Miro el techo.
No se cuanto tiempo llevo haciendo esto.
¿Una Hora? ¿Dos? ¿Tres?
El celular suena, suena y suena pero yo no atiendo. El timbre dejo de sonar hace una hora, seguramente era algún alumno que vino por las clases.
No quiero ver a nadie, no quiero hablar con nadie.
Volver a casa en el colectivo fue horrible, y no lo digo por el hecho de que un nene de dos años me vomito en la remera, ni que al venir un auto paso cerca de la vereda haciendo que el agua me empape toda. No, lo digo porque estuve todo el viaje mirando por la ventana para comprobar que Sebastian no me seguía
Si, puede sonar como si estuviera re perseguida, pero sentía que el iba a buscarme al terminar las clases o que me iba seguir a casa.
¿Qué voy a hacer?
Esa es la pregunta que pasa por mi mente desde que salí de la escuela.
Podría renunciar, pero eso demostraría que el me sigue afectando. Además, no es facil encontrar empleo y yo necesito la plata.
El telefono no deja de sonar y ya me está hartando. Tal vez no le tendría que haber dicho a las chicas que Sebastian volvió...
Todavía no puedo creerlo. Adams volvió.
Despues de ocho años volví a verlo. La ultima vez que lo ví me dijo que se iba a mudar a Mendoza, entonces ¿Por qué está acá?
-Por mí no-susurro irónicamente.
Tendría que haber venido por mi hace unos años, cuando todavía lo esperaba y apostaba por nosotros.
Tal vez se casó, es muy probable. Tal vez se casó con una rubia guapa llamada Aldana, con curvas y buen cuerpo. Tal vez ya tiene hijos...una nena llamada Raquel o un nene llamado Pedro...Y tal vez hasta tiene un perro chiquito llamado Toto.
Ya estás delirando
Si, estoy delirando.
Me levanto de la cama y arrastro los pies hasta la cocina. Busco un ibuprofeno y cuando lo encuentro me lo tomo de una con un poco de agua. Espero que con esto se me pase el dolor de cabeza.
Voy al baño y me lavo la cara con agua fría.
-MALDITA SEA!-grito al entrar al cuarto y escuchar que mi telefono sigue sonando.
Lo agarro y lo meto dentro de mi placard, debajo de toda la ropa.
Vuelvo a acostarme en la cama y clavo mi vista en el techo.
-AILEEEEEN!-
Frunzo el ceño al escuchar gritos afuera.
-AILEEEEN ABRI LA PUERTA!!!-
Oh por dios, es Sebastian, me encontró.
Me pongo la almohada en la cabeza para dejar de escuchar los gritos.
-AILEEEEEEEEEEEEN! SOY ABIGAIL! ABRIME-
Me levanto de la cama y voy lentamente hasta la puerta.
-Que-digo
-AILEN! DEJA LA PISTOLA EN EL PISO!-me grita.
-No tengo una pistola-le digo apoyando mi cabeza en la puerta de madera.
-MENOS MAL! ABRI-
-Tengo un cuchillo-le digo tratando de bromear.
-MALDITA SEA AILEN-
-Estoy bromeando. No te puedo abrir, estoy en bolas-le digo exagerando. Solo estoy en ropa interior.
-NO ME IMPORTA
Corro rápido a mi cuarto, me pongo un vestido holgado que me compré en la playa y después voy a abrirle la puerta a mi amiga
-Por favor decime qué no hiciste nada malo -dice ella abrazandome
-Me ves cara de loca a mi o qué?-le digo.
-Todas nos asustamos mucho cuando dijiste que él había vuelto...además no contestabas los mensajes ni las llamadas-dice ella golpeandome el hombro-Ahora quiero que me cuentes todo-
Nos sentamos en el sofá y lentamente le empiezo a explicar todo lo que pasó.
Cuando termino ella me mira con los ojos como platos sin poder creérselo.
-Sabes? Todos estos años estaba tranquila pensando que no volvería a verlo...ya que el me había dicho que se iba a ir a Mendoza. Pero resulta que hace unos años volvió, siempre estuvo acá y nunca vino a buscarme.-digo mirando a la nada.
Pero igual.
¿Por qué tendría que buscarme? El quiso dejar lo nuestro.
-Pero..ahora lo importante es: ¿Seguís sintiendo algo por él?-pregunta.
Yo miro la pared.
¿Sigo enamorada de Sebastian?
Despues de unos largos minutos de silencio, respondo:
-No.-
**************
Abro los ojos.
Rayos de luz que entran por mi ventana a traves de mi cortina blanca me da directo en la cara haciendome fruncir el ceño.
Un dolor fuerte en la cabeza me hace soltar un quejido de dolor.
Mierda, por qué habré tomado alcohol anoche..
Recuerdo que Abigail compro unas latas de cerveza y brindamos por la solteria...o por lo menos la mia, ya que ella sigue con el gemelito.
Me levanto de la cama y me dirijo lentamente hacia la cocina. Busco un ibuprofeno y cuando estoy por metermelo a la boca frunzo el ceño.
Borrachera anoche.
Dormir a las 3 de la madrugada.
Rayos de luz entrando por la ventana.
Resaca.
Colegio.
Trabajo.
TRABAJO.
Tiro la pastilla y corro como loca al cuarto. Agarro lo primero que encuentro y me lo pongo.
¿Dónde está mi celular?
Busco abajo de la cama, debajo de la almohada, detrás del sofá y hasta en el baño, pero nada.
EN EL PLACARD
Vuelvo al cuarto y saco toda la ropa hasta que lo encuentro.
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07:40AM
-PUTA MADRE-grito y corro al comedor mientras me pongo los zapatos.
Agarro mi bolso, las llaves y salgo del departamento.
Una vez que estoy afuera pido un remis.
-Remiseria Pablito el más rapidi..-dice el señor cuando entramos al coche, pero yo lo interrumpo.
-SISISISI, ENCIENDA EL AUTO YA-
************
Camino lo más rápido que puedo. Algunos chicos que también llegaron tarde me miran frunciendo el ceño.
Reviso la hora en mi celular.
08:15
Que Dios bendiga y guarde en su gloria al señor remisero que me trajo volando hasta acá.
El portero, Pepe, me mira sacandose los anteojos a traves de la ventana que está al lado de la puerta, la cual se encuentra cerrada.
-Pe..pe..pepe dejame pasar por favor-le digo tomando aire.
Tuve que correr dos cuadras por que el auto se quedo sin gasolina.
-Llegó tarde-dice el mirando unos papeles.
Oh Señor dame fuerzas..
-Pepito, Pepin, dejame pasar-repito tratando de sonar amable.
-Son las ocho y cuarto..-
-Pepe, si no me dejas pasar vos y yo vamos a tener un gran problemita. Dejame pasar.-
-A ver, a mi me hablas bien porque..
-No no no, hablame bien vos a mi. Yo no soy alumna eh, como para que me hables de ese modo, soy la profesora. Y aun que no lo sea, tampoco tenes derecho de hablar así a los demás.-le digo.
Un chico atrás mio dice: "que genia.."
-Yo ya hablé con la directora y no me dijo nada. Dejame pasar o si no en este mismo momento la llamo y le cuento que no me estas dejando entrar para darle clases a mis alumnos-
El portero deja los papeles en la mesa y abre la puerta de mala gana.
-Gracias, muy amable-le digo sarcasticamente y firmo en el libro de asistencia mi llegada.
Subo rapidamente al segundo piso y busco el salon de Quinto B.
-Llegué-digo abriendo la puerta y entrando al salon.-Buenos días, perdón por el retraso -
Los chicos se giran y me miran
Miro mi escritorio y veo que hay alguien sentado en el.
Es Sebastian.
-Gracias por quedarse con ellos profesor, pero ya llegué y necesito empezar con la clase-le digo tranquilamente.
Es solo un profesor más.
Es tu ex
-Todos suyos profesora, nos vemos chicos - dice y sale del aula.