*NARRA ANA*
Hoy Silvia se va a quedar a dormir en el hotel conmigo, pero primero tengo que acompañarla a su casa para coger todo lo que necesitará para esta noche y para mañana.
-Oye... Ana me harías un favor? -Me dice Silvia todavía derramando alguna que otra lágrima y con los ojos rojos, ya que se ha pasado todo el día llorando.
-Claro amor! -Le respondo con una sonrisa.
-Podrías entrar tú en mi casa a por mis cosas? Lo último que quiero es encontrarme con Andreu -Me dice cabizbaja.
-Y si me pregunta por que me llevo a tu hija?
-Pues... Dile que hoy me voy a quedar en el hotel a dormir contigo y que la niña se tiene que venir conmigo por que mañana me la tengo que llevar al dentista.
Llegamos a su casa, aparco el coche donde encuentro aparcamiento, me bajo y me dispongo a salir del coche cuando Silvia me lo impide agarrándome del brazo.
-Tranquila, todo va a salir bien -Le doy un beso en la mano y cierro la puerta.
Toco en casa de Silvia y me abre Joana, al verme se me tira encima.
-Y tu papa?
-Ezta en zu cuato encerado! -Me dice mientras me lleva.
Toco a la puerta de la habitación en la cual me ha dicho Joana que se encuentra su Andreu.
-Si? -Me contesta una voz quebrada desde el otro lado de la puerta.
-Soy Ana Morgade.
En ese momento se abre la puerta y sale Andreu.
-Pasa algo? -Me pregunta con un tono de preocupación.
-No, no pasa nada, vengo a por las cosas de Silvia y a por Joana.
-¡¿A por Joana?!
-Si, Silvia me ha dicho que mañana la tiene que llevar al dentista y que prefiere que duerma con ella.
Andreu asiente y me enseña donde están todas las cosas que necesita Silvia, mientras me las enseña se le van cayendo las lágrimas, yo no le hago caso, ya que lo que le pasa se lo tiene más que merecido. Cojo todas las cosas que se supone que necesita Silvia y a Joana, y me dirijo hacia el coche.
-Dode eta mi mama? -Me pregunta Joana
-Esta esperándonos en el coche, mira es este. -Le digo señalando mi coche.
Al ver a su madre ahí sentada, abre la puerta y se lanza a abrazarla, en se momento veo que Silvia se vuelve a poner a llorar, yo le seco las lágrimas y le hago un gesto para que deje de llorar. Nos montamos las dos en el coche, cuando llegamos a la habitación del hotel Joana se queda dormida en seguida, y Silvia y yo nos quedamos hablando de todo lo que ha pasado hoy, hasta que nos dormimos.
*NARRA RUTH*
Son las 4 de la mañana y no me puedo dormir, no puedo sacarme ni a Silvia ni a Andreu de la cabeza, me he metido en medio de una familia, y he perdido una amiga, pero no es mi culpa haberme enamorado, yo no elijo de quien me enamoro, pero si con quien me acuesto... Debería pedirle perdón a Silvia, se que eso no va a servir de nada por que se que ella esta destrozada, pero al menos le habré pedido perdón, seguramente Ana también se haya enfadado conmigo, y tienen toda la razón, a nadie se le ocurriría estar con el marido de su amiga... Vuelvo a mirar el reloj, ya son las 4:30 debería dormirme, ya que mañana es martes y toca ensayo.
*NARRA EDU*
He sido el primero en bajar a desayunar, a si que decido coger mesa. A los 10 minutos veo que bajan Pablo, Vicky, Falete y Sevilla.
-Hombre que madrugon no? -Me dice Pablo riéndose.
-Es que no tenia mas sueño y he decidido bajara a coger sitio.
-Uy si! Como si esto estubiera lleno de gente -Dice Falete con un tono sarcastico.
Nos quedamos un rato hablando esperando a que bajen Ana, Silvia y Ruth.
*NARRA RUTH*
Suena el despertador y miro la hora y son las 10, joder me he dormido, me visto lo mas rápido que puedo y decido bajar por el ascensor, ya que lo último que quiero es encontrarme con Ana y con Silvia. Toco el botón del ascensor y se abre la puerta enseguida. Mierda! Están Ana, Silvia y su hija, es que no puedo tener mas mala suerte... Cuando me ha visto entrar se le ha cambiado la cara de repente, me ha lanzado una mirada asesina, y Ana le ha dado un codazo al ver mi reacción. Bajamos en silencio Ana y yo, Silvia va jugando con su hija, se le notan las ganas que tiene de llorar. Llegamos a la planta del restaurante y salgo yo la primera, veo a los demás sentados y me dirijo hacia ellos.
*NARRA PABLO*
Por fin han llegado las tardonas que faltaban, al ver que Silvia viene con su hija se nos dibuja una sonrisa a todos en la cara, ya que nos encanta que la traiga a los ensayos.
