Sinopsis
Empezar de nuevo apesta. Cuando nos mudamos a West Virginia justo antes del último curso, ya me había resignado al acento raro, a tener mala conexión a Internet y a aburrirme como una ostra... hasta que vi al sexy de mi vecino, tan alto y con unos ojos verdes impresionantes. Las cosas parecen ir mejorando. Y entonces él abrió la boca. Daemon es insufrible. Arrogante, desquiciante. No nos llevamos nada bien. Nada, nada bien. Pero cuando un desconocido me atacó y Daemon congeló el tiempo, literalmente, con solo mover la mano... bueno, sucedió algo... inesperado. El alienígena sexy que vive al lado me marcó. Sí, han oído bien. Alienígena. Resulta que Daemon y su hermana tienen una galaxia entera de enemigos que quieren robar sus habilidades, y el contacto de Daemon ha hecho que parezca uno de esos carteles iluminados de las Vegas. El único modo de salir con vida de todo esto es mantenerme pegada a Daemon hasta que mi «luz» extraterrestre se apague. Eso si antes no mato a Daemon, claro.
Saga Lux #1
Frases
Relacionarme con gente de mi edad no era lo mío. Prefería leer un libro
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Se supone que las personas del pueblo son amables y no se comportan como si fueran discípulos de Satán.
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Rostro hermoso. Cuerpo hermoso. Mala actitud. Era la santa trinidad de los chicos sexy
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Deamon era sexy, pero era un idiota. Y un patán
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—Entonces, ¿Por qué estás aquí, además de tu porquería de disculpa?
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Él era el tipo de chico que rompía corazones y dejaba atrás una larga fila de corazones destrozados.
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—Nuca estoy feliz a tu alrededor.
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No había ninguna posibilidad de de que fuera a su lado. Ni siquiera si colocaba una galleta en su mano.
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—Siempre he encontrado que las personas más bellas, realmente bellas por dento y por fuera, son las que en silencio desconocen su efecto
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—En tus sueños, Kitten —sonrió— Oh, espera, ya soy el protagonista de ellos, ¿no?
Rodé mis ojos. —Pedadillas, Daemon. pesadillas.
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—Nuestra única debilidad es si nos atrapas en nuestra verdadera forma. O quizá cortar nuestras cabezas humanas. Supongo que eso serviría.
—Si, cortar cabezas usualmente sirve.
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—Estás en nuestro planeta. Que tal un poco de respeto, amigo.
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—No creo que haya sido su intención darme un beso.
—¿Qué? ¿Se resbaló y cayó en tu boca? Esas cosas son comunes en suceder.
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¿Me gustaba? Tal vez. ¿Estaba atraída a él? Obviamente.