MEDIANOCHE |BTS y Tu|

Door Skinny____love

15.1K 806 40

PROTAGONISTAS: TN: Una chica mitad vampiro, mitad humano Taehyung: Un caza vampiros experto en lo que hac... Meer

CAPITULO I:
CAPITULO II:
CAPITULO III
Capitulo IV
CAPITULO V
CAPITULO VI
CAPITULO VII
CAPITULO VIII
CAPITULO IX
CAPITULO X
NOTA:
CAPITULO XI
CAPITULO XII
CAPITULO XIII
CAPITULO XIV
CAPITULO XV
CAPITULO XVI
CAPITULO XVII
CAPITULO XVIII
NOTA
CAPITULO XXI
CAPITULO XXII
CAPITULO XXIII
CAPITULO XXIV
CAPITULO XXV

CAPITULO XX

290 16 1
Door Skinny____love

MARATON 1/6

Llegué a mi cuarto justo a tiempo de meterme bajo las sábanas antes de que entrara Patrice acompañada de la señora Bethany. La figura de la directora se recortó contra la débil luz del pasillo, por lo que solo pude distinguir su

—Ya conoces las normas, Patrice —dijo en voz baja, aunque indudablemente seria. Decir que intimidaba sería quedarse corto, y eso que ni siquiera era yo a la que reprendía—. Debes comprender que las normas están para obedecerlas. No podemos andar corriendo por el campo en plena noche. ¿Qué diría la gente? Los alumnos se desmadrarían y podría ocurrir una tragedia. ¿Está claro? Patrice asintió y la puerta se cerró de golpe.

Me enderecé. —¿Ha ido muy mal? —le pregunté en un susurro. —No, solo un poco —gruñó Patrice mientras empezaba a desnudarse. Llevábamos una semana cambiándonos en la misma habitación, pero a mí seguía dándome vergüenza. A ella no. De hecho, ni siquiera dejó de mirarme mientras se quitaba la camisa precipitadamente

—. ¡Pero si todavía vas vestida!

—Ah, sí. —Creía que te habías ido de la fiesta.

—Lo hice, pero... No pude entrar en la escuela. Estaban de patrulla. Luego se dieron cuenta de dónde estabais y salieron pitando. He llegado tres minutos antes que tú. Patrice se encogió de hombros al agacharse para recoger el pijama. Yo hice lo que pude para cambiarme sin volverme. La conversación se había terminado y yo había mentido con éxito a mi compañera de cuarto por primera vez.

Tal vez debería haberle explicado por qué me había retrasado. La mayoría de las chicas se morirían por contarle a todo el mundo que acababan de ligar con un chico guapísimo, pero quería que siguiera siendo un secreto, me gustaba. En cierto modo, el hecho de que yo fuera la única en saberlo lo hacía más especial. «Yo le gusto a él y él me gusta a mí. Tal vez pronto estemos juntos.»

Mientras volvía a meterme bajo las sábanas, recapacité y decidí que quizá estaba echando las campanas al vuelo. Los pensamientos se atropellaban en mi cabeza y me impedían dormir. Le sonreí a la almohada. «Es mío.»

—He oído que anoche hubo una fiesta —dijo mi padre, dejando delante de mí una hamburguesa y patatas fritas; estábamos sentados a la mesa de mi familia.

—Hum... —contesté con la boca llena de patatas. Acabé de tragar y mascullé

—: Es decir, eso me han dicho. Mis padres intercambiaron una mirada y tuve la impresión de que incluso les hacía gracia. Qué alivio. Sería la primera de las muchas cenas semanales de los domingos. Todo el tiempo que pudiera pasar con mi familia en los alojamientos del profesorado en vez de rodeada de alumnos de Medianoche, para mí era tiempo bien invertido. Aunque intentaban actuar de la manera más informal posible, era fácil adivinar que mis padres me habían echado de menos tanto como yo a ellos.

Duke Ellington sonaba en el equipo de música y, a pesar del interrogatorio paterno, el mundo volvía a recuperar su orden.

—No os desmadrasteis mucho, ¿verdad? —Por lo visto mi madre había decidido pasar por alto el hecho de que yo hubiera negado mi asistencia a dicha fiesta

—. Solo hubo cerveza y música, por lo que me han dicho.

—No sé nada del asunto —contesté, sin negarlo. Es decir, yo solo estuve unos quince minutos en la fiesta.

—Da igual que solo se tratara de unas cervezas —dijo mi padre sacudiendo la cabeza, en dirección a mi madre—.

Las normas están para cumplirlas, Celia. Una cosa es el terreno de la escuela, pero ¿y si la semana que viene les da por ir a la ciudad? Rosa no me preocupa, pero algunos de los otros...

—No estoy en contra de las normas, pero es normal que los alumnos de mayor edad se rebelen contra ellas de vez en cuando. Es mejor tener algún que otro desliz sin importancia de vez en cuando que incidentes más graves.

—Mi madre se volvió hacia mí—. ¿Cuál es tu asignatura preferida hasta ahora?

—La tuya, ¿cuál va a ser? —respondí, y la miré como queriendo decir si de verdad creía que iba a ser tan tonta como para responder otra cosa. Se echó a reír.

—Además de la mía. —Mi madre descansó la barbilla en la mano, saltándose a la torera la norma de no poner los codos sobre la mesa

—. ¿Tal vez Inglés? Siempre te ha gustado mucho.

—No con la señora Bethany. El comentario no me granjeó ninguna simpatía.

—Pues atiende a lo que te diga —dijo mi padre con severidad. Dejó las gafas sobre la mesa de roble con brusquedad, de un porrazo—. Tómatela muy en serio. Qué tonta había sido, pero si era su jefa. ¿Qué ocurriría si corría la voz de que su hija iba por ahí hablando mal de la directora? Tal vez debería dejar de pensar solo en mí para variar.

—Me esforzaré —le prometí. —Sé que lo harás. Mi madre cubrió mi mano con la suya.

El lunes entré en la clase de Inglés decidida a hacer borrón y cuenta nueva. Hacía poco que habíamos empezado a hablar de la mitología y el folclore en la literatura, dos temas que siempre me habían gustado. Si había algún área en que poder demostrarle mis aptitudes a la señora Bethany, era precisamente esa. Aunque estaba visto que no iba a poder demostrarle nada.

—Supongo que relativamente pocos de ustedes habrán leído nuestro siguiente libro de estudio —dijo, a medida que iba repartiendo por la clase una pila de libros de tapa blanda. La señora Bethany siempre olía a lavanda. Femenino, pero muy penetrante

—. Sin embargo, imagino que prácticamente todos habrán oído hablar de él. Los libros llegaron hasta mi escritorio y cogí un ejemplar de Drácula, de Bram Stoker.

—¿Vampiros? —oí que Raquel murmuraba en la fila de enfrente. Nada más pronunciar esas palabras, el aire pareció cargarse de electricidad.

—¿Tiene algún problema con el libro, señorita Vargas? —le espetó la señora Bethany, clavando su brillante mirada de ave rapaz en Raquel, quien daba la impresión de haber preferido morderse la lengua antes de abrir la boca. Le estaban saliendo bolas al único jersey de la escuela que tenía, al que también se le estaban gastando los codos.

—No, señora. —Pues no lo parece. Por favor, señorita Raquel, ilumínenos.

—La señora Bethany se cruzó de brazos, encantada con el modo de conducir la situación. Tenía unas uñas gruesas y extrañamente surcadas—. Si encuentra que las sagas escandinavas sobre monstruos gigantes son merecedoras de su atención, ¿por qué no las novelas sobre vampiros? Raquel estaba perdida respondiera lo que respondiera.

Ella intentaría contestar y la profesora echaría por tierra su argumento, cualquiera que fuera, y así podíamos tirarnos casi toda la hora. Ese era el modo de entretenimiento que la señora Bethany había escogido durante sus clases: elegía a alguien a quien torturar, por lo general para deleite de los alumnos por cuyas poderosas familias sentía una obvia predilección.

Lo más sensato habría sido guardar silencio y dejar que ese día Raquel fuera la cabeza de turco de la señora Bethany, pero no pude resistirme. Levanté la mano, tímidamente.

La señora Bethany apenas me miró.

—¿Sí, señorita Olivier? —Con todo, Drácula no es un libro muy bueno, ¿no?

—Todos me miraron desconcertados, sorprendidos de que alguien además de Raquel se hubiera atrevido a contradecir a la señora Bethany

—. Tiene un lenguaje muy florido y muchas cartas dentro de otras cartas.

—Ya veo que alguien desaprueba el estilo epistolar que tantos autores distinguidos emplearon durante los siglos XVIII y XIX. —El repiqueteo de los tacones de los zapatos de la señora Bethany sobre el suelo embaldosado resonó con fuerza extraordinaria al encaminar sus pasos hacia mí, olvidando a Raquel. El aroma a lavanda se intensificó

—. ¿Lo encuentra anticuado? ¿Desfasado? ¿Quién me mandaría levantar la mano?

—Es que no se trata de un libro que se lea rápido, nada más.

—La velocidad, claro, el criterio por el cual se ha de juzgar toda la literatura. —Las risitas ahogadas que recorrieron el aula me hicieron encoger de vergüenza en mi asiento

—. Tal vez querría que sus compañeros de clase se preguntaran si vale la pena estudiarlo.

—Estamos estudiando folclore —intervino Courtney—. Y los vampiros son un elemento común al folclore mundial. No había salido en mi ayuda, únicamente estaba presumiendo.

Me pregunté si lo haría para hacerme quedar mal o para que Jimin se fijara en ella. Hacía días que procuraba que la falda le quedara lo más corta posible para lucir las piernas al máximo cada vez que se sentaba, pero hasta el momento no parecía haber surtido ningún efecto en él.

La señora Bethany se limitó a asentir en dirección a Courtney.

—En la cultura moderna occidental no hay ningún vampiro más famoso que Drácula. ¿Por dónde empezar mejor?

—Otra vuelta de tuerca —contesté, sorprendiendo a todo el mundo, a mí incluida.

—¿Disculpe?

Ga verder met lezen

Dit interesseert je vast

781K 36.6K 59
Taehyung is appointed as a personal slave of Jungkook the true blood alpha prince of blue moon kingdom. Taehyung is an omega and the former prince...
318K 14.1K 37
જ⁀➴ᡣ𐭩 hidden, various hazbin hotel characters x female reader જ⁀➴ᡣ𐭩 𝑰𝒏 𝒘𝒉𝒊𝒄𝒉 we follow an angel named y/n, who had her bes...
193K 7.9K 58
𝗜𝗡 𝗪𝗛𝗜𝗖𝗛 noura denoire is the first female f1 driver in 𝗗𝗘𝗖𝗔𝗗𝗘𝗦 OR 𝗜𝗡 𝗪𝗛𝗜𝗖𝗛 noura denoire and charle...
92.6K 2.1K 37
When your PR team tells you that we have to date a girl on the UCONN women basketball team and you can't say no to it... At first you don't think too...