―¿Debería volver a intentarlo con Wannie, no creen?
Atragantándose con el trozo de camarón que se estaba comiendo, tosió fuertemente por varios segundos mientras golpeaba su pecho.
¿Pero qué rayos acababa de escuchar...?
Namjoon, no tan sorprendido como él, tomó la palabra al momento.
―Pensé que Seungwan ya no te interesaba ― comentó, con expresión curiosa, antes de llevarse un trozo de carne a la boca―. ¿De verdad quieres intentar algo con ella?
Hoseok, luciendo perdido por momentos, tan sólo apretó sus labios en una fina línea mientras desviaba la vista, decidido a ignorar la pregunta de Namjoon. Irritado por la actitud de su mejor amigo, se sirvió otra copa de vino, ingiriéndola de un trago antes de compartir una mirada con el más alto. Él no sólo parecía exasperado, sino también agotado. Ambos sabían que esa charla se daría más pronto que tarde, pero aún así...
Las ganas de golpear a Hoseok no sólo no desaparecían, sino que se hacían más grandes.
Hacía cinco días desde que Namjoon y él habían llegado a Los Ángeles. Siendo su sexta vez en los Estados Unidos, se sentía familiar no sólo con el cálido ambiente, sino con los amigos y conocidos del bailarín. A pesar de que su inglés no era el mejor, no se sentía tan perdido como las primeras veces, y con Namjoon a su lado traduciendo todas las conversaciones que se daban a su alrededor a tiempo real, esas pequeñas vacaciones estaban escalando rápidamente para convertirse en una de las mejores que había tenido en mucho tiempo.
No sólo habían disfrutado de la playa y los centros comerciales, sino que también habían visitado diversos restaurantes populares y muchos de los locales nocturnos más concurridos de Hollywood y Santa Mónica -sus lugares preferidos hasta los momentos-, en compañía del escandaloso y divertido grupo de amigos de Hoseok.
A esas alturas, ya les había agarrado un poco de cariño -incluso al molesto de Giusseppe y al ruidoso de Ryan-, por lo que el sólo pensar en lo que Hoseok quería hacer... Le revolvía el estómago del disgusto.
Sabía que no debía meterse, y se había obligado fuertemente a no hacerlo -incluso a pesar de descubrir que Pranpriya y Hansol parecían igual de contrariados por el sutil flirteo entre sus amigos-, pero ya no podía seguir haciéndose el tonto.
Si Hoseok seguía dejando de lado sus verdaderos sentimientos, no sólo Seungwan y él saldrían lastimados, que ya de por sí era algo que lo afligía; sino que Taehyung también se vería perjudicado, y la foto que le había mandado Jimin esa misma mañana aún rondaba su mente. Una imagen en la que ambos chicos salían junto a Jungkook, riendo abiertamente mientras jugueteaban entre ellos. Recordar la gran y particular sonrisa que iluminaba la expresión del actor hacía que su corazón se agitara, mientras el pie de foto seguía retumbando en su sien.
"Por fin se está recuperando, hyung".
Más irritado que antes, se levantó del sillón bajo la atenta mirada de Namjoon, quien parecía no tener intención de volver a abrir la boca. Tratando de controlar las emociones que burbujeaban en su pecho, inhaló con calma, cuestionando por lo bajo:
―¿A qué juegas, Hoseok? ― y eso fue suficiente para atraer su atención. El bailarín lucía tan desconcertado que la molestia que sentía bajó unas décimas, dejándolo menos enojado y más exasperado. Masajeando su sien, soltó: ―. ¿Quieres romperle el corazón de nuevo?
Y Hoseok lució realmente avergonzado por segundos, negando con fervor.
―¡No, claro que no...! ¿Por qué yo...?― cortándose a sí mismo, se mordió el labio inferior, antes de decir en un suspiro ― Ella me gusta, hyung.
Alucinado, buscó a Namjoon con la mirada, notando que lucía igual o más impresionado que él.
"Es por el alcohol, Yoongi. Bebió demasiado y ya no sabe lo que dice", meditó, mientras volvía la atención a su amigo. Él, con la cabeza gacha, se estrujaba las manos de forma nerviosa mientras la copa de vino culpable de sus desvaríos yacía en el piso, a un lado suyo y completamente olvidada.
Sin poder evitarlo, volvió a recordar esos últimos días que había pasado junto a Hoseok.
Luego de haber convencido al bailarín de participar en el sencillo que Namjoon y él lanzarían a mediados de año -el verdadero motivo por el que habían ido a Estado Unidos a visitarlo-, y de haber compuesto varias melodías y escrito el coro de tres de las cinco canciones que lanzarían, podría decirse que habían logrado su cometido. No sólo habían salido a divertirse, también habían trabajado.
Habían hecho prácticamente todo lo que tenían que hacer. Todo, menos hablar de los sentimientos de Hoseok. O de cómo Namjoon y él se habían acercado muchísimo más a Taehyung en esos últimos dos años, y mucho menos de cómo todo ese lío entre ambos los estaba afectando mucho más de lo que dejaban ver.
No era su tema preferido, pero no quería irse así, sabiendo que su mejor amigo podría hacer una tontería en cualquier momento. Incómodo, se obligó a pensar en un discurso lo suficientemente bueno como para hacer cambiar de opinión al bailarín.
No fue necesario.
Namjoon, de forma inesperada, le quitó la palabra de la boca.
―Hoseok, a ti no te gusta Seungwan.
―Sí me gus-
―Tú amas a Taehyung, Hope ― y la declaración, hecha con total seguridad y el halo de cariño propio de Namjoon, fue lo suficientemente fuerte como para hacer que Hoseok se incorporara a toda velocidad del sofá, negando ―. Hey, sólo queremos que seas sincero con nosotros y-
―No lo amo ― interrumpió, con expresión acorralada ―. Seungwan es-
―Ya basta, Hoseok ― intervino, hastiado ―. Mientras sigas enamorado de Taehyung, lo tuyo con ella es absurdo. Sólo la vas a lastimar.
―Yo... no lo amo ― siguió negando, a lo que no pudo evitar colocar los ojos en blanco, bufando.
―Eso no fue lo que dijiste hace unos meses atrás, Hoseok.
El bailarín abrió la boca, dispuesto a replicar, más sin embargo, terminó cerrándola con firmeza, mirándolos a ambos con creciente desasosiego.
―¿Cuándo...?
―Hace unos meses nos llamaste ― musitó Namjoon, con calma ―. Estabas bastante borracho, por cierto. Ese día nos contaste muchas cosas. Entre ellas, que no podías estar con Seungwan porque querías a Taehyung ― la expresión de Hoseok pasó a una tan lamentable que por un segundo creyó conveniente terminar la charla ―. Eres de mis mejores amigos, Hoseok, y realmente me duele que estés sufriendo. Nunca nos dices nada y... Demonios. ¿Sabes lo mal que nos sentimos Yoongi y yo cuando nos llamaste? Yo- Nosotros pensábamos que ya habías superado a Taehyung, Hope. Que de verdad habías dejado atrás ese episodio de tu vida...
―Vamos, Ho ― agregó, perdido en la expresión del menor ―. Estamos aquí y queremos ayudarte. Deja de encerrarte en ti mismo, por favor.
Hoseok seguía luciendo miserable, con el rostro gacho mientras se mordía el labio inferior; conteniendo a duras penas el cúmulo de emociones que lo hacían temblar de pies a cabeza. "Vamos, Ho" repitió para sí mismo, apretando sus manos en puños. Odiaba verlo así.
Luego de dos minutos en tenso silencio, decidió que el castaño aún no estaba preparado para enfrentarlos. Exhalando con lentitud, chequeó que Namjoon también estuviera de acuerdo, antes de abrir la boca, dispuesto a cerrar ese capítulo por ahora.
La suave voz de su mejor amigo lo distrajo.
―¿Qué dijiste? ― preguntó, sorprendido.
―Yo... llamé a Taehyung― repitió en un susurro, abochornado. Mudo, se dejó caer en el sillón mientras Hoseok seguía hablando ―... Y lo llamé el día de su cumpleaños.
Namjoon fue el primero en reaccionar, aún luciendo estupefacto.
―Eso es... Wow... Eso fue muy valiente de tu parte, Hope ― concedió, mientras él aún no podía salir de su estupor. ¡Hoseok y Taehyung habían hablado...! Era tan inesperado. Era tan increíble... ―. Pero cuenta, ¿qué te dijo?
Hoseok calló de inmediato, restregando las manos contra sus caderas en un movimiento nervioso que lo hizo exasperarse por segundos.
A Namjoon parecía no importarle la espera, pero él... Él se estaba volviendo loco. Levantándose de su asiento, rodeó la mesa de centro donde permanecían los snacks de media noche que se habían estado comiendo, situándose al lado de Hoseok casi de inmediato. Enseguida tomó su mano entre la suya, apretándola con cariño mientras la limpia mirada se posaba en él.
Sonriendo de medio lado, apuntó:
―Así que lo llamaste...
―Sí.
Inhalando con fuerza, siguió.
―Eso es genial, Hobi. Él te necesita en estos momentos ― aseguró ―. Seguro se puso muy feliz-
―No debí llamarlo.
―¿Qué-?
Ni siquiera lo dejó continuar. Soltándose de su agarre, se alejó lo suficientemente de él, recargándose en una de las paredes y dándoles la espalda.
―Antes era fácil no pensar en él ― comentó en voz baja, mientras sus hombros temblaban con ligereza ―. Ahora... Desde que lo llamé, no sale de mi mente. No puedo deshacerme de su recuerdo. Sólo pienso en lo mucho que deseo verlo y... Es imposible. No puedo ― confesó con voz rota, girándose hacia él mientras la rabia bañaba su expresión ―. ¿Por qué me diste su número, Yoongi? ¿Por qué-?
―Porque lo amas ― aseguró rápidamente, agregando: ―. Y él también-
―¡Él no me ama!
Namjoon no tardó en levantarse, colocando sus manos de forma conciliadora en el gran espacio que los separaba a ambos. Aún sorprendido por el grito de Hoseok, fue incapaz de formular una sola palabra mientras el más alto hablaba.
―Vamos, chicos ― calmó ―. Creo que es mejor dejar la conversación hasta aquí-
―Tú tienes la culpa.
―Hoseok, vamos, no siga-
―¡Es tú culpa, Yoongi! ― insistió, pegando su espalda completamente de la pared mientras lágrimas empezaban a descender por sus mejillas ―. Si no fuera por ti, yo... Yo...
―¿Tú qué? ― escupió, herido ―. Ja. No me digas. Si no fuera por mí, seguro estarías comiendo perdices con Seungwan o con cualquier otra chica que te desconectara por dos segundos de tu miseria. Sí, justo eso ― siseó ―. ¡Si no fuera por mí estarías viviendo la grandiosa vida llena de mentiras que tanto deseas! Soy un tonto. Debí dejarte en paz, preguntándote qué hubiese pasado si hubieses tenido las bolas necesarias para enfrentarte a la persona que quieres. ¡Hmp!
―¡¿C-Cómo estás tan seguro de eso?!
―Chicos, por favo-
―¡Porque nos llamaste, idiota! ― gritó, fúrico ―. ¡Nos dijiste que habías rechazado a Seungwan! ¿Y sabes por qué...? ¡¿Eh?! ¡¿Lo sabes?! ― siguió, sin hacer caso a la mirada de censura que Namjoon le dirigía ―. ¡Por Taehyung, imbécil! ¡Porque lo sigues amando! ¡Y demonios, no me cansaré de repetirlo ni mucho menos de alegrarme por haberte mandado su número!
―¡Eso no- Lo mío con Taehyung-!
―Me tienes harto ― graznó ―. Estás dándole esperanzas a esa chica cuando no sientes nada por ella. Estás lastimando a Taehyung cuando lo amas... ¿Qué mierda pasa contigo?
Hoseok, en medio de la habitación y con Namjoon aún a su lado, apretando sus hombros, lo contemplaba con tanta amargura en su oscura mirada que no pudo evitar el escalofrío que cruzó su espina dorsal.
Aún así, no se sintió ni un poco culpable por todo lo que había salido de su boca.
―¿...Qué pasó con Taehyung, Ho? ― preguntó el más alto de los tres, tratando de apaciguar las aguas ―. Yoongi está en lo cierto. Ustedes dos se aman tanto y-
―Él no me ama ― y, bajo la aturdida mirada de ambos, hundió el rostro entre sus delgadas manos, sollozando ―. No quiero saber nada de él porque sé que... sé que es imposible. No quiero salir lastimado. Yo... No podría aguantarlo. No de nuevo ― admitió entre suaves gimoteos que partieron su corazón ―. Él ya tiene a alguien y yo... Yo estoy de más.
Toda la rabia que llegó a sentir segundos atrás se esfumó tan rápido que, por un momento, creyó haberlo imaginado. En dos zancadas se situó junto al bailarín, abrazándolo apretadamente mientras palmeaba su espalda y se encargaba de darle a Namjoon la peor de sus miradas.
Dos años. Dos largos y dolorosos años en los que Hoseok seguía equivocado. Dos años en los que se había armado una historia basada en conjeturas nacidas de su imaginación. Dos años en los que no hubo lugar para cuestionamientos.
Dos años en los que ni Namjoon ni él, sus supuestos mejores amigos, lo habían sacado de su error.
Hoseok sufría por la culpa de ambos. Por culpa de su estúpida resolución, esa que los había conducido a callarse la boca cuando más tenían que haber hablado.
¿Cómo habían dejado que eso pasara? ¿Cómo no se habían dado cuenta del daño que le estaban haciendo a su amigo permaneciendo como un punto y aparte en todo lo referente a Taehyung? ¿...Cómo pudieron aguantar tanto tiempo con esa venda cuando ambos se habían dado cuenta del desconsuelo que azotaba la mirada de ambos cuando el nombre del contrario se escapaba de entre sus labios? ¿Cómo...?
Namjoon, con expresión contrita, apareció en su campo de visión; restregando las manos contra su rostro en un gesto de enojo -el mismo que lo estaba embargando en esos momentos- muy común en él. Con paciencia, esperó a que su amigo librara su propia batalla contra la culpa, mientras él seguía aguantando a un lloroso Hoseok entre sus brazos.
―Hoseok... ― "por fin" alcanzó a pensar, despegándose un poco del menor. Él lucía cansado y, con suaves gotas de agua aún adornando sus pestañas, se giró hacia Namjoon, quien tragó en seco, mordiéndose el labio inferior antes de soltar: ―. Taehyung no tiene novia.
El silencio que siguió bien podría ser cortado por un cuchillo.
―...¿Qué dices? ― susurró Hoseok, luego de largos segundos en completo mutismo ―. Él... él estaba enamorado de una chica. Ella... E-Era la misma por la que canceló nuestra cita y por la que no contestó mis llamadas-
―Heeyeon. Su nombre es Heeyeon ― intervino, notando cómo Hoseok se tensaba en su sitio ―. Taehyung y ella nunca tuvieron nada, Ho.
―No mientas-
―Yoongi no está mintiendo ― intervino Namjoon, luciendo apenado ―. Esto es mi culpa. Lo siento mucho, Hoseok. De verdad... Si yo hubiese sabido... Mierda. Sé que un lo siento no arregla nada pero... ― Namjoon, por primera vez desde que lo conocía, se había quedado sin palabras, mientras la muda expresión de Hoseok seguía su carente perorata. ―. Meterse en la relación de otros no está bien y... Yoongi quiso, pero yo le dije que ustedes lo arreglarían por su cuenta-
―¿A qué te refieres?
―Siento mucho no haberte dicho esto antes, Hope, de verdad yo-
―Namjoon, no entiendo.
Ambos compartieron una larga mirada, notando cómo Hoseok seguía sus movimientos con una expresión cargada de tantas emociones que le fue difícil formular la oración que desde hacía rato picaba en la punta de su lengua.
―Heeyeon se casó el mismo año en el que empezaste a estudiar baile, Hope.
Apenas y pudo advertir la explosión de todas esas emociones cuando, sin más temores que lo contuviesen, repitió con toda la seguridad del mundo:
―Taehyung está malditamente enamorado de ti, Hoseok.
-
NDLA:
Con respecto a la fotito que Jimin le envió a Yoongi...
Mis bebés preciosos. Los amo tanto~
Lamento mucho la demora. Este capítulo se me hizo absurdamente difícil de escribir.☹
En este pequeño apartado quería acotar que, para las que esperan por mis otros FF largos, por ahora mi plan a mediano plazo está enfocado total y absolutamente en DNA. Necesito terminarlo y hasta no hacerlo no tocaré las demás historias. Es una shit, lo sé, pero si voy actualizando como lo he venido haciendo nunca terminaré nada y de verdad necesito concluir historias para poder empezar otras.😞💚
¡En fin, espero leernos más pronto que tarde! ¡Gracias por sus comentarios y votos!💚