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¡Graciaaaaaaas a todos los nuevos seguidores y favoritos (y a los antiguos también, por supuesto)! Espero que os lo estéis pasando bien con esta historia. Si queréis ayudar, siempre podéis votarla en Wattpad para que pueda ganarse un lugar entre los finalistas de los Wattys2016, la competición anual.
Respecto a este capítulo, no todas las preguntas y respuestas de la prueba de inteligencia están basadas en hechos reales. De hecho, las hay que he modificado para adaptarlas al mundo de Zootrópolis. Marcas, nombres, canciones, etc. El nivel tampoco es exacto. Depende de cada personaje que una pregunta sea más difícil que otra, pues Eric lo tendrá muy bien con las mates, por ejemplo. Hehe! Un detalle, tened en cuenta que ha pasado cierto tiempo entre la película y el fanfic, de modo que la población de Burrows ha crecido considerablemente, de ahí que no coincida con el contador que había en la escena de Zootrópolis.
Por cierto, ésta vez el capítulo es súper largo, para compensar los anteriores. Y aunque al final posiblemente me querréis llevar a la hoguera, os aseguro que tiene una razón de ser. Y para la música, ya era hora de que usara algo de la banda sonora de Zootrópolis, ¿verdad? ¡Bueno, gente, al turrón... digo, a leer!
Banda sonora del capítulo:
Comienza la prueba:
Jumbo pop hustle (Zootopia) - Michael Giacchino
Tras los arándanos, continúa la prueba:
Walk and Stalk (Zootopia) - Michael Giacchino [repetir durante toda la parte]
Nick recuerda la frase de Judy:
The dream is over (While you were sleeping) - Randy Edelman
Seguimos con las preguntas:
Walk and Stalk (Zootopia) - Michael Giacchino [repetir durante toda la parte]
Judy y Karin tras el fin de la primera ronda:
Rick's Long Rod (The Mummy: Tomb of the Dragon Emperor) - Randy Edelman
Comienza la segunda ronda:
Streetwalkin (27 dresses) - Randy Edelman
Mirada vaquera entre Nick y Eric:
Extracto del tema principal de "El bueno, el malo y el feo". - Ennio Morricone
Continúa la ronda:
Three-toe Bandito (Zootopia) - Michael Giacchino
Ya nadie puede vencer a los dos finalistas / la última pregunta:
Training for the battle (Black night) - Randy Edelman
Trajectory burn (album Apollo 11) - Adam Young
Capítulo 21: Respóndeme si puedes
Un gong digital estalló en la pantalla con un sonido ensordecedor para anunciar el inicio del concurso y Nick colocó la pata en su pulsador al mismo tiempo que los demás; no sin antes permitirse el lujo de localizar y mirar a Judy una última vez antes de comenzar, pues se obligaría a no pensar en ella durante la prueba para poder concentrarse... aunque no estuviera seguro de hacerlo al cien por cien.
El presentador, que respondía al nombre de William, tomó la primera tarjeta en pata.
—En sus marcas. Allá va la primera pregunta: ¿Cuántos lados tiene un hexágono?
Los pulsadores estallaron en una orquestra de sonido debido a la sencillez de la pregunta. Sin embargo, ni Eric ni Nick pudieron ganar en rapidez a la iluminada número ocho, una ovejita con camiseta y moño, de ojos vivos y competitivos.
El presentador no se opuso a su determinación.
—Número 8. ¿Y bien?
—La respuesta es seis. —Respondió la muchachita.
—Correcto. —El asno repitió la respuesta. —Un hexágono tiene seis lados. Muy bien. —Medio punto se añadió al marcador de la joven con una campanilla de fondo y el jumento tomó la siguiente tarjeta. —Segunda pregunta: ¿Cuál fue el primer y gran éxito de la célebre cantante Gazelle?
A todos les faltaron patas de nuevo para pulsar el botón, pero esta vez fue Nick quien consiguió hacerse con el honor de responder.
—¿Número 3?
—Try Everything.
—Así es. —William asintió con la cabeza. —El single Try Everything. —Esperó unos segundos a que el zorro adquiriera su parte y prosiguió. —Vamos a por la siguiente: ¿Quién fue el director de la aclamada película "Rompe Rhino"?
Aunque era una pregunta de culto para los fans de la película, hubo menos pulsadores sonando al unísono. Esta vez, el turno fue directo al número cuatro, justo en medio de nuestros cerebritos. La afortunada, una coneja de edad algo más avanzada que sorprendió a todos con su velocidad.
—¡Richard Moose, Richard Moose! —Exclamó antes de que el asno tuviera siquiera tiempo de nombrarla.
—Y otra respuesta correcta. —El presentador no se extendió para no darle cuerda, pero remarcó una advertencia: —Bueno, el nivel se va elevando. A ver quién sabe responderme a ésta. —Todos se inclinaron hacia delante inconscientemente. —En los inicios de nuestra historia, ¿cuál era...? —Un pulsador sonó, atrayendo las miradas de todos, y un tímido cerdo se encogió en su asiento.
—Lo siento... —Musitó, avergonzado por haber pulsado el botón demasiado pronto.
—Respeten el tiempo que dura la pregunta, por favor. —Rogó el asno.
Entre el público, Judy y los demás observaban en silencio. Sólo llevaban tres preguntas y nuestra policía ya estaba golpeando el suelo con una de sus patas.
—¿Por qué no te calmas? —Le preguntó Karin. —Acaban de comenzar.
—Ya lo sé, es sólo que... las tres eran fáciles y Nick sólo ha logrado responder una.
—¿No eras tú la que decía que no hacía falta ganar sino divertirse? —Le recordó ella. —Además, todavía quedan un montón. ¿No te fías de tu... prometido?
La hermana mayor le dirigió una mirada de pocos amigos y la otra sonrió con sorna mientras Gydeon intentaba mantener sus mismos nervios bajo control. Al fin y al cabo, estaban en el mismo equipo.
—Voy a repetir la pregunta. —Anunció William entonces. —En los inicios de nuestra historia, ¿cuál era la relación entre carnívoros y herbívoros? —No hacía falta ser un genio para saberlo, ¿verdad? El primer intento fue para el pulsador número dos, otro conejo de pelo oscuro.
—Mala. —Su respuesta arrancó varias risas entre los demás participantes, incluído el presentador, pero éste mantuvo el porte a pesar de todo. —Esa es una respuesta bastante vaga. ¿Alguien más?
Por fin, Eric entró en juego.
—¿Número 5?
—Depredador y presa.
—Correctísimo. —William confirmó la tarjeta y la puso detrás del pilón. —Y efectivamente, no era una relación amistosa. —Añadió para aprovechar el último conjunto de risas antes de la siguiente. —Vamos a por la cinco: ¿Quién compuso la canción "Eat it", bastante popular en los años noventa?
Nick se adelantó unas milésimas al número dos, a quien le habría gustado recuperar algo de la dignidad perdida, y respondió sin esperar que el presentador se lo preguntara.
—El cantante Michael Jaguarson.
—Bingo. —Aplaudió el asno. —Y ya tenemos el primer punto completo de la prueba.
Nick revisó con satisfacción el número primo en su marcador y sonrió. Sin darse cuenta, sus ojos buscaron los de Judy, pero no llegaron a encontrarse porque el presentador ya arrancaba con la nueva pregunta.
—Y aquí viene otra de historia, damas y varones. Preparen los pulsadores. —Se aclaró la garganta una vez con el vaso de agua que reposaba en el atril y lanzó la pregunta al aire: —¿En qué año se puso en marcha la línea de tren que comunica los Burrows con el centro de Zootrópolis?
Ésta vez, la respuesta no fue tan obvia. Nadie fue capaz de responder enseguida. Tanto Nick como los demás estaban bastante perdidos, a pesar de que la pregunta pertenecía sobretodo a los residentes de la zona. Y él, a pesar de ello, con todo lo que conocía sobre los turistas y las habitudes de la población, tendría que haber conocido cómo contestarla... Pero no pudo.
Nuevamente, Eric, quien había mantenido en todo momento el cerebro trabajando a gran velocidad, arrojó su mano finalmente sobre el botón y se lamió los labios antes de responder con una seguridad del ochenta por ciento.
—Creo —indicó —que fue en 1990. Concretamente, el 6 de junio.
William echó un vistazo a la tarjeta y sonrió.
—Impresionante. Y además preciso. Muy bien, número 5.
Eric sonrió satisfecho, alabado en secreto por Karin, y Nick dejó caer las orejas inconscientemente en cuanto el medio punto se sumó a las victorias del joven genio.
"Adiós ventaja." se lamentó.
—Segundo punto completo de la primera ronda, y ya estamos en la pregunta siete. —William bebió otro trago de agua y retomó su papel. —Ya que estamos hablando de Zootrópolis, ¿quién puede decirme los cinco distritos más conocidos que forman parte de la ciudad?
Nuestro zorro no perdió una nueva oportunidad y se lanzó al ataque, superando con creces el conocimiento sobre el tema.
—¿Número 3?
—Plaza Sahara, Tundra town, el distrito forestal, la Rotonda de la Sabana y Pequeña Rodencia.
—Sin duda —comentó el presentador —, ahí se nota quién viene de la ciudad y quién no ha salido del pueblo. ¡Otro acierto para el número 3!
Nick miró a Eric de reojo, quien no parecía en absoluto preocupado. Es más, se estaba divirtiendo y no tenía pinta de inmutarse por medio punto de nada. Suspiró para sus adentros y buscó de nuevo los ojos de Judy a pesar de haberse propuesto evitar dicha tentación. Y es que necesitaba su mirada para darse ánimos.
Afortunadamente, pudo localizar sus hermosas pupilas violetas enseguida, comunicándose silenciosamente con ella y comprobando que estaba, en efecto, pendiente de él. Algo que calmó un poco su estrés al recordar también aquellas palabras que le había dicho:
"Ganes o pierdas, para mí siempre serás un zorro astuto." Una sonrisa afloró en sus labios y le renovó las fuerzas, pues las preguntas se presentaban cada vez más difíciles.
—Ésta es para aquellos que van siempre a la última. —Anunció William a los concursantes. —¿Cuál es la marca de ropa y complementos más popular actualmente en nuestro país?
Aunque tendría que haber sido más difícil, algunas patas atrevidas se permitieron el lujo de intentarlo. El número diez, otro conejo blanco con manchas negras, contestó por primera vez: —¿Ralph Lamben...?
—Me temo que no. —El asno negó con la cabeza y el pobre equivocado dejó escapar un gemido de frustración. —¿Alguien más?
Todos se permitieron unos segundos para pensar, pero Nick decidió arriesgarse. Después de todo, fuera o no una respuesta correcta, usaría su turno. Pulsó su botón y se lamió los labios una vez antes de responder.
—Creo que es... Preyda.
El presentador levantó las cejas con cierta admiración.
—Es Preyda. —Confirmó. —Bueno, número 3, estás que te sales. —Bromeó. —Otro medio punto. Ya tienes dos; a ver si llegas hasta el final.
—Ese es el objetivo. —Replicó Nick con su particular sonrisa.
—Bien, pues veamos si puedes responder a ésta. —William sonrió con malicia, pues ya sabía cuáles eran los temas apropiados para el zorro y cuáles no. —Aquí en Burrows, ¿cuánto pesó aproximádamente la zanahoria más grande, ganadora del Festival anual de la Zanahoria del año pasado?
Nick apretó los labios para reprimir un gemido. No creía que lo hubiera hecho aposta, pero conocía su impedimento para responder a eso. Para ser franco, el cultivo de verduras no era un tema en el que estuviera realmente interesado. Una vez había intentado cultivar unos arándanos, pensando que así tendría todos los que quisiera... pero habían acabado pudriéndose y sepultados en la basura para alejar al ejército de hormigas que ya habían localizado la cena en la maceta.
Eric se lanzó a intentarlo.
—Podría ser... ¿seis kilos?
El asno sonrió, dejando ver sus amarillentos dientes.
—Frío, frío.
—Vaya... —por primera vez, el joven dejó ver una mueca de disgusto en su rostro y nuestro zorro sintió cierta rabia al pensar que ni él había podido responder.
Entonces, la ovejita del número ocho regresó con su medio punto en el marcador.
—¿No eran unos... nueve kilos? O nueve y medio, por ahí iba la cosa...
—Diana. —El presentador le dedicó una pequeña reverencia de la pata. —En efecto, la zanahoria pesaba exactamente nueve kilos, cincuenta y dos gramos. —Y añadió, a modo de reproche: —Hay que preocuparse un poco más por la cultura local, ¿eh? Que por algo tenemos las mejores verduras del mercado. En fin. —Atrapó la siguiente tarjeta con un suspiro. —Ahora toca una de história, chicos. —Echó un vistazo rápido a los participantes y sonrió para sus adentros al reconocer la determinación en los ojos del zorro y del pequeñajo con gafas. Sin duda, eran los que más guerra daban. —Veamos, ¿qué emperador Roedomano fue traicionado por su supuesto hijo?
Eric no le dio tiempo a nadie aunque, de todas formas, Nick tampoco conocía la respuesta.
—Julio Cheddar. —Su naricilla se contrajo un segundo, dilatándose de nuevo cuando William asintió con la cabeza.
—Bravo, número 5. —El gong en la pantalla sonó una vez y William depositó las tarjetas ya utilizadas sobre el atril. —Bien, damas y caballeros, estas han sido las diez primeras preguntas. Por ahora, el número 3 va en cabeza, seguido del número 5. En cuanto a los demás, os aconsejo que os pongáis las pilas si queréis ganar, porque a partir de ahora, las preguntas subirán bastante de nivel. —Más de uno tragó saliva.
Judy dejó escapar el aire acumulado y sonrió para sus adentros. Nick iba en cabeza, lo que representaba una gran ventaja. Si seguía así, probablemente ganaría y Karin tenía razón: debía confiar un poco más en él.
Sus ojos se encontraron por enésima vez mientras el presentador terminaba de especificar los detalles de la segunda ronda de preguntas y supo ver en ellos la fuerza y confianza que conocía bien de sus primeros casos oficialmente como equipo. Devolviéndole una sonrisa, se lamentó interiormente por no poder subir a la tarima y darle un achuchón de ánimo. El pobre se estaba esforzando de lo lindo, por lo que se encargaría de recompensarlo con un buen bol de arándanos frescos en cuanto regresaran a casa. Se lo merecía.
Karin, por su parte, anque quería que su equipo ganara, hacía rato que había perdido a Nick de vista. Sus ojos se centraban completamente en Vegginy; y es que no podía dejar de admirar su intelecto... o lo que puede atraer a una jovencita en estos tiempos. Suspiró largo y tendido al admirar sus preciosos ojos azules y sintió un vuelco en el corazón cuando éstos parecieron captar su mirada. Lo saludó levemente con la mano, sintiéndose una completa idiota, y recibió a cambio una amistosa sonrisa que él mismo le dedicó antes de que un nuevo gong anunciara el inicio de la segunda ronda.
—Bien, sabiondos, comenzamos. —Anunció el jumento. —Y recordad que esta vez sólo tendréis diez segundos para responder, así que agudizad vuestro ingenio. Pregunta número once: ¿Cuál es el valor decimal reducido del número pi?
Sin duda, otra pregunta para Eric.
—¡3,14!
—Nada mal; ya tenemos un empate. —El conejo recibió su medio punto, llegando a los dos como su contrincante narigudo. —Siguiente. ¿Cuál es el elemento químico cuyo símbolo se representa con las letras "f-e"?
—¡Hierro! —El número nueve, el representante de los Angora, desesperado al igual que el los números uno y siete por no haber respondido todavía a ninguna pregunta, consiguió hacerse con el turno por milésimas de segundo.
William asintió con la cabeza sin añadir nada más y prosiguió.
—Pregunta número trece para los amantes de la física y química: ¿Cómo se denomina la temperatura que alcanza la materia cuando pasa de estado líquido a estado gaseoso?
Eric y Nick apretaron el pulsador al mismo tiempo, de modo que ninguno se iluminó, pero nuestro zorro no esperó ni un segundo a intentarlo de nuevo, reflejo que no tuvo el conejo, consiguiendo otra nueva oportunidad de responder.
El presentador dejó escapar una carcajada.
—El que la sigue la consigue. ¿Cuál es la respuesta, número 3?
—Punto de ebullición. —Nick se permitió un diminuto gesto de triunfo con el puño cuando el asno la dio por buena. Volvía a tener cierta ventaja sobre el cerebrito y haría lo posible por no perderla. Para rematarlo, el joven parecía haber perdido un poco su habitual calma y sus dedos golpeaban distraídamente la mesa.
—¡Excelente! —Exclamó el jumento. —Vamos a la siguiente. Nombre del autor que pintó la obra "Las ovejitas de Avignon".
Eric se mordió el labio inferior. La historia del arte no era su fuerte, y aunque otros tenían la solución en la punta de la lengua, fue nuevamente Nick quien logró hacerse con los puntos.
—Pablo Perezaso. —Y se concedió un último comentario. —Buen pintor, pero muy lento.
El asno sonrió.
—No se te escapa nada, número 3; y a juego tienes los puntos en el marcador. —El zorro alcanzó su número con deleite. —Pocos pueden atraparte ahora. Veremos qué te depara el destino. Pregunta número quince: ¿Cómo se llama el cambio de dirección que experimenta la luz al pasar de un medio a otro?
Eric golpeó su pulsador con el puño, quizás más fuerte de lo que pretendía, pero le valió la pena.
—Se llama "refracción". —Respondió ante la luz estática del botón rojo.
William lo señaló con la pata.
—Me preguntaba cuándo ibas a intervenir, número 5. Respuesta correcta.
El conejo suspiró con alivio y le dedicó una mirada fugaz al vulpino. Si bien se admiraban uno al otro, no podía dejarse ganar. No tenía nada que ver con el racismo, sino más bien con una cuestión de orgullo. Si de algo podía jactarse Eric, era de su reputación. Siendo el más listo de su clase y, muy probablemente, de todo Bunny Burrows, no podía echarla a perder por Wilde.
Preparó de nuevo su pata y el otro hizo lo mismo, reproduciendo una escena digna de una película de vaqueros. Casi se podía percibir la energía competitiva que emanaba de sus miradas y el pistoletazo llegó enseguida, dando paso a una batalla que pronto alcanzaría su final.
—¿Cuáles son los seres vivos que realizan la nutrición autótrofa?
El rostro de Nick se contrajo en una expresión de confusión absoluta.
—¿Auto-qué?
Y claro, Eric no perdió ni un segundo más, ya que ninguno de los otros rivales pudo contraatacar.
—La respuesta es "plantas verdes". —Contestó con una sonrisa confiada, provocando la exasperación en el pundonor de nuestro sufrido zorro.
—Ni yo lo habría dicho mejor. Ahí van tus tres puntos, número 5. Y de nuevo, tenemos un empate. —El presentador descartó más tarjetas en el atril, contando en silencio. —Quedan cuatro preguntas, chicos... esto se acaba.
—Vamos allá. —Musitó Nick con los dientes apretados, apoyado de lejos por su equipo.
—Pregunta número diecisiete: Aunque el número de habitantes de Bunny Burrows siempre va en aumento, cuántos se contaban aproximadamente en el último censo realizado hace un mes?
Ambos contrincantes se quedaron parados. ¿Realmente esperaban que alguien respondiera a algo así? ¡¿Quién demonios se dedicaría a ojear el aumento de la población en un lugar donde nunca dejaban de nacer crías?! Pues, curiosamente, el equipo de los Angora. Sí, el número nueve.
—C-creo que eran unos 89.900.000
—Me quitaría el sombrero, pero no llevo ninguno. —Comentó el asno. —La respuesta exacta es 89.922.113, así que la daremos por válida. Bien jugado, número 9. Ya tienes un punto. No obstante —añadió —, me temo que las probabilidades de ganar ya no están disponibles para todo el mundo. —Miró a los favoritos. —Números 3 y 5, ahora mismo estáis empatados, así que sólo me queda desearos suerte. Vamos a por las tres últimas.
El público se quedó en respetuoso silencio, aportando mayor tensión al ambiente, y el resto de concursantes dejaron a un lado sus pulsadores para contemplar la solemne batalla.
—Pregunta dieciocho —anunció William —: ¿Qué obtuvo nuestro mundo con la revolución herbívora y en qué año tuvo lugar?
Los dos campeones utilizaron ambas patas para reclamar su derecho a responder, pero sólo nuestro cola-pincel pudo hacerse con el trofeo.
—Fue en 1787. —Dijo primero, recordando las largas noches de estudio que había tenido que aguantar antes de convertirse en policía. —Se establecieron normas contra la violencia y se creó la primera Constitución para la convivencia entre especies.
—No hay duda de que te mereces el medio punto. ¡Muy bien, número 3!
Los primeros aplausos estallaron entre la multitud y Judy se alegró de comprobar la admiración en los rostros del público y de los demás equipos. Nick se había ganado la simpatía y el apoyo de otros animales y eso influiría favorablemente en su mala fama. ¡Un punto para el anti-racismo! Hinchó su pecho con orgullo y dejó escapar el aire con satisfacción.
—Muy bien, Nick. —Susurró en medio del barullo.
De vuelta al vulpino, casi podía saborear la victoria pero se recordó que no debía vender pata-polos antes de haberlos congelado. Frase suya y voz de la experiencia. Y tenía razón.
El presentador gesticuló para que los aplausos se acallaran y pasó a la penúltima pregunta cuando la calma regresó.
—Otra de matemáticas: ¿Cuál es la raíz cuadrada del número 81.432.576?
"¡Rayos!" Al zorro se le pusieron los pelos de punta; y más todavía cuando se percató de que Eric ya había comenzado a calcular el resultado mentalmente. Intentó recordar el proceso para llevar a cabo la operación pero se dio cuenta, con pesar, de que los números nunca habían sido de su interés, a menos que vinieran en billetes. Cuando el conejo hizo sonar el pulsador, dio su oportunidad por perdida.
—¿Sí... número 5? —William sonrió, pues ya sabía que esa le pertenecía al medio metro con gafas.
—9.024, si no me equivoco.
—¡Todo un fenómeno! —El presentador elevó las patas para unirse a la nueva tanda de aplausos y silbidos dirigidos al genio de orejas largas, incluídos los de Karin. —Estoy realmente impresionado, número 5. —Volvió a pedir silencio al público y depositó todas las tarjetas excepto una en el atril. —Bueno... este es el final, señores. Tres y medio contra tres y medio. Quien responda correctamente a la siguiente pregunta, gana el medio punto y por consiguiente el concurso. Debo recordar que todos los participantes recibirán los puntos equivalentes a sus aciertos, pero sólo el ganador se quedará con los diez finales para su equipo y la satisfacción de haber demostrado tener más neuronas que el resto. Así pues, si estáis preparados, aquí llega la última pregunta.
Todos los animales permanecieron a la expectativa en un nuevo silencio sepulcral. Hasta los otros jugadores se inclinaron hacia delante para tener una mejor vista de los dos adversarios.
Judy cruzó los dedos de sus patas superiores y las pegó a su desbocado corazón, que latía con esperanza. Gydeon tragó saliva y se agarró la cola para calmar un poco la tensión. En cuanto a Karin, suspiró antes de llegar a un acuerdo con su mente para desear la victoria de Nick, pues no dejaba de dirigir dicho deseo involuntariamente hacia Eric.
William carraspeó una última vez, tomándose un ceremonioso segundo de pausa antes de dejar caer la bomba. Leyó la pregunta una vez sin pronunciarla y luego terminó su misión.
—¿Qué nombre científico tiene la flor que quedó prohibida en nuestro territorio hará cuestión de un año por sus propiedades tóxicas, también conocida como "aullador nocturno"?
Los dos pulsaron, haciendo resonar el eco de las bocinas, y Nick tuvo el momento en sus patas. La luz roja en su pulsador permaneció estática y orgullosa, proporcionándole una ocasión que no volvería a repetirse... pero aquel instante de gloria se desvaneció con la misma rapidez.
A pesar de haber pulsado, el zorro se quedó en blanco.
William se dio cuenta, perdiendo la sonrisa en sus labios.
—Número 3... te recuerdo que tienes diez segundos para responder. —Lo azuzó.
"Aulladores nocturnos", se repitió Nick. Conocía esas flores casi tanto como Judy. Habían sido la clave de su destino, el veneno que los había separado y la solución que los había reunido finalmente. Eran, tal vez, el símbolo de su relación y la prueba de que la convivencia entre especies era posible si jugaban limpiamente; aquello por lo que ella estaba luchando tanto... ¡y era incapaz de recordar el nombre científico! De hecho, no creía haberlo oído nunca.
Buscó los ojos de su compañera desesperadamente, consciente de que el tiempo se acababa, pero Judy no pudo darle ninguna pista. De hecho, estaba tan sorprendida por el giro de los acontecimientos que su cuerpo se negaba a responder.
—Cinco segundos. —Insistió William. —Cuatro... tres...
El zorro apoyó la patas en la mesa, temblando con los dientes apretados.
—Dos...
"No, no, no..." Se repetía una y otra vez.
—Uno...
El gong anunció el final de su turno, seguido de la quietud más triste que Bunny Burrows había presenciado en todos los años de competición. Nadie mencionó palabra, ni siquiera el equipo de los Angora, que por primera vez se sentían decepcionados con el resultado de sus oponentes.
Nick dejó caer la cabeza, completamente hundido, y el presentador sintió la necesidad de intervenir.
—Bueno, me temo que se acabó el tiempo. Número 5, tomas el relevo. ¿Tienes la respuesta a la pregunta?
Eric giró la cabeza hacia al zorro con cierta pena, no muy convencido de merecer la victoria, pero tuvo que dar el paso por su equipo. No cabe olvidar que se trataba de una competición.
Suspiró una vez y abrió la boca.
—Midnicampum... Holicithias.