Jisung podía sentir la calidez y aroma masculino de Minho detras suyo.
— ¿Así? —susurró la pregunta al aire, intentando en concentrarse en algo que no fuera al chico tras él.
Lanzó la pelota, pero esta ni llegó al canasto. Jisung hizo una mueca de fastidio y recogió la pelota para volver a intentarlo.
— Lo intentaré de nuevo.
Volvió a la misma posición mientras sentía la mirada de MinHo en él.
— Esta ves le dar... —la lanzó, callando sus palabras al haber fallado— ¡Demonios! —se quejó.
Quiso lanzar una maldición pero se contuvo al fruncir sus labios infantilmente.
— No sabía que era tan complicado.
De la nada sintió a Minho guiarle de nuevo, rozándole la mano delicadamente.
¿Es que.... no podía mantener distancia?
"Piensa en Ryujin. Ryujin."
Se repetía Jisung en su mente, tratando de evitar sentir que su cuerpo era atraído por la calidez del deportista.
Si no le gustara a su amiga... podría...
Cerró sus ojos quitando ese pensamiento de su mente y volvió a intentar lanzar, esta vez lográndolo con la ayuda de Minho al guiarle.
— ¡Lo hice, lo hice! —dijo emocionado Jisung saltando para luego detenerse y poner una mano en su cadera con una sonrisa pícara dirigida a Minho— A que soy bueno, ¿verdad?