«♪»
Corrió hasta el cuarto de SeokJin deteniéndose en el umbral pensando en cómo debía tocar, suavemente levantó su puño y tocó tres escasas veces escuchando un "pase" como respuesta. Abrió la puerta asomando apenas sus ojos. SeokJin le miró y sonrió dejando su laptop a un lado para poder prestarle atención a su hermano.
— Aun no me llama... —soltó una risa pensando que JiMin había extrañado la llamada de "buenas noches" de parte de YoonGi.
— Amh... ¿puedo... llamarle... yo? —Preguntó tímido.
— Sí, claro... —SeokJin removió de su escritorio un par de libros y muchas hojas hasta que encontró su celular, rápidamente lo desbloqueó y se lo dio para que pudiera llamar— allí está la agenda... —asintió señalando.
JiMin asintió con él comenzando a deslizar su dedo por la pantalla hasta encontrar el contacto que decía "YoonGi" lo oprimió para marcarle alejándose tímidamente de SeokJin.
— Entiendo... iré a... la cocina, supongo. —Sonrió su hermano levantándose para dejarle libre.
JiMin sonrió en agradecimiento y esperó a que contestara.
— "SeokJin... iba a marcar, no sé si JiMin ya esté dormido, pero tuve unos problemas, la maldita tesis no queda correctamente y hace un calor condenado... ¿Está allí?" —Escuchó al mayor sin siquiera dejarle continuar.
— No maldigas. —Reprendió.
— "¿Eh? ¿MinMin?"
— No maldigas. —Volvió a decir.
— "Perdón... es que... estoy estresado..." —soltó una corta risa.
— Yoonie...
— "¿Mhh? ¿Me extrañaste?" —JiMin comenzó a sonreír avergonzado.
— Mucho.
— "Yo también... juro que ya te iba a marcar... ugh, lo siento."
— Está bien... —miró sus manos pensando en cómo le diría— ¿Estás ocupado? —Preguntó.
— "Un poco... mañana tengo que entregar otro avance, y los profesores dicen que no está bien..." —escuchó un suspiro más y comenzó a pensar— "¿MinMin? ¿Quieres hablar?"
— Es... que... —hizo un pequeño puchero sin saber cómo explicarse— necesito... cosas...
— "¿Cosas?"
— Sí... umh... quería decírtelo... pero no pude... —habló asintiendo para sí mismo— y... es que... los profesores me invitaron a... otro taller... es uno de pintura, Yoonie... es... muy bonito.
— "¡Woah! ¡¿Por qué no me dijiste?!" —Escuchó la risa nerviosa, pero sobre todo la alegría en su entonación.
— Porque no pude... estaba ocupado.
— "¿Ocupado? ¿Haciendo qué?" —Soltó con una risa pues había estado casi todo el tiempo con él, exceptuando aquel instante en el que su madre llegó.
— Besándote... abrazándote... umh... riendo contigo... me diste... mimos... y...
— "¡E-entendí!" —Habló nervioso YoonGi siendo víctima de un sonrojo.
— Ah, entonces... necesito comprar cosas... ellos me dieron una lista. —Mordió su labio nervioso.
— "Umh... no sé si pueda acompañarte..." —escuchó el típico "mmh" que soltaba siempre que pensaba, aquel sonido siempre era acompañado por una voz ronca— "al menos no esta semana."
— Pero... empiezo el lunes. —JiMin soltó preocupado.
— "Mh... ¿te parece si mañana hablamos de esto?" —Preguntó y JiMin asintió a la nada— "necesito ver si tengo tiempo, ya veré qué hago."
— Ah, Yoonie... —negó— tú... también tienes... tus cosas... Jinnie podría... acompañarme también.
— "Lo sé..." —dicha frase tranquilizó al menor— "pero igual quisiera acompañarte... ¿no quieres que vaya?"
— ¡Sí, sí quiero! —Afirmó.
— "Bromeaba..." —escuchó una risa.
Después de aquella corta plática JiMin se dispuso a contarle todo lo que los profesores le dijeron, mencionando su cuidado estético y su forma de ver las cosas, personas o situaciones, cosa que querían explotar a como diera lugar, querían explorar la mente de JiMin por medio de representaciones artísticas, pues él, recién ingresando al taller de fotografía, cuidaba los enfoques como si hubiera estudiado algo más profesional, aunque claro estaba que ellos conocían la condición de JiMin no pensaron que su potencial alcanzara tanto. YoonGi, por otro lado, escuchaba orgulloso todo lo que esos profesores le decían, los halagos que soltaban y, claramente, la alegría de su novio, aquella que se podía definir con claridad pues el menor no dejaba de hablar de lo bien que se sentía una cámara entre sus manos o lo mucho que le gustaba dibujar y por ello, pensaba, podría interesarle mucho el taller de dibujo, deseaba, con todo su corazón, que las personas fueran igual de amables con él como en el taller de fotografía.
— Y... —soltó un bostezo— y... comí... un poco de chocolate...
— "Ah, ya tienes sueño... ve a dormir, MinMin..."
— Umh... —JiMin talló su ojo suavemente con su mano para despejar un poco el sueño— ¿Mañana?
— "Sí, mañana."
— No... trabajes tanto... Yoonie.
— "No lo haré."
— Duerme pronto.
— "Sí."
— Te quiero.
— "Yo también... mucho..."
— Be-besos...
— "Ah, detente..." —JiMin sonrió— "bueno, no te detengas, sólo detén esa forma de ser" —soltó una risa más avergonzada— "ah, no, estás riendo y no estás aquí..."
— Buenas noches.
«♪»
En la mañana YoonGi estaba sosteniendo sus manos, ese día lo tenía libre, pues el taller no era diario, así que tenía tiempo para estar con el mayor —y conseguir los materiales— sin embargo él parecía estar preocupado, pues apenas llegó, le recibió con un beso y tomó sus manos para conducirlo hasta un banco.
— ¿Quieres ir hoy por tus materiales? —Preguntó acariciando sus manos a lo que JiMin asintió con rapidez— y... ¿Y... HoSeok puede ir?
JiMin soltó una sonrisa y volvió a asentir.
— Hobie puede venir.
— Pero... yo no creo poder ir... —de inmediato la sonrisa de JiMin se apagó— confío mucho en HoSeok, él y NamJoon son mis mejores amigos. Dijo que tendría que comprar unas cosas en el centro, se ofreció a llevarte... pero si no quieres él entenderá.
— ¿Por qué... no puedes? —Preguntó decepcionado.
— Tengo que acabar esto... —señaló su mochila pensando en la laptop que había dentro— lo siento... es que...
— Después... después ¿Después nos veremos? —Cuestionó bajando la mirada admirando sus tenis un poco sucios de hojitas.
— ¡Claro que sí! —Acunó su rostro besándole— te esperaré en la terminal.
— ¿Me extrañarás? —Le abrazó.
— Siempre.
— Umh... —era cierto que había ganado demasiada confianza hacia HoSeok, a tal grado que hablaba con él, dejaba que le comprara cosas, le invitaba comida e incluso le abrazaba, sin embargo aquello no significa que se sintiera tranquilo al estar totalmente solo con el mayor.
— Si no quieres él entenderá. —Habló YoonGi apresándole con fuerza.
— ¿A qué hora será? —Hundió su rostro en el cuello de YoonGi.
— Después del almuerzo. Él irá temprano... sólo le das la lista y lo buscarán... ¿Sí? —Le apartó para admirarle.
— Sí.
— HoSeok es de confianza. ¿Sí?
— Sí...
— A HoSeok también puedes decirle todo lo que quieras o sientas... si no quieres estar allí él entenderá...
— Sí. —Sonrió— ¿Puedo pedirle helado?
YoonGi soltó una risa y besó su mejilla.
— Seguro que te lo compra...
JiMin asintió no muy convencido con totalidad, mientras seguían hablando entre aquellos abrazos y cortos mimos HoSeok llegó sonriente y feliz, ciertamente él sabía de aquella posibilidad donde el menor rechazara ir con él, lo sabía y aceptaba, aunque claro está que él quería ganar la confianza de JiMin, desde que le conoció sintió un cariño especial, una especie de hermandad que sólo se reforzó al ver los ojos enamorados de su pálido amigo. Ciertamente se alegraba de haber ganado poco a poco más confianza, pues él —del trío de amigos— era el que menos se relacionaba con JiMin, NamJoon salía constantemente con SeokJin, así que era natural que se relacionaran muy a menudo. Así que el primer instante en el que el menor le pidió tímidamente una leche de avellanas que vendían en la escuela, se sintió alegre, al fin estaba dejando de temerle y tomarle como un desconocido. Se sentó a lado de YoonGi mientras pensaba en las cosas que debía comprar.
— HoSeok... él... —YoonGi iba a hablar pero JiMin se adelantó.
— Yo... yo... quiero ir contigo, Hobie. —Asintió.
HoSeok no pudo evitar apresar un poco las mejillas de JiMin mientras era regañado por YoonGi.
Las clases habían pasado endemoniadamente rápido, quizás porque JiMin tendría que irse apenas terminara el almuerzo —aunque antes de las clases le habían dado la lista a HoSeok y éste dijo que sabía dónde vendían lo que necesitaba—. YoonGi se sentía extraño, no quería que JiMin tuviera un ataque de pánico que le congelara los pies, y que temiera incluso de HoSeok. Además también pensó en el hambre que tendría porque seguramente, le había explicado su amigo, regresarían entrada la tarde, poco antes de las cinco, ello significaría que tendría poco menos de dos horas para compartir con su novio, aquello no sonaba mal, no es como si necesitaran estar todo el día juntos, no es como si no pudieran vivir sin el contrario, pero simplemente se sentían tan bien con su pareja, que el estar separados simplemente les hacía preguntarse "¿qué haría él si estuviera aquí?" o "¿qué diría él si estuviera aquí?"
— Tienes que comer, MinMin. —Habló el mayor pasándole las dos ensaladas.
— Es... mucho... —respondió JiMin sorprendido.
— Come... —tomó con el tenedor una frambuesa poniéndola en los labios del menor, quien inmediatamente abrió la boca para comer.
— Yah... —habló HoSeok con una risa— se va unas horas, no una vida.
— Va a tener hambre. —Volvió a hablar YoonGi mientras le pasaba la malteada de fresa y colocaba a lado de las dos ensaladas un plato mediano de espagueti.
— Es mucho... —volvió a pucherear el menor.
— Pero tienes que comer... —YoonGi tomó su barbilla para que se mirasen a los ojos— aunque sea una ensalada... ¿Sí?
— ¿Sólo la ensalada? —Sonrió sintiendo las caricias del mayor, pues había dejado su barbilla para acariciar su mejilla.
— Y quizás el espagueti... y la malteada. —Asintió.
— Yoonie... —puchereó.
— Bien... —suspiró— la ensalada y la malteada...
— Sí. —JiMin comenzó a comer confiado.
— Si tiene hambre... igual podríamos pasar por algo de comer. —Afirmó HoSeok.
— Lo sé... —YoonGi trató de calmar sus pensamientos.
Después de terminar la malteada HoSeok se levantó y comenzó a guardar sus cosas mientras JiMin sonreía ante las palabras de aliento que su novio soltaba en sus sienes, posando también suaves besos, YoonGi le decía que todo iba a estar bien, que no le iba a dar miedo como la última vez, también le dijo, nuevamente, que si no deseaba estar allí HoSeok inmediatamente lo llevaría de nuevo a la casa de YoonGi, aunque en el fondo de su corazón, esperaba que no fuera así, sabía que aún más fuerte sus deseos de verle tranquilo, paseando sin miedo, riendo sin vergüenza. Soltó un corto beso a los esponjosos labios antes de verlo partir junto a su amigo.
JiMin había pensado que ir con HoSeok a cualquier lugar sería incómodo, sin embargo allí estaban esperando el autobús mientras HoSeok no dejaba de hablar sobre lo que verían, quería entrar a una cafetería nueva en la que probarían un par de bebidas que estaban de moda, JiMin recordó en silencio que a YoonGi siempre le molestaban esos lugares, había alegado que el ruido que se producía era mucho, pero esperaba que con HoSeok todo fuera tranquilo. Siguió platicando respecto a los colores al autobús y como no le gustaba que los vidrios fueran transparentes, él quería que fueran como los camiones lujosos, con cortinas y lugares donde poner los pies.
— Pero... son veinte... minutos. —Habló JiMin sintiendo sus mejillas rosas después de reír tanto.
— Sí, lo sé, JiMinnie, pero... ¿no sería bonito? —Movió sus cejas de arriba hacia abajo produciendo una risa nuevamente.
— Pero... es mucho para... veinte minutos. —Trató de razonar.
— ¡Pero podríamos poner los pies sobre algo acolchonadito! ¡Eso sería fantástico para mis pies! —Mencionó nuevamente tratando de demostrar su punto.
— Pero... entonces el pasaje sería... más... caro... y... —JiMin ladeó el rostro— es mucho... para veinte... minutos.
— ¡Yah! —Hizo un puchero— las personas maduras como tú no me entenderían.
JiMin volvió a reír mientras negaba.
— Es que... sería... complicado. —dijo entre risas.
— ¡Ña, ña, ña! —Negó— ¡YoonGi te pasó su amargura!
— Yoonie no es amargo. —Negó de la misma manera que lo había hecho HoSeok.
— Contigo no porque eres lindo. —Suspiró.
— Sólo... sólo soy lindo... —habló sintiendo un sonrojo— para Yoonie.
— ¿Sólo lindo para él? —Llevó una mano a su mentón— yo creo que eres lindo para todos. —Afirmó.
— No, no... —negó— yo no... debo ser lindo para... los demás... y Yoonie no puede ser... lindo... ni guapo... para alguien más.
— Ah, entiendo. —HoSeok asintió sonriendo, pensando en la "pacífica" posesividad con la que aquellas palabras habían nacido.
Salieron y JiMin rápidamente reconoció el lugar, aquel lugar que en el pasado le había dado un pánico enorme, y que sólo se había calmado al admirar las manos juntas con el mayor. Lamió sus labios y sintió miedo, realmente no podía —ni quería, en realidad— aunque le estimaba mucho, el contacto tan cercano no le era grato, pues sólo lo tenía con su papá, SeokJin, YoonGi y, claro, su madre.
— ¿Tienes miedo? —Preguntó HoSeok mirando sus ojos aterrados.
JiMin no respondió, sólo bajó la mirada pensando en cómo podría atravesar aquella montana de voces, sonidos, colores, rostros, sin sentirse realmente asustado.
— ¿Conoces la historia del pequeño ratón ciego? —Preguntó HoSeok mientras se quitaba la chaqueta.
— No... —JiMin le miró.
— Es... un pequeño ratón... que nació ciego... —acomodó la chaqueta en sus manos— y sólo podía guiarse con sus bigotes... —asintió mientras colocaba la chaqueta encima de la cabeza de JiMin, admirando su rostro confundido— y... aun así... él fue el único en encontrar el tesoro.
— ¿Tesoro? —Preguntó interesado.
— Un tesoro que muchos ratones querían... pero él, siendo más paciente... pudo conseguirlo. —Vio a JiMin asentir.
— ¿Quieres saber qué sintió el ratón? —Sonrió.
— Pero...
— Yo seré tus bigotes... —extendió su mano— necesito que confíes en mí.
JiMin admiró la palma extendida y sintió un pánico cuando sus dedos rozaron la palma del mayor, aunque dicha molestia desapareció cuando admiró la sonrisa amplia que le regaló.
— El ratoncito... no le prestaba atención al ruido molesto... ¿Sí?
— Sí.
— No hagas caso. —Afirmó apretando la mano del menor entre sus dedos para luego acomodar la chaqueta alrededor de él, dejándole totalmente en una oscuridad que sólo era iluminada por la poca luz que se colaba por la finalización de la chaqueta y el brillo del asfalto causado por el sol.
Asintió y comenzaron a caminar, JiMin no veía más que los pies de aquellos que pasaban, admiró a algunos perritos y los mismos pies de HoSeok, a veces cuando los pies eran muchos sólo sentía que quería correr hasta encontrar a YoonGi, donde todo estaba quieto, sin embargo, él recordó al ratón del pequeño relato que contó HoSeok, así que no queriendo hacer trampa cerró los ojos con fuerza y trató de ignorar todas las voces y cláxones que resonaban a su alrededor. Y no fue sino hasta que sintió a HoSeok detenerse que él también lo hizo, lentamente el mayor quitó la chaqueta de la cabeza del menor haciendo que cerrara sus ojos por la fuerte luz.
— Lo hiciste. —Sonrió al mayor acariciando su despeinado cabello.
— Ah... —JiMin comenzó a reír— yo... umh... —achinó los ojos en alegría— gracias, Hobie...
— De nada, JiMinnie... —señaló hacia el interior de un edificio en el que estaban— aquí venden lo que necesitas.
— Sí... —asintió.
Pasaron comenzando a buscar las pinturas, pinceles, lápices y cosas de más que necesitaba, JiMin había, nuevamente, ahorrado dinero que su padre le había dado, si bien no alcanzaba a pagar todo, sí la mayoría, y YoonGi le había dado dinero a HoSeok para que cubriera el resto. Salieron con tranquilidad y ambas mochilas llenas de cosas que utilizaría el menor en su nuevo taller —además también de comprarle algún capricho, es decir, una libreta en forma de hoja que tanto le había fascinado—. Siguieron por aquella calle, que estaba más vacía que las anteriores calles, entraron a varios locales donde vendían amplificadores, baterías, y otros tantos objetos de música que tanto le atraía a JiMin. Salieron después de comprar un micrófono profesional, aquel largo y fino micrófono le había parecido al menor como aquellos que las personas de la radio utilizan, o aún más, aquellos artistas con sus gruesos casos y sus ojos cerrados mientras entonaban.
— ¿Quieres pasar por el café? —Preguntó HoSeok mirando a JiMin quien veía con curiosidad la caja del micrófono.
— Sí... —asintió sonriente pensando que realmente tenía hambre.
— Vamos.
El lugar era tranquilo, con música un poco más alta de lo que le gustaba, y más personas de las que le agradaba, pero simplemente se sentía cómodo, quizás porque HoSeok no le permitía distraerse, pues siempre estaba hablando. Llegó la dona de fresa y la leche chocolatada que había ordenado, comieron con lentitud y tranquilidad, mientras le preguntaba sobre aquellas cosas que haría en su taller, emocionado, JiMin comenzó a contarle sobre la próxima exposición de fotografía en la que participaría, prometió invitarle aunque en su mente ya estaba planeado hacerlo. Regresaron de manera tranquila, mientras veían las pautas del atardecer, habían tardado más de lo planeado porque el micrófono que quería HoSeok no había sido fácil de conseguir, sin embargo JiMin no se quejaba del todo, aunque sí extrañaba a su novio le gustaba mucho el panorama naranja que se percibía en las ventanas. HoSeok le dijo cansado que YoonGi le había mandado mensajes preocupado, preguntando por qué habían tardado, cosa que no vio pues no había sacado su celular en ningún instante.
— ¿Me... me llevas a su casa... Hobie? —Preguntó pensando en lo preocupado que seguramente estaría su novio.
— Sí, eso pensaba hacer. —Sonrió.
Y cuando llegaron HoSeok sólo pudo percibir al menos abrazando con fuerza a su pálido amigo mientras este correspondía y le reclamaba por no responder sus mensajes.
— No tenía crédito. —Levantó los hombros— nos vemos mañana, chicos. —Agitó su mano mientras se marchaba.
— Adiós. —Habló JiMin aún oculto en el cuello de YoonGi.
Caminó con JiMin colgado de él como si fuera un koala, con sus ojos cerrados y sonrisas tímidas en sus labios. Cayeron torpemente en el sillón mientras soltaban risas, JiMin acunó las blanquecinas mejillas de su novio mientras propinaba besos castos. Sólo tenían una hora, una hora y se verían hasta el lunes, SeokJin le había confiado que su padre los llevaría a su casa ese fin de semana —cosa que el menor aun no sabía—, YoonGi estaba un poco decepcionado pero feliz, porque sabía lo mucho que JiMin amaba a su papá, y el que pasaran todo un fin de semana juntos le causaba una alegría inmensa. Escuchó las pequeñas risas en su oído y sonrió cerrando los ojos. Se alejó un poco sintiendo a JiMin acomodarse encima de él, con sus pequeñas manos acariciando con pereza su cabello. JiMin quería contarle todo lo que vio, las cosas que aprendió, quería contarle sobre aquel ratón que HoSeok le había contado... sin embargo parecía que los latidos estrepitosos de su corazón sólo querían besarlo una y otra vez... hasta que sólo el sonrojo de su cara pudiera impedírselo.
— MinMin... ¿comiste algo? —Preguntó tomando las manos del menor, que seguían acariciándole el cabello, para llevarlas a su boca y besar lentamente sus nudillos.
— Sí... —JiMin se acercó y comenzó a restregar lentamente su nariz contra la mejilla de su novio a la par que cerraba los ojos con tranquilidad.
— ¿Y no quieres comer nada? —Sintió en su piel el negar rápido de su joven pareja y sonrió entrelazando sus dedos, pensando en la paz que le transmitía, pues con JiMin no existía el estrés, no habían maestros gritándole por lo mala que era su tesis, no habían maestras pidiendo que le dejara asesorarle, no habían compañeros con voces molestas pidiendo apuntes. No había nada, sólo la armónica risa del menor y sus quietos y pacíficos relatos.
Quizás por eso le gustaba demasiado el menor, quizás por eso se había enamorado... por aquella forma tan natural y simple de entender las cosas... aquello de lo que él carecía.
Trató de sentarse un poco para poder comenzar a preguntarle sobre aquel taller en el que entraría ese mismo lunes —y es que aunque se vieran menos tiempo, estaba orgulloso— sin embargo JiMin no se separó en ningún momento, haciendo que cuando se sentara él también lo hiciera, sin embargo YoonGi estaba sentado en el sillón y él en las piernas de YoonGi. El mayor sonrió derrotado y comenzó a hablarle de manera tranquila mientras le acariciaba la espalda sintiendo lo delgado de su playera.
— Te extrañe... —JiMin se separó un poco, sólo un poco, dejándolo cerca de su pareja, sintiendo la nariz nívea contra la suya, acariciando con sus propias pestañas las del mayor, compartiendo irregulares respiraciones.
Con un solo movimiento podrían besarse de nuevo, sin embargo ninguno lo realizaba pues estaba embelesado con lo que el contrario significaba; el menor admiraba la piel pálida del mayor así como un tono oscuro debajo de sus ojos que sólo significaban algunas trasnoches, también admiró las pestañas cortísimas que adornaban sus ojos y algunas marquitas que tenía en su mejilla, no sabía su producto del desarrollo o de una infancia alocada, por su parte, YoonGi admiró al menor con su piel tostada de manera uniforme, algunas imperfecciones que seguían mostrándole como un adolescente, su nariz redonda y sus labios rosas y un poco partidos en el centro de los mismos, seguramente por haberlos mordido. JiMin cerró los ojos sin moverse, abriendo un poco los labios causando que así, que la piel pura de sus labios tocase los del mayor, sólo una caricia. YoonGi frunció delicadamente el ceño, pues ahora sus ojos estaban enfocados en los labios del menor, en la forma —extrañamente tierna— que se asomaban unos cuantos dientes y su rosada lengua, suspiró pensando que, al menos esta vez, no podría controlarse.
— MinMin... —susurró tan bajo que sólo ellos dos podían ser cómplices.
— ¿Sí?
— Yo... —la mano de YoonGi recorrió la espalda del menor en sus piernas hasta llegar a su cuello donde tocó finamente, como si estuviera tentando la seda, para al final posarse en su mentón— dime... dime si te asusta.
— ¿Quién? —El tono que el menor empleaba era tan bajito que su voz podía sonar más aguda, cosa que sólo hacía a YoonGi sonreír.
— Esto... —con su mano en el mentón del menor presionó un poco y bajó la barbilla de su novio haciendo que sus labios se abrieran más— dime... y me detengo... ¿Sí?
— ¿Yoonie? —JiMin no comprendió.
No fue sino hasta que sintió los labios del mayor acariciar los suyos que soltó un suspiro fuerte, sus manos escalaron un poco más hasta volver a acariciar las hebras del mayor y delinear cada fino cabello con sus dedos, sin embargo sus movimientos se detuvieron cuando sintió la lengua del mayor adentrarse en el beso. Se extrañó y trató de alejarse pensando que algo estaba mal, sin embargo la mano del mayor en su nuca se lo impidió con delicadeza, las caricias que le proporcionaba en su cuello le dieron la confianza suficiente para dejarse llevar, apretó, sin querer, algunos cabellos de YoonGi jaloneándolo un poco, cuando sintió el cálido músculo acariciando el suyo, un escalofrío recorrió su cuerpo y comenzó a mover tímidamente su lengua restregándola con timidez también, haciendo que su respirar fuera más difícil. Se sentía extraño, pero increíblemente bien también. Cuando se separaron YoonGi depositó un casto beso y se separó.
— ¿Tuviste... umh... —trató de recuperar aire— miedo?
JiMin seguía sonrojado, aquel beso le había fascinado, pero jamás había visto a alguien que se besara así, lamió sus labios tratando de recuperar el aliento.
— ¿Estás bien? —YoonGi acarició su cabello pensando que quizás no debió inentarlo.
— Amh... —JiMin siguió con la respiración irregular.
— ¿MinMin? —Se asustó, realmente tenía miedo de haberle forzado a hacer algo que no quería, pero cuando sintió la lengua del menor, cuando sintió los suspiros tan pesados sobre su rostro, no quiso parar.
— ¿O-otro? —Preguntó tímido.
YoonGi sonrió y le abrazó con fuerza, tenía tanto miedo que había obviado el sonrojo en sus mejillas, el brillo en sus ojos, y las pequeñas sonrisas tímidas que soltaba. Se separó un instante para volver a sostener el rostro de JiMin, acariciando sus mejillas, y volver a acercarse, empezando primero por besos castos... luego, JiMin sacó tímidamente su lengua para lamer los labios de YoonGi, como pidiendo que retomaran aquel beso que era nuevo para él, cosa que YoonGi complació.
Realmente el tipo de beso, ese tipo de caricias, aquellos suspiros pesados, las miradas enamoradas y las sonrisas entre los besos, los abrazos que le proporcionaba... todo le daban pautas para hacer de aquel momento algo más pasional, más íntimo... sin embargo no podía pensar más que en seguirlo abrazando, quizás después darle besos y al final una taza de leche con café.
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Lamento muchísimo haber tardado, espero que me perdonen :c tuve unos problemillas familiares, pero ya estoy de regreso <3 <3 <3 <3
Jslkadjlskajdkla ¿qué sintieron del primer beso íntimo de YoonGi y JiMin? Realmente tenía un poco de miedo, porque... vamos, xD no quiero que se presuma esto como algo pasional, realmente YoonGi siente mucho más por JiMin y no quería que esto se malentendiera, quería que se mantuviera la imagen romántica que tienen... espero haberlo conseguido... ¡PERO TAMBIÉN ESPERO SUS OPINIONES! (el capítulo lo sentí medio kk) kajsklds
¡GRACIAS POR LEER!
¡LES AMO!