Diana
- ¡No puedo creer que nos hayamos bajado del auto solo para comprar pizzas!-. Exclamó mi madre, luego de entrar al garaje de nuestra casa.
- ¿Acaso te arrepientes de haber comido tu porción?-. Levantando una ceja, esperé que me contestara.- Vamos, toma otro pedazo antes de que tus nietos lo hagan por ti-. Guiñándole un ojo, bajé del auto con mucho cuidado debido a mi vientre que pesaba cada vez más y a la caja de comida que sostenía con una de mis manos.
- Será mejor que entremos antes de que me replantee la idea de por qué estoy malcriándote tanto-.Pasando uno de sus brazos sobre mi hombro, presionó el botón para que la puerta del garaje comenzara a cerrarse automáticamente.
- ¿Será porque soy tu única hija mujer? Y lo digo con todo respeto, Hea-. Mirando hacia el cielo, bajé la mirada nuevamente hacia mi madre que sonreía abiertamente.- ¿Por qué sonreís, mamá? ¿Dije algo gracioso?-.
- No, pero me alegra saber que ya no guardas rencor por tu hermana-. Acariciando mi mejilla, mantuvo sus ojos en mi rostro por unos segundos hasta que decidió sacar la llave y abrir la puerta, pero para sorpresa nuestra la abrió mi padre con una sonrisa tensa.
- ¿Qué sucede, papá? ¿Les pasó algo a mis hijos? -. Desesperándome por su silencio, entré a la casa y caminé hacia la cocina donde me llevé una gran sorpresa.
- ¡Mamá trajo pizza, Ed! ¡Nuestra comida favorita!-. Escuchando la voz de Lux, atiné a entregarle la caja que todavía contenía la mitad intacta y en cuanto me vi libre de ella, los brazos de Anne me rodearon con fuerza.
- No sabes cuánto me alegra saber que eres Ana y que tengo dos nietos gracias a ti-. Dirigiendo mi mirada hacia su hija, pude apreciar cómo ella rodó los ojos frente a las palabras de su madre.- Disculpa si vine de imprevisto pero mis hijos hoy recién tuvieron el valor de contarme tal verdad-. Negando con la cabeza, coloqué mis manos en mi vientre y lo froté. La comida no me había sentado bien.
- ¿Sucede algo?-. Escuchando ahora su hermosa y rasposa voz, mi corazón latió fuertemente. No podía ocultar el fuerte impacto que me generaba todavía amarlo con tanta intensidad.
- No, solo es la comida. Creo que no me cayó bien-. Sentándome en uno de los sillones, repartí más caricias por mi panza sin darme cuenta que todos tenían su mirada en lo que hacía.
- ¿Puedo hacerlo también?-. Sorprendiéndome por su pedido, asentí con mi cabeza poco después ya que me tomé el tiempo de prepararme mentalmente, pero ni siquiera teniendo todo el tiempo del mundo podía anticiparme a lo que me generaría sentir su tacto luego de permanecer tanto tiempo sin ellas. Cerrando mis ojos, dejé que él pasara sus manos lentamente por mi piel y susurrara algunas palabras para los bebés que incentivados se movieron, haciendo que este pegara su oído a mi vientre y así se acercara más a mi cuerpo. A estas alturas faltaba poco para que me abalanzara sobre él y me perdiera en la dulzura de su boca. Sabiendo de antemano que desearlo sólo me provocaba más dolor del que ya tenía guardado en mi corazón, decidí que ya era suficiente acercamiento de su parte y fue así que con la mayor voluntad que tenía, me levanté lentamente para darle los segundos necesarios para comprender que su tiempo de padre había terminado. Sin embargo, se tomó unos segundos para depositar un beso en mi vientre y mirarme fijamente con sus ojos brillantes ya que no comprendía por qué había actuado así.
- Iré por un vaso de jugo. ¿Quieren algo para tomar?-.
- Una poco de té no vendría mal-. Tratando de calmar el ambiente, Anne me sonrió dulcemente, aunque su mirada mandaba de forma indirecta algún mensaje para su hijo.
- Si no te molesta, te ayudaré-. Asintiendo, dejé que Gemma me acompañara, mientras mi madre se sentaba junto a la suya y mi padre junto a los niños disfrutaban de algunas galletas que habían hecho anteriormente en mi ausencia.
- Oye, por poco te tiras sobre mi hermano-. Abriendo los ojos desmesuradamente, me avergonzó que fuese tan notorio lo que sentía por Harry.
- ¿Son tan evidentes mis sentimientos hacia él?-.
- Sí, pero no te preocupes mi hermano es tan lento que no se dio cuenta de lo que sucedió y si tal cosa sucediese, pasarían días para que su cabeza asimilara tal información-. Haciendo que riera por tales palabras, tomé la pava electrónica para calentar agua.- A veces pienso que es demasiado tonto al no luchar por ti-. Logrando que mi rostro volviera a contraerse, sentí cómo las lágrimas se empujaban al precipicio que se abría frente a mis ojos sin temer a la altura.
- Gem, debes respetar la decisión de tu hermano-.
- ¿Acaso tú estás a favor de ello?-.
- No importa si estoy a favor o no pero lo único que quiero es que todo esté bien-.
- ¿Y para ello piensas sacrificar tu corazón?-.
- Hace mucho tiempo lo hice y lo volvería a hacer para que todos seamos felices-. Dejando que ella pensara en mis palabras, la abracé.- Amo a tu hermano pero creo que a llegado el momento de darme por vencida-. Y aunque doliese hacerlo, entendía que era mejor no seguir inyectándome tal veneno en mi sangre porque llegaría el día en que mi corazón se paralizaría a causa de ello para no volver a la vida nunca más.
Horas después
Harry
¿Qué sucedió con Ana? ¿Qué le hice para que actuara así? Fueron algunas de las preguntas que me hice ni bien estuve tumbado en mi cama sin poder dormir.
- ¿Todavía sigues despierto?-. Sobresaltándome por la voz de mi hermana, giré mi rostro hacia la puerta y la vi recostada sobre el borde de la puerta de entrada como si no tuviese nada mejor que hacer.
- No, duermo con los ojos abiertos, Gem-. Haciendo que rodara sus ojos por mi chiste malo, esperé que hablara porque sabía que por alguna razón había venido a molestarme.
- ¿Por qué no vuelves con Ana? ¿Acaso el bebé sigue siendo un problema en su relación?-. Y con estos cuestionamientos, salieron a relucir sus verdaderas intenciones. ¿La habría mandado Ana a que preguntara sobre ello? ¿Acaso quería intentarlo una vez más?
- Se sincera, Gem. ¿Te envió Ana para que me interrogaras?-. Viendo que fruncía el ceño, comencé a inquietarme.- ¿Acaso no entiende que no quiero nada con ella?-.
- Eres un completo idiota, Harry-. Expresó con sus ojos llenos de furia, algo que nunca había podía apreciar tan de cerca en ella.- ¿Crees que se rebajaría a tanto por ti, cuando sabe que no ganará nada favorable más que volver a romper su corazón?-. Chasqueando su lengua, cambió de posición y parándose en el medio de la entrada con los brazos en jarra, me miró por unos largos segundos haciéndome temer por mi integridad física.- Ella se dio por vencida, Harry así que espero que estés feliz por ello-. Girándose sobre sus talones, salió hecha un verdadero huracán hacia su habitación que estaba a una distancia mínima de la mía para azotar su puerta con fuerza. Vaya, una verdadera Styles, ¿no?
- ¿Se dio por vencida? ¿Qué quiso decir con eso?-. Me pregunté, a la vez que giraba a un costado de la cama para que poco después el sueño me embaucara y se quedara con cada una de mis dudas.
El día del juicio
- ¿Por qué deben empezar con este caso? ¿Acaso lo que hizo Erick es menos importante?-. Escuché decir a mi hermana que venía unos pasos más atrás junto a mamá a diferencia de mí, de mis tíos y del fiscal.
- Cálmate, hija. Seguramente lo hicieron porque será más rápido cerrarlo de una vez por todas. ¿No recuerdes que tus tíos levantaron los cargos en contra de Ana?-. Tensándome frente a tales palabras, giré el rostro para mirar primero a los padres de Edward y luego a mi madre.- Todos sabemos que es inocente y hoy llegó el día de demostrarlo frente a todos y especialmente a ti, Harry-. Tratando de decir algo para defenderme, ella me detuvo.- Sólo espero que hagas lo correcto y que no la condenes por ser una víctima más de los juegos perversos de Erick al igual que tú y todos los que estamos aquí presentes-. Dejando que se alejara para tomar asiento junto a mi hermana, acompañé a los demás a sus lugares y tomando uno cercano para apoyar a mis tíos en todo momento, esperamos a los demás. Poco después, llegó Ana acompañada de sus padres y de los hermanos Maldick y mientras la abogada contratada por ellos se acomodaba, ella se encargaba de saludar a mi familia como si nada de esto estuviese sucediendo pero aquí estábamos pidiendo justicia y no nos iríamos sin ella.
- De pie. Los jueces entrarán-. Levantándonos de nuestros asientos, ellos entraron y tomaron sus respectivos asientos en el estrago, luego de que en el encargado de elaborar las actas haya leído el correspondiente protocolo. Segundos después, tanto el fiscal como el abogado de la defensa se presentaron frente a los jueces para que posteriormente, el primero llamara al primer testigo.
- Llamo al estrago a Harry Edward Styles Cox a prestar declaración-.
Ana
En cuanto su nombre fue pronunciado mi corazón se detuvo. No sabía lo que iba a suceder a continuación pero lo que menos esperaba del hombre que amaba era un poco de benevolencia. ¿Era mucho pedir?
- Según declaraciones anteriores, usted alegó que estuvo en el lugar del homicidio-. Dijo el fiscal, una vez que Harry juró decir la verdad.- ¿Podría volver a repetirnos qué sucedió ese día?-. Cerrando mis ojos, escuché atentamente su narración que traía malos recuerdos debido a que estos estaban manchados de sangre.- Cuando escuché el primer disparo, desaté con esfuerzo las sogas y tomando otra arma que se encontraba sobre la mesa, corrí hacia el lugar del cual había provenido el ruido y ni bien entré y prendí el interruptor debido a la penumbra, me encontré con Ana que se estaba a un costado del cuerpo de mi primo Edward. Posteriormente, hubo una discusión debido a que Erick, quien decía ser su padre, me mostró unas fotos de ella y de mi primo en Australia alegando que ellos tenían una relación y que el bebé que esperaban era de él y no mío-. Deteniéndose un momento, sentí que él buscó mi mirada que se encontraba oculta por mis pestañas húmedas.- Sin embargo, esa información no era verdadera y comprendí muy tarde que actué mal al creer en una persona que está acusado de varios asesinatos-.
-¿Qué hizo ella ante esta información?-.
- Trató de convercerme de lo contrario pero no la escuché. Posteriormente, cuando escuchamos que los policias se acercaban, él me dijo que era mejor hacer justicia por mano propia porque de otra forma nunca tendríamos justicia para mi primo-. Secándome algunas lágrimas rebeldes de mis mejillas, me contuve para no salir al exterior de la sala pero si hubiese sabido lo que iba a suceder a continuación, no lo hubiera dudado ni un segundo. Harry iba a romper mi corazón y yo ingenuamente se lo iba a permitir.
- ¿Cuál es su opinión sobre la señorita Ana? ¿Piensa que ella efectuó el disparo?-.
- Objeción, su señoría-. Dijo mi abogada frente al giro sorpresivo que había realizado el fiscal al hacer tales preguntas.
- A su lugar, abogada-. Tomando asiento, ella me miró con cierto matiz de incertidumbre. Sabía que Harry podía hundirme con esa respuesta.
- Cuando estuve con ella, la consideré una persona buena y sin malas intenciones, pero al suceder esto ya no sé qué pensar al respecto. Solo sé que mi primo murió a causa del disparo que ella ejecutó con el arma que tenía y quiero justicia por su muerte-. Él me consideraba culpable y no era novedad saberlo, pero más me dolía saber que no tuviera una pizca de confianza, cuando habíamos vivido tantas cosas juntos.
- No mas preguntas, su señoría-. Sin escuchar el intercambio de palabras que hubo, dejé que la abogada se levantara para hacer el contrainterrogatorio.
- Señor Styles, según su relato, usted no vio quien disparó. ¿Estoy en lo correcto?-.
- No, no vi quien lo hizo pero escuché el disparo y...-. Interrumpiéndolo, él frunció el ceño.
- Además de escucharlo, ¿Pudo ver el arma?-.
- No, la única arma que había en el lugar fue tomada por Erick con un pañuelo y...-. Interrumpiéndolo nuevamente, ella pidió que la persona encargada de escribir recalcara sus palabras debido a que posteriormente serían fundamentales a la hora de que el perito balístico presentara su informe.
- Por otra parte, ¿Cómo se encontraba ella en el momento en que entraste?-.
- Ella se encontraba anonadada por la situación y tardó mucho en reaccionar cuando me acerqué y le pregunté qué había pasado-.
- Entonces, ¿no pensaba igual sobre su culpabilidad antes de ello?-.
- Objeción, su señoría-.
- Al lugar, abogado. Por favor, continúe con el interrogatorio-.
- No, yo la amaba y estábamos esperando un hijo. ¿Cómo iba a desconfiar?-. Viéndolo un poco reticente a la forma en que ella lo interrogaba, hice una mueca. A nadie le gustaba estar allí pero era necesario que todo se aclarara lo antes posible para no seguir cargando con el fantasma de la culpa que a cada paso que daba derrumbaba mis sueños y el amor incondicional que tenía por él.
- En cuanto a eso, quisiera agregar como prueba el análisis de ADN que confirma que Edward Lancaster es legalmente hijo del señor Styles y de mi demandada-. Dándole una fotocopia legal de la partida de nacimiento de mi hijo, dejaron constatada tal prueba.
- Por otra parte, quisiera también dejar constancia de otra prueba entregada voluntariamente por el jefe de Edward en la que especifica que estaba en aquel lugar porque así lo requería su trabajo de agente-. Entregándole un manojo grande de hojas, se dejó también constación de ello.- No más preguntas, su señoría-. Dejando derrotada a la parte contraria, la abogada no llegó a tomar asiento en cuanto el fiscal pidió llamar a los siguientes testigos que fueron los hermanos Maldick. Sin embargo, no obtuvo nada de ellos que pudiera ponerme en aprietos. Poco después, el perito fue llamado a declarar y en cuanto arrojó los resultados, algunas personas como Harry quedaron sin palabras debido a que según el informe, su primo había recibido dos impactos de bala y solo uno de ellos fue el que causó su muerte.
- Según sus palabras, él recibió dos disparos pero solo uno de ellos lo mató. ¿Podría decirme cuál fue el arma del homicidio? ¿Cuáles fueron los tipos de balas encontradas en el cuerpo de la víctima?-. Preguntó el fiscal al perito que se encontraba neutro frente a nuestros rostros de pura incertidumbre y pavor.
- En el momento del peritaje, no encontramos el arma homicida. Pese a ello, pudimos distinguir que se utilizaron dos tipos de armas, aunque no supimos dictaminar quién las usó a cada una de ellas-
- Según las palabras del señor Styles, el padrastro de Ana fue quien tomó el arma homicida. ¿Es una forma de ocultar el crimen?-.
- Objeción, su señoría. No puede pedir al testigo que especule sobre ello-. Argumentó la abogada con rapidez.
- A su lugar, abogada. Señor fiscal, no más preguntas de esa índole-.
- Está bien, su señoría. No más preguntas-. Sentándose, mi representante tomó unos cuantos papeles para acercarlo a la mesa de pruebas.
- Dejo constancia de los papeles de compra de un arma calibre 9 mm por parte de Jace Maldick quien luego de comprarla, se lo regaló a mi defendida unos días antes de que sucediera el homicidio de Edward-. Acercando una copia a los jueces, se acercó hacia el perito para contrainterrogarlo.
- Señor perito, ¿qué tipo de proyectil fue el causante de la muerte de Edward?-. Sintiendo que mi corazón latía velozmente, tomé la mano izquierda de mi madre y la mano derecha de mi padre para aguantar el impacto de aquella respuesta ya que esta sería la prueba que me dejaría libre de toda culpabilidad.
- El proyectil que causó su muerte provenía de un arma calibre 40-.
- No más preguntas, su señoría-. Sintiéndose satisfecha por la respuesta, mi abogada nos sonrió.
- Pido un receso, señor juez-. La voz apaciguada del fiscal logró erizarme la piel, pese a que estaba probada mi inocencia.
- Concedido. El receso será de quince minutos-. Golpeando su martillo, nos pusimos de pie para que ellos se retiraran del estrado. Poco después, dejé que mis padres me abrazaran.
- Todo va a estar bien, hija-. Sonriendo, dejé que se alejaran junto a los hermanos de Jace para traer algo de tomar. Mientras tanto, caminé hacia Anne y Gemma para abrazarlas y en cuanto menos lo esperé Harry apareció en mi campo de visión con su semblante contraído.
- ¿Crees que con una simple boleta te vas a librar del peso de la justicia?.¿Crees que soy tan tonto para creer que tú no fuiste cuando me lo confesaste ese día ni bien lo acababas de matar?-. Sin escuchar los reproches de su madre, él fijó su mirada llena de cristal y fuego en mi rostro contraído de dolor, algo que él solo podía producir. ¿Acaso es posible que una sola persona pueda ser para ti tanto el antídoto como a la vez aquel veneno que corroe tu mustio corazón? Cerrando mis ojos por unos segundos, aquel recuerdo se hizo presente.
*Flasback*
- Ana, por favor, dime ¿Qué sucedió? ¿Qué te hizo?- Acariciando su rostro, esperé que dijera algo que pudiera calmar aquel dolor que se extendía por mi pecho y que aprisionaba mi razonamiento cada vez más - ¡Contesta por favor!- Exclamé, agitando suavemente sus hombros.
- Lo maté... Yo lo maté, Harry-. Susurró, rompiendo mi corazón en mil pedazos.
- Por mucho tiempo también pensé en que era la culpable de su muerte pero me equivoqué, Harry y ahora tú lo estás haciendo conmigo-. Manteniendo mis ojos abiertos y repletos de una humedad tan conocida, traté de calmar mi alocado corazón antes de que este marcada mi final.- Muchas personas se aferran al dolor porque no saben cómo luchar contra este, pero tú hiciste algo peor porque te hundiste y te ahogaste en la sangre de tu herida para luego infligir más dolor a los demás. Ya es hora de que pares con esto, Harry antes de que te consumas junto a este corrosivo sentimiento-. Mirándolo por unos segundos más, me alejé lentamente en cuanto todos entraron a la sala. Era hora de terminar con este calvario.
- Llamo a Ana Lancaster a prestar declaración-. Caminando con nerviosismo hacia el estrado, juré decir la verdad y luego de ello, tomé asiento, mientras un enjambre de ojos se posaba en mi rostro.
- Señorita Lancaster, ¿podría decirme por qué se encontraba el día del homicidio en aquel lugar? ¿Qué fue lo que la motivó a ir, pese a que estaba embarazada?-. Dirigiéndome una mirada indescifrable, el fiscal esperó mi respuesta.
- Ni bien supe que Erick nos había tendido una trampa, volví a la casa en la cual vivía con Harry para buscar el arma que me regaló Jace Maldick el día de mi cumpleaños. Tiempo después, sin saber a quién recurrir y aterrada por el solo hecho de que pudiese sucederle algo, entré a ese lugar abandonado para rescatarlo. Sin embargo, me encontré con mi padrastro y luego de intercambiar algunas palabras, él cortó mi piel con un cuchillo sin que yo pudiera defenderme al estar en medio de aquella oscuridad y para alterarme aún más, me dijo que lo había matado y que hasta se había tomado la molestia de envolverlo en una sábana-. Aguantando las ganas de llorar, me mantuve firme frente a todos.
- No más preguntas, su señoría-. Sorprendiéndome por su escasa interrogación, me sentí más confianza frente a mi abogada.
- Señorita Lancaster, ¿cuál era la relación que usted tenía con Edward? ¿Por qué se encontraron en aquel bar que mencionó el señor Styles a partir de las fotos que el señor Erick usó en su contra?-.
- No teníamos ningún tipo de relación más la de simple conocidos debido a que era el primo de mi antigua pareja. No obstante, eso no impidió que pudiésemos tenernos confianza y ese día en el cual me enteré que iba a ser madre, él me pidió ayuda económica debido a que tenía que pagar una deuda y no le quedaba mucho tiempo para juntar el dinero. Por tal motivo, cuando se lo presté, él me pidió que no se lo contase a nadie y acepté, sin saber en el problema en el cual me metería a causa de ello hoy en día-. Bajando mi mirada, concentré mi atención en mis manos temblorosas por unos segundos.
- ¿Usted sabía que Edward trabajaba como agente? Si no lo sabía, ¿cómo se enteró de ello?-.
- No, no lo supe hasta luego de casi un año cuando me llevaron al lugar donde trabaja tanto él como Jace. Ese mismo día supe que era inocente ya que la idea del jefe de ambos era que también fuese agente para así ayudar en la captura de Erick. Sin embargo, muchas cosas hicieron que este plan no se llevara a cabo-.
- No más preguntas, su señoría-. Exhalado el aire retenido en mis pulmones, me levanté del asiento y caminé hacia el lugar en el cual había estado anteriormente sin mirar a Harry que me clavaba su mirada sin avergonzarse de tal acción.
- Considerando los hechos y las pruebas presentadas, daré el veredicto-. Poniéndonos de pie, el juez intercambió algunas palabras con sus compañeros antes de dirigirse a las dos partes.- Declaro a la demandada, Ana Lancaster, inocente-. Esa última palabra resonó una y otra vez en mi mente sin poder asimilarla en toda su extensión. Por fin era libre de toda culpabilidad.
Harry
Ni bien el juez la declaró inocente, algo explotó dentro de mí y no fue nada grato sentir la amargura de aquella sensación extenderse en cada poro de mi piel. ¿Qué iba a hacer ahora? ¿Cómo debía actuar después de esto frente a los demás? Guiando mi mirada a través de aquellas personas que se aglomeran alrededor de Ana, la miré por unos segundos interminables hasta que decidí alejarme y caminar lejos de allí. No tenía cara ni mucho menos palabras para decirle que lamentaba mi error . Nada era suficiente después de desconfiar de ella.
- Harry, ¿qué haces? ¿Por qué te vas?-. Rodando los ojos por las preguntas tontas que me hizo, la tomé de su brazo derecho para alejarnos un poco de aquel lugar.
- Gem, ¿qué crees que hago? Estoy yéndome para evitar más papelones. Además, no tengo cara para pedirle disculpas a Ana-. Diciéndole lo último un poco avergonzado, bajé mi mirada por unos segundos antes de seguir hablando.- Creo que lo mejor a partir de ahora es seguir con nuestras vidas. Suficientes problemas ya tuvimos para agregarnos uno más-.
- Harry, a veces pienso que el golpe que te diste cuando eras pequeño te afectó demasiado porque no entiendo por qué eres tan cabeza dura-. Virando mis ojos, hice caso omiso a sus palabras.- Está claro que no apoyo lo que hiciste y mucho menos que la hayas lastimado con tu desconfianza, pero ambos se aman y...-.
- Gem, que nos amemos es lo demos. Mucha gente está en la misma situación y vive igual-. Besando su frente, la miré por unos segundos aguardando su reacción.- Tal vez, era hora de que todos dejen de intervenir y nos permitan ser felices por separado porque si no te has dado cuenta, estando juntos hemos pasado por muchas cosas malas y tal vez, eso sea una señal de que debemos estar lejos uno del otro-.
- Sólo espero que te vuelvas a equivocar, hermanito-.Sorprendiéndome por su respuesta, la dejé partir para reunirse nuevamente con Ana y su familia. ¿Quién lo iba a pensar? A esta altura de mi vida estaba solo y tal vez, ese era el precio que debía pagar por mi error.
Una semana después
Nuevos juicios fueron empezados luego de realizarse el primero y eso llevó a que tanto Ana como Harry volvieran a verse. No obstante, ambos mantenían la distancia ya que se dejaban influenciar por sus pensamientos y por lo que había sucedido recientemente. El precio de aquella desconfianza todavía era pagado por Harry y en gran parte por Ana por más que no tuviera la culpa.
A su vez, tanto Lizzy como Isabel debían revivir los años de tortura que vivieron junto a Erick pero la gran amistad que habían empezado a construir les serviría como escudo para los nuevos ataques de su ex pareja.
En cuanto a la muerte de Jace, revivir ese momento fue doloroso para todos pero a la vez abrió un rayo de esperanza para la pareja en cuestión ya que no sólo se supo la verdad sobre la muerte de Hea quien había muerto por un capricho de Erick al querer convertirla en la nueva "Ana" sino que además, este fue condenado a cadena perpetua, otorgando así paz y tranquilidad para todas sus víctimas. Ni bien este fue llevado a una cárcel de máxima seguridad, Ana convenció a sus padres de viajar a Argentina y quedarse en este país por un tiempo hasta que todo se calmara y pudieran retomar sus vidas nuevamente sin mayores complicaciones.
Días después
Harry
- Siempre que vengo aquí siento que toda nuestra vida se fue a mier**-. Murmuré para mi hermana que se mantenía callada sorpresivamente.
- La muerte de Robin golpeó a todos todos y más a mamá. Ellos se amaban mucho y no tenerlo ahora, le provoca mucho dolor. Por tal motivo, uno debe aprovechar el tiempo que tiene junto a su ser amado porque la vida muchas veces no da segundas oportunidades-. Haciendo una pequeña mueca, se alejó para poner el ramo de flores que tenía en su mano en uno de los floreros disponibles cercanos a la tumba de nuestro padrastro. Observar detalladamente sus rostros, hizo que algo se removiera dentro de mí. ¿Estaba desaprovechando el tiempo con mi necedad antes de estar junto a Ana?
Limpiando algunas lágrimas rebeldes, sonreí porque estando allí me di cuenta que el amor debía estar por encima de todo, por más que hayamos abierto el infierno bajo nuestros pies. No podía remediar lo que hice, ni mucho menos volver el tiempo atrás pero podía no darme por vencido, podía estar junto al amor de mi vida si luchaba por ella.
- No me esperen para la cena-. Dije a mi madre y a mi hermana para salir corriendo de allí. Tenía una valija que armar y un vuelo que tomar.
Un día después
Ana
- Iré a caminar un rato, mamá. Si sucede algo, avisame por mensaje-. Besando su mejilla, tomé mi portacelular y luego de revisar que mis hijos estaban bien, salí del edificio para dirigirme hacia el parque que se encontraba a dos cuadras de donde vivía temporalmente. Mientras caminaba lentamente por las piedras desperdigadas en el suelo, froté mi vientre varias veces al sentir cómo mis bebés se movían. Creo que a ellos también les hacía bien este paseo.
- Amo ese ciudad-. Sonriendo por los recuerdos gratos que me trajo aquel lugar, tomé asiento frente al lago y respiré hondamente. Cada vez que venía a ese parque oculto en medio de la urbanidad, encontraba paz y tal vez, eso se debía a que estaba muy mimetizada con aquella ciudad así como también con Londres. Cualquiera de las dos iba a ser un buen lugar para criar a mis hijos, pero como quería evitar complicaciones con la nacionalidad, era mejor quedarnos en uno de ellos y viajar al otro cada cierto tiempo.
- Ustedes tendrán doble nacionalidad así que espero que sepan adaptarse a ello-. Riendo por mis ocurrencias, miré por un tiempo aquel lago artificial hasta que mi mente comparó el color de este con los ojos de Harry. Aunque lo evitara a toda costa, todo me recordaba a él y eso me destrozaba el alma. Sacudiendo mi cabeza frente a tales pensamientos, volví a ponerme de pie para caminar hacia una glorieta y quedarme allí contemplando la quietud del agua. No obstante, la tranquilidad se vio interrumpida por los gritos alegres de unos niños que corrían con unos cometas cerca de allí. Sonriendo por la escena, los observé curiosamente por unos segundos y en cuanto me di cuenta que ellos eran mis hijos, fruncí el ceño. ¿Qué hacían allí? ¿Quién los había traído? Preocupándome por su seguridad, giré sobre mis talones para ir hacia donde se encontraban pero la presencia de una persona hizo que me detuviera. Levantando mi mirada hacia su rostro, me sorprendió verlo frente a mí. Sin poder articular alguna palabra, él se acercó y posando sus manos sobre mis mejillas, rozó nuestros labios hasta que comenzamos a moverlos lentamente creando un vaivén dulce y magnético. Acercándome más a él, pasé mis brazos alrededor de su espalda. Si era un sueño, iba aprovecharlo al máximo.
- Perdóname, Ana-. Susurró, en cuanto buscamos un poco de aire para seguir besándonos.- Perdóname por ser tan tonto y no creer en ti-. Posando sus magníficos ojos verdes en los míos, sonreí por sus palabras. Si tan solo supiera...- Entenderé si no quieres volver a intentarlo pero...-. Tomando la iniciativa de empezar el beso, él lo siguió luego de unos segundos.
- Me alegra saber que te diste cuenta de tu error pero las palabras sobran, Harry-. Acariciando su mejilla, reflejé en mi mirada todo el amor que siempre tuve guardado en mi pecho para él.- Te perdoné el mismo día en que me declararon inocente y hace tiempo que estoy esperando que este momento llegara para decirte que te amo a pesar de todo. Tal vez, deberemos reconstruir nuestra relación desde cero pero estoy dispuesta a hacerlo, si así también tú lo deseas-.
- Claro que quiero empezar de nuevo, Ana. Eres mi vida entera y como ves, no puedo vivir lejos de ti y de mis hijos ni un segundo-. Entrelazando nuestros dedos, estuvimos un rato más hablando de nuestro futuro hasta que decidimos caminar hacia los niños que tenían serios problemas para hacer volar uno de los barriletes.
- ¡Mamá!-. Exclamaron los niños en cuanto me vieron llegar junto a Harry.
- No sabía que tenían permiso para salir.¿Acaso me desobedecieron?-. Pregunté, haciendo que tanto Lux como Ed miraran a Harry en busca de auxilio.
- No, cariño. Fui yo quien los traje con permiso de tus padres. Espero que no te moleste tal atribución-. Sonriéndome con picardía, sentí que mis mejillas tomaban color.- ¿Qué estás pensando que estás sonrojada?-. Levantando una ceja, logró ponerme más roja aún.- Supongo que ya lo averiguaré por la noche-. Susurró, ganándose un golpe juguetón de mi parte antes de que fuera a ayudar a mis hijos. Poco después, me uní para volar juntos los cometas en aquella tarde que marcaba un antes y un después en nuestros vidas tan miserables. No obstante, ahora buscábamos reconstruirnos a partir de un amor que nunca fue quebrantando y que siempre se mantuvo fuerte a pesar de todo. Ya nada iba a impedir que creyéramos en nuestro amor nunca más.
Fin
*Extra*
Algunas fotos de Ana Y Harry durante su boda.
Algunas fotos con sus hijos.
Ana tuvo mellizos: la bebé se llamó Hea y el bebé Jace. 😍
Un video de su vida diaria
No me quedan palabras para decirle cuánto agradezco a cada uno su apoyo. Esta novela me llevó cuatro años escribirla y estoy feliz de que haya logrado tanto. Ojalá que sigan junto a mí para seguir creciendo y formando parte de este mundo que tanto me dio.
Por otra parte, quiero comunicarles que subiré otra novela que hace mucho dejé de actualizarla y que debería terminarla, mientras piense en alguna idea nueva. Además, en esta también están presente como pareja Ana y Harry y a pesar de que sean personajes secundarios, tienen su magia (como vieron en esta novela) y serán partícipes de esta historia nueva.
Otro cosa... Si tienen Instagram, podemos seguirnos por allí. Mi cuenta es @ana_gordiola. También tengo Twitter pero solo lo tengo para votar a los chicos o compartir sus fotos. 😂
Además, quiero compartir con ustedes una noticia. ¡Seré jueza de un concurso de novelas de Harry Styles! Y estoy feliz por ello. ☺
Finalmente, muchas gracias a Harry por darme tanta inspiración. A él le debo todo mi trabajo y lo amo con todo el corazón. ❤❤❤