I'm (Not) A Hero (Pausada Has...

By EdwardPride0

211K 21.5K 3.5K

¿Cansados de las clásicas historias de héroes que salvan al mundo gracias al poder de la justicia y la amista... More

Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Especial Aniversario
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Capítulo 51
Capítulo 52
Capítulo 53
Capítulo 54
Capítulo 55
Capítulo 56
Capítulo 57
Capítulo 58
Capítulo 59
Capítulo 60
Capítulo 61
Capítulo 62
Capítulo 63
Capítulo 64
Capítulo 65
Capítulo 66
Capítulo 67
Capítulo 68
Capítulo 69
Capítulo 70
Capítulo 71
Capítulo 72
Capítulo 73
Capítulo 74
Capítulo 75
Capítulo 76
Capítulo 77

Capítulo 6

5.4K 592 121
By EdwardPride0

El día anterior había sido tranquilo... Demasiado, incluso: a pesar del duelo con Richard no hubo nada destacable, así que tengo el presentimiento de que algo malo va a pasar, y tengo la sensación de que es peligroso que el grupo de Richard siga rondando por la ciudad: sería mejor acabar pronto con ellos, y a lo mejor el libro de botánica que me había regalado Gun podía ayudarme.

Comencé a leer el libro y encontré unas cuantas plantas venenosas a las que podría sacarles provecho ya que eran fáciles de obtener, así que apunté en unos papeles las más interesantes.
Al terminar fui a trabajar en la cocina y me puse a lavar los platos. Cuando terminé le dije a Shinra que me iba a marchar durante toda la tarde al bosque y que le dijera a Gun que no estaba en caso de que apareciera por la posada.

Salí de la posada con rumbo hacia el bosque, y una vez allí revisé los apuntes sobre las plantas que debía buscar. Llevaba una pequeña bolsa de tela para guardar todas las plantas que me encontrara. Para ser sincero, había un objetivo concreto en mi búsqueda: unas pequeñas bayas negras con puntitos rojos.

Tras toda la tarde buscando, llené la pequeña bolsa con aquellos frutos que estaba buscando y estaba seguro de que eran más que suficientes para comenzar a preparar algunos venenos.

Cuando regresé a la posada estaba abarrotada y los clientes hacían mucho ruido, así que fui directo a la cocina, busqué un cuenco limpio y un mazo y los subí a mi cuarto. Allí comencé a echar las bayas al cuenco para machacarlas poco a poco. Eché aproximadamente unas treinta bayas al cuenco y cuando ya las tuve completamente hechas papilla decidí probar mi gran creación.

Con cuidado, toqué un poco aquel mejunje con la punta del dedo meñique y me lo metí en la boca. Después de unos segundos la habitación comenzó a distorsionarse, pero no lo suficiente como para que me impidiera caminar, sino que todo estaba un poco más borroso. A los pocos segundos todo volvió a la normalidad.

Había creado una especie de alucinógeno cuyos efectos eran muy suaves y de poca duración: algo completamente inútil... Aunque si consiguiera que se volviese más concentrado quizás podría llegar a utilizarlo.

Bajé corriendo por las escaleras y le pregunté a Shinra si sabía algo sobre la elaboración de elixires, ya que obviamente no le iba a contar que estaba preparando veneno.

—Por supuesto, sígueme —dijo ella dejando lo que estaba haciendo.

Entonces ella me llevo a la cocina, y allí comenzó a darme explicaciones de como potenciar el efecto de lo que preparara. Tras seguir los pasos que ella me había dicho, conseguí con facilidad un nuevo elixir de color rojo.

Entonces repetí el proceso que había realizado anteriormente: con el dedo meñique toqué un poco el líquido rojo y me lo metí en la boca.

En ese momento todo se volvió oscuro, comencé a escuchar voces completamente incomprensibles y poco a poco pasaron por delante de mis ojos los recuerdos de mi pueblo ardiendo, la risa de aquellas personas que me habían traicionado de tal forma... era una auténtica tortura.

Cuando me di cuenta estaba en mi cuarto, ya era de noche y me había pasado varias horas tirado en el suelo. Ya tenía una nueva arma, aún tenia bastante veneno y me quedaba casi toda la bolsa de bayas para preparar más.

Bajé al salón principal para comer algo. La mayoría de la gente ya se había marchado, así que me senté en la mesa más cercana. Entonces Shinra se acercó a mí con algo de comer y se sentó en una silla a mi lado.

—Tengo una noticia para ti: hoy hay una fiesta de despedida para el grupo de héroes que está en la ciudad —dijo sonriendo—. Será tu última oportunidad para matarlos... Quizás podrías aprovechar ese veneno que has hecho.

Y, de nuevo, Shinra había descubierto algo que yo no deseaba que saliera a la luz.

— ¿A ti no se te escapa nada, verdad? —le pregunte mientras me reía.

—Era obvio que estabas preparando veneno, y confirmé mis sospechas cuando fui a tu cuarto y te encontré tirado en el suelo agonizando con una botella de veneno al lado —explicó entre risas—. Por cierto, si tienes pensado utilizarlo hoy, úsalo en alguna bebida alcohólica: la combinación que se produce cuando lo tomas con alcohol es mucho más peligrosa, ya que en vez de desmayarse, la víctima seguirá despierta; por lo que puede que se intente defender de sus miedos y así quizás mates a dos pájaros de un tiro.

Yo me quede observándola asombrado: Shinra era una persona increíble y gracias a todo lo que estaba aprendiendo de ella ya no me arrepentía tanto de haber aceptado aquel trabajo tan cutre.

— ¿Donde es esa fiesta? —le pregunté.

—En el hotel en el que se están alojando, supongo que ya sabes donde es.

Yo asentí y me dirigí a mi habitación para prepararme. Una vez allí cogí la botella de veneno alucinógeno que había preparado, así como mi cuchillo. Guardé ambas cosas y me puse mi chaqueta negra para ir rumbo al hotel.

En poco tiempo llegué a mi destino. Mientras entraba en aquel lujoso lugar podía ver la decoración en el vestíbulo: todo parecía estar listo para la ocasión. Pasé entre la multitud que había allí y comencé a buscar a mis objetivos... Pero mientras buscaba tuve una gran idea: vi a un camarero llevando una bandeja por el pasillo y pensé que si conseguía un uniforme como aquel que llevaba puesto podría pasar desapercibido y acercarme a las bebidas de cualquier persona sin levantar sospechas.

De esa forma, seguí al hombre durante un rato hasta que tomó un descanso, y entonces le di un golpe seco en la nuca. Él se desmayó al instante. Rápidamente busqué algún sitio para esconder al camarero desmayado y en cuanto vi un almacén, cogí las llaves que el hombre llevaba enganchadas en su cinturón y lo encerré dentro tras robarle toda la ropa.

Me metí en el baño para vestirme con el uniforme y llevé mi ropa de calle hasta unas taquillas que encontré en la zona de empleados. Una vez estuve listo comencé la operación: me colé sigilosamente en la cocina; cogí una bandeja, una botella de vino y unas cuantas copas y me dirigí a donde me indicaron los camareros que había allí.

Entré en un gran salón cuyas paredes doradas estaban decoradas con grandes retratos y estatuas. Estaba seguro de que con todo lo que allí había me podría retirar de por vida y que mis hijos y nietos pudieran vivir cómodamente sin trabajar. Me fui moviendo por todo la habitación, rellenando todas aquellas copas que estuvieran al menos por la mitad.
La verdad es que se me daba muy bien, tenía bastante talento como camarero. Pero bueno, volviendo al tema principal, después de poco tiempo la botella ya estaba por la mitad, por lo que supuse que ya era hora de entrar en acción: Salí momentáneamente de la habitación, vacíe todo el frasco de veneno dentro de la botella y volví a entrar.

Me dirigí directamente al grupo de Richard y, sin mirarlos a la cara, les ofrecí de beber. Durante un segundo se quedaron dubitativos, como si no se fiaran de mi, pero luego aceptaron beber un poco. Sólo escuchándoles era obvio que estaban borrachos y cuando me di cuenta me sentí aliviado. Nada más rellenarles las copas me dirigí hacia la salida andando lo más rápido que pude y justo cuando estaba saliendo por la puerta comencé a oír gritos de terror. Ni me inmuté: simplemente fui a por mi ropa y cuando me cambié liberé al camarero. El pobre hombre aún seguía durmiendo semi desnudo en el almacén, así que simplemente le dejé su ropa al lado, ya que no le quería causar problemas: creo que tenía suficiente con que alguien hubiera agredido y encerrado en un almacén.

Cuando ya estaba listo volví al salón para ver como iba todo, pero cuando llegué allí me lleve una grata sorpresa: una de las compañeras de equipo de Richard había matado a casi todos sus compañeros y a varios asistentes a la fiesta por un brote de locura espontáneo.

Los vigilantes no tardaron en abatirla una vez que reaccionaron. Al ver eso me sentí feliz y no pude evitar volver a la posada con una gran sonrisa dibujada en mi rostro.

En cuanto llegué, Shinra corrió a mi encuentro y me felicitó por el trabajo que acababa de realizar.

Yo subí a mi habitación a descansar, pero por el camino me encontré con Monari, quién decidió ayudarme a relajarme en mi habitación durante un buen rato.

Ya por la mañana, me desperté al lado de Monari. Al ver que aún dormía, me vestí y fui a desayunar algo. Nada más verme, la camarera del mechón azul en el pelo, llamada Trisa, me saludó y me dio una hoja de periódico: era la portada del periódico de la ciudad de ese mismo día, y en ella aparecía la historia de cómo murieron casi todos los miembros del grupo de Richard y decían que habría un funeral ese mismo día.

En ese momento decidí que era buena idea asistir, ya que ayudaría a dar una buena imagen de mí: la de un hombre el cual presenta respeto incluso a la muerte de la gente que le odia... Y además podría hablar con la única superviviente del grupo y de esa forma conseguir un poco de información sobre lo que estaban haciendo por esta zona y cuál era la situación general con respecto a los demás héroes.

Así que eso hice: le pedí a Shinra un traje, y sorprendentemente tenia muchísimos. Por suerte, varios eran de mi talla.

Cuando estuve arreglado fui a buscar a Gun para que fuera mi acompañante. Al pensar en mi compañera me di cuenta de que no la veía desde que nos habíamos emborrachado juntos... y también me acordé de que no me había devuelto la camiseta.

Al llegar a su casa llamé a la puerta y al poco tiempo me abrió.

— ¿Y bien? —me preguntó apoyada en la puerta con una postura relajada.

Entonces le explique la situación y ella accedió a ayudarme:

—De acuerdo, pero necesito un vestido —dijo, y esbozó una sonrisa de lado—. Ah, y estaría bien tener mi camiseta de vuelta.

Yo sonreí también y ambos fuimos a la posada para pedirle a Shinra un vestido. El único que se adecuaba bien al delgado y esbelto cuerpo de mi compañera fue un vestido negro muy elegante.

Una vez que estuvimos listos nos dirigimos al funeral, que se realizaba en las afueras de la ciudad, en un cementerio reservado para gente importante. Mucha gente había asistido a la ceremonia, desde altos cargos de la ciudad hasta ricos empresarios de otras ciudades.

Tras el funeral, me alejé de Gun para acercarme a darle el pésame a la única superviviente: su nombre era Fera. La chica tenía el pelo rubio y los ojos azules. Nada más verme comenzaron a brotar lágrimas de sus ojos y se abalanzó a mi cuello para abrazarme: quizás era la necesidad de ver a alguien que conociera, aunque no tuviera una buena relación con ella.

— ¿Cómo estás? —le pregunté.

Ella se apartó para mirarme a los ojos, y empezó a llorar con más intensidad.

—No comprendo lo que ha pasado... Hace un par de días éramos todos felices juntos y de repente ayer ocurrió esto —respondió entre lágrimas.

—No pasa nada, tranquila, todo saldrá bien —la consolé abrazándola de nuevo.

Pude oír una risita no muy lejos de mí, y al girar la cabeza comprobé que se trataba de Gun, quién parecía estar disfrutando del paripé que estaba montando con Fera. Quería ponerme a reír con ella, pero no deseaba levantar ni la más mínima sospecha, así que me limité a guiñarle un ojo.

Una vez puse mi atención en Fera de nuevo, ella comenzó a contarme todo lo que habían hecho desde que habían comenzado a viajar: sus aventuras, sus fiestas, sus peleas... Parecía que fuesen un simple grupo de amigos de viaje y no le di mucha importancia a los detalles hasta que de pronto una sólo palabra hizo que volcara toda mi atención a lo que ella decía:

—...y dentro de poco nos dirigiriamos a la reunión en Garanfill, donde nos íbamos a encontrar con Astaroth y los demás para visitar el templo de Irathel.

¿Así que Astaroth y los demás se dirigían a Garanfill? Esa era una gran noticia: Garanfill era una ciudad sagrada y allí nadie se atrevería a tocarme un pelo por respeto a Irathel, por lo que podría acercarme todo lo que quisiera a ellos para obtener información sin que me hicieran nada.

Todo era perfecto: había eliminado a 4 héroes en un solo día y había conseguido información muy valiosa sobre mis enemigos. Dentro de un par de días partiría hacia Garanfill para informarme sobre la situación actual.

Mi plan comenzaba a coger forma poco a poco.

Héroes supervivientes:271

Continue Reading

You'll Also Like

135K 18.8K 200
DESCRIPCIÓN EN LA PRIMERA PARTE ✨ IMPORTANTE: ESTÁ NOVELA NO ES DE MI PROPIEDAD, CRÉDITOS CORRESPONDEN A SU RESPECTIVO AUTOR. TRADUZCO CON FINES PARA...
388K 16.9K 54
Aarya, una mujer loba de 19 años, nunca se había considerado una romántica empedernida hasta que el chico al que amaba la dejo al encontrar a su comp...
121K 16.4K 63
Sinopsis Tras encender el gas para perecer junto a quienes codiciaban la fortuna de su familia, Lin Yi transmigró a otro mundo, ¡y estaba a punto de...
37.5K 5.6K 29
《 Transmigré a la antigüedad para ganar dinero y criar a mi cachorro 》 Continuación a partir del capítulo 200. Para leer la primera parte, busca la n...