Y cuando estamos juntos es una armonía dulce, muy rara
Si sólo pudiéramos estar de acuerdo, nada nos podría parar.
Cuando dices que sí, digo que no
Cuando dices para
Todo lo que quiero hacer es ir, ir, ir
Tú la otra mitad de mí
La mitad que nunca seré
La mitad que me vuelve loca
Tú la mejor mitad de mí
La mitad que siempre necesitaré
Pero los dos sabemos somos mejores en estéreo
Dices que está mal, digo que está bien
Dices que es negro, digo que es blanco
Vas a la izquierda y voy a la derecha
Pero a fin de cuentas,
Los dos sabemos que somos mejores en estéreo
Dove Cameron- Better un stereo
La podía apreciar con la claridad de un vaso de agua, estaba ahí, muy pequeña pero presente. Su pequeño vientre había crecido y eso lo emocionaba de sobre manera, el obstetra había dicho que el vientre comenzaría a crecer en ese mes. Aunque no esperaba que ese proceso ocurriera de una manera tan rápida e inesperada. Tetsuya no podía encontrar la hora en la que su vientre fuera enorme, lo ansiaba fervientemente, pero tendría que guardar sus sentimientos de emoción por unas —muchas— semanas más porque sabía a la perfección que aún era muy temprano para eso, considerando que solo tenía once semanas.
Aunque la idea de que Taiga se encontraba en ese mismo instante durmiendo en el sofá de su sala provocaba que su emoción pisará el freno de manera abrupta y brusca para después bajar de aquél automóvil que era el cuerpo de Tetsuya e ir a buscar algo mejor en donde pudiera sacarle provecho a su tiempo. Pero esconder el pequeño vientre sería fácil. Con un suéter algo grande lo podría disimular sin problema.
Después de tomar un relajante baño y cambiarse de ropa el peli azul se dirigió a la sala en donde se encontró a Kagami durmiendo plácidamente desparramado en el sofá. Se veía tan relajado y bello, bueno a ojos de Tetsuya era bello, porque en verdad el moreno tenía los ojos medio abiertos y cabello revuelto que hacía conjunto con la saliva seca que adornaba su mejilla, el amor en definitiva nos ciega. Tetsuya se acercó al pelirrojo y se arrodillo frente a él, de forma en la que quedaron cara a cara.
—Te quiero mucho, no sé cómo en verdad, creo que te amo y por esa misma razón no quiero arruinar tu futuro con Momoi-san y tampoco quiero arruinar su felicidad por culpa de esa noche. Lo siento por no decirte la verdad, siento ser tan débil. —reuniendo todo el valor posible el pequeño junto sus suaves labios contra los de Taiga, en un pequeño e inocente beso, un beso que deseaba desde hace semanas. Se separó lentamente y se levantó, algo avergonzado por lo antes sucedido. Acto seguido se dedicó a despertar al más alto—. Kagami-kun, despierte.
Taiga abrió lentamente sus ojos, formando una sonrisa al ver la tierna imagen de Tetsuya sonrojado. No sabía la razón del sonrojo, pero igual le parecía tierno y encantador.
—Buenos días.
—Buenos días Kagami-kun. ¿Se dará un baño? ¿Tiene ropa? —inquirió el más pequeño.
—Un baño sería estupendo, tengo ropa, siempre viajo de emergencia, por lo tanto, siempre tengo una maleta en la camioneta. Gracias.
—No es nada, en el baño hay toallas. Lo esperaré para desayunar.
°°°°°°
— Tenemos poquita leche, lechuga, no olvídelo, la lechuga ya está negra y asquerosa, mango, oh no, olvida igualmente el mango, también está negro y tenemos dos huevos. —dijo Tetsuya con una sonrisa orgullosa al ver la comida que albergaba su preciado refrigerador.
—Vale, creo que necesitamos hacer las compras.
—Estoy de acuerdo.
Pero nadie dijo que hacer el súper sería tan loco junto a Tetsuya.
°°°°°
—¡Tocino! y, y, y ¡macarrones! Oh ¡mire! Ahí hay fideos, necesitamos fideos. ¡Helado y leche! para hacer malteada de vainilla. ¿Ocuparemos más tocino? Quiero hacer huevo con tocino. —gritó el peli azul corriendo de un lado a otro por los pasillos, matando de risa a Taiga al verlo tan emocionado.
—Para, para, tranquilo. ¿Nunca ha hecho el súper? — el más bajo se sonrojo y bajo la mirada. ¿Qué carajo le pasaba? Él no era así, no se sonrojaba tan fácilmente. Mierda, Kagami lo estaba afectando severamente.
—Hace mucho no hago las compras. A veces estoy muy ocupado y Kise-kun me ayuda con eso.
—Oh, bueno, en ese caso compremos más. —río el pelirrojo.
—Además, también tengo que aprovechar ya que usted pagará. —dijo el más bajo con una sonrisa traviesa y saliendo del rango de vista del pelirrojo.
—¡Kuroko!
Terminaron comprando muchas cosas, galletas, dulces, leche, huevo, jamón, arroz, queso, agua, jugo, café, azúcar, frutas, vainilla y hielo, aunque si no fuera por Taiga, Tetsuya solo hubiera comprado chucherías. Se formaron en la fila de la caja para pagar por los alimentos. Los dos se encontraban en un silencio confortable hasta que el peliazul encontró algo maravilloso, casi era como el mismísimo alimento de los dioses.
—¡Pepinillos! y ¡vinagre! —gritó y se fue corriendo hacia los alimentos posados en una estantería, extrañamente juntos. Minutos después Kuroko regresó abrazando con fuerza los objetos, como si de tesoros se tratara.
—¿Sigues con eso de pepinillos en vinagre? —dijo asqueado el más alto. El peli azul asintió efusivamente.
—Son de-li-cio-sos. Deberías probarlos.
—No gracias, puedo continuar con mi vida sin comerlos. —el silencio volvió a gobernar, pero nuevamente el peli azul se encargó de romperlo.
— Kagami-kun.
—¿Si?
—Compremos chocolate.
—¿Para qué?
—Quiero tocino cubierto de chocolate. —respondió el más bajo con una sonrisa.
—Eww, ay Dios mío.
—Ay Dios mío en efecto Kagami-kun. Creo que será delicioso probarlo.
°°°°°
Cocinar junto a Satsuki nunca había sido posible, la peli rosa siempre llegaba tarde, no le gustaba la cocina y no era buena en ello. Por lo tanto, el pelirrojo siempre cocino solo, y vaya que se llevó una sorpresa cuando Tetsuya se ofreció para ayudarlo a cocinar.
Risas y peleas infantiles fue lo que gobernó la casa por todo el tiempo que duraron "cocinando". Su pelea terminó en un desastre en la cocina, pero en compensación la comida preparada se veía para chuparse los dedos.
Al final Taiga tuvo que preparar los pepinillos en vinagre y el tocino cubierto en chocolate. Con mucho asco, pero lo hizo. Por suerte todo rastro de asco se fue al ver a Tetsuya tan feliz al comenzar a devorar la comida.
—Todo quedó maravilloso y delicioso. Cocina muy bien Kagami-kun. — exclamó el peli azul al acabar su comida.
—Me alegra que te gustará, al parecer somos un buen equipo en la cocina. —respondió Taiga.
—Creo que también seremos un buen equipo limpiando la cocina.
—Eso esperó, somos mejores en estéreo— afirmo el trigueño.
—¿Estéreo?
—Estando juntos y trabajando unidos.
Un silencio algo incómodo se formó hasta que con un suspiro el más alto volvió a hablar.
—Kuroko, no hablamos nunca de aquella noche, ya que nunca surgió el tema y...— el pelirrojo fue interrumpido.
—No se preocupe Kagami-kun, yo no diré nada, por el bien de la relación de Momoi-san y usted. No quiero ser el culpable de su separación o una pelea.
—Pero...— nuevamente el más alto fue interrumpido.
—Se lo juro. Mi boca es una tumba. Eso quedó en el pasado.
°°°°°
La pareja veía cómodamente un programa de comedia en la sala mientras comían palomitas de maíz felizmente.
— Kagami-kun ¿Puedo hacerle una pregunta? —inquirió Kuroko cuando un anuncio interrumpió el programa.
—Claro.
— En dos días tendré una reunión con mis amigos aquí y me preguntaba si usted ¿quisiera asistir? —preguntó.
—Claro, aunque ese día vendrá Satsuki. ¿no es problema?
—Oh, no, claro que no. Ustedes dos están cordialmente invitados. — sonrió Kuroko.
—Me alegra. Te ayudaré con tu reunión.
—Genial.
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¡Hola!
Lamento no haber publicado, es que fui a ver el concierto de Exo y no podía salir de mi estado de shock.
Besos~