Faltaban dos semanas para la pelea de Chazz, todos estábamos felices por él. En la última semana se había corrido el rumor de la pelea y su regreso a los cuadriláteros, fue tanta la conmoción de la gente que un día que llegamos al M&P había reporteros y varias personas afuera del gimnasio. Era algo sorprendente de ver, y claro no podían faltar las fans locas que golpeaban la ventana de su BMW solo para que el las saludara. Había causado mucha euforia la noticia de la pelea. Su contrincante era Luka Bosnic, un croata, que según se decía tenía puños de acero.
Entre al gimnasio disgustada, las chicas que había afuera se volvieron locas cuando me vieron, pensaron que era su boleto para poder entrar y ver a Chazz, inclusive de tanto que manoteaban para llamar mi atención una de ellas me golpeo en el rostro, apreté la mandíbula y seguí avanzando, ya suficiente alboroto teníamos, como para que saliera en las noticias que Atenea McCleane golpeo a una fan de Chazz Wayne.
Suspire aliviada cuando estuve dentro. Todo era paz y tranquilidad aquí, nada en comparación con lo que había afuera. Ares me vio a lo lejos y me saludo, busque por todo el gimnasio y lo vi por los sacos, estaba con John así que no iría a interrumpirlos, fui con Naira y me senté a lado de ella.
―¿Por qué esa cara?
―Una de las locas de afuera me golpeo el rostro― se carcajeo y la mire mal.
―Acostúmbrate que esto va para largo.
Nos alistamos y ambas fuimos a la cinta. Corrimos una hora, y después bajamos, Ian se acercó a nosotras y nos dijo que era lo que nos tocaba hacer hoy. Nos colocamos cada una con las sogas en las manos, nos tocaba entrenar fuerza con la soga gruesa, como lo hacen los sujetos de crossfit. Era hacerlos por intervalos de un minuto, cinco veces, con descanso de treinta segundos. No sé que me dolía más, si las piernas o los brazos, era cansado pero un ejercicio muy bueno y dinámico.
Lenno llego con nosotros y nos dijo que usáramos las manoplas, fuimos a vendarnos las manos. Rebusque por toda mi bolsa y no encontraba las vendas, las había dejado en el Jeep. Me levante dispuesta a ir cuando choque con algo duro. Chazz me sostuvo y me sonrió.
―¿Qué haces?
―Olvide mis vendas, iré por ellas― avance un paso y su voz me detuvo.
―Te acompaño― se ofreció amable.
―¡NO!― grite exaltada, me miro furibundo, no era que no quisiera su compañía es solo que si las chicas seguían allá afuera se haría un verdadero caos― espérame aquí.
Arrugo el entrecejo, lo conocía, iba a protestar. Gracias al cielo Naira me respaldo en esto. Salí y si, en efecto, ahí seguían, firmes. Trate de abrirme espacio entre ellas para poder ir al jeep. Quite los seguros, abrí la puerta del copilo, busque por todos lados las malditas vendas, me trepe de lleno para buscarlas en la parte de atrás, ahí estaban, debajo del asiento, sonreí cuando las tuve en mis manos. Se escuchó mucho revuelo y chillidos provenientes del M&P. Me senté en el asiento para ver que sucedía.
Chazz había salido del gimnasio, haciendo caso omiso a lo que le dije. Se dirigía hacia mí con toda la manada de chicas detrás de él, como puede ser que no fuera consiente de la multitud a su alrededor. Baje rápidamente y puse los seguros, me acerque a él.
―¿Las encontraste?― pregunto y asentí.
Todas las chicas a nuestro alrededor se quedaron calladas, miraban atentamente cada cosa que hacíamos. Me sentía incomoda.
―Sera mejor que entremos― camine y el detrás de mí.
Las chicas lloriqueaban por que Chazz les prestara un poco de atención, pero como dije antes él les daba por su lado. Entramos y suspire tranquila, había sobrevivido.
―Te divertiste― bromeo Naira.
―Sentí la adrenalina a flor de piel― le seguí el juego― fue una experiencia excitante.
Chazz no entendía de que nos burlábamos. John le hablo y puso los ojos, lo siento amigo tienes que ir a entrenar. Se fue a regañadientes. Naira espero a que me colocara las vendas. Se me quedo viendo interrogatoria, algo pasaba.
―Atenea― levante la cabeza― ¿te gusta Chazz?
Su pregunta me descoloco, pues, se me hacía atractivo y disfrutaba su compañía, pero no contaba como que me gustara o sí.
―¿Por qué la pregunta?
―No me respondas con otra pregunta McCleane― me amonesto― pregunto porque ustedes dos han estado tonteando mucho últimamente.
Espero que le respondiera. No estábamos tonteando, solo disfrutábamos la compañía del otro. Al principio si lo odiaba, su actitud conmigo era pésima. Pero después cambio y me trato de otra forma. Si a mí me tratan bien, yo lo hago, pero si me tratas mal, puedo llegar a ser una autentica perra.
―No estamos tonteando― la mire― solo nos llevamos bien.
―No te mientas Atenea― me reprendió―no actúes como si no te importara.
Puse los ojos, terminé de vendarme las manos, fuimos por las manoplas y nos pusimos a entrenar. De reojo vi que algo entro al gimnasio a toda velocidad, seguido de ello se escuchó un chilido emocionado. Naira y yo nos miramos, fuimos a ver que sucedía. John trataba de quitarle de encima a Chazz la pequeña rubia que estaba prensada a él. Naira y yo reímos. Chazz nos vio, suplico con la mirada por ayuda. Naira fue mientras yo me quedaba viendo la divertida escena, la rubia no cedía ante las amenazas de Naira. Se alejó fastidiada, la chica era una autentica sanguijuela. Naira se alejó de Chazz y se acercó a mí.
―Tu turno, no logre que lo soltara.
John fue por seguridad para que sacaran a la chica. Chazz le pedía que lo soltara, pero la rubia se negaba rotundamente. Me acerque a ellos. Era una chiquilla de unos diecisiete años. Que loca, pero no la puedo juzgar yo hacía cosas peores a su edad. Le toque levemente el hombro, levanto la mirada.
―Disculpa, pero lo estas incomodando― señale a Chazz y la rubia levanto su cabeza mirándolo, estaba irritado― y estas interrumpiendo su entrenamiento.
La chica lo soltó, me miro escudriñándome, pensé que me atacaría, me aleje un poco de ella.
―¿Tú eres?― me miro entusiasmada― Atenea Low― chillo contenta― La Diosa Low, no lo puedo creer.
Me abrazo de repente tomándome por sorpresa, no la aparte, seria grosero. Ella por si misma me soltó, me coloque a lado de Chazz. La chica nos miró sucesivamente, le brillaron los ojos ilusionada.
―No puedo creer que mi boxeador favorito― Chazz― entrene con mi peleadora favorita―nos miró encantada y nos abrazó a los dos― es el mejor día de mi vida.
Se separó de nosotros y le sonreímos. John llego acompañado de un policía para que se llevara a la chica, pero no hubo necesidad, salió por si misma del gimnasio. Chazz suspiro tranquilo. Ya eran las tres de la tarde, ósea hora de ir a comer. Naira fue por Ares para ir a comer los cuatro.
―¿En qué auto?― les pregunte.
―En el Jeep― respondieron Ares y Naira a lo lejos.
Salimos y esta vez no solo había fans de Chazz, también había llegado la prensa. Tratamos de abrirnos paso entre todos, para mí era más incómodo ya que Chazz venía detrás de mí, Ares y Naira ya estaban afuera del Jeep. Un fotógrafo poso la cámara demasiado cerca de mi rostro, el flashazo de dejo aturdida, Chazz lo miro mal. Salimos de todo el gentío, quite los seguros a lo lejos y subimos rápidamente. Naiara y Ares subieron a la parte de atrás y Chazz adelante conmigo. Arranque rápidamente antes de que se encimaran sobre el Jeep.
―¿A dónde?― les pregunte.
―Quiero ir a Fish Market― pidió Ares y conduje hasta ahí.
Estacioné y todos bajamos, puse los seguros y nos encaminamos. Mire sorprendía el enorme buque que había a escasos cien metros de nosotros, por eso Fish Market era de los mejores lugares, tenía unas vistas increíbles. Escogimos un lugar cerca de la ventana, uno por la increíble vista y dos porque la brisa de aire que entraban era muy refrescante. Pedimos lo que íbamos a comer y nos quedamos esperando.
―Atenea― me llamo Ares― ¿por qué traes un golpe?― se tocó su mejilla dándome a entender donde traía el golpe.
Toque la zona, me dolió un poco. Chazz giro a verme inspeccionándome, no se tragaría eso que me lo hice yo sola, esperaba expectante mi respuesta, suspire derrotada.
―Una de las fans de Chazz me dio un manotazo tratando de llamar mi atención.
―Están locas― aseguro Naira― pero no tanto como el chico de la semana pasada Atenea.
La miré mal, no quería recordar eso, había sido muy bochornoso, tanto que prometí no regresar a ese restaurant en una larga temporada.
―¿Qué chico?― pregunto Chazz.
El mesero llego con nuestros platos llenos de comida, los coloco delate de cada uno.
―Fuimos a comer la vez que ustedes se quedaron a entrenar― comenzó a contarle Naira― para no hacerla de emoción, un chico reconoció a Atenea. Parecía que estaba viendo una divinidad, la miraba con mucha adoración― la mire suplicante, me sonrió maliciosa, Chazz alzo una ceja en mi dirección― le pidió una foto, un autógrafo y que era lo otro― se rasco la barbilla pensativa, le brillaron los ojos, le susurre un "no lo hagas", fue en vano― ah y le pidió matrimonio.
Chazz se movió incomodo en su lugar. Ares se atraganto con el agua y después comenzó a reírse. Naira le siguió.
―¡Te pidió matrimonio!― Ares no cabía de lo sorprendido― ¿Qué le dijiste?
―Obviamente le dije que no― respondí ofendida― ni lo conocía.
―Pero era muy atractivo― agrego Naira. No lo pude negar.
Chazz me miro malhumorado. Disfrutamos mucho nuestra comida. Inclusive se nos acercó una pareja de ancianos, se acercaron tímidamente a nosotros, preguntaron que si yo era la Atenea de UFC, asentí, se miraron contentos. Me pidieron una foto, me levante y me coloque en medio de los dos, Ares tomo la foto, les entrego su cámara a la pareja. Se despidieron contentos porque le contarían a sus nietos que me habían conocido. Reí, hacía mucho que no me sucedía esto.
―Pienso hacerte firmar muchos autógrafos y venderlos por eBay― pensó Naira.
―Es una idea millonaria― aseguro Ares, no les iba a ayudar a hacerse ricos.
Negue, sabía que no les quitaría esa idea de la cabeza. Pedimos postre y en lo que llegaba Chazz nos contaba los detalles de su pelea. Naira y Ares discutían sobre la técnica del croata con el que iba a pelear Chazz. Era bueno si, pero el chico a mi lado lo superaba y por mucho.
―¿Iras?― lo mire.
―¿A dónde?― me miro como si no fuera obvio.
―A mi pelea― lo pensé un momento, ese día no tenía nada que hacer, si posiblemente iría. Asentí y sonrió satisfecho.
―Pero no creas que voy a estar en primera fila― me miro confundido arrugando el entrecejo― no quiero tu sudor cayendo constantemente sobre mí. Ni tampoco quiero ver cuando el croata te noqueé.
―Me ofende tu desconfianza― sonrió socarrón― ahora con mayor razón le diré a John que te guarde un asiento en primera fila.
El mesero llego con nuestros postres, los coloco enfrente de cada uno y nos pasó los respectivos cubiertos. Naira y Ares dejaron de discutir. El mesero se fue, el pobre casi choca con dos chicas que estaban escondidas detrás de él, las miro mal y se retiró. Las dos rubias nos miraron a los cuatro tímidamente, Naira y yo las observamos inquisitorias para ver que querían.
―Disculpa― una de ellas llamo la atención de Chazz― te vimos entrar pero nos dio pena venir antes, ¿te tomarías una foto con nosotras?
No respondió, simplemente se levantó y se colocó en medio de las dos, una de ellas le extendió su teléfono a Naira para que tomara las fotos, me causo gracias ver como Naira las miro, las detestaba, si algo descubrí en estas semanas es que Naira y yo tenemos el mismo aborrecimiento hacia las rubias. Se levantó enfurruñada y presiono varias veces el botón de la cámara sin importarle si estaban listos.
―¡Por Dios tú eres Ares King!― chillo una de ellas viendo a Ares― los dos se pueden tomar con nosotras― suplicaron.
Ares se levantó de su asiento y se colocó a lado de ellos. Las chicas tardaron tanto en irse que nuestro postre, que por cierto era helado ya estaba derretido. Pagamos la cuenta y salimos. Me detuve de golpe antes de pasar la puerta. Había varios fotógrafos afuera esperando nuestra salida.
―No podemos estar ni unas horas tranquilos― gruñí molesta.
―No te quejes, a ti te seguían el doble de los reporteros que están ahí afuera― Naira tenía razón.
Pero por lo mismo yo tenía personal de seguridad, a veces los reporteros podían ser un grano en el trasero y que decir de los fans, los adoraba, pero no conocían el término "espacio personal", tanto así que algunas veces se les iban las manos de más.
Salimos nosotras primero y después Chazz y Ares. Una vez dentro del jeep trate de avanzar, pero los fotógrafos estaban sobre la camioneta, si dañaban la pintura los demandaría. Afortunadamente un policía paso por ahí y nos liberó de todos ellos. Conduje de vuelta al gimnasio.
Pare en un semáforo, llevábamos las ventanas abiertas, a nuestro lado de detuvo un Lamborghini gallardo, Ares saludo a las chicas que iba en él. Llego una llamada, mire la pantalla del jeep, Anthony Joshua, Chazz puso los ojos cuando vio el nombre. Apreté el botón para contestar la llamada, el semáforo cambio y avance, se escuchó la voz de Anthony.
―Estoy hablando con la todopoderosa Atenea McCleane― bromeo haciendo que riera.
―¿Eres tú AJ? Mi boxeador favorito― Naira y Ares me miraron burlones, Chazz me miro con resentimiento― ¿Qué pasa?
―Quería preguntarte algo cariño― vi por el retrovisor como Naiara me miraba burlona. Ares se dedicó simplemente a escuchar y Chazz, bueno, él iba mirando hacia otro lado que no fuera yo.
―¿Qué es?
―Quería saber si el otro fin de semana estas ocupada― Chazz giro a verme rápidamente esperando mi respuesta.
El otro fin de semana era la pelea de Chazz, no sabía que quería Anthony. Pero implícitamente ya le había prometido a Chazz ir a su pelea, no le iba a fallar.
―Lo siento estoy ocupada― mire a Chazz de reojo y le sonreí― ya tengo planes.
―Debí llamar antes― se quejó y reímos― bueno para la otra será. Adiós cariño― nos despedimos y corte la llamada.
Naira ve observaba maliciosamente por el retrovisor, traía una sonrisa bobalicona al igual que Ares, algo se traían esos dos.
―Con que cariño eh― comento Naira― es muy atento contigo.
―Solo somos amigos― me queje.
―Tu y yo somos amigos y no te llamo tan cariñosamente― replico Ares.
―Se le salió― trate de justificarlo.
―Si aja― respondieron los dos.
―No se porque tengo esta discusión con ustedes― los mire mal cuando vi sus intenciones de replicar― solo somos AMIGOS fin de la discusión.
―Si lo que digas señora Joshua― Naira rio por el comentario de Ares. Eran un dolor de cabeza los dos juntos.
Llegamos al M&P, Ares y Naira bajaron y se adelantaron. Chazz espero pacientemente en la acera a que bajara. Fui a su lado y avanzamos. Parecía irritado, incluso algo tenso, me detuve frente a el escudriñándolo.
―¿Qué te pasa?
―Nada, todo está bien― sonrió cínico, venia incluida con detector de mentías así que no se desharía tan fácil de mí.
―Te conozco Wayne― lo pique en el pecho, alzo una ceja― hay algo que te molesta― se quedó callado, metió las manos en sus bolsillos― bien no me digas― respondí ofendida.
Le di la espalda y caminé adelantándome. Me alcanzo y paso un bazo sobre mis hombros, mire su perfil, perfecto, la línea de la mandíbula estaba definida exquisitamente, me picaron los dedos, quería pasarlos por ahí.
―Se suponía que yo estaba molesto contigo― me dijo sin voltear a verme― pensé que irías con él.
―No me perdería tu pelea, estaré contigo desde el día de tu pesaje― sonrió de lado, encantador, definitivamente encantador.