-Creo que entiendo a lo que te refieres, Mogami-san- Capellini, la presidenta de Akatoki se reclinaba en su silla, un tanto pensativa.
-No he tenido tiempo de poder hacer todas las cosas que quiero, por eso... quiero descansar un poco
-Bueno, creo que ahora entiendes de qué trata el programa "Catastrófico"
-Cierto, le puso ese nombre al programa... ya veo por qué- se reclinaba Kyoko en su silla un tanto pensativa
-Bueno, de todas formas, no te preocupes, lo menos que quiero es que descuides tu salud por ese programa que se me ocurrió, haré todos los arreglos para que puedas dejar el proyecto, así podrás crecer como actriz y es bueno trabajar solo en una cosa, no en dos- sonrió la presidenta de Akatoki cerrando la reunión que tuvo con Kyoko.
La chica pelirroja caminaba junto a su mánager algo dudosa por su decisión, tuvo que dejar algo para poder seguir avanzando. Nana estaba un poco escéptica, pero siguió la decisión de su representada, además ¡tenían una semana de vacaciones!
Serían unas vacaciones de descanso y Nanase aprovecharía la semana para poder salir con su novio, por otra parte, Kyoko pensaba olvidarse de sus quehaceres de actriz y ayudar un poco en el local Darumaya.
Cuando llegó al local encontró todo un tanto alborotado, estaba lleno ya que estaban en época de festival y las calles se habían llenado de personas que iban de trayecto a uno que estaba muy cerca. Ese ambiente hizo feliz a Kyoko, recordaba cuando niña que los disfrutaba un montón, aunque el hecho que estuviera lleno de gente agotaba.
Se dispuso a tomar algunos platos y a repartirlos, fue detenida por la señora un tanto fastidiada de que la chica después de llegar del trabajo quisiera seguir trabajando de mesera.
-¡Pero estoy bien! ¡Llena de energía! Si me quedo quieta me aburriré...- Ella ponía cara de perrito tratando de doblegar su corazón
-No es excusa, ya nos asustaste demasiado con tu desmayo
-Pero... puedo ayudar un po...-
-Claro que no, ve a al festival así despejas tu mente- la señora sonrió en señal de que "todo estaba bien", cosa que Kyoko se tuvo que resignar a irse al festival a recorrer algunos puestos.
Iba con su ropa normal, pero estaba sola. Llamó a su amiga y para su sorpresa ella estaba libre. Se juntaron en la estación y ambas recorrieron todos los puestos que pudieron.
-Vaya... hace años que no venía a un festival, he perdido la costumbre
-Desde que llegué a Tokyo no he podido recorrer ninguno, de hecho me encantan y todos los años iba fielmente después de clases
-Así que te gustan estas cosas...-sonreía Kanae, un tanto aliviada de ver a su amiga mucho mejor que antes. Ella fue a visitarla cuando estaba en cama y se le dio un buen sermón a Kyoko de que una actriz tiene que ser equilibrada y cuidar su salud. Pero al ver que ella crecía tan rápido le hizo sentirse maternal.
"Eso es lo malo de tener que cuidar tantos hermanos..." refunfuñó la morena.
-¡Mira un puesto de peces!- Gritaba emocionada la chica arrastrando a su Moko al puesto
-Esos son imposibles de sacar, mejor vamos a comprar takoyaki
-Vamos después... señor, ¿podría darme una red?
Con una delicada maestría de un golpe Kyoko sacó dos peces
-¡Woah! ¡Nunca vi que sacaran dos a la vez! ¿No se rompió la red?- Kanae estaba impresionada
-Aún podría sacar más... eso no es nada- la chica con mirada seria llena de un extraño espíritu sacó otro pocillo dejando el par de peces a un lado mientras el dueño de la tienda sudaba una gota gorda.
Con una velocidad increíble, en unos minutos había sacado diez peces hasta que la red de rompió.
-Fiu... he perdido la práctica- sonrió Kyoko, el dueño estaba curioso al ver a una chica tan habilidosa- la verdad, disculpe ¿podría quedarme con estos dos? Los demás no los necesito
-Por supuesto- sonrió el anciano.
Las chicas siguieron caminando y fueron al puesto preferido de Kanae.
-Kyoko, es increíble ¿Siempre practicabas en los festivales?
-Así es... como no tenía mucho dinero tuve pocas oportunidades de practicar, pero un amigo me enseñó la técnica
-¿No que no tenías amigos?- dudaba la chica mientras comía takoyaki
-La verdad si tuve uno, se llamaba Corn...-dijo algo sonrojada
-Vaya nombre ¿en verdad se llamaba así?- refutó
-Sí... bueno, es la primera vez que hablo de él con alguien más...
-Ah... ya veo...- se sonrojó la morena – si quieres puedes contarme con toda confianza sobre él, te escucharé, y si es un secreto, lo guardaré
-¡Gracias! Me hace feliz tenerte- la pelirroja la abrazó- a decir verdad, hace poco pude verlo de nuevo
-¿Cuándo?
-Cuando estuve filmando en Guam, me lo encontré en la playa, verás... él... es un hada y estaba prisionero en este mundo- Kanae la miraba resignada, sabiendo que lo que decía lo creía con todo el corazón- y el ya no pertenece a este mundo, de vez en cuando viene y disfruta estar aquí. Cuando niño tenía una mirada muy dulce, ahora es algo... como... diferente...
-¿Estás segura que es un hada? No es que no te crea, pero las hadas no existen, no está comprobado
-¡El me lo mostró! ¡Voló en el aire! Y cuando nos vimos desapareció frente a mis ojos
-Eso es increíble, me gustaría conocerlo
-No sé...
-¿Por te pusiste roja? ¡¿Acaso te gusta?!
-N-no.. quiero decir... no creo que pueda verlo de nuevo...
-No me digas que te robó un beso...
-¡¿C-cómo lo supiste?!
-No lo sé, es algo obvio, según lo que me cuentas si se conocieron de niños y se volvieron a encontrar debe ser muy tierno. Además, como te pusiste roja él de seguro gusta de ti
-Sí... pero me da algo de pena verlo...
-¿Por qué...?
-B-bueno... es que... No está... ¿Cómo encontraste el takoyaki?
-No me cambies de tema, ¡tienes que decirme!
¡BUM! ¡BUUM!
Cuando Kanae estaba hablando un fuego artificial pasó arriba de ellas. Estaba comenzando el evento principal.
-¡Qué lindos! ¡Me encantan!- gritaba Kyoko emocionada
La chica morena miraba igualmente queriendo saber un poco más y molesta con los fuegos artificiales que les habían interrumpido.
-Son tan lindos...
**********************
La semana pasó normalmente. Descanso, dormir hasta tarde, pasear, servir de mesera, todo eso hizo Kyoko. Aunque estaba algo pensativa, no pudo ver a Ren en todos esos días ya que se encontraba en Corea en una convención. Ella deseaba estar ahí, pero constantemente recibía fotos de Ren con Yahiro en restaurantes coreanos comiendo pulpo, lo que la hacía sentir como si ya estuviera con ellos.
Estaba limpiando el local en la noche cuando de improvisto tocan la puerta, al abrir había un chico alto ya conocido, era Fuwa Sho.
-Hola
-Hola...
"Ahora que quiere..." pensó
-Quería ver como estabas, veo que no puedes dejar de estar ayudando en cualquier lado...- el chico entró sin permiso sentándose en una silla
-Bueno, me gusta ayudar, ¿pasa algo...?
-Mh... nada, solo quería verte un poco.
El chico posó una intensa mirada sobre Kyoko, ella se inquietó un poco, recordando que tenía una escoba con la cual defenderse en caso de.
-Bueno, ¿Qué vas a hacer?
-¿Con qué cosa?
-Me refiero a tu estrés, ¿pudiste solucionarlo?
"¿De verdad está preocupado?"
-Ah... pues dejé un trabajo de lado, nada raro, es mejor concentrarme en una cosa...
-Es lo mejor, supongo que has estado comiendo bien- adormiló los ojos
-¡Eh...! Claro que sí, fui al nutricionista y me dio una buena dieta que seguir
-Bien... oye ¿quieres tener una cita conmigo...?
-¿Eh?- así casualmente Sho tan sólo lo soltó
-Una cita, tú y yo.
-¿Qué? ¿Para el nutricionista? Ya fui
-¡No! ¡Una C-I-T-A!
-¿Para qué?- el rubio se pegó un enfado al ver su reacción
-¡¡Una cita de amoooor!!- se levantó de la silla, dejando a Kyoko fuera de sí. Al momento el dueño y la señora fueron al ver el escándalo.
Kyoko cuando se dio cuenta de su propuesta se puso roja. Era la primera vez que le proponían una, y, además, ese chico hace algún tiempo se le había confesado.
-N-no puedo tener alguna cita ahora...
Fuwa Sho se quedó pensando.
Hubo un minuto de iluminación dentro de su ser.
Tal vez los siete mares del mundo, los planetas se alinearon, una nueva estrella nacía. El mundo entraba en armonía.
Encontró una verdad: Kyoko no lo había rechazado directamente.
Eso hizo que se quedara pensado por largo rato. Kyoko evitaba su mirada tratando se distraerse fijándola en el piso.
"Tengo algo a mi favor..." pensó.
Hace mucho tiempo que no le había secuestrado y eso, la constante presión hubiera hecho que ella se alejara, pero ahora que estaba siendo un caballero... ella cedía lentamente. Sonrió un poco.
"Pero no es mi estilo..."
-Está bien...-rompió el largo silencio, apreciado también por los dueños del Darumaya que miraban todo detrás de una cortina- saldremos igual
-¡Te dije que no puedo!
-Pero lo quieres ¿no es así?- sonrió de lado lleno de malicia
-¡No quiero! Si que eres insistente... ¿Por qué no te largas? – Kyoko le indicaba la puerta
-No podré verte dentro un tiempo, por lo menos déjame verte un poco ¿Sí?
Eso hizo que ella lo mirara. Estaba siendo sincero y su mirada expresaba total convencimiento de que fuera lo que ella hiciera, él estaría ahí.
-Está bien, pero no es una c-cita...- trataba de que a palabra "cita" no sonara tan anormal, ya que se ponía nerviosa tan solo mencionarla. Fuwa no se dio cuenta de ello, ya que con tan sólo con el "está bien" se le había transformado la cara.
"De verdad... la convencí..."
-¡Gracias!- se abalanzó a la chica, dándole una animador abrazo. La chica todavía no podía creer que hubiera aceptado y mucho menos tenerlo abrazando su cintura como si fuera un niño pequeño.
-¡Sueltaaa!
-¡Eres la mejor!
Cuando el chico se disponía a robarle un beso el jefe salió al rescate de la pelirroja portando un enorme cuchillo.
De inmediato el chico la soltó como si se tratase de una flor y puso sus manos detrás fingiendo ignorancia.
-Vaya, vaya- decía detrás la señora tratando de tomar a su esposo para que dejara de levantar ese cuchillo en símbolo de amenaza.- Fuwa-san, usted no es bienvenido por aquí...
-Ah, ¿por lo de la otra vez? Ya nos reconciliamos con Kyoko, supongo que no hay problema- dijo como veredicto
-Depende de lo que diga
Todos posaron su mirada en la chica que aún no llegaba a entender que es lo que había pasado.
-No pasa nada... ya nos reconciliamos
"¿Por qué dije eso? ¡¿Cuándo nos reconciliamos?!" gritaba mentalmente. Sus demonios salían maldiciendo al chico que miraba despreocupado a todos, con una sonrisa refrescante trataba de disipar todas las dudas.
-¿Ven?
Todo pasó muy deprisa, ahora Fuwa comía un delicioso plato hecho por el jefe, habían vuelto a ser amigos. Kyoko no pensaba en todo lo que pasaría, ni mucho menos en lo que pasaba dentro de la cabeza de ese rubio.
-¿Cómo es que tienes tanta hambre a esta hora?
-No pasa nada, ¡está exquisito!
-No puedo creer que el jefe te apruebe a ti, pero no a Ren
La mención de ese nombre hizo que el chico se oscureciera, Kyoko no se dio ni cuenta cuando pensó en voz alta.
-¿No aprueba a Tsuruga Ren?- musitó
-N-no es que no lo apruebe... sólo que él no pudo comer todo lo que le sirvió...
-Ya... Así son...
Claro que Ren ya la había visitado, pero era imposible que ese moreno pudiera insinuársele. Eso era lo que pensaba.
"No tengo tiempo."
-Bien, ya terminé- dejó los palillos ordenados sobre el plato, dados por costumbre gracias a sus padres y se paró rápidamente, el nombre de su competencia le había quitado el buen sabor – mañana después que termines de grabar a las 5, ¿bien?
-b-bien...- Kyoko no comprendía ese tono, no sabía que él ardía de celos y trataba de no llevársela con ella, al saber que tendrían una cita lo hacía sentirse feliz.-¡Un momento! ¡¿Cómo te sabes mi horario?!
-Me alegro que dejaras esa película, toma bastante trabajo- se paró disponiéndose a irse ignorando su pregunta
-No dejé la película, dejé el dorama...
-¡¿Qué?!
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Hola! tanto tiempo! ¡No puedo creer que hubiesen pasado tantos días! TvT No pondré tanta excusa como siempre, pero espero avanzar pronto en la historia 1313. ¡Gracias por leer!
Además he colocado en el el primer capítulo imágenes de los personajes principales y secundarios.
Principales: Kyoko, Ren y Sho.
Secundarios: Nana y la directora.
Espero que disfruten :'3!