¡Jóoooovenes ilustres! ¡¿Cómo han estado?! Wow, ¿ya es agosto? Dios mío, la escuela sí que me mantuvo ocupada.
Ustedes disculparán la demora, pero los maestros no me dejaron en paz hasta el día de hoy y le agradezco al cielo por permitirme volver a escribir esta increíble novela (Aplausos).
Aquí les traigo el PENÚLTIMO CAPÍTULO de "¿Amistad o Amor?" WTF! ¿El penúltimo? ¡Efectivamente! El penúltimo capítulo; así que pónganse cómodos y disfrútenlo mucho.
No olviden apoyarme dándole clic a la estrellita de los votos, se los agradeceré mucho. Si tienen amigos o conocidos que les gusten los géneros que yo manejo, no olviden recomendárselos.
Sino les gusta el capítulo, por favor no me maten. He estado ausente por MEDIO BENDITO AÑO y créanme que es difícil retomar todo de nuevo.
Por ciertooooo, me extendí en varios párrafos, así que lean cuidadosamente. Y no se vale llorar.
¡Ya! ¡Los dejo en son de paz!
Penúltimo capítulo
Narra Andrea:
Día de la boda por la mañana
¡Feliz día de nervios, angustias y pensamientos negativos!
Suspiré. Llegó el día. El día en el que nuestras miradas se cruzarán cada mañana al despertar y nuestras respiraciones se unirán al compás de la regadera una tarde cuando decidamos bañarnos juntos. El día en el que dejaré de ser la hija de mi madre para convertirme en buena esposa y buena futura madre para mi hijo. El día en el que no hay marcha atrás, donde mis comodidades las dejaré a un lado para que mi familia esté a gusto.
Un día especial e irrepetible, y por el cual, le pido mucho al cielo.
Mafer: ¡Waaaaaa! —Mi mejor amiga entró de golpe, asustándome— ¡Futura novia, muy buenos días! Espero que ya estés lista porque hoy será un día súper estrujado y no quiero que te dé un ataque de nervios en pleno altar—Dejó una caja gigante de metal sobre la mesa, para después sentarse en uno de los sillones más cómodos de la habitación.
Andrea: No sé cómo responder a ello.
Mafer frunció el ceño confundida. Se levantó y se acercó lentamente hacia mi lugar: su mano posó sobre mi cabello y comenzó a acariciarlo de arriba hacia abajo.
Mafer: Comprendo tu actitud ante este día. Han ocurrido tantas cosas que ni yo misma desearía comprometerme; el miedo penetraría mi corazón y mis ganas de hacer algo productivo en mi vida. ¿Pero sabes algo? Tienes a tu familia y amigos apoyándote. Lo que te hagan a ti, nos lo harán a nosotros
Sonreí. Abracé muy fuerte a Mafer, y en voz baja, le di las gracias por su tiempo, esfuerzo y apoyo. Cada una de nosotras vive distintas situaciones, y estoy agradecida de que, a pesar de no siempre tener buenos días, ella esté presente para resolver mis confusiones.
Andrea: Creo que Abraham y yo lloraremos. —Reí. Mafer negó con una sonrisa en su rostro, y después de ello, se dirigió a la caja gigante metálica que trajo. Abrió el candado, y con todas sus fuerzas, despegó varias plataformas llenas de sombras para los ojos, labiales de muchos colores, esmaltes, rubor y otros artículos de belleza.
Quedé atónita.
Mafer: ¡Quita esa cara! —Gritó, asustándome—¡Pareces mensa! —Tomó un bote con crema para el cabello y el contenido lo sirvió sobre sus manos—Discúlpame por usar un tono de voz agresivo hacia ti, pero aveces creo que no estás interesada por tu boda. Quiero decir... sé que nunca estuvo en tus planes casarte, tener hijos o inclusive arriesgarte por una pareja estable y tal vez eso te mantenga con un límite hasta el día de hoy, pero recuerda que Dios hace milagros, da bendiciones, y si a ti te eligió, debes aprovecharlo; y sobre todo, darle las gracias por lo poco o mucho que te ha dado. —Una lágrima recorrió mi mejilla y Mafer la limpió con un pañuelo. No dije nada, sólo levanté la sonrisa y erguí mi espalda— Me encargaré de que te veas más hermosa de lo que ya eres. Comenzaremos por tu cabello. ¿Qué peinado desea, futura esposa?
Andrea: Rizos. Espectaculares. Como tú sabes hacerlos. Además, me gustaría que en la parte de arriba existiera una guía en forma de trenza, que rodeara mi cabeza. Y por supuesto, un tocado, muy extenso, que brille al contacto de la mínima luz. Un tocado que complemente mi peinado. —Noté la mirada estrambótica de Mafer a través del espejo. Me incomodé— ¿Qué? ¿Demasiado difícil?
Mafer: No. Claro que no.
Andrea: Entonces, ¿por qué me miras así?
Mafer: Porque tengo una gran idea.
Fruncí el ceño.
Andrea: ¿Qué planeas hacer conmigo? —Pregunté, encajando las uñas en los brazos de la silla.
Mafer: ¡Relájate! No tengo ningún plan diabólico contigo.
Andrea: —Suspiré— ¡Menos mal!
Mafer: ¿Me prestas doscientos mil dólares?
Encajé con mucha fuerza mis uñas en la silla, que éstas se quebraron en menos de un segundo.
Andrea: ... ¡¿Qué?!
Mafer: Te los pagaré en 20 años, ¡acompáñame! —Mafer tiró de mi brazo y salimos corriendo de la habitación a quién sabe dónde. Lo único que sabía es que Mafer no se detendría hasta cumplir su idea maestra...
Su idea maestra, que al parecer, costará doscientos mil dólares.
Narra James:
Bien, retomemos: No me pondré nervioso porque tengo la facilidad de orinarme en cualquier instante, y eso no le agradará nada a Andrea. Me extenderé en los votos sin importar sonar muy cursi o provocar que la gente se duerma. Me tomaré mis pastillas anti-estrés para evitar que mis piernas tiemblen como gelatina y no beberé mucha agua antes ni durante el evento porque puede ocurrirme lo mismo que mencioné al principio. Llevaré pañuelos por si lloro (que es lo más probable), mi desodorante anti transpirante y maquillaje por si Andrea se priva en el llanto, calcetas blancas y de algodón y procuraré conseguir zapatos más ligeros porque, con los míos mis pies sudan. Y debo guardar una caja con medicinas por si...
Logan: ¡¿Pero qué estás haciendo, Maslow?! —Logan gritó en mis narices y yo caí de cabeza en cuestión de segundos. Él me ayudó— Me descuido 5 minutos y tú ya estás meditando de cabeza sobre la litera. ¿Estás loco o te haces?
Coloqué mis manos sobre mi cabeza para calmar el mareo y respondí:
James: Es mi forma de meditar las cosas, amigo. Si tú no sabes de estas cosas, no es mi problema. —Logan entrecerró los ojos, y con una fuerza del demonio, tiró de mi brazo y me obligó a sentarme frente a un espejo— Wow...
Logan: ¿Ahora qué tienes?
James: ¡Soy todo un galán!
Él frunció el ceño.
Logan: Comenzaré a peinarte antes de que decida clavarte el cepillo en tu cabeza.
Las revistas japonesas que Logan colecciona están increíbles. Él nos contó que su hermana fue fanática de las series y revistas japonesas por mucho tiempo, y para Logan, era como su pesadilla viviente cada mañana. Su hermana tapizó la pared de su recámara con imágenes de chicos japoneses, escritura en ese mismo idioma y gastaba todo su dinero en discos y películas originales del mismo tema; sin duda alguna una fanática extrema de Animé.
Conforme pasó el tiempo, Logan fue adquiriendo los mismos gustos que su hermana. A él ya no le molestaba quedarse sin comer en hora de recreo, ya no le importaba perder el autobús todos los días, ya no le preocupaba comprar útiles escolares o algún material para sus tareas, lo que en verdad le importaba era ser el primero en la fila de la tienda más famosa de Animé para adquirir sus productos.
Ahora, cada vez que entro a su habitación, puedo ilustrarme con la cantidad de imágenes, muñecos de plástico y revistas de Animé, que sin duda alguna, cuida con su vida. De hecho tiene un personaje favorito:
Light Yagami: Death Note. Logan lo ama. Lo adora con su vida. Pide todas las noches que este chico entre a nuestra dimensión y ambos se vuelvan los mejores amigos para toda la vidaaaaaa.
¿Pero qué creen?
No va a pasar.
Logan: Veo que encontraste mi revista de Light Yagami. Te pido que la cuides mucho. Esa revista es mi vida. —Dijo, mientras acomodaba mis cabellos castaños de una forma elegante.
James: No puedo creer que, gastándote tu dinero en estas porquerías, tu ranking académico siga siendo el mejor hasta el día de hoy.
Logan: Algunas personas tenemos suerte.
¿Suerte?
Este tiene billetes. A Maslow nadie lo engaña.
James: Logan— él miró mi reflejo en el espejo—... ¡gracias! No sé qué estuviese haciendo sin tu presencia.
Logan sonrió y plantó un dulce beso en mi cabeza.
Logan: ¡No agradezcas! Tener a un amigo como tú es algo magnífico. ¡Gracias a ti por aguantarme durante años!
Reí.
James: Créeme, es un esfuerzo aguantarte. —Él rió a carcajadas y golpeó mi cabeza varias veces.
El reloj marcaba las doce en punto del medio día. Logan había pasado toda la mañana arreglando mi cabello y procurando que el moño de mi traje estuviese derecho. Cuando quedé listo, él retrocedió unos cuantos pasos y me miró como si fuese una obra de arte. Sus manos descansaban en su boca, y sus ojos cafés estaban a punto de llorar.
Logan: Hermano, ¡te ves increíble! —Gritó— ¡No puedo esperar la reacción de Andrea!
Me miré al espejo, y efectivamente, Logan hizo un buen trabajo.
James: Estos pantalones ajustados resaltan mi nalga. Creo que Andrea tendrá más de una reacción—Voltee a ver a Logan y éste puso una cara de asco. Tomó su suéter, sus productos capilares y su mochila y se dirigió hacia la puerta—. ¿Qué? ¿Adónde vas? Se supone que te arreglarías aquí.
Logan: ¡Olvídalo! —Su cara de asco seguía presente— Te veo al rato. —Cerró la puerta.
James: ¡Oye, no te vayas! ¡Quiero ver el fútbol contigo! —Sus pasos se alejaban— Logan... ¡Logan! ¡No te puedes ir!
Logan: ¡YA ME FUI! —Gritó desde muy lejos.
¡Demonios! Eso merezco por pensar en voz alta.
Narra Andrea:
Muchas veces había fantaseado con ser una princesa. Soñaba que tenía un carruaje elegante, muchos amigos bondadosos, un castillo digno en donde vivir y por supuesto, un apuesto príncipe de corazón humilde con quien compartir el resto de mi vida. Fantaseaba con ser parte de un cuento y que éste fuera mundialmente conocido. Me preguntaba qué se sentiría tener todo eso en mis manos. Pero la parte más importante era cuando soñaba tener un vestido esponjoso, envidiable y espectacular, porque para mí era el símbolo, era la marca de la realeza.
Esos sueños de niña por fin se hicieron realidad, menos uno.
Sí, anhelaba con mi corazón un vestido, pero no comprado por otras personas.
... Creo que estoy metida en problemas.
Mafer: Amiga— ella retrocedió unos cuantos pasos y cubrió su rostro evitando llorar—, ¡ESTÁS HERMOSA! ¡No puedo esperar la reacción de James!
Mafer me abrazó muy entusiasmada y yo correspondí pero de una forma desinteresada.
Andrea: Yo no espero la reacción de James.
Mafer: ¡Oh vamos! ¡No seas aguafiestas! James se pondrá muy feliz al ver el nuevo vestido de novia que te compró tu mejor amiga.
Ella me compró un vestido Fibra óptica especialmente para boda. Este vestido consta de pequeñas luces, que al entrar en contacto con la oscuridad, se encienden en automático. Debo reconocer que es un vestido hermoso, de ensueños, pero es muy cotizado, por lo tanto su precio es extravagante.
Andrea: Mafer... ese vestido lo compraste con mi dinero.
Mafer: ¡Te lo pagaré, lo prometo! Considéralo un regalo.
Andrea: ¿Cómo puedo considerar un regalo algo que compraste con mi...?
Mafer: ¡Ya te dije que lo consideres un regalo! —Me interrumpió.
Saqué el móvil de mi bolso, y con un potente grito, le pedí a Mafer que terminara de arreglarme. Faltaba una hora para que comenzara la misa y mi cabello, junto con mi rostro, eran un completo desastre. Era evidente que no terminaríamos para la hora, pero un intento es un intento.
Mafer: ¿Quieres dejar de angustiarte, por favor? Te prometo que terminaremos antes de que comience la boda. —Suplicó mientras aplicaba fijador para cabello en mis rizos.
Andrea: No fue mi idea tardarnos tres horas comprando un vestido de más de 500,000 dólares.
Mafer: ¡Con un demonio! ¡Ya te dije que lo consideres un regalo!
Narra Kendall:
Las manecillas del reloj corrieron y corrieron hasta que por fin llegó el momento más esperado. El momento en el cual mi pequeña hermanita conocería la verdadera responsabilidad.
Recuerdo que ella siempre me decía que nunca quería casarse, que prefería viajar por el mundo sola, divirtiéndose sin la compañía de nadie. Yo, orgulloso de ella, alimenté cada uno de sus sueños y le rogué que no se dejara llevar por los comentarios de las personas y tampoco que bajara la guardia. Ella, tan pequeña y noble, dijo que sí y lo prometió con su corazón.
Logan: Kendall... —Chasqueaba sus dedos muy cerca de mi nariz— Kendall... O Kendall... ¡KENDALL TE ESTOY HABLANDO, CARAJO!
Parpadee un par de veces, recobrando el conocimiento.
Kendall: ¿Sí, Logguie?
Logan: ¡Es tarde!—Tomó asiento nuevamente y continuó arreglándose la corbata— ¡No puedo creer que no te hayas cambiado aún!
Yo, con las piernas abiertas y acostado en el sofá de una forma chocha, le respondí:
Kendall: La Iglesia y el salón de eventos se encuentran a una cuadra de esta casa, sólo es cuestión de ponerme mi traje, arreglarme el cabello, colocarme mi loción favorita y lavar mis dientes.
Mi amigo entrecerró los ojos, atiborrado, y mientras su mirada se centraban en la perfección de la corbata, me respondió:
Logan: Aprende a mí. Un hombre que se arregla horas antes es un hombre lleno de oportunidades.
Kendall: ¿Un hombre lleno de oportunidades?
Logan: ¡Efectivamente! Recuerda que nosotros ya nos encontramos en la edad madura, es decir, que ya no nos vemos bien hablando o actuando como jóvenes o niños. Debemos mantener nuestra elegancia y cordura. Debemos ser educados con las personas de todas las edades y cada día prepararnos para levantar a nuestra y la familia que se aproxima.
Lo miré fijamente.
Kendall: Mentí. En realidad la Iglesia y el salón de eventos se encuentran a una hora de aquí. Pensaba irme caminando por cuestiones de salud, pero viéndolo desde otra perspectiva... tomaré un medio de transporte económico y bastante moderno. ¿Deseas acompañarme?
Logan: Wow, ¡¿te compraste un auto?!
Kendall: Te acabo de decir que es un transporte económico y bastante moderno.
Él se tomó su tiempo pensando, hasta que su rostro de asco respondió mi petición.
Logan: Eres Kendall Schmidt. Es claro que tu medio de transporte es un skateboard . Y para ser exactos es uno viejo, el mismo que has utilizado desde hace más de diez años. Recuerda que somos unos adultos responsables, de carácter y con obligaciones un poco más fuertes. ¿Crees que nos veremos bien en un skateboard.
Lo miré de la misma forma que hace unos minutos, y con mucho esfuerzo, saqué debajo de la cama unas cajas largas y coloridas y le pedí que las observara. Estas increíbles cajas contenían una patineta eléctrica OVERBOARD de diez pulgadas, con llantas todo terreno y diseños modernos que se acoplan a la personalidad del individuo. Logan siempre deseó una. Él, al voltear, no aguantó la sorpresa y comenzó a llorar; una de las cajas tenía una nota pegada, la cual decía en letras cursivas:
"Eres el mejor amigo que la vida me pudo haber dado. Logan, disfruta de este pequeño obsequio y considéralo como una muestra de mi cariño y fraternidad que te he tenido desde el primer día que te vi. Espero que nuestra amistad dure muchos años, y así poder contarles a mis futuros hijos la persona tan magnífica que eres.
Aunque pasen muchos años, no permitas que la llama de tu infancia se apague, tampoco la llama de tu juventud."
Te quiere Kendall.
Logan, aún con su rostro enrojecido y húmedo por el llanto, me abrazó. Y susurró varias veces "¡gracias!" acompañados de varios "¡te amo!". Correspondí su abrazo, pero en seguida le pedí que nos apresuráramos.
Logan: Un momento... ¿Estás apresurando al joven que ya está listo desde hace varias horas? —Sonreí y le di un fuerte golpe en su hombro. Antes de retirarnos, me dio otro fuerte abrazo— Es... es el regalo más grande que alguien me haya dado. No... no tengo forma de pagártelo.
Kendall: Me conformo con que ambos lleguemos a la Iglesia montados en nuestras nuevas patinetas todo terreno. Oh, y que tu concepto de adulto responsable quede descartado de tus pensamientos por el resto de tu miserable vida. ¿Aceptas mi petición?
Él sonrió dulcemente.
Logan: ¡El último en llegar a la Iglesia es una rata de coladera!
Ambos tomamos nuestras respectivas patinetas y corrimos a la salida, pero antes de ello:
Kendall: ¡Espera, no estoy listo! —Intercambiamos miradas. No nos importó y nos dirigimos hacia la Iglesia.
Patineta OVERBOARD con diseño de los Elementos: Logan.
Patineta OVERBOARD con diseños coloridos: Kendall.
Narrador omnipresente:
Las puertas de la iglesia permanecen cerradas, la familia y amigos esperan por la entrada triunfal de Andrea, el padre seca su frente con un pañuelo color rojo adornado con bordados negros, y James... sudando como nunca antes se imaginó, por las partes que ni él mismo sabía que sudaban. El coro sigue afinando los últimos detalles de su presentación y uno que otro bebé llora en los brazos de su madre. Algunas personas mayores duermen la siesta mientras esperan, otras rezan para que este matrimonio no se vaya al carajo como los demás.
Sí, es una boda de ensueños
Phillip: Ésta es la razón por la cual no quiero casarme. Las mujeres tardan mucho arreglándose y luego los matrimonios fracasan porque tienen deudas extremas de la fiesta. —Dijo, en voz baja.
James: Los matrimonios fracasados que tú conoces no lucharon como debe ser. Tú sí lo harás.
Phillip chasqueó la lengua, desinteresado.
Phillip: Primero preséntame a una chica y después vemos el trabajo de casarse.
James puso los ojos en blanco, ignorando los comentarios de su hermano.
Un par de segundos más tarde, las campanas sonaron. El padre se levantó de su asiento al igual que el resto de las personas. Las puertas se abrieron y las miradas de los susodichos descansaron sobre la presencia de Andrea, quien a pasos lentos y firmes, se acercaba al altar, acompañada de sus padres, sus padrinos y unos niños que lanzaban pétalos de rosas. El vestido largo y esponjoso de ella permitía lucir con más detalle su pancita de embarazada, lo cual causó ternura en la mayoría de los presentes.
James tomó su pañuelo y comenzó a llorar. Por fin estaría con su verdadero amor por el resto de su vida.
James: ¡Te ves hermosa! —Dijo en voz baja mientras sus mejillas se decoloraban y se empapaban por las lágrimas que no podía controlar. Andrea sonrió dulcemente.
Padre: Muy buenas tardes, hermanos. Hoy estamos reunidos para celebrar el sagrado matrimonio de estos dos jóvenes: Andrea Schmidt Germán y James David Maslow Burge, quienes durante años trabajaron arduamente para que su relación no decayese, y hoy, el señor los llamó para que unan todo ese esfuerzo para toda la vida. Les pido de favor a los novios que se miren frente a frente, tomen sus manos y aguanten las ganas de llorar.
El padre tomó un traste con agua bendita y esparció el agua ante las personas. Seguido de ello, pidió la presencia de los padrinos de anillos. James, sin poder evitarlo, comenzó a llorar a cántaros recibiendo miradas compasivas y un tanto confusas de las personas. Su llanto no cesaba, éste aumentaba cada vez más con el tiempo, hasta que Phillip corrió hacia él y se lo llevó por un momento. Los murmullos y las preguntas comenzaron.
Phillip: ¿Quieres que te traiga un medicamento?
James: ¡Tú no entiendes, Phillip! —Sollozando— Nadie entiende.
Phillip, confundido, lo tomó de las manos y preguntó:
Phillip: ¿Qué es lo que nadie entiende, James?
James: Estoy maldito. ¡Estoy maldito! —Elevó el tono de su voz— Desde hace cuatro años no he podido disfrutar de mi vida ni de mi relación con Andrea, ¿sabes por qué? Porque cada vez que quiero ser feliz, alguien o algo lo arruina—Sorbió su nariz y soltó las manos de Phillip— Si acepto ese anillo, si ella acepta, y si yo acepto, nuestra familia puede correr peligro... y créeme, lo que menos quiero es que mi esposa e hijo se sientan incómodos a mi lado.
Phillip lo miró, muy profundo. Volvió a tomar las manos de James y poco a poco fue estrujándolas. James se quejó por el dolor.
Phillip: Desde los diez años he cuidado de ti. Te vi crecer, te he visto llorar, te he visto fracasar, te he visto ser feliz. Y ahora que llegó el momento de que abandones tu hogar para crear el tuyo, ¿crees que voy a permitir que te rindas? No, James... las cosas no son así. El dolor que estoy provocando en tu mano es el mismo que yo siento al ver que, desde hace cuatro años, te he visto sufrir como nunca. Pero ese dolor es fortaleza. ¡Tú eres fortaleza! —Soltó tus manos— Ahora sacúdete y ve a casarte con el amor de tu vida.
James rodó los ojos y se cruzó de brazos.
James: No sé a qué te refieres con "sacudir"—Espetó, desinteresado.
Phillip, quien lo miraba con una ceja arqueada, le plantó una cachetada. James se quejó y asesinó con la mirada a su propio hermano.
James: ¡¿Quién te dio derecho a pegarme?!
Phillip: Mamá cuando ella se iba a trabajar. —Informó, para después pegarle nuevamente a James.
James: ¡Oye! ¡¿Quisieras tener un poco de... —Nuevamente lo golpeó— ¡Deja de pegarme, estú... —Nuevamente lo golpeó—... ¡OYE! —Y nuevamente lo golpeó— ¡YA BASTA, PHILLIP!
Phillip: ¿Todavía tienes duda acerca del término "sacudir"? —Preguntó, mostrando una sonrisa victoriosa.
James negó. Arregló su saco, cercioró de que sus mejillas no estuviesen sangrando por los golpes, y se dirigió a la ceremonia.
Andrea Schmidt:
Las personas que nos acompañaban intercambiaban miradas de preocupación y desorientación. Phillip se llevó a James aproximadamente veinte minutos, lo cual dejaba mucho qué pensar.
James se comportó muy extraño últimamente. Por las noches él despertaba, muy asustado, y bajaba a la cocina por un vaso enorme con leche, jugo o lo que hubiese en el refrigerador. Sí, sé que nuestra familia pasó por muchos traumas, pero eso no quiere decir que seguirá ocurriendo. No tiene nada que ver con que se rehúse a casarse conmigo.
Kendall: ¿Te encuentras bien? —Me preguntó en el oído, montado en su patineta colorida aún encendida en la ceremonia.
Mi hermano me transmitía ánimos.
Andrea: Es James... quisiera saber qué le dijo a Phillip en el rato que los dos se fueron hacia los salones de atrás. —Dije, angustiada. Kendall se bajó de su patineta, y con ambos brazos, me encerró en un dulce abrazo, esquivando las miradas metiches de las personas.
Kendall: No te preocupes por ello —Plantó un beso en mi frente—. Si ese hombre se rehúsa a casarse contigo, tendrá que buscar un lugar dónde ocultarse porque le romperé los dientes. Y no... no te obedeceré si me pides que lo golpee con amor.
Reí. En ese instante, el Padre nos pidió que guardáramos silencio. James regresó un poco avergonzado. Subió los pequeños escalones, quedando frente a frente conmigo, y suspiró como si le hubiesen retirado un peso de encima.
Padre: Señor James, le recuerdo que varios de sus invitados llegaron de tierras muy lejanas, y no es justo que usted les haga perder su valioso tiempo con...
James: Lo sé —Interrumpe—. Prosiga.
El Padre, desconcertado, junta sus manos y continúa.
Padre: Queridos hermanos, les pido una disculpa por la corta ausencia del joven Maslow, el matrimonio vuelve locos a todos los chicos de hoy en día, y no los culpo. Bien, prosiguiendo con la ceremonia, hoy ésta hermosa pareja contrae el sagrado matrimonio, lo que significa que muchas de sus comodidades se irán, al igual que los pecados que aman cometer. Por eso, en presencia de nuestro señor Jesucristo, le pido a la jovencita Andrea Schmidt que le comparta sus votos a su futuro esposo.
Un escalofrío recorría por mis venas. Dediqué mucho tiempo escribiendo estos votos; ojalá le agraden.
Andrea: "Hola, esposo mío. Espero que te encuentres muy bien. Hoy, en ésta tarde, quiero dedicarte unas palabras que provienen desde lo más profundo de mi corazón. Para empezar, quiero darte las gracias por todo tu apoyo, por tu sinceridad, por ser caballeroso y humilde todo este tiempo que llevamos juntos. Me has enseñado a observar el mundo desde otra perspectiva, cosa que no cualquier persona logra con facilidad. Me has enseñado a enfrentar los problemas con una sonrisa, me has enseñado y demostrado que el amor lo puede todo. Me has enseñado muchas cosas. Y así, como me has demostrado todo tu esfuerzo y dedicación para avanzar en este camino, así quiero demostrártelo ahora que compartamos bienes, un hogar y nuestros pensamientos. Quiero ser una buena esposa para ti y una buena madre para nuestros hijos. Quiero que me recuerdes como tu bella dama, aquella niña loca de cabello rubio platinado que se la pasaba haciéndole bromas a su hermano. Quiero que me recuerdes por muchas cosas, aunque no sean positivas. Te amo y te prometo que la muerte no podrá separarnos."
En el silencio durante la ceremonia, varias personas sorbían de su nariz evitando llorar, otras no pudieron controlar el llanto, y otras... bueno... no les agrada lo cursi.
Seguía el turno de James.
Padre: Puede comenzar cuando guste.
James: No me presione—Ordenó. Sacó de la bolsa de su saco una pequeña hoja doblada en muchas partes. La observó detenidamente, y en seguida, la tiró a la basura, atrayendo las miradas molestas y desconcertadas de las personas, incluyendo la mía—. ¿Saben algo? —Se dirigió al público—, hace un par de minutos estuve hablando con mi hermano allá atrás. Le dije que me sentía muy asustado al saber que mi persona se encuentra maldita, y que en cualquier momento, mi familia puede sufrir otro caos por mi culpa. Hemos sido un imán de tragedias todo este tiempo, por si alguno de ustedes no se ha enterado. Mi hermano Phillip me hizo reflexionar. No porque hayamos sufrido tragedias en el pasado, significa que nos seguirán persiguiendo, sólo Dios sabe por qué pasan las cosas, y si tenemos fe en él, estoy seguro que la vida de cada uno de ustedes cambiará para bien. Lo que quiero informarles, es que le doy las gracias a Jesús por habernos permitido seguir con vida después de todas esas tragedias que se atravesaron. En especial, por dejar con vida a mi novia, a mi futura esposa. Hoy, yo no necesito un papel donde te explique cuánto te amo y cuánto agradezco que estés aquí conmigo —Se arrodilló—. Te tengo en frente mío, dulce mujer, y con el corazón frío que Dios y mis padres me donaron, te prometo ser siempre fiel, cuidar de ti y de nuestra descendencia. Prometo ser el príncipe que tanto soñaste cuando eras niña, y prometo recordarte como mi única dama. OJO, si yo no cumplo con algún voto, le doy permiso a tu hermano que me golpee todo lo que desee.
Kendall rió a carcajadas, tanto así que aplaudió halagando las palabras de James. El público lo acompañó de la misma forma. Se levantaron de sus asientos y le ofrecieron a James una bulla de entusiasmo, que estoy segura de que recordará por siempre. Las mejillas de James tomaron un rojo carmesí, y sus ojos se cristalizaron.
Terminando el escándalo, el padre continuó con el programa. Pidió que nuestros Padrinos de Anillos pasaran al frente. Ellos nos entregaron una caja de cristal que contenía nuestros anillos; dos hermosos anillos con incrustantes de diamante, que además de esa característica, tenían grabados nuestras iniciales y la fecha de nuestra boda. En la indicación del Padre, James colocó el anillo en mi dedo y yo en el suyo. Y juntos gritamos al unísono >>¡ACEPTAMOS SER ESPOSOS!<<
Los niños que acompañaron mi recorrido al entrar a la Iglesia, comenzaron a quebrar platos, a lanzar arroz sobre personas ajenas y a gritar como locos, aún más entusiasmados que el resto de los invitados. Un momento efímero.
James me tomó por la cintura y me cargó, plantándome un dulce y apasionado beso sobre los labios. Mis ganas por llorar no se controlaron, por lo tanto ese beso fue acompañado por lágrimas saladas.
Andrea: Usted me vuelve loca. —Espeté, mirándolo a los ojos.
James: Espero seguirte volviendo loca por el resto de nuestras vidas.
Andrea: ¿Prometes ser fiel ante todo?
James: Prefiero jugar con aviones de papel, en vez de tu corazón. —Sonrió dulcemente— Por cierto, ¡qué hermoso vestido! ¿En qué parte lo compraste?
Tragué saliva.
Andrea: Mi Mejor Amiga lo compró.
James: ¡Pues yo también le daré las gracias a tu Mejor Amiga! No eres la única que admira éste vestido.
Si supiera lo que costó, esa sonrisa se borraría.
Andrea: ¡Nos espera una fiesta en grande!
James: ¡Es verdad! Mami dijo que preparó una barbacoa estilo México. ¡Yo amo México!
Andrea: ¿Quién no ama a México?
James: Trump... supongo.
Andrea: Toda la razón. ¡Vamos a comer barbacoa estilo México! —Con una mano levanté mi vestido y con la otra tomé la mano de James y salimos corriendo directo al auto. Algunos de nuestros invitados nos tomaban muchas fotos, otros silbaban bastante fuerte. Mientras corríamos, daba un aspecto de escena en cámara lenta. Otro momento efímero.
Hasta yo lloré con éste capítulo :'). ¡Waaaaaa! ¿Qué les pareció? Espero que les haya gustado, y por supuesto, espero haberlos motivado porque, ¿qué creen?
¡EL PRÓXIMO CAPÍTULO ES EL ÚLTIMOOOOO!
¡Así es! Como lo están leyendo ahora mismo en pantalla, en el próximo capítulo la novela dará un giro bastante fuerte. Así que manténganse atentos, porque la novela está a un paso de llegar a su fin. Pero no se preocupen, les tengo una sorpresa HERMOSA como la carita de James en la foto de arriba.
Los amo y no se despeguen de Wattpad.
—TheMelsMorales