Dejaría mi dignidad por ti (G...

By dauraxb

7.4K 479 226

NOVELA: GAY - YAOI - BL © - Copyright - prohibida la adaptación More

dejaría mi dignidad por ti.
capitulo 1 -la vida no es tan fácil-
capitulo 2 -la suerte no es una coincidencia-
capitulo 3 -quizás destino-
capitulo 4 -entre la daga y la palabra-
capitulo 5 -como un fantasma-
capitulo 6 -pisapapeles-
capitulo 7 -como mi primera vez-
capitulo 9 -apenas centímetros-
capitulo 10 -lluvia otoñal-
capitulo 11 -confía-
capitulo 12 -deseo-
capitulo 13 -el hombre de mis sueños-
capitulo 14 -Drake-
capitulo 15 -y mucho más-
capitulo 16 ¡OUCH!
capitulo 17 -primera cita-
capitulo 18 -no digas nada, es un secreto-
capitulo 19 -mujer extraña-
capitulo 20 -fragancia-
capitulo 21 -polos opuestos-
capitulo 22 -desconfianza-
capitulo 23 -cada vez mas lejos-
capitulo 24 -los recuerdos que valoro-
capitulo 25 -¿sincero o un tonto?
capitulo 26 -yo no me arrepiento de nada-
capitulo 27 -no te desesperes-
capitulo 28 -amar es trabajo de una sola persona-
capitulo 29 -piensalo-
capitulo 30 -es dejarte de lo que estaré arrepentido-
capitulo 31 -soy el tercero-
capitulo 32 -definitivamente es un adios-
secuela.

capitulo 8 -como un imbécil-

172 13 7
By dauraxb



Eren estaba perplejo, frente a la calle se encontraba un restaurant, allí había dos hombres tomados de la mano sobre la mesa sonriendo como idiotas enamorados. -¿Eren?- dije ante la distracción. El pequeño tardo en escuchar.

-¿eh? Paso su mano por sus ojos de una forma horrorizada.

-¿estás bien?- ente no contesto, solo levanto su mirada lagrimosa hacia mí. No pude evitar sonreír de lo niño que se veía, con esos cachetes regordetes que daban ganas de masticar y sus ojitos relucientes a punto de estallar en lágrimas. No dude ni un segundo en abrazarlo y esconder su puchero presionándolo contra mi pecho. -¿sabes que con esa mirada provocas hasta a tu primo? ¿Verdad?- este se aparto de mí suavemente mirándome a los ojos con su ceño fruncido.

-vamos- caminamos por la calle otoñal pateando hojas secas de los arboles, como si fuéramos dos niños juguetones. Ambiente de deseo y buena brisa, el suave viento peinando nuestros cabellos a su son de baile. Por supuesto se que era la estación favorita de Eren, a quien le era inevitable sonreír cada vez que un remolino de viento chocaba contra nuestros cuerpos abrigados.

--------------------------------------------------

-¿Qué te beso?- no evite gritar y estallar de rabia cuando me entere que el estúpido del amigo de Abner dio un paso al frente con mi niño. -¿Dónde está ahora?- jure que le dejaría el rostro machacado.

Nos encontrábamos en su habitación sentados al borde de su cama, por la noche.

El pequeño sonrió. –No fue nada, solo me sorprendí porque era mi primer beso- era más que obvio la intención del acaudalado. Kalel era su nombre, jamás olvidare ese nombre.

Porque tendría que tener su primer beso de esa manera, siendo capaz de cosas sorprendentes. Aquel maldito lo beso. No podía contener mi rabia. Además de gustarle a ese idiota, Abner se veía obsesionado con el pequeño. Ya no podía soportarlo.

-te besaste con el ¿Qué sigue? ¿Besar a Abner?- esto último no tenía sentido ¿Por qué? No, no quería decirlo.

El pequeño me observaba con una mueca de confusión. Soy un estúpido. Sacudí mis pelos tapándome los ojos pacientemente mientras obtenía una expresión gacha. –lo que quiero decir... es que esa persona no me agrada ¿y si está jugando contigo? O peor, quizás quiera utilizarte, así son los hombres de su estilo- remaría contra la marea con tal de defender el honor de mi pequeño, ya lo había perdido una vez, no soportaría una segunda vez. Aquel hombre, Kalel, no era bueno.

Vi que los hombros de Eren se tensaban, su cabeza gacha y cuerpo con expresión clara de decepción. Genial, lo había hecho entrar en razón.

-no lo creo Ezra- me llamo por mi nombre muy seriamente. Este niño, ¿Qué tan ocupado estuvo este tiempo como para no darse cuenta de lo que ocurre en el medio exterior?

Sabía perfectamente que a si Eren se le cruzaba otra oportunidad, volvería a reencontrarse con ese hombre y su mente quedaría dispersa en el falso amor. No quiero permitirlo.

Tome mi chaqueta de su habitación y mis cosas. Enseguida me fui, sin decirle nada al respecto, tal cual Abner había hecho conmigo, solo que esto había sido más doloroso. Vi el rostro del pequeño Eren, sus labios inversos a una sonrisa, en él es fácil detectar una mueca de dolor o tristeza. Vi sus manos que se entrelazaban pellizcando su dedo menique nervioso. Vi sus ojos, alerto al llanto que trataba de no soltar. Pero aun así no me contuve y salí enojado de aquella habitación golpeando la puerta contra el marco.

La calle oscura, más fría que esta mañana. El viento resoplaba con rudeza. La calle estaba tan despejada como si ningún alma viviese en este mundo. Allí estaba, nuevamente en el parque que frecuentaba en mis días nerviosos o desalmado. Abner con su muy deplorable expresión se encontraba sentado sobre el pasto abrazado a sus pies. Su cuerpo temblaba entre tanta tranquilidad y prueba de que el otoño estaba presente a su final con un frio seco y sensible.

No sabía qué hacer, como reaccionar o si debía sentarme a su lado, simplemente no estaba de humor. Aun así no me daba el gusto de sentir culpa por lo que había pasado el día anterior. Mis pasos quisieron estar más cerca de su cuerpo envuelto, me detuve antes de llegar a su lado.

-qué extraño, alguien como tu se apena- ¿Qué quiso decir? Noto mi presencia enseguida. –tus pisadas son como la de un trol al caminar- miro hacia atrás. Sus ojos inmune a una expresión, solo me miraban de una manera fría. Soporte su ironía porque sabía que en algo tenía razón.

-¿Por qué lo dices?- me senté a su lado con tranquilidad.

-¿es enserio? Si te refieres al primer comentario que hice, sabrás que todo el mundo te conoce. Sabrás por sobre todo que eres un verdadero imbécil- su mueca divertida reacciono de una forma temible. Esa faceta que no conocía, la oscura verdad de Abner, sus imprudencias de un modo seductor.

-¿Qué puedes llegar a conocer de mi?- mi rostro entre mis dedos evadieron aquella mirada llena de despecho hacia mí.

-¿acaso olvidas tu apodo de puta barata? Diva del local- se incorporo delante de mí sentándose y desasiendo su rígida posición de friolento.

-¿ah sí? ¿Crees que es fácil vivir? ¿Lo crees? Lo dice la persona que siempre tuvo su familia afortunada a su lado. El mismo ricachón que nació con una cuchara de oro en su maldita boca. Sobre todo lo dice la persona que nunca tuvo inicio en luchar por lo que en verdad le pertenece, el mismísimo jodido hombre que habla sin pensar, siquiera, en lo dura que es la vida- mi tono de voz se elevaba consiguiendo palabras nunca pensaba, maldiciendo una y otra vez como nunca antes había hecho.

-¿crees que no lo sé? Me mantengo día a día para ser un buen padre para mi hijo, y aun así... solo espero que el esfuerzo se haga valer para defenderme a mi mismo-

-te acabas de ir por las ramas porque esto no se trata de tu hijo. Hablo de ti, y de mí. Mantuviste mi ilusión a modo que tu, sabias que me tenías a tus pies. ¿Y me vienes a hacer un sermón inmaduro de que luchas por tu hijo? Cada vez que me tuviste a tu lado, tuviste la oportunidad de hablarlo, pero no fue así. Solo hablabas de mi primito y nunca paraste de hacerme cumplidos como a un niño- sus ojos se abrieron como cortinas de odio, enseguida se acerco a mí tomándome de los hombros para sacudirme.

-no me digas que me tienes lástima porque juro que te romperé los huesos a patadas. ¿Yo te trate como a un niño? Fui amable, y tú usaste eso para tu beneficio. ¿Me gustas? ¿Lo dices enserio? ¿o solo tienes ganas de fornicar conmigo?- lo empuje bruscamente contra el suelo y me dedique a caminar lo más lejos que se me permitía. No me aleje lo suficiente y sus manos me alcanzaron para darme un fuerte golpiza en la cara con su puño cerrado. Mi rostro volteo y luego volvió a su cuerpo, sintiendo como cada centímetro del golpe ardía, lleve mis manos hasta mis labios, observando una pequeña mancha de sangre en ellas. –confié en ti, pero aun así deshiciste toda esa imagen que tenia de ti. ¿Crees que no lo sé? Te vives quejando de tu trabajo pero aun así nunca lo abandonas, nunca haces algo para cambiarlo. Con esas ropas, esa mascara y esa forma de ser que me repugna. Incluso comencé a mirarte con ojos deseosos. Pero me defraudaste- mi mirada quedo atónita al cuerpo borroso de Abner. Una risa se salieron de mis labios quedando inconsciente al instante.

---------------------------------------------------------------

-Ezra... Ezra- la luz vislumbraba sobre mi rostro de manera que mi vista ardiera. -¿estás bien?- Abner estaba preocupado. ¿Otra vez había perdido la conciencia?

-¿Dónde estamos? ¿Es mi apartamento?- una botella de agua fría golpeo contra mi cuerpo haciéndome despertar de un susto. -¿pero qué...?- contuve mis ganas de maldecirlo. Vi claramente que nos encontrábamos sentados en el suelo de mi apartamento.

-¿estás bien?- asentí confuso.

-¿Por qué sueles tener facetas que no comprendo?-

-porque aun sigo enfadado- esto era el colmo. Sacudí mis pelos inclinando mi cabeza hacia mis rodillas, lleno de furia y confusión.

-¿Qué te hice? Más que confesarte que me gustas desde hace tiempo. ¿Tiene algo de malo? Incluso si quiero fornicar contigo ¿Cuál es tu maldito problema?- repentinamente recordé lo último que me había dicho antes de desmayarme. No pude evitar reír nuevamente. -¿acaso te gusto y esto es un extraño ataque de celos?- este otro miro hacia un costado mordiendo sus labios en furia.

-¿te parece una broma?- se acerco a mi acorralándome sobre la pared y apretando mi cuello con su mano. -¿crees que estoy celoso? Empiezas a darme asco- el Abner que conozco o creí saber algo de él no era violento. Era amable, tranquilo y con una sonrisa contagiosa. Era sincero, callado y reprimido. Era un hombre perfecto y modelo a seguir. –No quiero que juegues conmigo- me tomo de la chaqueta zamarreando mi cuerpo de lado en lado hasta llevarme a mi habitación y estamparme contra mi cama.

Bruscamente besaba y absorbía la piel de mi cuello, quitándome cada abrigo que cubría mi torso. –esto querías ¿no es así? Quitarte las ganas de hacerlo conmigo- trataba de quitarlo con mis manos, pero estas eran sujetas e inmovilizadas en cada extremo de mi cuerpo. Daba patadas, pero también eran irrelevantes para su peso, sus rodillas aprisionaban las mías sin misericordia alguna. Por un momento soltó una de mis manos, llevando la suya hacia mis pantalones para ser desprendidos con fiereza. Apretaba mi miembro consiguiendo que mis piernas se sintieran entumecidas. Desde ese instante deje de solo quejarme y comencé a gritarle que se detenga de una vez. Este no prestaba atención a mis palabras, solo así consiguió endurecer mi hombría. Termino desasiéndose de toda mi ropa y solo dejándome desnudo. Mi cuerpo se entumeció y mis últimas quejas se habían transformado en gemidos y llantos. Este me dio la vuelta acostándose sobre mí y masturbando mi masculinidad. Sus movimientos eran demasiado rápidos, mientras que mordía el lóbulo de mi oreja llegando a lamer todo el contorno hacia mi cuello. Un escalofrió inminente recorrió todo el estrecho de mi columna dejándome sumiso ante el intento de escapar. Espasmos se aproximaban siendo intenso cada movimiento de la mano de Abner. Hasta sentir como el falo se sentía arder antes de venirme.

-idiota- susurre entre llanto y vergüenza, dejando mi cabeza incrustada en mi almohada boca abajo. –lo decía enserio. Me gustabas y te quería. Pero me dejaste más que claro que pensaba como un imbécil -

--------------------------------------

hola!!! viernes!!!! me sigo entusiasmando cada viernes... bien, no puedo darles un adelanto porque estoy muy atrasada y tengo los cap justos. es que yo aun sigo terminando la escuela y me demanda mucho tiempo y me quita inspiración. espero que les guste este cap y me den su apoyo a lo grande. gracias lectorit@s!!!!

Continue Reading

You'll Also Like

8.7M 1M 53
[COMPLETA] Adam tiene una fascinación por las frases de asesinos. Reachell ama tocar el piano. Adam es reservado y misterioso. Reac...
467K 23K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...