Parte II
-Ese vestido está muy corto. Ahora no te dejaré ir. -fueron las primeras palabras de Isco en lo que bajé las escaleras.
-Déjame tranquila. -reí y me puse frente al espejo de cuerpo completo que había en la sala. Acomodé un poco mi cabello, en eso tocan el timbre.
Miré a Isco con los ojos entrecerrados, sabiendo lo que se venía. Una carrera hacia la puerta que obviamente él ganó, ya que yo tenía tacones y no quería doblarme un tobillo.
-Hola, Paulo. -sonreí en lo que me coloqué al lado de Isco. Paulo apartó la mirada de mi hermano y la colocó en mí, recorriéndola desde mis pies a mi cabeza, luego se relamió los labios.
-Ho...hola. -se rascó la nuca nervioso.- Estás hermosa, Gigi. -halagó. Escuché a Isco aclarar su garganta a propósito.
-¿Te tragaste un bicho? -miré burlonamente a mi hermano. Escuché la risa de Paulo, Isco puso los ojos en blanco.- Gracias, tú no te quedas atrás. -le dije a Paulo por su halago anterior. Salí de casa y me coloqué a su lado.- Arrivederci, Isco. -lo saludé con la mano, aún con la sonrisa burlona.
-Chao, graciosita. -le escuché decir antes que cerrara la puerta, solté una risita.
-¿Ahora me dirás a dónde vamos? -pregunté en lo que nos montamos en su coche.
-A cenar con algunos de los chicos del equipo. -arrancó el motor del carro alquilado y empezó a manejar por las iluminadas calles de Madrid.
-¿Cuanto tiempo te quedaras aquí en Madrid? -pregunté rompiendo el silencio.
-Unos días más. Recuerda que dentro de poco vuelven los cuartos de la Champions. -comentó girando el volante y cruzando en una calle con varios restaurantes.
-Vale. -sonreí, esperando que se quedara lo suficiente. Aunque sabía pronto debía volver a Italia.
-Aquí es. -estacionó en lo que parecía ser un club nocturno muy sofisticado. Paulo se bajó del carro, estaba por abrir mi puerta pero él se me adelantó.
-Que caballero. -bromeé al bajarme, alisando mi vestido con las manos.
-Con vos, siempre. -me guiñó un ojo más confiado y yo reí, tratando de ocultar la sensación que me provocaba.
-No te preocupés, la mayoria de los chicos hablan español. -Paulo susurró en mi oído, haciendo que me estremeciera. Simplemente asentí.
El lugar estaba lleno, caminamos entre varias personas hasta que llegamos a un grupo en particular, a algunos los reconocía. No actúe como una fanática, como lo había hecho con los amigos de mi hermano.
-¡Paulo, al fin! ¿Quién es ella? -Pjanic saludó a Paulo con un abrazo y luego me vio sonriendo.
-Ella es Giselle, hermana de Isco Alarcón. -me presentó a todos. Los visualicé bien y solo habían 4 chicos: Pjanic, Higuaín, Rincón y Dani Alves.
-¿El amigo de Morata? ¡Ese hombre es un crack! -Dani dijo.
-Pero Giselle, no te quedés parada ¡sentáte! -Higuaín ofreció un puesto al lado suyo y de Paulo.
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Me senté, era extraño ser la única chica y que ellos hablaran de cosas que yo no tenia la menor idea, pero poco a poco me fui integrando y me comenzaron a caer muy bien.
-¿Bailás? -hablaba animadamente con Pjanic, cuando la voz de Paulo me sorprendió.
-Claro. -me levanté y seguí a Paulo hasta llegar al centro de la pista, donde había un hueco perfecto para nosotros. En ese momento la canción que estaba sonando terminó y comenzó a sonar Chantaje de Shakira y Maluma. Yo no era muy fan de esa clase de música pero esa canción en si me gustaba aunque no tenía la menor idea de cómo bailarla.
Comencé a mover mis caderas al ritmo de la canción, dejándome llevar. Cerré mis ojos y sentí unas manos en mi cintura, sabía de quién se trataba por su colonia masculina, así que seguí bailando.
Jamás me había sentido tan libre y llena de buena energía. En lo que acabo la canción, abrí los ojos y me encontré con Paulo mirándome con una sonrisa.
-Necesito tomar algo. -dije por encima de la música. Él asintió y me tomó de la mano, guiándome hacia la barra.
-¿Qué querés? -el argentino giró a verme.
-Una Coca-Cola solamente, no tengo ganas de beber. -dije sin despegar mis ojos de la pista. La había pasado muy bien y quería volver a bailar.
Paulo me entregó el refresco, agradecí y me lo tomé, refrescando mi seca garganta.
-¿Qué es eso? -le pregunté dejando mi vaso vacío encima de la barra.
-Whisky. -le dio un trago.
-Se supone que debes llevarme a casa. -reí y él negó con la cabeza.
-No te preocupes, solo tomaré este. -después nos quedamos hablando un rato.
Lo había conocido mejor, era un gran chico. Le tenía una pasión tan grande al fútbol que me daban ganas de ser profesional. Hasta me explicó que significaba la Dybalamask. Llegamos al punto de hablar de nuestras relaciones. Su última novia, creo que se llamaba Antonella, lo había engañado y ha estado muy adolorido por eso ya que llevaban 2 años juntos.
-No te preocupes. No eres el único en tener malas relaciones. Cuando estaba en el penúltimo año, conocí a un tío de ultimo año. Al principio pensaba que sus intenciones eran buenas hasta que en una fiesta a la que fui, comenzó a besarme y tocarme. -cerré los ojos recordando. Sentí su mano en mi mejilla.
-No tenés porqué contarme ahora. -abrí los ojos y le sonreí.
-No es nada. Comencé a reaccionar pero él no me dejaba ir, me decía que disfrutara y me quedara quieta, que sería libre en unos momentos. Menos mal que llegó su mejor amigo que es más hombre y lo separó de mí. -finalicé dando un suspiro por sacarlo todo. Ni siquiera Isco sabía de esta historia, no era capaz de contarle eso.
-¡Qué imbécil! -le dio un golpe a la mesa, provocando que los vasos y botellas saltaran un poco.- ¿Cómo se atreve a hacerle eso a una chica? -se cruzó de brazos notablemente molesto.
-Ya no te pongas así, eso fue hace dos años ya. -intenté tranquilizarlo.
-¡Tenías 16! -me vio incrédulo.- Si algún día me lo llegó a encontrar... -se colocó de pie y comenzó a caminar en círculos.
-Paulo. -llamé su atención pero nada.- Paulo. -repetí esta vez agarrando su hombro.
-¡Paulo! -me coloqué frente a él, impidiéndole que siguiera caminando.
Se me quedó viendo por un gran tiempo, como si estuviera analizando cada detalle de mi rostro. Hasta que tomó ambas de mis mejillas, las acunó con sus manos y me besó.
Bajó sus manos a mi cintura, atrayéndome más a él y yo rodeé mis brazos en su cuello. Sus labios se movían de una forma tan sincronizada a la mía, no quería separarme nunca. Sentí como mordía levemente mi labio inferior y luego nos separamos.
Nuestras respiraciones estaban entrecortadas, simplemente nos veíamos a los ojos.
Al fin había pasado.
-Wow. -fue lo que dijo él, mientras mordía su labio.- ¿Te han dicho que besás muy bien? -sonreí mirándolo a los ojos.
-No, no me lo habían dicho. -susurré sobre sus labios. Comenzamos a acercarnos otra vez pero sonó el teléfono de Paulo.
-¿Aló? -respondió poniendo los ojos en blanco.- Ah, okay, va. -colgó y me miró.- Los chicos se van y quieren despedirse de vos -sonreí y asentí.
-Chao, Giselle. Fue un placer conocerte. -primero se despidió Dani.
-Un gusto Giselle, espero volver a verte. -luego Rincón.
-Chao, Gigi. -Higuaín me dio un beso en la mejilla.- Es raro decirle Gigi, siento que es Buffon. -le dijo a sus amigos y todos reímos.
-Ya sabes, me sigues en Instagram. -por último llegó Pjanic. Lo miré sonriente.
-No te preocupes que yo te sigo pero debes darme follow back porque si no te dejo de seguir. -bromeé y él me abrazó.
-No dejes ir a Paulo. -susurró solo para que yo pudiera escucharlo. Asentí y luego se fue junto a los demás.
-¿A dónde querés ir ahora?
-Sorpréndeme. La noche es larga.
no sé ustedes yo digo que este cap fue interesante porque ya se besaron, al fin!
btww vieron como paulito se comió a los del Barça? mi bebé está creciendo. :'(
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