Media hora después Yugyeom estaciono frente a mi casa. Las luces estaban encendidas y maldije por dentro.
Él había estado insistiendo en que lo llevará a mi casa para conocerla, por más que me negué no sirvió de nada. Ya que llamó a Mark y le dijo que le pidiera la dirección a Lía.
Estuve todo el camino rogando que mi madre se encontrará en casa de su novio, pero las luces encendidas me confirmaban que ella estaba en casa.
-Conoceré a tu madre -dijo Yugyeom emocionado.
¿Debería estar emocionada? Dios... Me aterraba pensar que el la conoceria, por el echo de que mi mamá siempre cuenta todo de mi, la amo. Pero ella necesita un filtro.
Bajamos del auto y camine hacia la entrada. Yugyeom me detuvo antes de golpear la puerta.
-¿Estas enojada? -preguntó.
-No, sólo estoy un poco preocupada de lo que te pueda decir mi madre.
El sonrió y se acercó depositando un beso en mis labios.
Golpee y a los segundos mi madre abrió la puerta. Llevaba su delantal de cocina y el cabello tomado de una manera elegante.
-¿Kassy?.
Sus ojos se abrieron como platos y pude ver lágrimas en ellos.
¿Que mierda?.
-Oh Dios, eres tú -dijo alegre- Te echaba tanto de menos, mi pequeño ratón. ¿Cómo esta tu pie? ¿Has sentido algo? ¿Te duele? ¿Por qué tienes el cabello morado? ¿Qué haces aquí? ¿Te echaron? ¿A quien intentaste secuestrar?...
Me bombardeó con preguntas, mientrad movía mi cuerpo de un lado a otro. Giré mis ojos riendo ante su última pregunta y ella también se rió cuando se dio cuenta de su pregunta.
Luego me abrazó tan fuerte que creí que me rompería los huesos. Repartió besos por todo mi rostro y secaba sus lágrimas a cada segundo.
-Mamá, sólo me fui por unos días.
-¿Unos días? Kassy, aprendí a cocinar comida italiana, española y americana. Sabes lo solitaria que eh estado como para aprender a cocinar todos esos platos, niña.
Yugyeom se rió ante el comentario de mi madre. Ella no se había percatado de él, pero cuando lo hizo su boca se abrió en sorpresa. Sacó su móvil y busco algo.
-Oh por Dios, es uno de ellos -me dijo emocionada.
-Si, es Yugyeom.
Mi madre se acercó y tomó la mano de Yugyeom estrechandola contra la suya. Se disculpó por su histeria al verme y nos hizo pasar.
El color de las paredes habían cambiado, ahora eran de un tono amarillo pálido. Me tiré sobre el sofá y un bostezo salió de mi boca al sentir la suavidad de este.
Mi madre invito a Yugyeom a la cocina para mostrarle el plato que estaba preparando, mientras lo bombardeaba con preguntas.
Perfecto, me acabo de quedar sola.
Estaba concentrada tratando de escuchar lo que mi madre estuviera preguntándole a Yugyeom, cuando me di cuenta de algo.
Sobre la mesa central había un pequeño sobre plateado, sabía lo que era.
¡Vamos, no soy estúpida!.
Un condón estaba sobre la mesa burlándose de mí. Escuche los pasos de mi madre y de Yugyeom acercarse hacia el comedor. Tomé una revista y la tire sobre el sobrecito, tratando de esconder la prueba de vida sexual de mi madre.
-Kassy, ¿Por qué no le muestras tu cuarto a Yugyeom? -preguntó alegre- Mientras yo preparo la cena.
Me puse de pie y empuje a Yugyeom hacia el segundo piso. Pero antes de irme me acerqué a mi madre.
-Mamá, no dejes condones por todos lados, es asqueroso -susurre.
Su rostro palidecio.
-¿De que hablas?.
-Hay un condón debajo de la revista -le explique bajito, para que Yugyeom no escuchara.
Sus mejillas y orejas se tiñeron de un rojo suave, soltó una risa nerviosa y me empujó por las escaleras.
Subí junto a Yugyeom hasta el piso de arriba, mi casa no era muy grande así que llegamos enseguida a mi habitación.
Antes de abrir la puerta, recordé los pósters y todas mis cosas de ellos que colgaban de la pared.
Oh por Dios...
-Deberás esperarme un minuto -murmure deteniendolo.
-¿Por qué?.
-Sólo espérame un minuto.
Entre a la habitación y me cargué en la puerta buscando que cosas debería cambiar. Por suerte mi madre había ordenado mi cuarto y olía bien.
No digo que yo tuviera mi cuarto con mal olor, es sólo que siempre comía aquí así que la mayoría de las veces olía a pizza o papas fritas.
Era inútil que tratará de sacar los pósters, quedarían marcas de papel en ellas y probablemente se romperian, así que no me arriesgaria.
Tomé los peluches que había comprado online y los guarde en el mueble. No quería que Yugyeom viera peluches que tenían su rostro impreso.
Trate de limpiar las imágenes que habían en las paredes, pero era inútil.
Mi madre tenía razón, no debía seguir besando los pósters, quedaban marcas de labial en ellos.
Tragame tierra...
-¡Ya paso un minuto! -gritó Yugyeom desde el otro lado de la puerta.
Mordi mi labio nerviosa.
De seguro Yugyeom saldría corriendo al ver mis cosas de ellos o peor aún, el labial sobre sus fotos.
-¿Puedo pasar? -preguntó.
-Si...
Yugyeom entró con paso inseguro, pero cuando me vio pareció haber retomado su confianza natural. Tape mi rostro con la almohada cuando lo vi acercarse a uno de los pósters que estaban pegados en la pared.
-¿Eso es labial? -dijo riendo.
-No me juzgues, nunca pensé que te conoceria -suspire- Mi nivel de fanatismo exigía que besara la foto.
¡Oh Mierda!... ¡También había labial en una foto de Jb!...
Baje la almohada para ver que estaba haciendo, pero me sentí relajada cuando lo vi revisando mis libros.
-Tienes muchos libros y cd de música -dijo.
-Me gusta coleccionar estas cosas.
Me puse de pie y me acerqué a él. Lo abracé por la espalda juntando mis manos en su estómago. Yo era mucho más baja que el por lo que me era imposible llegar más arriba de su hombro.
Cargué mi cabeza en su espalda sintiendo la suave tela de su chaleco contra mi mejilla.
-¿De que se trata este? -preguntó levantando el libro "Hielo Negro"
-Hm... Es uno de mis libros favoritos, es de una chica que se va a la montaña con su mejor amiga y... Lee la parte de atrás -le regañe.
Se rió ante mi gesto y dejo el libro en su lugar. Tomó mis manos separandolas, se giró y las puso en su cuello. Acerco su frente a la mía, mientras ponía sus manos en mi cintura.
-Eres muy pequeña -sonrió.
-Tu eres muy alto.
Levante mis pies tratando de alcanzar sus labios, pero me la hizo difícil, ya que se tiró hacia atrás alejándose de mí.
-¡Hey! -le reclame.
-Trata de alcanzarme.
Genial, ahora tendría que alcanzarlo para besarlo...
Me subí a un pequeño banco que tenia en mí cuarto, que normalmente lo utilizaba para alcanzar cosas que estuvieran muy altas.
Como era este caso.
Tomé a Yugyeom por el chaleco y lo acerqué a mí. Ahora el era unos centímetros más pequeño que yo.
Acerqué mi rostro al suyo y le di un pequeño beso.
-Yo quería más -dijo con un puchero.
-Pues perdiste, eso te pasa por hacerme subir a un banco -bufe- Eso fue como una clase de Step*.
Me baje del banco caminando de vuelta a mi cama, pero Yugyeom me detuvo y me atrajo hacia él. Tomó mi rostro y me beso ansiosamente, sus labios devoraban los míos sin piedad.
Cerré mis ojos ante la sensación que me provocaban sus labios. Bajo sus manos hasta mis muslos y me levantó, haciendo que rodeara con mis piernas su cuerpo.
Dio unos pasos conmigo y luego sentí la dureza del mueble bajo mi trasero. Levante mi rostro lo suficiente para darle la bienvenida a sus besos que bajaban por mi cuello.
Una de sus manos llegó hasta el inicio del cierre de mi pijama y lo comenzó a bajar lentamente, mientras repartía besos por la piel que iba dejando al descubierto.
-¡Chicos ya está listo! -gritó mi madre desde la abajo.
Me separe de Yugyeom con una sonrisa en mis labios, el también tenía una sonrisa estúpida en los suyos, me ayudó a bajar del mueble y subió la cremallera de mi pijama.
-No es bueno que estemos solos en habitaciones -dije cuando bajamos las escaleras.
-No es bueno que estemos en ningún lado solos -dijo riendo.
😈CAP NUEVO😈
Estos chicos son unos pervers totales... kkk Gracias por los leídos y por sus comentarios... la verdad me eh reído con muchos de sus comentarios, cuando les dan los ataques y escriben cosas medias perversa ahahha ME ENCANTA QUE SEAN IGUAL DE PERVER QUE YO😍
Recuerden votar para saber que les gusta y esooooo... 🌟🌟
Nos vemos en un próximo cap, mis pervertidas💪😎