Adicción Prohibida

By DidiGee89

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Lexa es camarera en una discoteca de ambiente en Nueva York, le encantan las mujeres e ir de cama en cama dis... More

1. Me llamo Lexa
2. Bang, bang
3. Y entonces, ¿a qué esperamos?
4. Hasta siempre, Clarke Griffin
5. Eres la novia de mi hermano...
6. ¿Pretendes emborracharme?
7. ¿Qué ha pasado?
8. Dos semanas
9. ¿Qué cojones te pasa, Clarke?
10. La última vez
11. 25 días
12. I just wanna feel your body on me
13. Sobrepasada
14. ¿Crees que debería hacerlo?
15. Espera, ¿me has escuchado?
16. WOW
17. ¿Te arrepientes de haberlo hecho?
18. ¿De qué querías hablar?
19. Miedos
20. Placeres ocultos
21. El juego de Clarke
22. La reina del drama
23. Dangerous Woman
24. ¿Pilladas?
25. ¿Estás loca?
26. Te estoy rompiendo
27. Never forget you
28. 5
29. El regalo de cumpleaños
30. Recaída
31. Ain't my fault
32. Perfect Illusion?
33. Confesiones
34. Pídeme que pare y lo haré...
35. ¿Le quieres?
36. ¿Dónde estabas?
37. ¿Cuáles son tus intenciones?
38. ¿Hablar hablar o...?
39. 7 billetes
40. ¡Nos vamos de compras!
41. La primera cita (I)
42. La primera cita (II) El juego
43. La primera cita (III) El premio
45. ¿Por qué te has hecho esto?
46. Be the one
47. No sé qué más hacer
48. Despacito
49. ¿Qué pasó ayer?
50. Despedida
51. Distancia
52. ¿En serio no ha pasado ni un mes?
53. Sorpresas
54. Nervios
55. Aprender a perdonar
56. How would you feel...
Epílogo

44. Cita diurna

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By DidiGee89




           

Lexa abre sus verdosos ojos lentamente, desperezándose mientras dibuja una sonrisa entre suspiros. Mira a su lado, esperando encontrar a la rubia de sus sueños, con la que la noche anterior compartió la mejor cita de su vida, una cita que acabó de la mejor de las maneras, con horas y horas de entregarse la una a la otra mutuamente. Pero su sonrisa cesa rápidamente al ver que en la cama solo está acompañada por las pequeñas Katniss y Beckett durmiendo a los pies de ésta, pero ni rastro de Clarke.

Pero pronto vuelve a sonreír, y esta vez más ampliamente, al escuchar esa preciosa voz que nunca se cansaría de escuchar saliendo desde el baño junto al agua de la ducha, cantando alegremente una canción que además de hacerla sonreír, también provoca en ella una carcajada al escuchar la letra.

You light me up inside / Me enciendes por dentro
Like the 4th of July / como el cuatro de Julio
Whenever your around / Cuando estás al rededor
I always seem to smile / Siempre parece que sonrío

Lexa se levanta de la cama completamente desnuda y se adentra en el baño intentando no hacer ruido para no ser oída, aunque le está costando mucho resistirse a reírse mientras sigue escuchando la melosa y perfecta voz de Clarke cantando esa divertida letra.

And people ask me how / Y la gente me pregunta cómo
Well you are the reason why / Bueno tú eres la razón por la que
I'm dancing in the mirror and singing in the shower / Estoy bailando en el espejo y cantando en la ducha
Ladade ladada ladada
Singing in the shower / Cantando en la ducha
Ladade ladada ladada
Singing in the shower / Cantando en la ducha

Observa el cuerpo de Clarke bailando bajo la ducha a través de la mampara, y sin dudar ni un segundo, se acerca hacia ella, asomándose para ver ese perfecto y esplendido cuerpo desnudo contoneándose bajo el agua. Clarke está tan metida en su faceta de cantante que no se percata de la presencia de Lexa, así que la castaña aprovecha la situación y se acerca a ella situándose a su espalda, y aproximándose lentamente hacia su oído, deposita un suave y sensual beso tras su oreja, a lo que Clarke suelta un gritito por el susto.

-         Buenos días, mi diosa cantarina – susurra riéndose, depositando otro beso en su cuello, mientras el agua empieza a mojar también su pelo.

-         Joder Lexa, que susto – Clarke aparta su pelo mojado hacia un lado e inclina un poco su cuello para darle mejor acceso a la ojiverde.

-         Lo siento – sonríe sobre su piel, mientras sigue dejando besos por él, entrelazando sus manos en su vientre, abrazándose a ella.

-         No, no lo sientes – se ríe soltando un suspiro al notar esos carnosos labios repartiendo mojados besos sin parar, mientras los pechos de Lexa rozan su espalda, estremeciendo su piel al notar sus pezones duros restregándose contra ella.

-         Tienes...razón...no lo siento... - dice entre más besos, sonriendo mientras lame lentamente subiendo y bajando por su cuello.

Clarke va soltando pequeños suspiros y gemidos en el proceso, siente como su respiración se acelera por momentos, sobre todo cuando la mano derecha de Lexa se mueve por su abdomen acariciando sensualmente su piel mojada, subiendo lentamente hasta uno de sus pechos, donde atrapa un pezón entre sus dedos y lo aprieta un poco entre sus yemas haciéndola gemir más alto, le encanta que la toque así, con esa absoluta devoción como si estuviera acariciando al ser más preciado del planeta.

-         Dios Lex... - exclama Clarke ladeando su rostro mirándola fijamente, sus ojos se cruzan unos segundos mientras el aire caliente que emana de sus bocas se entremezcla entre pequeños jadeos y gemidos, hasta que sus labios deciden que no aguantan más separados y se besan apasionadamente, compartiendo un cálido y húmedo beso que a ambas las hace temblar de intensidad. La mano de Lexa sigue vagando por la piel de la rubia, acariciando sus pechos con su palma, bajando lentamente hasta su vientre, tanteando sus ganas de seguir bajando.

-         Me pasaría la vida tocándote – susurra sobre sus labios, empujándola con su mano más hacia ella desde su vientre, haciendo que sus cuerpos choquen – me encanta el tacto de tu piel, Clarke, me encanta sentirte en mis manos, me vuelve loca – lleva su otra mano por encima de su sexo, introduciéndose pausadamente en él, separando sus labios inferiores con dos de sus dedos, acariciando su centro con pequeños y lentos círculos mientras Clarke gime en su boca.

Y de esa manera, entre sus brazos, con sus dedos perdiéndose por su intimidad sin dejar un resquicio por acariciar, con sus labios perdidos entre su boca y su cuello, Lexa le regala el mejor de los buenos días, un placentero y espectacular orgasmo, un maravilloso despertar del cual nunca podría cansarse, un comienzo de día que de solo pensar en que siempre podría ser así, que podría tener una vida con mañanas como esa por el resto de sus días, le hace tener un motivo más para darle un gran sí a la propuesta de Lexa de volver. La noche anterior fue mágica para Clarke, Lexa le preparó la cita perfecta, nunca antes alguien se había esforzado tanto por ella, nunca antes alguien le había preparado algo así, y eso era otro enorme motivo para decirle que sí. Lexa la quiere, está dispuesta a luchar por ella y enmendar sus estúpidos errores, y compartir esos momentos, provocan que su cuerpo tiemble de ilusión al imaginarse una vida con la castaña.

Clarke obliga a que Lexa separe sus manos de su cuerpo y se gira hacia ella, mirándola fijamente a los ojos, perdiéndose en ese magnífico verde por unos segundos, ese verde que la mira como si fuera lo más maravilloso del mundo, y es que Lexa la hace sentir como tal cada vez que fija sus ojos en ella. Lleva su mano hasta su nuca y la besa con ganas, mordiendo su labio inferior, entrelazando sus lenguas entre excitantes jadeos, peleando por respirar sin necesidad de separar sus labios. Con la otra mano, acaricia suavemente su abdomen, dirigiendo sus dedos lentamente hacia su sexo. Se introduce en su humedad separando sus labios inferiores, y Lexa gime dentro de su boca, aferrándose a su cuerpo, sintiendo como todo el suyo arde. Empieza a besar su cuello, recorriendo con su lengua su mandíbula hasta la barbilla, la cual muerde suavemente, acariciándola con sus labios después en un sensual beso que aprisiona su piel entre esas dos maravillas carnosas que tiene la rubia. Sigue bajando por su clavícula entre besos y lametones, bebiendo de su cuerpo el agua que moja su piel. Cuando llega hasta sus pechos, succiona sus pezones intercalando toques en uno y otro, provocando que salgan fuertes y roncos gemidos de la garganta de Lexa, que hunde su mano entre los mechones rubios de Clarke, aferrándose a su cabellera, empujándola más hacia su cuerpo.

Clarke se arrodilla en la ducha sin separar sus labios de la piel de Lexa, y agarrándose a sus nalgas, empujándola hacia su boca, empieza a devorar su sexo con ansia, queriendo devolverle ese maravilloso orgasmo de buenos días. Juega con la punta de su lengua por sus pliegues, recogiendo su humedad, hundiendo su boca hasta alcanzar con sus labios su centro, succionándolo, ensañándose con él mientras nota los espasmos apoderándose del cuerpo de la castaña. Lexa la empuja contra ella, y Clarke sigue dándole placer sin parar durante unos minutos, hasta que las piernas de la ex camarera tiemblan y suelta un fuerte gemido, apretando su pelo con más fuerza.

-         Joder...Clarke... - exclama mirando a la rubia desde lo alto, intentando coger aire para regular su respiración, mientras Clarke la mira con una sonrisa desde abajo relamiéndose los labios, acariciando los laterales de su cuerpo con sus manos mientras se alza para mirarla desde la misma altura – eres increíble... - susurra sobre sus labios, justo antes de besarla con ansia y desesperación.

Después de enjabonar sus cuerpos y recrearse un poquito más bajo el agua, salen de la ducha y Lexa se dispone a prepararle un buen desayuno a Clarke para reponer fuerzas.

Mientras Lexa prepara el café y corta algo de fruta, Clarke aparece en la cocina ya vestida con ropa de la castaña, secándose el pelo con una toalla, sonriendo al ver a Lexa concentrada cortando unas fresas.

-         Estás tan mona con esa carita de concentración – dice Clarke sonriente, acercándose a Lexa, rozando su cintura suavemente con su mano, dejando una sensual caricia por debajo de su ropa.

-         No hagas eso, no quiero rebanarme un dedo, Griffin – la apunta con el cuchillo, mientras Clarke no puede evitar reírse.

-         No amenaces a una policía, podrías acabar esposada – alza una ceja, apoyando su mano en su cintura.

-         Eso suena genial, pero... - la mira de arriba abajo, intentando contener sus ganas de tirarse encima de ella, y es que parece que su cuerpo no soporta estar alejado del de la rubia por mucho tiempo – había pensado en otra cosa.

-         ¿El qué? – Clarke coge un trozo de fresa, llevándoselo a la boca lentamente, mirando fijamente a Lexa, la cual traga saliva fuertemente, y es que cualquier gesto que involucre a los labios de la rubia es jodidamente erótico para ella.

-         No quiero que tus amigas vuelvan a odiarme por tenerte retenida conmigo, pero...he pensado en que por una vez, podríamos tener una cita de día, esta noche trabajo y no sé cuándo podremos vernos así que...me gustaría pasar el día contigo, ir a algún lado juntas, comer por ahí, pasear, hablar...ya sabes...no solo tener citas nocturnas en las que acabar en la cama...quiero...quiero demostrarte que podemos ser una pareja, que podemos actuar como tal, que podemos compartir todas las horas del día sin pasárnoslas en la cama...no sé... ¿qué te parece? – la mira algo nerviosa esperando su respuesta, y Clarke sonríe mordiéndose el labio al escuchar su adorable nerviosismo.

-         En realidad...antes de meterme en la ducha, he hablado con O. y...

-         No pasa nada...lo entiendo, tenéis planes juntas... - la interrumpe dejando de mirarla, volviendo a su tarea de cortar fruta, frunciendo el ceño algo frustrada.

-         Déjame acabar anda... - lleva una mano hasta su barbilla y la obliga a mirarla – he hablado con ella porque de hecho quería pasar el día contigo, y aunque te sorprenda, Octavia no se ha enfadado, al contrario, me ha animado a quedarme contigo, dice que tengo que aprovechar todo el tiempo que pueda a tu lado, que ellas no se enfadan, y que disfrute.

-         ¿En serio? – pregunta completamente sorprendida.

-         En serio – afirma con la cabeza, sonriendo ampliamente – y lo de esa cita diurna suena muy bien, muy, muy bien – acerca sus labios a esos suculentos y carnosos de la castaña, y deposita un suave beso – pero primero vamos a desayunar – lleva un trozo de fresa hasta la boca de Lexa y ésta lo atrapa sonriente.

Una hora después, Lexa está al volante de su flamante Ferrari rojo con Clarke de copiloto cantando a todo pulmón cada canción que suena en la radio del coche, dirigiéndose hacia uno de los pueblos más conocidos de los alrededores de Barcelona, un lugar que es además famoso por su libertad, donde la gente puede pasear tranquila sin ser acechada por miradas ni comentarios. Cuando al poco rato Clarke observa el cartel que indica donde se encuentran, sonríe ampliamente mirando a Lexa.

-         Vaya, he oído hablar mucho y muy bien de este sitio, me encanta Lex – coge su mano por encima del cambio de marchas y Lexa la mira un momento perdiéndose en su preciosa y brillante sonrisa.

-         Sitges es increíble, pero la verdad es que no vamos al pueblo en sí, demasiada gente que podría conocerme y molestarnos, lo siento... - devuelve su mirada al frente, sintiéndose un poco mal por su situación de famosilla.

-         Desventajas de la fama ¿no? – bromea Clarke intentando calmar ese repentino malestar de la castaña - ¿y dónde me llevas?

-         A Cala Morisca, una pequeña cala privada que te va a encantar, podremos estar tranquilas, pasear un rato y si quieres podemos tomar el sol y darnos un baño en el mar, por eso te he dicho que te pusieras el biquini.

-         Y yo que pensaba que solo querías verme en bañador para deleitarte con mi escultural y espectacular cuerpo – acaricia su cuerpo sensualmente por encima de la ropa, haciendo que Lexa la mire divertida.

-         No voy a mentir, no soy una apasionada de ir a la playa, pero esa es una muy buena razón para que empiece a gustarme ir, en realidad, dos buenísimas razones – mueve las cejas divertida mirando descaradamente sus pechos y Clarke le da un suave golpe en el hombro.

-         Idiota... - se muerde el labio negando con la cabeza, mientras Lexa estalla en carcajadas.

Llegan al parking privado donde apenas hay coches, algo que hace sonreír de felicidad a Lexa ya que tendrán más privacidad de la que pensaba que tendrían. La ex camarera coge una bolsa donde ha metido las toallas y todo lo que puedan necesitar, y cogidas de la mano, dirigen sus pasos hacia la arena.

Cuando las rocas les permiten admirar esa pequeña playa, Clarke abre la boca completamente sorprendida al ver a las escasas tres personas que se encuentran allí en esos momentos.

-         Lexa – dice en un tono bajo llamando la atención de la castaña – esta gente está desnuda – abre aún más los ojos al mirarlos de nuevo, provocando que Lexa se parta de risa.

-         Sí, lo siento, se me olvidó decirte que es una playa nudista, pero es la única playa privada que conozco por aquí – Clarke la mira rápidamente, mostrando una expresión de pánico – tranquila, no es necesario desnudarse para estar aquí, si te sientes incomoda, podemos irnos cuando quieras.

-         No, no, me encanta el sitio, pero...es solo que no me lo esperaba.

-         Lo siento, de verdad, si quieres nos vamos – estira un poco de su mano, indicándole el camino de vuelta al coche.

-         He dicho que no, Lexa – suelta su mano y se saca la camiseta, dejando a la vista la parte de arriba de un biquini azul eléctrico que le queda espectacularmente bien, y es que con esas dos maravillas es imposible que algo le quede mal – venga, quítate la ropa, tengo ganas de darme un baño.

Y así lo hacen, pasan la mañana entre salados baños, paseos por la arena de aquella magnífica cala entre risas y conversaciones, momentos en los que sentarse juntas sobre la toalla para descansar y coger algo de color sin dejar ni un momento de sonreír y darse algún que otro beso, e incluso escalan algunas rocas para poder admirar las vistas de Sitges desde lo alto, contemplando el bello paisaje, aunque Lexa siempre desvía su mirada hacia lo que más desea admirar, esa preciosa mujer de la que cada día se enamora un poquito más.

Después de darse una ducha en la misma playa, vuelven al coche y Lexa se dirige hacia el puerto de otro lugar emblemático de las afueras de Barcelona, Port Ginesta, el puerto de Castelldefels, donde se encuentra El Capitán, uno de los restaurantes favoritos de Lexa, donde preparan el mejor arroz con bogavante de la costa y quiere que Clarke siga disfrutando de la gastronomía española antes de volver a Nueva York.

Cuando les sirven el plato estrella, Clarke gime complacida el probar ese delicioso manjar y Lexa la observa en silencio, perdiéndose en su mirada, en sus labios y en el erotismo que desprende la rubia comiendo, y es que cualquier cosa que hace, la vuelve completamente loca.

Después de comer, se dedican a pasear por el puerto, recorriendo cada metro de él, disfrutando de la mutua compañía, compartiendo momentos y conversaciones entre románticos besos y abrazos, disfrutando de cada minuto como una pareja de verdad. Cuando el atardecer baña el cielo de esa tarde de verano, ambas de dirigen de nuevo hacia el coche para volver a Barcelona.

-         ¿Te ha gustado la cita? Sé que no ha sido tan especial como la de ayer y eso, pero... - pregunta Lexa algo nerviosa.

-         Lex, me lo he pasado muy bien, ha sido una cita perfecta – Clarke posa suavemente su mano en la pierna de Lexa regalándole una amplia sonrisa, haciendo que ésta desvié unos segundos su mirada de la conducción para mirarla a ella.

-         ¿Seguro? ¿No lo dices solo para contentarme? – devuelve sus verdes ojos hacia la carretera, y aunque Clarke adora cuando Lexa se muestra así de nerviosa e insegura, no entiende cómo puede dudar de que todo ha sido perfecto.

-         Woods, tu inseguridad es igual de adorable que de insoportable, no dudes ni un segundo de que ha sido todo perfecto, me encanta estar contigo sea donde sea – aprieta su mano por encima de su pierna, intentando disipar esa estúpida inseguridad.

-         Yo...es que solo quiero que te sientas bien, que estés a gusto, demostrarte que podemos ser una pareja de verdad y demostrarte a cada segundo lo mucho que te quiero, a mí me basta con tu compañía para que todo sea perfecto, pero no sé si tú...

-         Por favor Lexa, para, lo digo en serio, creo que la permanente estúpida sonrisa en mi cara es muestra suficiente de lo que me encanta estar a tu lado.

-         ¿Me vas a echar de menos esta noche? – pregunta con esa sonrisa socarrona en el rostro, parece que su seguridad ha vuelto al escuchar las palabras de la rubia.

-         Ya sabes que sí, ¿y tú a mí? – acaricia su muslo suavemente, subiendo y bajando por él, haciendo suspirar a Lexa.

-         Por supuesto, ya sabes que el tiempo sin ti es un suplicio para mí, demasiado he estado ya teniéndote lejos.

-         Bueno, podemos vernos cuando salgas de trabajar, me da igual la hora, me gusta demasiado dormir contigo como para privarme de ello – se muerde el labio mientras intensifica sus caricias por el muslo de la castaña.

-         Me parece un plan perfecto, en cuanto salga, paso a buscarte, aunque ya te aviso que será de madrugada – Lexa siente como todo su cuerpo tiembla por las sensuales caricias de su rubia, un día de estos van a tener un accidente de verdad como siga tocándola así cada vez que están en el coche – Clarke, para, me estás desconcentrando – saca la mano de la rubia de encima de su muslo apartándola hacia un lado y ésta se ríe algo pícara.

-         Ya sé que sales de madrugada, conozco tu trabajo ¿recuerdas? Pero estoy dispuesta a sacrificar unas horas de mi sueño si eso significa poder dormir pegada a ti.

-         Dormir entre tus brazos es la mejor manera de dormir que existe, así que siento decir esto, pero estaré encantada de que sacrifiques esas horas – dice riéndose.

-         Qué cosas más bonitas me dices, Lexi – se muerde el labio escondiendo una maliciosa sonrisa.

-         ¡No empecemos! – exclama Lexa al oír el apodo y la manera tan malvada en la que Clarke lo ha pronunciado.

-         Calla y déjame escuchar esta canción – sube el volumen de la radio mientras Lexa le saca la lengua – Dios que temazo, me encanta – empieza a cantar a todo pulmón y bailar como si le fuera la vida en ello encima del asiento, provocando que Lexa se ría al verla tan emocionada.

Want you to make me feel / Quiero que me hagas sentir
Like I'm the only girl in the world / como si fuera la única mujer en el mundo
Like I'm the only one that you'll ever love / como si fuera a la única que siempre amarás
Like I'm the only one who knows your heart / como si fuera la única que conoce tu corazón
Only girl in the world / La única chica en el mundo
Like I'm the only one that's in command / Como si fuera la única que está al mando
'Cause I'm the only one who understands / Porque soy la única que entiende
How to make you feel like a woman / Como hacerte sentir como una mujer

Y cambiando esa última palabra, la mira sonriente, levantando una ceja de esa manera tan seductora que desarma por completo a Lexa.

-         Suena tentador... - pronuncia Lexa con voz sensual, parando el coche en frente del hotel de Clarke – por desgracia para mí ya hemos llegado, pero pienso hacerte sentir todo eso esta noche.

-         Te quiero Lexa – se acerca a ella soltando el cinturón de seguridad, agarrándola por la nuca para besarla.

-         Y yo cariño, eres la única chica en el mundo para mí – susurra sobre sus labios.

Se despiden entre besos y Clarke baja del coche sin ganas de separarse de Lexa, la cual espera hasta que la rubia entra en el hotel, mirándola embobada desde su asiento.

Lexa no puede sentirse más feliz, por fin siente que su vida vuelve a su cauce, que todo está cambiando rápidamente, pero por fin se siente preparada, está dispuesta a todo por Clarke, a volver, a reconstruir una vida en su antigua ciudad, de hecho, a construir una nueva vida al lado de su rubia, enamorarse más y más de ella cada día, compartirlo todo, demostrarle día a día que estos 5 años separadas solo han sido un paréntesis de todo lo que les queda por vivir, y esta vez, juntas.

*****

Clarke pasa el resto de la noche con las chicas, contándoles todo y escuchando las historias de lo vivido por todas mientras ella estaba con Lexa, la cena de Raven con su famosa y deseada actriz, los lugares que han visitado, y todo entre risas confidentes. Cuando están en un bar del barrio del Born tomando unas copas para hacer tiempo hasta que Lexa salga de trabajar, un mensaje suena en el móvil de Clarke y la rubia frunce el ceño al leerlo.

Lexa:

Clarke lo siento, pero me ha surgido algo y esta noche voy a estar ocupada, nos vemos mañana, espero que no te enfades, yo también te voy a echar de menos entre mis brazos, te quiero.

-         Vaya, parece que mi plan se cancela – dice algo triste mirando a sus amigas después de contestarle el mensaje a Lexa – Lexa dice que va a estar ocupada esta noche y que al final no podemos vernos – pone morritos mostrando su tristeza.

-         Bueno rubia, no te rayes, si todo sale bien, tenéis una vida por delante para compartir noches de pasión ¿no? – Raven le da un suave golpe en el hombro, intentando animarla.

-         Eso Griffin, además, así descansas una noche, que al final os vais a desgastar con tanto sexo – Octavia la mira divertida dándole un sorbo a su copa.

-         No es por el sexo, imbécil, me gusta dormir con ella, me encanta estar con ella, la echaba tanto de menos que...

-         Déjalo ya, todas sabemos que es por el sexo – exclaman Harper, Raven, Octavia y Niylah a la vez.

-         Sois todas unas cabronas – Clarke niega con la cabeza, mientras no puede evitar sonreír por las ocurrencias de sus amigas.

*****

A la mañana siguiente, Clarke se levanta con más ganas de ver a Lexa que nunca después de su plan truncado de la noche anterior, así que decide coger un taxi y sorprender a Lexa en su casa.

Baja del coche después de pagar y se sorprende al encontrarse la puerta de acceso al jardín entreabierta, pero sonríe despreocupada al pensar que así la sorpresa será mayor cuando aparezca en la puerta principal. Sube las escaleras y en cuanto está frente a la puerta, toca rápidamente el timbre, ansiosa por besar de nuevo a su Lexa.

-         Clarke – pronuncia la castaña algo nerviosa al verla, mirando de reojo al interior de la casa.

-         Buenos días preciosa, pasaba por aquí y me preguntaba sí...

-         ¡Lexa! ¿Falta mucho para el desayuno? Me muero de hambre después de la ajetreada noche que hemos pasa...uy hola - exclama interrumpiendo una guapísima morena que aparece en lo alto de las escaleras provenientes de la habitación de Lexa, vestida con una de las camisetas deportivas de la ex camarera, completamente despeinada.

Clarke la mira y su sonriente expresión cambia de golpe a una de completo enfado.

-         Te juro que esto no es lo que parece – Lexa la mira preocupada al ver ese cambio, temiendo todo lo que puede estar pasando por la mente de la rubia, temiéndose lo peor.

-------------------------

Buenas queridas lectoras!!!

Siento muchísimo haber tardado tanto en subir algo, pero con estas fechas, el trabajo ha sido una locura, mis horarios me dejaban muerta y estaba tan saturada que no podía escribir nada coherente hahaha

Pero bueno, espero que este capítulo no os decepcione, es lo único que he podido sacar de mi frustrado bloqueo de ''escritora''

¿Qué os ha parecido esa cita diurna?

Parece que ambas están muy seguras de lo que quieren aunque...

el final...¿qué pasará? ¿Habrá engañado Lexa a Clarke con esa morena? ¿Quién será esa morena? ¿Habrá una historia detrás?

Quién sabe! Tengo el siguiente capítulo en mi mente y espero poder escribirlo esta noche y que quede algo aceptable hahaha

De nuevo siento haberos hecho esperar y espero que esta historia os siga gustando!

Dejadme vuestras opiniones, teorías, comentarios y votos como siempre! Os he echado mucho de menos!!!

Un besito a todas y...

Nos leemos!!!!!!

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