El rugido del motor de la inconfundible camioneta Bieber me hizo saltar como un resorte de la cama, cheque brevemente por la ventana confirmando mis sospechas.
Quite el pijama del cuerpo dejándola volar por toda la habitación y en ropa interior para nada tentativa, rebusque entre el armario la ropa más sexy que pudiera encontrar.
En el fondo de este encontré una camisa sin estrenar que me había regalado la abuela, creo que un regalo de la abuela no puede ser provocador, pero qué más da.
Saque sobre mi cabeza el sostén y tome del cajón un top deportivo negro, me lo puse y sobre este la camisa de cuadros blancos, gris y negro arremangando las mangas hasta los codos y dejando los primeros tres botones abiertos.
Di brincos por toda la habitación subiendo los pantalones que ya tendría que dejar de usar- ah -el pie había pasado de largo por uno de los agujeros en las rodillas, estos crujieron abriendo un poco más la abertura- perfecto ¿que sigue ahora? - hable para Destiny, el enredo en mis muslos con los pantalones me hizo caer al suelo- ¿otra vez? Mira destiny -me pare mirando al techo de mi habitación apuntando a cualquier lado -no entiendo tu afán por no querer que me case con Thiago, pero vas a tener que superarlo y ayudarme- suspire cuando logre cerrar el botón, me senté en suelo colocándome los tacones que por lo general nunca usaba.
Esparcí bastante perfumo en mi después de cepillarme brevemente el cabello.
-Hola -hable no más se terminó de abrir la puerta de la cocina, mi madre, nana y otras empleadas estaban preparando la comida para los obreros.
-tu no dijiste que ibas a pasar todo el día en tu habitación, además para dónde vas tan arreglada
-arreglada madre? Si me puse lo primero que encontré
-esto no tendrá nada que ver con la llegada de Thiago, ¿verdad?
-claro que no mama
-Faih te he dicho muchas veces que ese chico es muy mayor para ti
-pero si yo no he dicho nada
-no hay necesidad de que lo digas
Rodé los ojos tomando una manzana para mordisquearla. Mi madre estaba constantemente recordándome lo mayor que era Thiago y lo mucho que no quiere verme sufrir por una desilusión amorosa tan joven por aferrarme a un amor imposible.
La fresca brisa de la mañana me pego en el rostro haciéndome cerrar los ojos, cuando los abrí una de las empleadas caminaba frente a mí, pero a unos metros de distancia- Oye -grite llamando su atención, pero no me escucha, los tacones no me dejaban correr lo suficientemente rápido para alcanzarla, aunque no se encontraba muy lejos- oye -chille otra vez, esta paro de golpe con la bandeja en sus manos y giro.
-dígame señorita
-ehh ¿para dónde llevas esa bandeja? - lance el corazón de la manzana a algún lado cercano.
- su madre me pidió que se lo llevara a sus hermanos que están en el jardín.
-no te preocupes yo lo hare - busque quitarle la bandeja, pero esta movía las manos para no entregármela.
-pero...-en un descuido le arrebaté la bandeja y seguí el camino triunfante que anteriormente ella tenía.
Con las piernas algo tambaleantes, no sé si por los nervios o los tacones, llegue al lugar donde mis seis chicos favoritos se encontraban reunidos conversando de algo trivial.
Todos voltearon en mi dirección cuando los zapatos hicieron su característico ruido de "estoy aquí mírenme", Dudley con expresión divertido elevo una ceja.
Mis dos hermanos mayores se disgustaban la mayoría de las veces en las que iba Thiago a la casa porque solía estar con ellos solo para verlo, sin embargo, mis dos hermanos del medio, los gemelos, pasaban de mi ignorándome cuando esto sucedía, pero mi hermano menor, de los cinco, se divertida con mis patéticos intentos de atraer su atención a mí, donde siempre terminaba haciendo el ridículo.
Como hace dos meses donde el intento con ser una chica moderna y sexy terminé dentro del estanque de patos, en papada y con el maquillaje corrido, sin dejar de lados las burlas que recibí.
PER-FEC-TO.
Deje la bandeja sobre la mesita- hola chicos -todos me miraron con cara de pocos amigos- Hola Thi.
-Hola Bell ¿puedes servirme un vaso? -me guiño un ojo, sentí que toda la sangre se acumulaba en mi rostro y dejé de respirar, sentí desmayarme, pero debía actuar normal.
Como un hombre podía ser tan perfecto, esa camisa roja ajustada le quedaba de maravilla dejando todo a la imaginación, debería ser un pecado lucir tan bien en unos simples vaqueros.
[...]
Aburrida adsorbí la merengada por el pitillo del vaso jugueteando con esta mientras escuchaba como mis amigas hablaba sobre lo encantadores que eran sus novios.
La salida con algunos chicos de mi edad no siempre eran lo que se esperaba, o por lo menos para mí no lo eran, ¿qué de interesante era tener una cita con un chico que te llevaba a su casa a jugar play? Es enserio, Nada de cine, nada de restaurante, por lo menos una caminata por el parque, pero no.
-Mira quien está allá -susurro Jussara, moviendo su codo en mis costillas.
Everett el chico más dulce, lindo y popular de la secundaria, quien por cierto no ha dejado de insistir en que vaya al baile de su graduación. -está mirando hacia acá -chillo eufórica, mucho más emocionada que yo, el movió la barbilla en señal de salud y me quiño un ojo, lo sonreí sin importancia. - solo vas a sonreírle, es broma ¿verdad, Faih? -subí los hombros sin importancia y seguí jugando con el pitillo.
Jussara paso de mi para hablar con las chicas otra vez, no estaba muy interesada en hablar de igual forma no tenía mucho que aportar a la conversación.
-Enzo es tan lindo -suspiro seguramente recordando- besa tan tierno, aunque algunas veces cuando estamos solo se pone más picante -confeso ráchelle, una morena hija del sheriff.
Todas suspiraron embobadas como si fuera la gran cosa besarse, otro par de confesiones llegaron a la mesa para finalizar con una pregunta. - ¿y tú Faraih, ya besaste a Everett?
-yo...yo, no.
-oh, pero lo besaras- movió las manos hacia mí en un gesto de no pasa nada- pero cuéntanos ¿quién fue tu primer beso?
-mi primer beso -casi me ahogo con mi saliva. Golpee mi pecho repetidas veces para tratar de aliviar la presión- no he dado mi primer beso- susurre bajito buscando que no lograran escucharme, todas se miraron entre si y luego a mi como si hablara en broma, pero como no rectifique sus facciones cambiaron como si yo fuera un extraterrestre.
En una época donde damos nuestro primer beso a los 11 y perdemos la virginidad a los 14, yo era digna de un experimento.
La vergüenza de ser la única sin haber besado me molesto infinitamente, ¿era yo tan poco atractiva? Necesitaba arreglar este error de una vez por todas, como desde el principio con mi poca participación las chicas siguieron bromeando y chismeando sobre sus vidas y la de los demás.
-Con un hombre así sería feliz el resto de mi vida - la voz de Ruby quedo en el aire cuando un grupo de tres chicos pasaron frente a nuestra mesa bromeando y golpeándose entre ellos en forma de juego. -Jay Bieber-lo nombro para conocimiento de la chica.
-el prototipo de mi hombre perfecto -reí atrayendo su atención a mí con cara enojada, esta pensó que me estaba burlando de ella.
Ruby era nueva, su llegara al pueblo fue inesperada, en un par de semanas la casa del viejo John había sido puesta en venta y a los días su familia llego- crees que él no podría fijarse en mi -su tono altanero y a la defensiva me mostro que estaba enfadada.
-no me rio de ti, me reí porque suelo escuchar ese tipo de comentario sobre el constantemente
- ¿y te pone celosa? -la burlita en su tono no me gusto para nada, no trate de insultarla, pero está siendo una perra - él nunca se fijaría en ti, chica que no ha dado su primer beso-Jussara abrió la boca para defenderme, pero no la deje.
-para que sepas, chica nueva -apretó los dientes por el gesto que hizo- Jay es mi mejor amigo- Su risa me hizo enojar, me levante del puesto y me dirigí a la mesa de Jay y sus amigos, este al verme sonrió abiertamente, siento un peso detrás de mí y Ruby estaba caminando al mismo paso que yo para llegar.
Apuro el paso tratando de ganarme, la deje-Hola -coqueteo sin ninguna timidez con Jay, las dos cejas elevadas en su rostro me dijeron que Jay le iba salir con un desplante.
- ¿Y tú eres? -el tono arrogante hasta a mí me dejo paralizada.
-Yo...yo- la había puesto nerviosa, el tono en su voz fue bajando de volumen hasta no escucharse sino murmullos.
- ¿La conocen? - ambos chicos negaron.
Detrás de ella me encontrar parada sin termina de llegar a la mesa, Jay movió la cara detrás del cuerpo de Ruby y me sonrió-Hola amor -beso mi mejilla y se rodó al asiento contrario para dejarme el puesto.
-Hola chicos -bese a Jay en su cachete y salude a los otros que varias veces los había visto pero no conocía. Mire a mi antigua mesa y Ruby estaba sentada en su puesto roja de ira, sabía lo que estaba pensando, sentía que la había humillado, pero no fue mi culpa.
Todas las preguntas y dudas llenaron mi cabeza formando una idea toda descabellada. - chicos, me dan unos minutos a solas con Jay -estos asintieron, agarraron los teléfonos que estaban puesto sobre la mesa y caminaron hasta la barra de comida a pedir algo.
-necesito un favor -uní amabas manos rogando que dijera que sí.
-lo que quieres -apretó las mejillas fuertemente- sabes si puedo lo hare
-bien -respire hondo antes de soltar la propuesta- enséñame a besar -lance la frase cerrando los ojos para no ver su expresión.
- ¿Qué?- mantuve los ojos cerrados haciendo una mueca con mis labios, era claro que no estaba de acuerdo con lo que le estaba pidiendo.
-eso -lo mire fijamente a los ojos. Mastique mi labio nerviosa para repetir- que me enseñes a besar- ahora que lo pensaba con claridad y sin llevarme por lo que dijeran aquella chicas, sonaba estúpido lo que le estaba pidiendo pero no me iba echar para otras.
-Estás loca
-dijiste que me ayudarías si podías - golpee la mesa con la mano abierta para mostrar algo de autoridad, pero solo me acuse dolor, quejándome por el dolor que esta provoco en mis dedos, examine mi mano rojo apartado los ojos del ridículo que estaba haciendo- y esto lo puedes hacer.
-eres como mi hermana -eso hubiera dolido si estuviera enamorada de el pero como no es el caso me niego a que use es tonta excusa conmigo.
-Y tú el mío, pero todas mis amigas ya besaron y yo soy la única asocial que no lo ha dado.
-pero no por eso tú vas a estar pidiéndole a cualquiera que te bese -negó repetidas veces con la cabeza y las manos- tienes 15 años -su voz me recordó a mis hermanos, hombres ellos si pueden hacer lo que sea.
-Tú no eres cualquiera.
-no, esa es mi última palabra.
-Pero Jay...
-no -fue su última decisión.
-Es mi primer beso, Jay -suplique buscando que se apiadara de mi pero logre el efecto contrario.
-peor aún -con el horror en sus ojos, así de asqueroso seria besarme que ni mi mejor amigo quería hacerlo.
-bien, buscare a alguien que si desee ayudarme -solté sus dedos que había entrelazado con los míos. Me molesto que no quisiera ayudarme con algo tan insignificante como un beso, trato de detenerme pero ya me encontraba fuera del local y sus amigos comenzaron a llamarlo.
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Faih 15 años
HOLAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
NUEVO CAPITULOOOOOOOOOOOOOOOOO
ESPERO LEESSSSSSSSS GUSTE
NO OLVIDEN EL COMENTARIO O LA ESTRELLITA