Jisung siguió intentando tiros libres siguiendo los consejos de Minho, fallando algunas veces y alábandose cada vez que lograba encestar.
Sin duda en unas horas había aprendido algo del deportista, era muy bueno. Además de ser demasiado agradable y muy atractivo...
"Aish, que debo dejar de pensar en eso."
Se dijo mentalmente Jisung al estar pensando nuevamente en la apariencia perfecta que tenía el chico. Definitivamente su amiga, esta vez, había tenido buenos ojos al haberse fijado en Minho.
— Creo que... ya lo perfeccioné —lanzó una vez más encestando, riendo por ser mejor aún en un deporte que no le gustaba— Por cierto...
No debía olvidarse su misión, mañana Ryujin haría su parte en su casa y él por ahora estaba comenzando la suya.
— ¿Hay alguna chica que te guste? —preguntó recogiendo la pelota que había lanzado hace segundos.
Minho seguía parado a unos metros viendole como lanzaba desde hace minutos, corrigiéndole sus errores.