NARRA RUTH
Son la 1:26 de la madrugada, las que vamos mas perjudicadas somos Silvia y yo.
-Va Ruth ven a bailar con nosotras. No seas sosa! -Silvia me tira del brazo izquierdo y Ana del derecho. Al final les hago caso y voy con ellas a la pista.
La verdad es que hoy el Pub no está tan lleno como otras veces, hoy se puede ver con claridad las personas, acaban de poner una canción de reguettón, las tres nos ponemos a perrear pegando los culos, yo me quedo mirando fijamente la gente que entra y sale del Pub.
-No puede ser... -Extiendo la mano hacia atrás cogiendo uno de los brazos de Silvia, sin apartar la mirada de la entrada.
-Que pasa nena? -Pregunta inocentemente.
-Silvia… Es mi Ex… Está allí -Señalo al grupo de chicos que hay frente a la puerta. -Tengo miedo Silvia...
Esta me coge de la mano me pone tras ella, Ana que se ha percatado de la situación se pone al lado de Silvia, las dos dando la espalda a la puerta.
-A ver Ruth, no tiene por que haberte visto, si quieres nos vamos a sentar con todos, no creo que se atreva a ir y hacerte o decirte algo delante de todos no?
-No lo se Ana, no lo se, hace mucho que no lo veía, quitando la vez que apareció en mi casa de pizzero. No se como reaccionará...
Las tres no dirigimos a los sofás con nuestra mejor sonrisa, no quiero que nadie se entere, me avergüenzo de mi pasado…
-Que viejas estáis! Ya no aguantáis nada eh! -Nos vacila el Sevilla nada mas sentarnos.
Las tres le hacemos un corte de manga a la vez, y luego nos reímos. Estamos un rato mas bromeando sobre nuestra edad, cuando alguien interrumpe mi risa tocándome el hombro.
-Hombre guapa! Cuanto tiempo! Como no me dijiste que venias a este Pub?
-Emmm… -Miro a Silvia y a Ana que se han quedado igual que yo. -Si, vengo por aquí a menudo, que coincidéncia…
-Llama lo como quieras... -Dice con esa sonrisa que solo él sabe como ponerme nerviosa, y acariciando me la mejilla de manera sucia.
-No nos presentas a tu amiguito Ruth? -Grande! Ya tenía que saltar alguien.
-Si, claro. Este es Marcos un...
-Su Ex encantado. -Se me adelanta. Yo sonrió como puedo mientras extiende la mano para saludar. Silvia se da cuenta e interviene.
-Bueno majo, ya nos veremos otro día, encantada de conocerte.
-Si, nos veremos, ya lo creo … -Se marcha acariciando un mechón suelto de mi coleta, que hace que un escalofrío recorra cada poro se mi piel.
Todo mi cuerpo está temblando, ahora ya sabe donde vivo y por donde salgo de fiesta, poco a poco lo sabrá todo de mi. Una mano se posa en mi muslo acariciándolo. Me seco alguna que otra lágrima inocente y levanto la mirada.
-Ruth, tranquila, puedes quedarte en mi casa todo el tiempo que necesites, te prometo que ese tío no te rozará ni un pelo estando a mi lado. -Me abrazo fuerte a su cuerpo, ella hace lo mismo. Hasta que una mano nos separa.