eres una chica tonta.

- No soy tonta, ya te gustaría a ti que lo fuera. Suspiré mientras andaba para sentarme a su lado.

- Si fueras una chica lista, te levantarías de donde te acabas de sentar, te irías y no me volverías a dirigirme la palabra- Dice mientras mira al cielo.- No soy un buen tipo.

- No me asustas con ese discurso de tipo duro- le expuse antes de respirar profundamente.

- Entonces una buena persona haría esto- Con rapidez sus dos manos estaban en mis hombros haciendo fuerza para que me tumbará en el banco, se fue acercando a mi cara y cuando estaba a milímetros de mis labios se aparto, cogió mí mano y me levanto.- Cómo es que no has temblado, ni tenías la respiración agitada?

- Sabía que no ibas a hacer nada, es el típico discurso de los chicos malos, y ahora si me disculpas me voy- Con cuidado me levante del banco, al girar la esquina de inmediato me senté en el suelo y finalmente pude temblar y respirar agitadamente como quise hacer antes.

Mi vida inesperada (sasusaku)[editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora