DNA

By Nani-ssi

97.5K 15.2K 7.5K

[UNIVERSO ALTERNO] Su encuentro no fue una coincidencia. El ADN los llamaba. A pesar de ser tan diferentes... More

TODO ESTO NO ES CASUALIDAD
SOMOS TOTALMENTE DIFERENTES, BEBÉ
SOMOS LOS DOS QUE ENCONTRARON EL DESTINO
PORQUE ESTO NO ES CASUALIDAD (I)
PORQUE ESTO NO ES CASUALIDAD (II)
13/01/18
28/01/18
15/02/18
TIMELINE
18/02/18
12/05/18
06/06/18
TIMELINE
02/08/18
01/09/18
17/11/18
TIMELINE
30/12/18
12/01/19
02/03/19
TIMELINE
28/05/19
19/07/19
30/09/19
TIMELINE
13/11/19
14/11/19
19/11/19
20/11/19
19/11/19
03/12/19
06/12/19
29/12/19
30/12/19
TIMELINE
TIMELINE
08/01/20
14/01/20
TIMELINE
25/03/20
TIMELINE
08/06/20
14/07/2020
D
N
A
AGRADECIMIENTOS Y EXTRAS

03/02/20

1.4K 288 76
By Nani-ssi


―Una última pregunta, Kim Taehyung.

―¿...Sí? ― más nervioso de lo que pensó estaría, aguardó en vilo, en medio de la iluminada habitación, mientras tres pares de ojos seguían cada uno de sus movimientos con atención.

La única mujer en el lugar, y quien había hablado segundos antes, desvió su vista al grueso folio entre sus manos antes de volverla a él, sonriendo de medio lado.

―¿Estarías dispuesto a decolorar tu cabello? ― cuestionó, dejándolo mudo. No se había esperado una pregunta como esa ―. Mmm, un tono tirando a blanco, quizás ― meditó, buscando la opinión de los dos hombres a su lado, quienes sólo asintieron ―. Es un cambio drástico que pocos aceptan, Taehyungie, por eso me gustaría saber tu opinión al respecto.

Aún confundido, mojó sus labios, sintiéndose menos nervioso. ¿Quién en su sano juicio no estaría de acuerdo en decolorarse el cabello cuando la misma Kim Eunsook así lo requería? Es decir, si ella así lo pedía, sería hasta capaz de raparse la cabeza tan sólo por aparecer en una de sus series. Y más aún si se trataba de un rol protagónico.

Más allá del desconcierto que la pregunta le había dejado, la respuesta estaba más que clara.

―No tengo ningún problema.

Y la sonrisa de la mujer frente a él fue como un bálsamo que calmó todas sus inquietudes. Nunca antes se había sentido tan cómodo en una entrevista.

―Es bueno saberlo ―  aplaudió la mujer, dándole otro vistazo apreciativo de pies a cabeza ―. Muchas gracias por venir, Kim Taehyung.

Cuando la puerta se cerró tras él, no pudo menos que soltar todo el aire que había estado reteniendo. Hacía mucho, muchísimo, desde la última vez que se había sentido tan desesperado por conseguir un trabajo.

Cerca de él, tres hombres de gran tamaño recorrían el largo pasillo con miradas vigilantes, mientras un chico de menor estatura aparecía en su campo visual, llevando un traje negro y gafas de montura café. Con una ligera venia, lo vio desaparecer tras la puerta por la que segundos antes había salido, preguntándose si de casualidad escogería la misma escena que había personificado minutos antes, o si acaso elegiría alguna de las que más le habían gustado.

Dándole un último vistazo a la puerta de caoba, se trasladó a paso veloz hacia el final del pasillo. Ese lunes tendría prácticas con los de la universidad; como todos los días anteriores desde hacía más de una semana. En menos de un mes sería su graduación, y los profesores se habían puesto de acuerdo en combinar varias cátedras de Humanidades para hacer una mini serie que contaría como acto final obligatorio para poder recibir el título, por lo que todas las tardes, y a veces algunas mañanas, se dedicaba a editar el guión que con anterioridad habían hecho, replantear escenas, discutir sobre el vestuario y los diversos problemas que surgían en el día.

Porque esa era otra; los días llenos de discusiones y peleas por tonterías se estaban convirtiendo rápidamente en una constante en su vida diaria.

El viernes, por ejemplo, había sido Heeyeon y su agenda más que ocupada la que había alterado los nervios de casi todos. El sábado, Jaebum y su negativa de darle más diálogos a Jeongyeon y Sana. Y el domingo -porque hasta los días de descanso surgían inconvenientes-, la molestia general recayó en Jinyoung, quien prefirió pasar el día con su novia que ir a la práctica.

A decir verdad, ya estaba cansado de su grupo de trabajo. No veía la hora de ser libre; sobre todo en ese escenario, donde Minho, Seokjin y Yongsun ya no estaban con ellos para calmar las aguas o hacer el payaso. Incluso las graciosas pataletas de Minho serían mucho más llevaderas que los largos silencios y las miradas punzantes que últimamente todos se dedicaban.

"Sólo tres semanas más", pensó, suspirando y dejando de lado cualquier otro pensamiento referente a su complicado grupo de trabajo.

Despidiéndose de uno de los chicos que aún esperaba en la larga fila, y con quien había entablado una amena conversación antes de ser entrevistado, se adentró en el ascensor, recostándose al fondo.

Eran las diez de la mañana y la reunión con los demás sería a las dos. Apenas contaba con un par de horas para buscar un buen lugar en el que almorzar y descansar antes de tener que dirigirse al apartamento de Jaebum. "Quizás debería llamar a Jimin" pensó de pasada, a la vez que el ascensor llegaba a planta baja. Era su día libre, si mal no recordaba, por lo que sería entretenido pasar un rato con su contemporáneo. Quizás ir a su apartamento y pedir unas pizzas no sería mala idea...

Saliendo del ascensor, y aún perdido en sus pensamientos, se dirigió a la salida del hotel, cuestionándose por segunda vez si unas pizzas sería mejor que algo de comida coreana. No habría recorrido ni dos metros cuando una gruesa y conocida voz llegó hasta sus oídos, haciéndolo girar en sus talones.

―¡Taetae!

Con sorpresa, admiró cómo Minho lo saludaba desde uno de los sillones de la elegante sala de espera de la recepción. A su lado, Seojoon y Hyungsik le sonreían abiertamente mientras no dejaban de hacer gestos para que se acercara.

―Hyungs... ― lleno de felicidad, se acercó a ellos, saltando sobre Seojoon apenas tuvo la oportunidad. ―. ¡Hyungs! ¡No esperaba verlos aquí!

―Yo también me alegro de verte, Taehyungie ― señaló el mayor, apretando el abrazo por segundos antes de dejarlo libre, dedicándole una apreciativa mirada ―. Estás más alto, ¿eh?

―Y más lindo ― siguió Minho, a lo que avergonzado, negó.

―Y más gordito ― señaló Hyungsik, picando su mejilla.

―¡Arg, hyungs, no! ― negó, rotundo ―. Me veo igual que la última vez que salimos   ― acotó, recordando que hacía más de cuatro semanas que no veía a los mayores. 

Los había extrañado tanto...

―Igual de alto, lindo y gordito ― inquirió Minho, jocoso, antes de abrazarlo por los hombros con confianza ―. Suficiente charla. Ya cuéntanos, ¿cómo te fue?

Mojándose los labios, se alzó de hombros. A esas alturas ni él mismo sabía cómo le había ido...

―Eunsook noona fue muy agradable ― comentó sin embargo, sonriendo ―. Me dio tiempo para leer algunas escenas, y luego me dejó elegir la que quería.

Seojoon fue el primero en reaccionar ante eso.

―¡Eso es fantástico, Tae! ― aplaudió, emocionado ―. ¿Cuál escena elegiste?

―Una donde el protagonista era envenenado ― musitó, avergonzado ―. En Hwarang me diste muchos consejos que no usé de la mejor forma, hyung. Y yo... Quise intentarlo nuevamente.

La orgullosa expresión de Seojoon fue suficiente para querer enterrar la cabeza entre sus manos. La verdad era que habían muchas cosas de las que se arrepentía de haber hecho en Hwarang; su pobre actuación de principiante había sido muy obvia al lado de actores con mayor experiencia, pero aún así no se arrepentía de haber tomado el papel de Hansung. Ahora tenía un mayor conocimiento de sus debilidades y de cómo afrontarlas.

Aunque no quedara, seguiría satisfecho con su actuación. Cero arrepentimientos.

―Taetae habla como todo un adulto ― contempló Minho, silbando ―. Pero ¿y sus reacciones? ¿Te dijeron algo?

Recordando los rostros impertérritos de los tres, negó, apesadumbrado.

―Nada ― murmuró ―. Eunsook noona me preguntó si tenía algún problema con decolorarme el cabello, pero-

―¡Ahí está!

―¡Lo sabía!

Confundido, observó cómo Seojoon y Hyungsik empezaban a hablar con emoción.

―Le gustaste. No a cualquiera le preguntas tal cosa ― agregó el último, aplaudiendo ―. Sólo a alguien con potencial le preguntarías eso.

―Exactamente ― concordó Seojoon ―. Ese papel es para ti, Taehyung. Tengo un buen presentimiento de todo esto.

Él no podía decir lo mismo. Más sin embargo, decidió callarse sus dudas. Minho, a su lado, parecía igual de excitado que los mayores, recordando cómo le habían preguntado lo mismo a algunos de sus amigos del medio antes de recibir buenas noticias. Era una buena forma de calmar su ansiedad y darle ánimos, así que en silencio siguió la agradable conversación de los mayores, sintiéndose cómodo.

Adoraba a sus hyungs y la manera tan leal en la que siempre velaban por su bienestar.

La noche anterior les había comentado por Line que tendría la entrevista con Kim Eunsook en la mañana y, a pesar de la ocupada agenda que poseían los tres, ninguno había escatimado en hacer un espacio para estar ahí, apoyándolo.

Suspirando, sólo pudo pensar en lo mucho que lo habían ayudado desde su regreso de Daegu y en lo agradecido que se sentía hacia ellos.

Seojoon, aún hablando de lo seguro que estaba acerca de su lugar en el drama, sugirió ir a un café para hablar más a gusto, a lo que los tres asintieron casi de inmediato, saliendo a paso tranquilo del hotel para encontrarse con el fresco panorama de febrero. Con el sol brillando en lo alto y un suave viento meciendo las pequeñas hojas de los arbustos, se encontraron caminando por la ancha acera, esquivando a los numerosos peatones que recorrían a esas hora una de las zonas más caras de la ciudad.

El fornido cuerpo de Minho no tardó en ocupar un lugar a su lado, codeando su costado de forma juguetona antes de intercambiar ligeras sonrisas. Desde Hwarang, Minho se había convertido en una de las personas en las que más confiaba, luego de sus padres, Jimin, Heeyeon y Jungkook. Lo quería mucho, y no verlo tan seguido como antes había sido un gran golpe a su cotidianidad. 

Aún retozando, bajo una que otra mirada rápida de sus otros hyungs que iban unos pasos por delante, volvió a recordar lo bien que se sentía jugar con Minho, justo antes de sentir una cariñosa mano en su cabeza, despeinándolo por completo. 

―Y entonces, Taetae... ¿Cómo va todo en la universidad? ― cuestionó, luciendo realmente interesado ―. ¿Qué pasó con la obra? Vi algunos estados de Hani y Sana que daban grima.

―Urg. Bueno... Es que todos se odian, hyung.

La fuerte risa de Minho llamó la atención de Seojoon y Hyungsik, quienes detuvieron su andar y los esperaron hasta que los cuatro estuvieron reunidos a una buena distancia. Frunciendo los labios, admiró cómo Minho seguía riendo, contagiando a los otros dos casi al instante. 

No entendía por qué reían. ¡No era nada gracioso!

―¡Realmente te compadezco, Taehyungie! ― soltó, ya más calmado ―. Las obras de final de curso fueron creadas para odiarlos a todos. Creo que la única vez que no odié a nadie fue en aquella obra de navidad, donde estuvimos con Jinnie y Yongsun.

―Uhm, es cierto... Esas obras eran un dolor de cabeza.

―Lo certifico. Pero no te preocupes, Taehyungie, las cosas mejorarán cuando todo eso termine ― calmó Seojoon, recordando un par de cosas más de su época de estudiante antes de incitarlos a retomar el paso, adelantándose unos pasos junto a Hyungsik.

"Cuando las cosas terminen habrán varios muertos en el grupo", pensó de pasada, suspirando.

―No te preocupes, Taetae. Hyung tiene razón, ya se les pasará ― consoló Minho, aún a su lado, a lo que suspirando, susurró un "eso espero".

En un cómodo silencio, caminaron codo a codo mientras escuchaban las historias de Hyungsik acerca del último drama histórico en el que había participado. Estaban a unas dos cuadras de la cafetería y él ya podía saborear la malteada de fresa y banana que iba a pedir nada más llegara. Era un buen plan, alterado nada más por la inoportuna pregunta de Minho.

―Y... ¿Estás saliendo con alguien, Taehyung?

Atragantándose con su propia saliva, giró a ver la interesada mirada del mayor sobre él. Sintiendo cómo sus mejillas de calentaban a paso veloz, alcanzó a negar, apreciando cómo la sonrisa del mayor se hacía más grande.

―No estoy interesado en citas, hyung ― aclaró con rapidez, reconociendo sus intenciones al momento.

―Oh, vamos ― refutó, frunciendo los labios ―. Conozco a alguien que podría gustarte-

―Hyung, no. En serio.

―Pero si al menos intentaras conocerla-

―Hyung ― pidió, cansado ―. Ahora mismo estoy muy estresado con el mini drama. De verdad, no me interesa conocer a nadie.

Minho se quedó en silencio por segundos antes de preguntar.

―¿Te sigue gustando Hani?

Sorprendido, giró su cabeza tan rápido que por un momento creyó haberse roto el cuello.

―¿Q-Qué? No, no- Es decir, a mí nunca... ― mordiéndose el labio inferior, suspiró, realmente agotado de todo aquello ―. No, hyung.

Minho tan sólo asintió, retomando el paso.

―¿Estás libre el sábado?

―Pues... Creo que no, hyung. Con lo del mini drama-

―Haz espacio ― ordenó, a lo que no pudo evitar detenerse para mirarlo con extrañeza. Minho sonrió ―. Hace mucho que no enloquecemos, Tae. Creo que nos hace falta una buena noche de karaoke.

―Hyung, eso...

―Le diré a Jinnie y a Yongsun. Y... También a una muy buena amiga que quiero que conozcas ― apuntó, a lo que entendió casi al momento que Minho quería presentarle a su persona especial ―. Puedes decirle a Minnie. ¡Oh! Y a Taemin también.

Suspirando, no le quedó de otra más que aceptar.

Era bueno ver cómo sus amigos poco a poco iban haciendo sus vidas. Heeyeon se había casado con la persona que amaba y ya ambos había alquilado un piso bellísimo cerca de Gangnam, Yongsun y Seokjin tenían un mes saliendo -que se habían tardado bastante, a decir verdad-, y hasta Jungkook parecía perdido entre los videojuegos y el amor. Que ahora Minho quisiera presentarle a la persona que le gustaba no hacía más que aumentar el sentimiento de calidez que crecía en su interior cada vez que alguien querido era feliz. 

No sólo estaba siendo partícipe de cómo todos a su alrededor iban trazando su camino, formando sus pequeñas familias y adquiriendo sus inmuebles. También los veía alcanzar sus metas profesionales. Como Jimin, ganando cada una de las competencias de Danza en las que concursaba; o como Namjoon y Yoongi, quienes se movían sólidamente a través de la industria musical; y hasta sus mismos compañeros de carrera, que poco a poco iban haciéndose de un nombre en la industria.

Todos a su alrededor estaban triunfando en lo que se proponían, y estaba contento por ellos, sí, pero cuando pensaba en su propia vida, en sus propias metas profesionales y personales... Sólo ahí sentía el verdadero peso de lo que había hecho durante todos esos meses.

Sólo ahí la agridulce amargura se instalaba en su mente. 

¿Qué estaba haciendo con su vida?

Con un nudo en la garganta, recordó cómo las oportunidades que alguna vez había construido se habían venido abajo por su propia culpa. No sólo el contrato que tanto le había costado conseguir había desaparecido de su camino, también las oportunidades en la pantalla parecían haberse perdido en la nada.

Había deshecho gran parte del trabajo que tanto le había costado hacer en el pasado en poco tiempo; pero eso no era lo que más le dolía de todo aquello. No. Él lamentaba con todas sus fuerzas una única cosa: Estar solo. Pasar por todos esos problemas y golpes de cabeza sin poder apoyarse en alguien. Sin poder recibir un cálido abrazo de buenas noches. Sin ser llenado de besos en sus peores y mejores momentos.

Había tenido el corazón roto por tanto tiempo... Para luego caer en un duelo doloroso e innecesario.

Un duelo que ya no estaba dispuesto a seguir.

Ya no quería mirar atrás para sólo arrepentirse de sus decisiones. Ya no quería llorar. No quería sufrir. Sólo necesitaba ser feliz de nuevo. 

Encontrarse a sí mismo, amarse como hacía mucho no se amaba, y luego... Amar a otros.

Dando un vistazo hacia atrás, admiró cómo numerosos edificios se alzaban en medio de las nubes mientras recordaba  cada una de las sensaciones que habían pasado por su cuerpo mientras actuaba. Viejas emociones que se sentían tan nuevas y tan correctas... Sensaciones de las que no quería volver a deshacerse en lo que le restaba de vida, si podía ser posible.

Sonriendo sutilmente, advirtió como pequeñas mariposas revoloteaban en su estómago mientras miles de pensamientos positivos empezaban a poblar su mente. Ya no podía seguir sintiéndose miserable. ¡Debía celebrar la vida!; celebrar que aún tenía la dicha de tener a sus padres, hermanos, a Soonshim, Jimin, Jungkook y a todos los que amaba a su lado.

Su abuela siempre lo había soñado como alguien exitoso, no sólo en el trabajo, sino en cada mínimo aspecto de su vida. Y, demonios, él sólo quería hacerla sentir orgullosa, donde sea que estuviese.

Que ella se sintiera tan feliz por sus logros como él mismo anhelaba sentirse algún día.

Aún sonriendo, alcanzó a tomar el brazo de Minho, apretándolo con firmeza, totalmente seguro de lo que diría a continuación.

―¿Sabes, hyung...? También deberías invitar a esa chica; ya sabes, la que querías presentarme.

Y la brillante sonrisa de Minho fue respuesta suficiente a todas las interrogantes que asaltaban su cabeza.

Estaba haciendo lo correcto.


-


Maratón: 1/4 💚

Continue Reading

You'll Also Like

128K 5.8K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...
737K 78.8K 132
1era y 2da temporada ♥️ Sinopsis: En donde Jimin es un Omega mimado y Jungkook un Alfa amargado, los dos se casan por sus propias conveniencias. ⚠️...
372K 15.9K 61
Rubius es el tipo de... ------------------------------------------------------------------------ Edición y corrección de ortografía terminada. (12/02...
Yellow. By vantae

Fanfiction

59.4K 10.5K 36
«Obra Ganadora de VOPE Awards 2019 en la categoría Mejor Historia Larga» Jung Hoseok es un pianista que ayuda a su padre en una clínica por las tard...