Narra André.
Alex me miraba por la enorme ventana que daba a mi oficina,le sonreí y ella devolvió el gesto.
Me quede por unos segundos pensando en qué tal vez ella sea la mujer indicada para mi. Su vida y la mía en gran parte no ha sido fácil.
—¡André!.-Mi socio habló interrumpiendo mis pensamientos.
—¿Que pasó?.
—André,"El gato" salió de prision.
—¡¿Que?!.-Me levante de mi asiento.
Ese tipo no podría estar libre,ese tipo siempre me tuvo mucho coraje por haber matado a sus asquerosos hermanos después de saber que le estuvieron robando a mi padre.
—Lo liberaron ayer,por buena conducta.
—Es imposible,el jefe de la carcel dijo que nunca saldría,eso acordé con él.
—El jefe murió.
—¿Cómo?.
—Uno de sus empleados lo sacó. Logró que escapara.
—¡NO PUEDE SER!.-Grite y golpie el escritorio.
—André tenemos que hacer algo,ese hombre los odia a ti y a tu padre,estoy seguro que hará algo para lastimarlos,sabes a qué me refiero.-Me quede mirando hacia donde estaba Alex,sus hijos y mis hermanos.
Sabía que ese hombre ya estaba enterado de todo y que intentaría hacerles daño.
—Consígueme una casa en Nueva York,me iré para haya.
—Pero André,él te encontrará.
—No lo hará,me cambiaré el nombre. Si él no sabe de mi,no sabrá de mi familia. ¡MALDICION!.
—André,cálmate.
—¿Calmarme?,por Dios ,mi única familia está en peligro por mi maldita forma de vivir. Déjame solo,por favor.
—Está bien André.
Él salió de mi oficina.
Estaba muy nervioso.
Narra Alex.
Vi que André estaba como nervioso.
Me dirigí hasta su oficina.
Entre.
—André,¿qué pasa?.-Pregunte.
—Alex,tenemos que irnos de aquí.
—¿Por qué?.
—¡Sólo hazme caso,carajo!.
—André,¡CÁLMATE!.
Tuve que gritar para que entrara en razón.
—Calmarme,¡MALDICION!,no quiero perderte,eres la única familia que me queda.-Dijo y sus ojos se cristalizaron.
Esos ojos azules,se volvían obscuros. Perdían su brillo.
—André ,mi amor ,nunca me perderás,yo soy fuerte,siempre estaré contigo.
—Vámonos de aquí Alex,en serio estamos en peligro.
—Vámonos André ,a donde tú quieras.
—Nos iremos a Nueva York,mañana temprano salimos hacia haya.
—Está bien.-Dije y lo abrace.
—Te amo hermosa.
Lo mire y sonreí,para después besar sus labios.