Ella esta en casa con el corazón roto y yo estoy bebiendo Jack Daniels en mi bar local, las cosas son complicadas, y aunque me necesita no tengo tiempo para ella
Además soy parte de la larga línea de desempleo, lo peor es que por primera vez no sabemos como entramos en esta mala situación
—Hombre quita esa cara larga, deja esa botella en paz, ve y arregla las cosas con ella.
—Pero...
—No hay pero que valga
—Hombre, son tiempos difíciles, no me perdonaría
—Lo hará, siempre lo hacemos, bueno mientras se trate del amor que valga la pena, corre Daryl, se que todo saldra bien
Lo pienso solo unos segundos, bajo del taburete, tomó mi billetera, las llaves de mi auto y a tropezones me adelantó a la entrada, no sin antes hacer algo importante
—Abe, Rosita... gracias.
Ellos sonríen en respuesta y salgo,
llegaré, hablaremos, ya no hay porqué hacer las cosas solo por frustración
—¡Carol!— La euforia recorre mi cuerpo como corriente eléctrica, subo las escaleras y ella sigue ahí con su corazón roto, como desde un principio y con solo ver un poco la ventana, noto por fin la presencia de las estrellas
—...Carol— recuesto mis brazos en la cama y quito un poco del cabello que ha caído en su rostro, todavía hay huellas de lágrimas y sus ojos están tan rojos e hinchados, pero aún cansada dirije sus ojos a mí.
—Tenemos que hablar — susurró dulcemente pero su mirada solo refleja: miedo, angustia e incertidumbre —¿Es porque no puedo darte hijos? — su voz se quiebra un poco y niego rápidamente
—Solo sígueme ¿sí? — asiente mientras con dificultad baja de la cama, su cuerpo se ha entumecido por llevar dìas así
Beberemos todas las botellas de vino barato de la despensa y nos sentaremos a hablar toda la noche
Y parece que nos estamos conociendo por primera vez, pero es alentador porque su sonrisa nunca va cansarme, mucho menos la menera en que su labio inferior tiembla cuando esta estresada
Sonreímos a punto de llorar, diciéndonos cosas que no nos habíamos dicho en años
Conocidonos por primera vez;
—Tu lanzaste tu jugo de naranja sobre mí
—Y aún lo siento, pero eras petulante y no te callabas, si solo se podía de esa manera.
—¿Petulante? Pues para mí, eras la chica buena más dulce de la que un chico malo puede enamorarse.
—Idiota..
—Oh vamos! Carol es cierto y lo sabes.
—Lo único que se es que me salvaste de las garras de Ed.
La noche tan larga y oscura por primera vez es brillante, corta, tranquilizadora
Ella esta en la puerta de la entrada con la frente en alto y yo he perdido todo excepto mi orgullo
—Saldremos adelante...
—...Nos tenemos el uno al otro.
No, aún no perdemos la cabeza, pero si estamos locos, porque no se abandona el amor
Los tiempos son difíciles, sin embargo pareciera que nos conocemos por primera vez.
—Te amo Carol...
—Oh! No necesito decirlo ¿o sí? — asiento con una sonrisa sarcástica, mi pelirroja golpea medianamente mi hombro y soltó un quejido, bromeando, obviamente.
—...Te amo Daryl
Nos estamos conociendo por primera vez.