Eh estado viviendo una buena vida. Eh echo grandes cosas por mi prójimo, y eh vivido (sobre todo) en existencia moral. Mientras yacía aquí, experimentando mi momentos finales en mi cama del hospital, rodeado de amigos y familiares, todo lo que siento es paz.
Estoy listo.
Mientras tomo mi último respiro, mis ojos se cierran por última vez. Siento una sensación de ingravidez alcanzándome. Un momento de oscuridad, y luego nada.
De repente, me encuentro a mi mismo flotando sobre mi cuerpo, mi seres queridos llorando, sosteniéndose unos a los otros. Incluso sin cuerpo, sonrío. Ellos se tienen entre el uno al otro. Sé que estarán bien. Me empuje hacía arriba, pasando a través del hospital, y entonces estoy afuera. Mi espíritu continúa ascendiendo, y pronto tengo una majestuosa vista de la ciudad. Mi casa, que estoy dejando por última vez.
Mi espíritu sigue subiendo, más alto y más alto, pasando por las nubes. En cuestión de segundos, tengo una maravillosa vista del país al que eh servido, segundos después, supuse que esta sería mi última vista a la tierra que atesore.
Nuestro precioso planeta, encaja perfectamente sobre la oscuridad del espacio, que está ante mi. Yo sé que a pesar de pensar que era uno de billones, hice mi marca en nuestro mundo.
A medida que la Tierra se hacía cada vez más pequeña a la distancia, mi sensación de paz fue remplazada lentamente por pavor y nada más cambio.
Repentinamente, el científico en mi me hizo una horrible revelación. Estoy muerto. No estoy pasando a una siguiente vida.
La verdad es muy simple.
Las almas no son afectadas por la gravedad.