Capitulo 30

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NARRA PABLO

Anna entra llorando a la habitación y se tira en la cama boca abajo, yo sigo sentado en la misma posición en la que me habia quedado, me acerco a ella pasando mi mano por su espalda repetidas veces intentando consolarla.

-Anna, no llores! Tranquilizante por favor. No me gusta ver a la gente llorar por mi culpa.

-No! Joder Pablo! -Se medio Incorpora -Soy un asco de amiga, Ana tiene razón, la acabo de perder para siempre!

-Anna no digas eso, tú no lo sabías, en todo caso a sido culpa mía por no haberte avisado... -La interrumpo.

Ella me mira con la ceja levantada y suelta un suspiro.

-Si... Si lo sabía... Me lo dijo un dia después de que empezarais a salir... -Vuelven a brotar lágrimas de sus ojos verdes, las cuales intento frenar. -Si es que me lo merezco todo, soy la peor persona del mundo!

-Anna por favor! Para ya. No tienes toda la culpa, yo también podría haber parado.

-Y por que no lo has hecho? -Pregunta mirándome con el ceño fruncido.

-No se... Estaba demasiado perdido en tus labios... -Respondo encogiendome de hombros.

Me hace una mueca levantando la ceja izquierda.

-Me voy... -Se levanta y coge sus tacones para ponérselos.

-Mmm... Ana... No tienes nadie que te lleve y son las... -Miro el reloj que llevo en la muñeca. -Seis menos cuarto... -Se gira con los ojos abiertos coño platos.

-Joder! Joder! Joder! Es que todo me tiene que salir mal! No puede acabarse ya, este día de mierda! -Dice con las manos en la cara y remarcando la palabra 'mierda'.

Acaba cediendo a dormir en la misma cama que yo, ya que no la iba a dejar que durmiera en el suelo, como ella quería.

-Pablo... -Me susurra.

-Dime -Susurro yo también.

-Me abrazas? No puedo dormir... -Me lo pienso durante tres segundo, me giro y pasó mi brazo por su cadera rodeándola. Coge mi mano y la entrelaza con la suya.

NARRA ANA

Otra mañana más el sonidito de la alarma me despierta interrumpiendo mi sueño. Estiro el brazo como puedo, ya que me pesa una barbaridad. Me levanto de la ca muy a mi pesar y me dirijo al baño, me miro al espejo y como era de esperar tras la noche de llorar y maldecir mi existencia, tengo una cara horrible, como sacada de una peli de miedo. Y para colmo me acuerdo de que hoy tendré que volverle a ver. Tengo ganas de llorar pero ya no me quedan más lágrimas que derramar... Salgo del baño y me arreglo con unos vaqueros y una camiseta blanca ajustada de tirantes. Cojo las primeras deportivas y los primeros calcetines que pillo, me pongo un poco de base para tapar mis enormes ojeras y cojo las gafas de sol. Me niego a que la gente vea mi cara de zoombie, me pinto los labios de un color suave y cojo el móvil. Hoy han quedado a las 11:30, queda todavía un cuarto de hora, pero creo que no iré a la cafetería, no tengo cuerpo para cruzarme con Pablo... Decido salir de la habitación a que me dé un poco el aire. Pero cuando voy por la mitad del pasillo veo a la última persona en este planeta con la que querría encontrarme, no puedo dar marcha atrás porque ya me ha visto, a si que sigo caminando. Veo como sigue mirándome fijamente mientras me voy acercando, lo que me pone más nerviosa aún, me sudan las manos, y tengo muchísima calor.

-Ana, por favor... Escuchame! -Me dice cuando llegó a donde está ella.

-Dejame en paz! Ya te dije ayer que no quería saber nada más de ti! Y que yo sepa eso incluye escucharte... -doy el primer paso para irme pero me frena cogiéndome del brazo y tirando de mi, hacia dentro de la habitación de Pablo.

TU CARA ME SUENA Where stories live. Discover now