Adicción Prohibida

By DidiGee89

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Lexa es camarera en una discoteca de ambiente en Nueva York, le encantan las mujeres e ir de cama en cama dis... More

1. Me llamo Lexa
2. Bang, bang
3. Y entonces, ¿a qué esperamos?
4. Hasta siempre, Clarke Griffin
5. Eres la novia de mi hermano...
6. ¿Pretendes emborracharme?
7. ¿Qué ha pasado?
8. Dos semanas
9. ¿Qué cojones te pasa, Clarke?
10. La última vez
11. 25 días
12. I just wanna feel your body on me
14. ¿Crees que debería hacerlo?
15. Espera, ¿me has escuchado?
16. WOW
17. ¿Te arrepientes de haberlo hecho?
18. ¿De qué querías hablar?
19. Miedos
20. Placeres ocultos
21. El juego de Clarke
22. La reina del drama
23. Dangerous Woman
24. ¿Pilladas?
25. ¿Estás loca?
26. Te estoy rompiendo
27. Never forget you
28. 5
29. El regalo de cumpleaños
30. Recaída
31. Ain't my fault
32. Perfect Illusion?
33. Confesiones
34. Pídeme que pare y lo haré...
35. ¿Le quieres?
36. ¿Dónde estabas?
37. ¿Cuáles son tus intenciones?
38. ¿Hablar hablar o...?
39. 7 billetes
40. ¡Nos vamos de compras!
41. La primera cita (I)
42. La primera cita (II) El juego
43. La primera cita (III) El premio
44. Cita diurna
45. ¿Por qué te has hecho esto?
46. Be the one
47. No sé qué más hacer
48. Despacito
49. ¿Qué pasó ayer?
50. Despedida
51. Distancia
52. ¿En serio no ha pasado ni un mes?
53. Sorpresas
54. Nervios
55. Aprender a perdonar
56. How would you feel...
Epílogo

13. Sobrepasada

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By DidiGee89







Tarda varios segundos en reaccionar, todo esto es nuevo para ella, el tener que esconderse y la tensión que eso provoca, y en parte la situación está empezando a sobrepasar un poco a sus nervios. Recoge el móvil del suelo y lo deja sobre la mesa, dispuesta a lanzarse al vacío. Dirige sus pasos hacia la puerta, respira hondo y gira el pomo abriéndola. Nada, eso es lo que encuentra tras la puerta de su apartamento, frunce el ceño completamente confundida, está segura de que ha oído los golpes. De repente, su teléfono móvil emite un pitido, vibrando sobre la mesa, asustándola de nuevo. Cierra la puerta y se acerca lentamente a cogerlo, contempla la pantalla iluminada, viendo lo que hay escrito y se deja caer precipitándose sentada en el azulado sofá. Nota como sus ojos se humedecen mientras vuelve a leer una y otra vez el mensaje, sin siquiera atreverse a abrirlo.

Clarke:

-         Lo siento, no puedo hacerlo.

Con la otra mano coge la copa de vino medio llena que permanecía sobre la mesa, y da un largo trago, notando como varias lágrimas resbalan por sus mejillas mientras no saca sus ojos de encima de la iluminada pantalla del móvil.

Se ha permitido ser débil, le ha abierto su corazón por primera vez a alguien y ahora solo siente rabia, siente que Clarke ha jugado con ella, que solo ha sido un estúpido experimento. Quiere gritar, quiere llamarla, quiere responderla y mandarla a la mierda, pero sabe que si lo hace en caliente, no controlará sus palabras y dirá cosas que ni siquiera piensa. Vuelve a darle un trago a su copa, la deja sobre la mesa, y sintiendo como la rabia sube por su brazo, lanza con todas sus fuerzas el teléfono contra la pared, rompiéndolo en varios pedazos.

Clarke está llegando a su casa, con el móvil en la mano, quizá esperando a que Lexa conteste, hace ya un rato que le ha enviado el WhatsApp y ésta ni siquiera lo ha leído, o eso cree ella. Cuando cruza el umbral de su apartamento, recuerda el momento en el que estuvo delante de su puerta, como dio unos golpes en ella y después salió corriendo arrepentida, llevada por los remordimientos y el sentimiento de culpa, ella no es así, no puede permitirse perder el control otra vez, y la aparición de Bellamy ha sido la señal más clara, necesita recuperar su cordura y tomar una decisión.

Se sienta en su cama y por fin estalla, las lágrimas brotan solas de sus ojos, amontonándose por toda su cara, sintiéndose una mierda. Haga lo que haga alguien va a salir herido, sigue sin explicarse cómo ha acabado metida en ese lío, engañando a su novio con su propia hermana reiteradas veces, y acabando enamorada de ella. Porque sí, puede negárselo al mundo, puede decirle a Lexa que solo siente algo por ella que no sabe lo que es, pero a ella misma no puede negárselo, está perdidamente enamorada de esa maldita y seductora camarera. Nota una presión en el pecho mientras sigue llorando sin parar, se deja caer en la cama, y acaba quedándose dormida ahogada en lágrimas, después de darle mil vueltas a todo, intentando tomar la mejor decisión posible.

Lexa sigue despierta varias horas después, tumbada en el sofá, botella de vino en mano, dando largos tragos y notando como las lágrimas no cesan, siente tanta rabia y dolor, que ni siquiera le importa haber roto su móvil. Odia haberse enamorado de ella, lo odia con todas sus fuerzas, se odia por haberse dejado llevar, ha traicionado sus principios y eso solo le ha causado esta situación, sola y borracha en el sofá de su apartamento, llorando como nunca antes lo ha hecho y maldiciéndose una y otra vez por haberse fijado en la novia de su hermano aquella noche en el G Lounge. Finalmente cae rendida ahí mismo, agotada física y psicológicamente, bañada en lágrimas y alcohol.

Por la mañana los rayos de luz que cruzan el comedor de su apartamento la despiertan clavándose en sus ojos, tiene un terrible dolor de cabeza y siente como le pesa todo el cuerpo. Se sienta sin apenas fuerzas en el sofá, ese sofá que ha sido el confidente de su rabia la noche anterior y se lleva las manos a la frente, recordando todo lo que ha pasado. Clarke, su Clarke, esa mujer que ha conseguido engañarla y confundirla a partes iguales, la ha dejado tirada después de 25 días sin verse y un encontronazo sentimental y sexual en el baño de su lugar de trabajo, vuelve a odiarse una vez más al recordarlo. Se levanta y va directa a la cocina a por un vaso de agua que aclare su garganta y un café que lo haga con su mente. Respira hondo mientras oye la cafetera trabajar, con el sonido repicándole en la cabeza, decide lavarse la cara ahí mismo, aún puede notar la sequedad de sus lágrimas por todo el rostro. Nunca antes ha llorado por una chica, a sus 26 años recién cumplidos, nadie la ha hecho sentir así, y se recrimina a sí misma de nuevo el haber caído en algo de lo que tanto huía siempre.

Con el agua caliente de la ducha cayendo sobre su cuerpo, aclarándole el cuerpo y la mente, decide en ese mismo instante que se va a olvidar de ella, que va a volver a ser la Lexa de siempre, sin preocupaciones, sin inseguridades, disfrutando de su vida de locura llena de sexo, alcohol y fiestas, lejos de los sentimientos, lejos de ese supuesto amor que creía sentir, y sobre todo, lejos de Clarke Griffin.

Se viste con su ropa de hacer deporte, quiere salir a correr un rato, necesita la adrenalina y dejar de pensar. Justo en el momento en el que abre la puerta de su apartamento dispuesta a salir, se encuentra a alguien con la mano alzada para picar en ella, provocando que se pare de golpe.

-         No, no, no, no – repite Lexa nerviosa, dando un paso atrás, intentando cerrar la puerta de nuevo.

-         Espera Lexa, espera – dice Clarke aguantándola para que no la cierre, colocando un pie para que le sea más complicado.

-         No Clarke, vete, por favor, date la vuelta y vete – ordena haciendo fuerza contra la puerta.

-         Lexa lo siento, por favor, déjame hablar contigo – ruega sin dejar de hacer fuerza, el esfuerzo que está haciendo provoca que pegue algún grito de rabia.

-         No quiero hablar, no quiero verte, no quiero nada que tenga que ver contigo, ¡vete! – exclama casi gritando.

-         Entiendo que estés enfadada, pero no pienso moverme de aquí – se cruza de brazos dejando de hacer fuerza, sin sacar el pie de entre la puerta y el umbral de ésta para que no pueda cerrarla por mucho que lo intente.

Lexa resopla fuertemente después de sus intentos fallidos de cerrar la puerta y acaba cediendo a las suplicas de la rubia, abriendo y dejándola entrar.

-         Gracias – Clarke entra rápidamente, cerrando la puerta, observando cómo Lexa se aleja de ella.

-         Di rápidamente lo que tengas que decir y márchate – Lexa la mira con semblante serio, queriendo aparentar que está controlando sus nervios.

-         Lexa, lo siento, me asusté, me bloqueé y creí que huir sería la mejor manera de afrontarlo – Clarke intenta acercarse a ella mientras habla, pero Lexa da un paso atrás.

-         No te acerques, no quiero que me toques, porque si lo haces, no seré capaz de... - se calla de golpe, no quiere volver a cometer el error de decir lo que verdaderamente siente – ya te has disculpado, ahora si no te importa, será mejor que te vayas, iba a salir a correr.

-         ¿Crees que si no me importaras estaría aquí a las 7 de la mañana? – exclama Clarke, subiendo un poco el tono, exasperada por su actitud – Lexa joder, apenas he dormido, no podía pensar en otra cosa, y le he estado dando mil vueltas a todo.

-         Yo tampoco he tenido la mejor noche de mi vida – se cruza de brazos, aguantándole la mirada.

-         Voy a dejar a Bellamy – dice seria y segura.

Lexa abre los ojos de par en par y su corazón se para de golpe al escucharla.

-         ¿Qué? No, no puedes hacerle eso – esta vez es Lexa la que da un paso adelante, acercándose un poco más a ella.

-         ¿Enserio? Después de lo que hemos hecho ¿ahora te preocupas por él? – la rubia no puede controlar la risa irónica que se le escapa.

-         Claro que me preocupo por él ¡Es mi hermano! – exclama elevando el tono de su voz.

-         Eso debiste pensarlo antes de hacer que me enamorara de ti – dice Clarke girándose hacia un lado, tocándose el pelo nerviosa.

Lexa inspira hondo, calmándose y relajando el tono de su voz, intentando hablar con coherencia, intentando ignorar lo que Clarke acaba de decirle para no caer otra vez, después de lo que ha pasado, y aunque quiera hacerlo, no se ve capaz de creerse esas palabras.

-         Mira Clarke, yo también he pensado mucho, y no puedes dejar a Bellamy por mí, yo no soy buena para ti, mi vida es una puta locura, tú le quieres, él puede darte una estabilidad que yo no podría darte jamás, joder, soy camarera en una discoteca ¡y él es un escritor famoso! Ni siquiera soy estable sentimentalmente hablando.

-         Te acabo de decir que estoy enamorada de ti ¿y tú solo piensas en mi estabilidad? ¿En serio? Soy inspectora de policía, no necesito a nadie que me mantenga ¿sabes?

-         Será mejor que te vayas, olvídate de mí Clarke, sigue con tu vida, lo de ayer fue una señal, lo nuestro no saldría bien nunca, por mucho que no estuvieras con Bellamy, ¿cómo crees que se tomaría la noticia de que le dejas por su hermana? Nunca podríamos decir que estamos juntas, y yo no quiero una relación en la que tenga que esconderme, ni siquiera quiero una relación – siente que está a punto de llorar, dolida por sus propias palabras, realmente se muere de ganas por estar con ella, pero sabe que lo que dice es verdad.

-         No te entiendo Lexa... ¿Qué ha cambiado de ayer a hoy? Dijiste que sentías algo por mí, que no podías pensar en otra cosa.

-         Ayer estaba borracha, se dicen muchas idioteces cuando estás borracha – miente.

-         ¿Entonces no es verdad? – pregunta mirándola a los ojos fijamente.

Lexa traga saliva mientras también la mira a los ojos, sabiendo que su siguiente frase será la definitiva.

-         Me lo estás poniendo muy difícil Clarke...Vete por favor – suplica intentando evitar la respuesta.

-         Solo te he hecho una simple pregunta, respóndeme y me iré si es lo que quieres, ¿estás enamorada de mí, sí o no?  - se acerca a ella, quedándose frente a frente, casi pegadas.

Lexa siente la respiración de Clarke golpeando contra su pecho, su corazón palpita a la velocidad de la luz, quiere ser capaz de decir que no, quiere que se vaya antes de cometer una locura. Mira sus ojos manteniéndose callada, baja un segundo su mirada hasta los labios de la rubia y vuelve a mirarla a los ojos de nuevo, muriéndose por besarla.

-         Eso no importa Clarke, esto no puede salir bien, yo no soy buena para nadie – dice por fin, casi susurrando, sintiendo como la capacidad de controlar su habla y su cuerpo está desvaneciéndose.

-         Eso déjame decidirlo a mí – acerca un poco más sus labios a los de la camarera, casi rozándolos – dime que no sientes nada por mí y me iré por esa puerta.

-         No puedo... - traga saliva sonoramente, cerrando los ojos sintiendo como los labios de Clarke están a punto de rozar los suyos.

La rubia agarra fuertemente con sus manos el rostro de Lexa, y funde sus labios con los de ella, besándola apasionadamente.

Lexa sigue con los ojos cerrados, sintiendo cada beso que Clarke le está dando, desesperado, voraz, salvaje...devolviéndoselos ella también de la misma manera. Y entonces recuerda...recuerda cómo se sintió la noche anterior y esa misma mañana antes de que la rubia apareciera en su puerta, y sin alcohol recorriendo sus venas, siente el miedo que conlleva mantener una relación con alguien, siente el miedo de volver a sentir lo mismo otra vez, ella no está preparada, no quiere que le hagan daño, y mucho menos, quiere hacérselo a Clarke.

-         Espera...no – se separa de ella precipitadamente, empujándola suavemente – No puedo Clarke, no puedo.

Clarke la mira sorprendida por su negativa actitud y por cómo se ha separado de ella tan repentinamente.

-         ¿Por qué? – pregunta Clarke, estaba convencida de que por fin había conseguido que la camarera entrara en razón.

-         Ayer me dejaste tirada, el día de mi cumpleaños – decide utilizar el orgullo como excusa para huir de la situación – saliste corriendo al ver a Bellamy, le elegiste a él, Clarke, no a mí.

-         Pero ahora te estoy eligiendo a ti Lexa, ¿no lo entiendes? – dice acercándose a ella.

De nuevo Lexa da un paso hacia atrás, sabe que si vuelven a besarse no será capaz de inventar alguna estúpida excusa más para pararlo.

-         La que no lo entiendes eres tú Clarke, te estoy diciendo que no quiero que me elijas, nunca en mi vida me había sentido como me sentí ayer por la noche, y tengo claro de que no quiero volver a sentirlo jamás, te pido otra vez que te vayas, que sigas con tu vida, con Bellamy y que te olvides de mí – nota como las ganas de llorar aumentan, se siente débil, frágil, aunque está consiguiendo aparentar todo lo contrario – No puedo creerte Clarke, no puedo creerme nada después de lo que hiciste ayer, vete, por favor.

-         Lexa, por favor... - la rubia intenta acercarse de nuevo a ella, con sus ojos brillando humedecidos por las lágrimas que empiezan a brotar, casi rogando con ellos.

-         ¡Qué te vayas de una puta vez! – grita levantando una mano señalando la puerta, perdiendo el control.

Clarke enmudece, no puede creerse que le hable así, no puede creerse esa mirada de odio que le está echando. Respira hondo, sus suplicantes ojos han cambiado por completo mostrando la rabia que le provoca la actitud de Lexa. No dice nada más, se gira y sale por la puerta pegando un portazo tan fuerte que hace que hasta las paredes del apartamento retumben.

Lexa arruga la nariz mirando fijamente a la puerta, sintiendo como las lágrimas que antes luchaban por no salir, se derraman sin control por toda su cara. Se deja caer en el sofá y esconde su rostro entre sus manos, bañándolas con las abundantes lágrimas que derrama por el dolor que le causa toda la situación.

------------------------

Espero que no me matéis mucho hahahaha

¿Qué pasará ahora? ¿Volverán a verse?

¿Será capaz Lexa de recapacitar? ¿Será capaz Clarke de dejar a Bellamy y luchar por Lexa? ¿Le dejará Lexa hacerlo?

Decidme lo qué pensáis aunque sea una amenaza de asesinato hahahaha

Gracias por seguir esta historia ;) Sois lo mejor del mundo!!!

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