Lee Soo Yυɴ
—¿Las tutorías te ayudan realmente? —preguntó de pronto.
—Si. Debo admitir que explicas muy bien —respondí, mirando el camino.
No escuché respuesta de su parte, aún así no le tomé importancia y seguí caminando.
—¿Quieres comer algo? —preguntó, minutos después.
Ya, en serio.
¿Realmente es Jungkook?
—¿No bromeas?
—No —respondió tranquilamente— ¿Donde quieres comer?
—Burger King.
—De acuerdo, vamos.
Después de un corto silencio ya no pude más y hablé.
—¿Por qué estás comportándote de esta manera conmigo?
—Ya te lo dije. Soy tu tutor. Debemos llevarnos bien.
—Mmmm, me agrada más este Jungkook.
Él rió, e inevitablemente me hizo sonreír.
Cuando entramos a Burger King, nos acercamos a hacer nuestro pedido y noté algo extraño.
—¿En que te puedo ayudar? —preguntó, de manera coqueta la chica tras el mostrador.
Bien. Ella solo se dirigió a Jungkook, y de manera coqueta. Lo cual puso nervioso a mi acompañante.
—¿Que vas a pedir, preciosa? —me preguntó.
—Uhm, pues... un sándwich de hamburguesa ¿no?
—Eh si, dos sándwich de hamburguesa y dos sprite —pidió a la chica.
Esta se le quedó mirando mientras mordía descaradamente su labio inferior. Si no hubiese sido por el incómodo carraspeo de Jungkook ella aún seguiría aquí.
—¿La conoces, verdad? —pregunté.
—Eh... N-no.
—Jungkook... -hablé con tono de advertencia.
—¿Que?
—¿Te acostaste con ella, cierto? —pregunté. Y su silencio me lo dijo todo.
—Fue hace un año, no tienes que ponerte celosa.
—Ya quisieras —solté, volteando mis ojos.
Esperamos unos minutos sentados en el lugar que habíamos escogido, y luego llegó la chica con nuestro pedido.
—Aquí tienen —dijo, intentando mirar disimuladamente a Jungkook— Dos sándwiches de hamburguesa y su- dios, lo siento.
La chica había volteado "sin querer" un vaso de sprite sobre mi.
—Realmente no fue mi intención. Lo siento —se disculpó ella.
—Tranquila, no te preocupes.
—Toma, usa esto -dijo Jungkook, entregándome su campera— Tu por favor, ve por otra sprite y haz que limpien esto —terminó, ordenándole a la chica. Esta hizo una mueca antes de marcharse.
—Sabía que salir contigo no me traería nada bueno —murmuré, acomodando la campera.
—¿Estas muy mojada? —preguntó, y cuando vi su rostro me tenté a lanzarle el vaso restante de sprite.
—¿Puedes dejar de decir idioteces por un momento?
—Oye, yo solo pregunté si t-
—Ya te oí. Pero pudiste haberlo preguntado evitando sonar como un pervertido.
—Tranquila, luego te acostumbras —respondió. Volteé mis ojos, y evité volver a mirarlo.
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Estábamos caminando en un lindo parque, y platicando sobre cosas triviales cuando oí aquel sonido conocido para mi.
Era mi móvil.
—Es Jimin —dijo él, mirando la pantalla de MI móvil. Maldito—¿Debería contestar?
—¡No! —exclamé, nada más oírlo.
—Bueno, tu lo has dicho -dijo, de manera tranquila. Le miré muy confusa, y cuando guardó el móvil en los bolsillos de su pantalón abrí mis párpados haciendo mis ojos ver enormes.
—¿Que has hecho?
—Pues, colgar la llamada. Tu dijiste que no debía contestar.
—¡TU NO! ¡PERO YO SI DEBÍA! —exclamé— Es mi móvil.
—Pero me encargaré de el hasta que nuestra salida acabe —sonrió con arrogancia, y caminó delante de mi— No te quedes allí, aún tenemos cosas que hacer.
Volteé mis ojos, y me forcé a caminar trás de él.
Nuestra siguiente parada fue en un club. Debí suponerlo.
No sé que tipo de trato hizo Jungkook con el guardia para que nos dejara entrar, pero por lo visto el gorila aceptó.
—¿Quieres algo de beber? —preguntó, pero ni tiempo de responder me dio— Nada de agua. No puedes pedir algo como eso cuando estás en un lugar como este.
—Pues que sea un vaso de jugo —pedí, sentándome en uno de los taburetes. Jungkook volteó los ojos y rió leve antes de mirar al barman.
—Una copa de soju y un vodka —pidió, le golpeé no muy fuerte el brazo— ¿Qué?
—No me gusta el alcohol.
—¿Lo has probado? —preguntó, y negué avergonzada— Entonces no puedes decir que no te gusta, nena —bufé, y pegué la mirada en las copas que traía el barman— Anda, prueba un poco —dijo, poniendo la pequeña copa frente a mi— Solo es soju.
Pasé saliva, y le di una última mirada a Jungkook antes de llevar la copa a mis labios.
—No te detengas —dijo, cuando intenté apartar la copa— Bebe todo.
Y yo la estúpida, le hice caso.
Sentí rápidamente como el líquido frío hacía arder mi garganta y aparté la copa rápidamente, arrugando mi rostro por completo.
Claro, para el solo era soju.
Pero mierda, esa cosa para mi había sido horrible.
—¿Y que tal? —preguntó, en tono burlón. Negué con la cabeza e hice una mueca de asco.
—Horrible —respondí, entonces rió.
—No será horrible cuando bebas más.
—No lo haré —dije, firme.
Jungkook elevó una ceja observándome fijamente.
—¿Segura?
Asentí completamente segura.
Tiempo después había olvidado cuantos vasos había bebido. ¿Seis? ¿Siete? No lo sé, dejé de contar luego de quinto.
—¿Estás bien? —preguntó Jungkook, con una sonrisa en sus labios. Asentí rápidamente, mientras me quitaba su campera.
—Solo tengo algo de calor —respondí— Creo que este lugar es muy cerrado —le oí reír, pero no le tomé importancia y fijé la mirada en las parejas bailando en la pista.
—¿Quieres bailar? —preguntó de pronto. Negué repetidas veces con el ceño fruncido y desvíe la mirada a la pista nuevamente— Anda, si quieres —y sin agregar más, tomó mi mano bajándome del taburete para ir a la pista.
Sus manos se posaron en mi cintura, y sentí un pequeño cosquilleo cuando sus dedos tocaron parte de mi piel. Algo incómoda acomodé mi ropa y le miré.
—Tal parece que tu cuerpo a tolerado el alcohol —dijo elevando algo la voz. La música estaba algo fuerte.
—¿A que te refieres?
—No te veo ebria, aún después de todo lo que has bebido.
—¿Acaso querías emborracharme o algo así? —pregunté, a lo que él rió.
¿Por qué ríe tanto?
—No, no. Al contrario —respondio sobre la música, y en movimiento rápido su rostro quedó muy cerca del mío— Si voy a besarte, quiero que lo recuerdes —y sin darme tiempo de responder, pegó sus labios a los míos, apretando el agarre en mi cintura.
Mierda.
Nuestros labios se habían moldeado tan bien, y los suyos eran tan suaves que no pude resistirme a corresponder.
Pasé mis brazos sobre sus hombros, llevando mis manos directo a su cabello, mientras saboreaba el sabor de sus labios.
¿Por qué demonios el alcohol me apetecía ahora?
En sus labios sabía bastante bien.
Continué besándole por un par de segundos creyendo que todo iba bien, hasta que sentí su lengua chocar con mis labios, pidiendo entrada a mi cavidad bucal. Dudé otro par de segundos, pero terminé dándole paso.
Fue después de unos minutos que noté que ya todo se estaba saliendo de control, cuando él había introducido una mano bajo mi blusa.
Joder, que estábamos en medio de muchas personas.
Al romper el beso, nuestras miradas chocaron y no supe como reaccionar, por lo que bajé rápidamente la mirada encontrándome con su pecho, el cual subía y bajaba a una velocidad que ni yo podía controlar. Porque estaba igual que él.
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MÁS VALE TARDE QUE NUNCA DICEN :V
👀
❤