CAPITULO 43

371 15 6
                                    

NARRA SILVIA

Salgo de la sala VIP, pero alguien por detras me tapa los ojos, y estira de mi hacia un pasillo que hay a la derecha.
No me da tiempo a resistirme, cuando tengo unos labios, los cuales reconozco enseguida, pegados a los mios. Sonrio aun con los labios unidos, me va destapando los ojos poco a poco.
-¿Qué haces aquí? -Le pregunto rodeandolo por la cintura.
-Me apetecía darle una sorpresa a la mujer mas bonita del mundo, y no podia esperar hasta esta noche... -Me responde uniendo nuestras frentes.
-Te amo. ¿Lo sabes no? -Le doy un tierno beso.
-¿A si? Pues a lo mejor necesito que me refresques la memoria... -Dice en tono pícaro.
Empiezo a besarle repetidas veces en la boca, intercalandolos con algún que otro 'te amo'.
-¿Suficiente? -Pregunto riéndome mientras paso mis brazos rodeando su cuello.
-Si. -Se rie y se lanza a mi boca haciendo que me doble hacia atrás.

NARRA PABLO

-Ana, eso es una tontería, a mi me ha dado igual, los dos sabemos como es, no vale la pena que te enfades.
-No, joder Pablo, me da rabia ¿Por qué tieneque reirse de mi? Como si ella nunca hubiera hecho tonterías por amor. -Protesta sentándose en la cama.
-Amor... No le des importancia, pasa de eso. -Intento convencerla.
-Ademas, tampoco se ha dignado a venir a pedirme perdón...
-No se habrá dado cuenta. Va Ana deja el tema, esta noche cenamos todos juntos, no quiero que haya malos rollos, porfa... -Le cojo la cara con las manos y la junto a la mia, para darle un tierno beso.
Llegamos al restaurante donde ya estaban todos sentados, Ana y yo nos sentamos en frente de Ruth y Edu. Busco a Silvia con la mirada, esperando que no este cerca de Ana, mas que nada para evitar un posible enfrentamiento entre ellas. Suspiro al ver que esta lo suficiente lejos de Ana.
-Ahora vuelvo amor. -Me dice Ana acariciandome la cara y descolgando la llamada que tenia.

NARRA ANA

Descuelgo sin mirar de quien se trata, me alejo un poco de la mesa y contesto.
-Si?
-¡Ana! Por favor necesito que me ayudes. -Me dice Cristina al borde de un ataque de ansiedad.
-¿Qué pasa Cris? Me estas asustando...
-Necesito que vengas a mi casa, tengo a Anna aquí, ha llegado a las siete de la tarde llorando por no se que de unos besos con Pablo, y aún sigue así, por favor necesito que me ayudes, le va a dar algo. -Me explica intentando calmarse.
-A ver Cris, yo iria encantada a ayudarte, pero la verdad, la relación de amistad entre Anna y yo, no es que esté pasando por un buen momento ahora mismo... -Digo con un nudo en el estomago.
-Ya lo se Ana, pero te necesito, te necesitamos, por favor, hazlo por mi. Todo el mundo se equivoca, y al fin y al cabo, vosotras sois dos grandes amigas. ¿Vas a olvidar todo lo que habéis pasado juntas por una tontería? -Me pregunta inocente.
-¿Una tontería? ¿En serio te parece una tontería? -Le digo cabreada. -Ósea, ¿Qué si yo ahora me morreara con David en tus narices, te pareceria una tonteria? -Le grito, reteniendo lagrimas de impotencia.
Cuelgo por que me estoy viniendo abajo.
-Amor... -Pablo me rodea por detrás, posando sus manos en mi barriga.
-No, Pablo, ahora no... -Me aparto de sus labios, me deshago de sus brazos, y me voy hacia la habitación, sin decirle nada a nadie.
Se que me va a tocar dar explicaciones mañana cuando nos veamos, pero ahora mismo necesito estar sola, esta conversación con Cris me ha hecho acordarme de todo... De los besos con Silvia, los cuernos de Pablo, la pelea entre Anna y yo...
Cuanto mas lo pienso mas abajo me vengo, las lagrimas hace tiempo que caen de mis ojos haciendo todas en mismo recorrido.
-¿Ana? -Me despierto por unos golpes en la puerta, miro el reloj que tengo en la mesita, marca las 12:37. No es que lleve mucho rato durmiendo pero tampoco se cuanto, lo ultimo que rescuerdo, es estar llorando boca abajo en la cama. -¿Me oyes, Ana? -Vuelven a tocar.
Me levanto de la cama con toda la pereza del mundo, abro la puerta y acto seguido tengo a alguien abrazado sobre mi, no me ha dado tiempo a ver quien era, entre que voy medio dormida, y que se ha lanzado nada mas abrir la puerta... Mis manos rodean la espalda de esta por inercia, miro hacia abajo para ver de quien se trata y lo único que veo es un mechón rubio, en seguida noto como algo sube dentro de mi, algo que hace que vaya cogiendo temperatura. Me suelto de inmediato del abrazo y la miro fulminante.
-¿Qué coño haces aquí? -Le pregunto cruzandome de brazos y haciendo una mueca con las cejas.
-Ana, por favor, escuchame... -Se vuelve a derrumbar tapándose la cara con las manos.
-Si venías a que te escuchara puedes irte igual que has venido. -Le respondo seca, e intentando no mostrar ningún sentimiento afectivo.
Me quedo mirándola con la misma mueca que hace dos minutos, cuando veo que empieza a ponerse pálida, se para en seco de llorar y me mira.
Imagino lo que va a venir ahora mismo y la cojo antes de que se caiga.
-¡Anna! -La cojo como puedo y la meto hacia la habitación, se ha desmayado en mis brazos.
Puede que haya sido bastante bruta al soltarle todo eso, pero no lo puedo evitar. Le voy dando suaves toques en la cara mientras sujeto sus piernas en vertical, no se para que sirve eso, pero lo vi en un documental medico.
Poco a poco va abriendo los ojos, los tiene rojos e inchados de haberse pasado toda la tarde llorando. Baja poco a poco las piernas, y se va incorporando en silencio pero con la mirada clavada en mi.
-Ana... -Dice con la voz quebrada -¿Qué ha pasado? -Se lleva las manos a la cabeza como si le diera vueltas.
-Te has desmayado.- Le respondo seca.
Ella no dice nada, simplemente baja la mirada con una mueca de culpabilidad.
-Anna, ¿Sabes por que te has desmayado, no?
Asiente sin levantar la morada, mientras ruedan algunas lagrimas por su mejilla.
-Llevo varios días sin comer nada, y beber, bebo muy poco.
-¡Ana! Escuchame -Le cojo la barbilla para que me mire. -Que no se ocurra volver a hacer eso. Y ahora mismo te vienes conmigo al hospital.
Me levanto de la cama mientras tiro de su mano para que se levante. No me pone ninguna pega ya que sabe que tengo razón.
Vamos en el coche con un silencio que nos acompaña desde que nos hemos montado, la verdad es que esta situación es bastante incomoda, alguna vez se cruzan nuestras miradas pero enseguida dejan de hacerlo.
-Gracias... -Dice Anna rompiendo el silencio y mirándome a la cara.
-No es nada. -La miro de reojo ya que voy conduciendo. Me manda una sonrisa, pero yo no se la devuelvo, no por que no quiera, si no por que no me sale.

TU CARA ME SUENA Where stories live. Discover now