OneShots Camren

Bởi aim1v1

117K 5.2K 607

Historias cortas sobre Lauren Jauregui y Camila Cabello. Todas las historias publicadas en este libro son mía... Xem Thêm

Volver a casa. (Camren)
Tus manos.
Nuevo comienzo.
Feliz Año Nuevo. (Camren)
No way.
Nuevos artistas.
Segunda opción.
No olvides que te amo. (Camren)
The face I get to wake up to.
World Tour.
Un día normal.
Déjame protegerte.
Profesoras.
Sólo vete.
No puedo evitarlo.
Concierto.
Debo irme.
Dejarte ir.
Addicted to you.
Eighteen
Curious green-eyed girl.
Somebody else.
Tenemos sueños más grandes que nuestros miedos. (Camila Cabello)
Bully.
Recomendaciones.
No puedo seguir.
Nota.
Camila Cabello.
Resignarse.
Habitual.
At the end of the day.
Adiós.
Navidad.
Paralelismo.
Anónimo.
Only Love.
Esperanza.
Say you won't let go
Conclusiones.
Was never real.
Miradas.
Grabando.
British Girl.
Hurting, healing, loving.
Messy.
Si me fuera hoy.
All Night.
C.
12 horas.
Me voy.

Mine.

1.8K 81 9
Bởi aim1v1


Oneshot basado en la canción del mismo nombre cantada en Glee.


Lauren's POV

El adiós era todo lo que conocía, todo lo que siempre había recibido.

Y por eso es que estoy aquí, sentada sola en la oscuridad de la madrugada esperando que las lágrimas dejen de caer por mis mejillas mientras mi mente me castiga por dejar que esto ocurra, por alejar a la gente de mí una y otra vez incluso antes de intentar arreglar las cosas, para que la próxima vez que quieran irse y lo hagan, como de costumbre, sea por su decisión.
Y eso es exactamente lo que pasó esta noche, y eso es por lo que las lágrimas siguen cayendo por mi rostro y mi corazón sigue haciéndome sentir como si estuviese destrozándose en millones de pedazos. Porque esta vez realmente pensé que podía funcionar y que el único "adiós" que oiría sería el de cada noche hasta el día siguiente.

Mi teléfono vibra dentro de mi bolsillo y tras ver el nombre"Camila" escrito en la pantalla, decido no responder. No me había ido, estaba sentada en la calle de su edificio tras salir corriendo, pero ella no había salido a buscarme. Sabía qué era lo que diría, pero lo que no sabía era si podría soportar otro adiós sin derrumbarme.

Joder, sí que podría, sé que podría hacerlo. 

Lo que sin el menor atisbo de duda era seguro que no podría soportar era su adiós.

Conocí a Camila a través de amigos en común que nos presentaron en una fiesta. Me pareció preciosa desde el primer momento. Una semana después, todos fuimos a la playa por un fin de semana en celebración del año nuevo. Entre ella y yo no hubo mucha comunicación, no sé si debido a nuestras formas de ser o a que nunca se presentaba la oportunidad, pero cada vez que ésta llegaba, conversábamos y pasábamos un buen rato. Teníamos intereses e ideas en común, aunque podíamos conversar sin problemas sobre las cosas en que discrepábamos, sin que haya alguna falta de respeto.

Fue el domingo, el último día del viaje, cuando sucedió.

Todos estábamos en la playa, sentados mirando con tranquilidad la forma en que las olas rompían contra la arena, algunos manteniendo conversaciones en voz baja y otros luchando por no dormirse. Con la belleza del amanecer llegaba también el frío característico de las primeras horas del día, y yo no había llevado ningún abrigo. Camila se encontraba a mi lado y en silencio y sin que sea necesario decir nada más, me rodeó con su brazo, atrayéndome a su cuerpo. No dije nada y sólo me entregué a sentir el momento, mirando las luces de la ciudad reflejadas en el azul del mar que desaparecían con los primeros rayos del Sol y sintiendo el latido del corazón de la latina bajo mi espalda. Y me permití sentir, me permití creer. Me permití encontrarme sintiendo la calidez del cuerpo junto al mío, sintiéndome segura, sintiendo su alma y sabiendo que aquello no iba a terminar en ese fin de semana.

Ella también lo supo, supongo, ya que comenzamos un tipo de relación luego de eso, tras volver a encontrarnos en fiestas o reuniones de amigos, sólo dejamos que pase. Y pasó, y fue maravilloso. Y a pesar de que después de poco más de un mes no hayamos tenido tiempo de formalizarla, de etiquetar lo que sentíamos con el nombre de amor, puedo decir con certeza que fue la mejor que he tenido.

Lo pienso en tiempo pasado porque de nuevo arruiné las cosas y es por eso que ahora mismo mis lágrimas parecen no tener fin y el derrumbe en mi pecho sigue causando daños irreparables. Y ahora, a las dos y media de la madrugada, encuentro en un segundo el tiempo suficiente para etiquetar al dolor que siente mi corazón como el que sientes cuando amas a alguien y se termina. La amaba. 

La amaba y lo había echado a perder. 

La amaba y mi estúpida forma de ser había ocasionado que me quede sin ella.

En menos de dos minutos había sonado mi teléfono, había decidido ignorarlo, me había sumergido en mi recuerdo preferido y me había dado cuenta de que acababa de perder a la mujer que amaba. En menos de dos segundos giré mi rostro hacia la puerta que se abría con rapidez en el edificio, y en menos de uno me puse de pie al verla salir por ella.

–¡Lauren!– Me llamó, e intenté fingir no oírla, y caminé alejándome del único lugar donde quería estar. Junto a ella.– ¡Lauren! 

Una delicada y suave mano tomó la mía obligándome a detener mi intento de huida. Suspiré, sabiendo de antemano que sería la despedida que acabaría por destrozar mi corazón, aquella que había intentado evitar. Giré sobre mis pies, esforzándome de sobremanera por mirarla a los ojos y pensando en cómo diablos viviría cada día sin verlos otra vez. Respiró recuperando el aire y cerré mis ojos con fuerza, como cuando sabes que un golpe está por llegar y no tienes forma de protegerte. Sorprendente fue el hecho de que ningún golpe llegó a mí. 

–No puedes irte.– Dijo simplemente, con un tono tan complejo como su mente. Tan cargado de sentimientos como mi pecho y tan suplicante como mis ojos pidiéndole que por favor no haga esto más difícil de lo que ya era.

–¿Qué?– Salió de mis labios sin que me diera cuenta.

–No puedes sólo irte y ya, no puedes dejarme sin siquiera luchar un momento por lo que sea que tenemos.

"¿Qué?" Pensé, y es que ese fue un golpe que no había visto venir. 

–¿No... No quieres terminar conmigo?– Pregunté, sintiéndome tan indefensa como un niño perdido, mirando primero al suelo y luego a nuestras manos, que en lugar de haberlas soltado, ella se encargó de unirlas más entrelazando nuestros dedos.

–¿Tú quieres que terminemos?

–No.– Nuevamente mi boca respondía antes de que mi cerebro procesara lo que sucedía, pero esta vez lo agradecía.– No, claro que no.

–Entonces, ¿por qué no respondías mis llamadas?– Preguntó mirándome a los ojos, ocasionando que me pierda por un momento en aquella mirada color café que demostraba tanta pureza, tanto amor.

–No quería oír cómo te perdía.– Murmuré, cerrando los ojos y sintiendo cómo ahora su mano se encontraba acariciando mi mejilla.

–No te dejaré sola, Laur.– Abrí los ojos, encontrándome otra vez con los suyos y permitiéndome creer una vez más. Sabiendo que decía la verdad, tras haber escuchado esa frase otras veces que luego habían resultado ser solo palabras vacías.– Desde el primer momento supe que algo significarías en mi vida y pude corroborarlo aquella noche en la playa, cuando sentí que no podría dejarte ir. Y cada vez que te veo es como el primer día y sé que no hay forma de que te alejes de mí.

Mis ojos buscaban en los suyos, intentaban asegurarse de que lo que veían era lo que yo creía, y no me hizo falta. No hizo falta porque ella lo verbalizó.

–Me enamoré de ti, Lauren. Y no me importa si decirlo es ir demasiado rápido, pero te amo. Y por favor, quiero que me dejes demostrarte que esto es real. Quiero que me dejes enseñarte que el verdadero amor no conoce de despedidas.

Y no podía decirle que no. Mis manos se apresuraron a tomar su cintura y mis labios encontraron los suyos mientras sus manos limpiaban los rastros de lágrimas de mi rostro y luego se dirigían a mi cuello. La besé intentando demostrarle que a mí tampoco me importaba el tiempo, que yo también la amaba y que por ella estaba dispuesta a intentarlo mil veces si era necesario.

–Te amo, Camz.– Susurré cuando nos separamos, y sonrió ampliamente, y yo también lo hice.– Te amo, te amo, te amo.– Dije entre cortos besos que la hicieron reír, y la abracé entre toda la felicidad que sentía en ese momento y me enamoré un poco más a cada segundo.

Camila me había hecho creer desde un comienzo, me había hecho conocer el amor y me había demostrado que sólo se iba quien no era necesario en tu vida. Era lo mejor que me había pasado, y no me encargaría de demostrárselo hasta que ella quiera, sino el resto de mi vida, porque no habría despedidas, ni un momento en que aquello se detenga. No con ella.

Aquella noche, vimos las luces de la ciudad reflejándose en las sábanas de su habitación, que anteriormente habían sido el escenario (tal como en cierto modo lo fue la arena) de la consumación de nuestro amor.


––––––––––––––––––––––––––––––––––––

Hoooolaaa!! ¿Cómo están? Yo muy bien, exceptuando el hecho de que parezco un tomate porque me quemé con el sol y bueno... Problemas de parecer hermana de Edward Cullen o de Lauren Jauregui.

¿Sabían que la canción original es de Taylor Swift? Yo me enteré escribiendo el oneshot.

Espero que les haya gustado, muchas gracias por leer.

Ivi.





Đọc tiếp

Bạn Cũng Sẽ Thích

305 65 21
Un solitario jardín. Un bello encuentro. Secretos e historias por contar. ●Inspirada en "The truth untold" de BTS ●Ship principal "ChanLix" ●Historia...
14.3K 791 65
... Continuación (segunda temporada)
151K 6.8K 36
Camila Cabello, chica tímida, torpe y lenta para entender algunas cosas, con dinero, una muy buena modelo pero solo quiere a alguien que la quiera po...