Mire a nuestro pequeño quien dormía con tranquilidad, sus cabellos rubios se notaban a la perfeccion, lo que más me fascinó cuando ella abrió sus ojos por primera vez, fueron aquellos ojos verdes, sonreí como un idiota mientras lo miraba.
Aún recordaba los meses de embarazo de Anna, jamás había sido una mujer con nausas, ni mareos, solamente tenía antojos a las 3 de la mañana y se ponía sentimental por cada cosa, incluso recuerdo cuando un día le dije que hacía un bello día y ella comenzó a llorar porque el sol había salido, y era un nuevo dia, no sabía si reír o llorar con ella pero que más daba, disfrute cada etapa del embarazo de Anna.
-Es injusto, sólo se parece a ti.- dijo Anna mientras lo miraba.
-Bueno cariño suerte para la próxima.
Ella me miro con los ojos entrecerrados, después sonrió ampliamente antes de volver su mirada al pequeño Lucas.
-Sólo espero que no se tan idiota como tu.
-Gracias por el bello cumplido cariño.- dije con algo de sarcasmo.
-Será el bebé más alegre.
- Por algo lo nombramos Lucas.
O al menos eso era la idea, Lucas significa el que resplande, debido a la personalidad de Anna y la mia, concluimos que Lucas sería algo explosivo pero en vez de eso, tuvo que ser igual que mi padre, tan reservado, tan callado y serio, tan calculador.
-Es del lado de tu familia.- expresó Anna mientras miraba a Lucas leyendo.
- ¿Por que tenía que ser igual que mi padre?.- me queje al recordar tan sólo lo mal que nos llevamos.
- Yo igual lo quiero mucho, es como un mini tu, pero con inteligencia.
Mire a Anna fingiendo indifnacion, ella tan sólo me miro con ternura, finalmente termine sonriendole con ternura como siempre, jamás podía enojarme con ella, nunca podía hacerlo sin importar lo que hiciera.
-Te amo Anna.
- Yo tambien, soy un encanto.- dijo tirando su cabello hacia atrás, haciéndome reír.
-Claro que si.
Volví mi mirada hacia Lucas, puede que no haya sido como esperaba pero no por eso tendría que dejar de amar a mi hijo o exigirle ser alguien quien no es, algo que había prometido cuando supe que era niño, es que no pensaba tratarlo de la misma manera que mi padre había echo y era algo que pensaba cumplir, pero no podía creer lo fatal que me saliendo todas las cosas.
-No entiendo de supone que esa chica Maddie es su novia, pero la otra chica Stephannie está con el todo el tiempo. Todo va a salir mal.
-Deberías hablar con él antes de juzgar los asuntos.- te riño Anna.
-Lo juzgo porque se lo tonto y idiota que es cometer errores como esos, sabes muy bien a lo que me refiero.
-Lucas y tu no están en la misma situación, no puedes decir que el cometera los mismos errrores que tu, pensé que ya lo habíamos hablado antes, él es más listo que tu.
- Anna, sólo quiero lo mejor para mi hijo.
-Y yo tambien, ahora Baker quédate tranquilo y habla con tu hijo.
No pude evitar tumbarme a la cama, a un lado de Anna, ella dejó el libro de lado y golpeó mi rostro con su mano.
-Idiota.
-Yo te amo más.- dije con una sonrisa.
-Prometeme que siempre cuidaras de nuestro hijo.
-Siempre lo haré.
- Ahora que todo está arreglado vayamos a la cama.
Anna se acomodó en la cama, yo la abracé por la espalda y besé su cabeza.
-Te amo cariño, que descanses.
-Tu igual.
Incluso a pesar de que le había prometido a Anna que cuidaria de el siempre.
No pude evitar sentirme decepcionado de él, se supone que estaba totalmente casado con aquella mujer rubia de hermosa sonrisa, llamada Maddie, se supone que estaba haciendo las cosas a la perfección tal y como queria, pero ahora enfrente de mi estaba Estephannie llorando en un mar de lágrimas diciendo que esperaba un hijo de Lucas.
Aquel día en verdad no pude evitar sentirme tan decepcionado.
-¡No te quiero ver jamas!.- le grite en la cara con toda la molestia posible.
-De acuerdo.- respondió con tanta tranquilidad que me hacía sentir aún mal, me estaba equivocando de nuevo en mi vida.
-Lo prometiste Tobías.- dijo Anna con lágrimas en los ojos antes de ir detrás de Lucas.
-Lose.- dije con toda la culpa encima.
Aquella noche tuve mi primera pelea con Anna, aquella noche tuve miedo de ser nuevamente aquel fracaso de hace 10 años
-Lo siento.- le dije a Anna entre lágrimas cuando regreso a casa.
-¿Por que lo hiciste Tobías?.- pregunto ella también en llanto.
-Perdóname Anna.- dije mientras la abrazaba.- no quiero perderte a ti también.
-Esta bien, esta bien.- me consolo mientras me abrazaba también.- te perdono, ya no peleemos, no otra vez.
Y aquello había sido una promesa que pensaba cumplir siempre, lo había logrado, lo había intentado incluso cuando ocurrió aquello.
-No puedo cuidar de él.- Lucas despues de 8 años había vuelto a casa con un pequeño niño rubio.- Su nombre es Matthew, andando Matthew saludo a tus abuelos.
-Hola.- dijo el pequeño con timidez mientras se escondía detrás de su pierna, no pude evitar soltar un suspiro con decepcion, pero el brazo de Anna tocando mi hombro como consuelo me tranquilizó.
-¿Que hay pequeño?.- dije mientras me agachava a su altura.- ven y saluda a tu abuelo Tobias, a que somos muy atractivos.
Anna me dio un zape en la cabeza haciendo reír al pequeño, se acercó a nosotros con una sonrisa, vaya ahora este pequeño al menos si se parecía a Anna, esa sonrisa realmente era hermosa.
-Necesito que lo cuiden.
-Lo haremos.- dije mientras cargaba al pequeño.- tal vez ya no sea tan joven como antes pero es mi nieto.
-Gracias papá.- dijo antes de darse media vuelta.
-Perdona Hijo.- dije sincero por todo.
-Perdóname tu también.- respondió antes de irse.
-¿A donde va papi?.- pregunto Matthew mientras miraba hacia la puerta.
-Tranquilo pequeño, volvera, algún día tal vez.
-Tobías.
-No a dejado una nota.
-Mejor ven con la abuela.- dijo Anna antes de quitarme al pequeño de mis brazos.
- Estoy haciendo el intento.- respondí llendo detrás de ellos.- ahora tengo una segunda oportunidad.