A la mañana siguiente, desperté en mi habitación temporal. Aún tenía la ropa de ayer así que tomé una ducha y ponerme un short de blue jean, junto a una camiseta de tirantes blanca. Dejé mi cabello suelto para que se secara y bajé las escaleras.
-Buenos días. -saludé a Paulo que estaba sentado en el sofá frente al televisor, viendo un partido de fútbol.
-Buenos días, preciosa. -me senté a su lado.- Olés a shampoo. -comentó y lo miré con el ceño fruncido y una sonrisa.
-Pues sí, me bañé. -dirigí mi mirada al televisor y vi que era una repetición de un partido del Real Madrid contra el Barca. -¿De qué año es esto, Paulo? -le pregunté, ya que no había un clásico desde hace tiempo y además, no era de esta temporada.
-Final de la Copa del Rey del 2014. -respondió atento a la televisión, vi a mi hermano y sonreí, recuerdo lo feliz que estaba, mamá, papá y yo pudimos ir a Valencia para verlo. Había ganado su primer título con el Real Madrid y había sido uno de los jugadores más destacados, le agradecía a Ancelotti por darle la oportunidad de estar en el once inicial. En ese entonces yo sólo tenía dieciséis años.
Escuché unos ruidos provenientes de la cocina y al ver que Paulo ni se inmutaba, pregunté:
-¿Hay alguien más aquí?
-Oh, no te preocupés, es Alda. -dijo sin descuido.
-¿Quién? -fruncí el ceño y me dirigí a la cocina, encontrándome con una señora mayor.
-Buongiorno, bambina. -saludó con una gran sonrisa detrás de la encimera.
-Eh, hola. -respondí saludándola con la mano.
-¿Tu sei Paulito ragazza? -me quedé en silencio, tratando de descifrar que es lo que acababa de decirme. La verdad ni tenía idea.
-Non, lei no é la mia ragazza. -escuché la voz de Paulo a mis espaldas.- Ancora. -volvió a decir y Alda rió cómplice. Era más lindo de lo normal hablando italiano.
-¿Qué me preguntó y qué le dijiste? -me dirigí a Paulo.
-Te preguntó que si eras mi chica. -relamí mis labios sonrojada.- Y yo le dije que no. Lo otro es un secreto. -alzó ambas cejas varias veces- Questa é Giselle, Alda. Lei non parla italiano. -Alda colocó dos platos de comida en la mesa del comedor y ambos nos sentamos a comer.
-Oh, capisco. Hola, Giselle. No saber mucho español. -reí. Escuchar a un italiano hablar español era más gracioso que un gringo hablándolo.
YOU ARE READING
Rivals // Paulo Dybala
Fanfiction¿Cómo reaccionaría Isco Alarcón al saber que su hermana menor sale con uno de sus tantos rivales?