No quería quedarse sólo con un extraño. Un extraño que sonreía mucho, pero el vestidor había sido inmediatamente abandonado en cuanto Namjoon había gritado.
-¿Así que Jimin, he?.- la profunda voz del chico resonó en toda la habitación. Jimin se encogió en su sudadera, era una estupidez traerla en especial con el clima cálido que hacía fuera, pero de alguna manera lo hacían sentir menos vulnerable.
¿Tonto?, posiblemente.
-Si.- murmuro sin verlo realmente.
-Acompáñame.- Fue lo último que escucho para después ver cómo la figura se desplazaba a una habitación contigua, asintió aún cuando el chico le daba la espalda y abría la puerta, la luz blanca bañaba completamente la habitación. Era incolora y apestaba justo como lo haría un hospital. Arrugo la nariz ante el olor.
-Bien.- canturreo el mayor.- Jimin, a la báscula.- sonrío
-¡¿Qué?!.-Su voz fue algo parecido a un grito.
Evaluar.
Evaluación.
Carajo, eso era justo lo que Jimin quería evitar.
-Que te subas a la báscula. Necesito hacer una evaluación médica.- repitió mientras tomaba una tabla de campo.
-¿A-acaso eres doctor o algo?.- tartamudeo.
-De hecho, estoy en segundo año de medicina, supongo que debes estar en el área social, jamás te he visto por aquí.-Hoseok tenía toda la razón, el campus estaba completamente dividido entre áreas y la única manera en que ellos pudieran encontrarse en algún pasillo, sería en un mundo paralelo donde él sea popular y tenga costumbre de deambular por otras unidades.
-Uh, si.
-Bien Jimin, súbete.
Sintió sus orejas enrojecer. No quería que un desconocido viera su peso exacto, en especial cuando podía jurar que había aumentado al menos un par de kilos en estos últimos días.
-Oye.- la voz de Hoseok era increíblemente serena.- Esta bien Jimin. Esto solo es para comenzar un control sobre ti, Namjoon me ha hablado demasiado de esto y se lo difícil que es para ti, solo confía en mi.
-¿De verdad no te reirás?.- miro sus deportivas deseando poderse librar de todo eso.
La risa de Hoseok inundó sus oídos haciéndole levantar la vista inmediatamente, no era el tipo de risa que había escuchado unos minutos atrás, era del tipo que Jimin solo podía definir como cálida.
-¿Qué edad tienes?.- preguntó sin para de sonreír.
-18.
-Bien, esa timidez es propia de un mocoso de 12, súbete.
Respiró profundo mientras se deshacía de sus zapatos y pesada sudadera. Subió rápidamente dando la espalda a la pared, no tenía el valor de ver su peso. Era extraño, ya que era consiente de su problema, pero no dejaba de ser duro, sentía como si los números lo juzgarán.
Hoseok se levantó del escritorio y se acercó hasta la báscula, ágilmente saco la regleta detrás de él y la posicionó sobre su cabeza.
-1,75 m.- informó.
Ahora venía la parte difícil.
Escucho como oprimía de un lado a otro, mientras calibraba la báscula.
-Bien, Jimin pesas exactamente...- antes de poder pensarlo Jimin escucho su propia voz interrumpiendo al mayor.
-No, no lo quiero saber.-susurro apenado.
No quería estar ahí. Toda la seguridad con la que había llegado hace escasos treinta minutos se había esfumado.
-Bien, no te lo diré.- la voz del mayor era calma.- Pero si debo decirte que tenemos que trabajar duro. Tendrás que ir a ver a un especialista. El médico del equipo te revisará correctamente dentro de dos días.-sonrío apartándose de la báscula y caminando de vuelta al escritorio.
Sintió la tensión y nerviosismo salir de él, Hoseok no lo había regañado por su condición. No como el ultimo doctor que lo había revisado, la mirada de desaprobación había sido evidente para el. Tal vez esa había sido la principal razón por la que había comenzado a odiar esos sitios, o tal vez solo era un odio irracional, como el que tenía a la mayonesa o a las montañas rusas.
El mayor parecía realmente un médico. Más bien algo como un pediatra, Jimin no podía imaginar otro lugar en el que el mayor sonriera tanto a sus pacientes.
-¿Así que tú juegas?.- preguntó tratando de llenar el silencio incómodo.
-Corredor.-canturreó.-Pero últimamente estoy más en la banca que en el campo.-¡Ajá!.-gritó alzando un estetoscopio.-Bien, siéntate en la camilla.- apunto de espaldas esta vez revolviendo una gaveta. Jimin asintió y deslizó la cortina de la que suponía detrás se encontraba la camilla, pero había un problema.
-Uh...¿Hoseok?.-llamo. Sintió el frío recorrer sus huesos y sus nervios crisparse.
-¿Si?.- preguntó aún de espaldas.
-Creo que no deberíamos estar aquí...- Habían muchas cosas terribles que Jimin había visto a lo largo de los años, pero nunca un cadaver. Una cabellera rubia se desparramaba sobre la almohada decorando una tez demasiado pálida para ser real, la persona, o el cadaver en este caso le daba la espalda. Jimin no se sentía capaz de moverse, sentía sus piernas atadas al suelo de alguna manera.
-¿Qué? ¿Por qué lo di...? Ah, así que aquí estabas, maldito holgazán.-murmuro en tono de reproche.- Dejémosle dormir un poco más.
-¿Dormir? Creí que estaba muerto.-soltó sorprendido, mientras sentía el alma y el color retornar en sus mejillas ocasionando que él pelinegro soltara una carcajada.
-Eres más divertido de lo que pensé Jimin.
-No Jimin, no eres nada divertido.- una voz ronca interrumpió. Regresó su mirada lentamente al frente encontrándose con el rubio. Un rubio quien parecía molesto, bastante muy molesto. El cual francamente era atractivo, exactamente el tipo de chico que no posaría su mirada en el más de dos segundos, lo cual no fue una equivocación, ya que únicamente le dio una rápida mirada para después gruñirle y dirigirse al pelinegro.
-Creí que la práctica empezaba a las 10:00.- bostezo mientras despeinaba su cabellera.
-¿Qué hora crees que es, Sherlock?.-murmuro Hoseok jalando a Jimin haciéndolo sentar en una silla próxima al escritorio, lo cual agradecía infinitamente, no estaba seguro de poder coordinar correctamente y menos aún de obedecer alguna orden.-Namjoon preguntó por ti hace rato.
-Uh, ya.- bostezo de nuevo.-Dile la historia de Jimin, estoy muerto.- soltó dejándose caer de nuevo en la camilla dando la espalda a ambos.
-Yoongi, dijiste que ayudarías a Namjoon hoy...-murmuro a modo de reproche, mientras tanteaba el pecho del menor, y ¿Cuándo demonios le había quitado la camisa?
-Dios dijo "Amar los unos a los otros", y no te veo amando a todo mundo, ¿Lo ves, todos mentimos?.- replicó con evidente burla envolviéndose en las mantas.
Jimin quiso corregirlo, no fue Dios quien dijo eso, había sido Jesús, pero por la mirada de unos segundos atrás, podía jurar que si se le ocurría decir algo más, terminaría en coma por meses y entonces ahí Jimin, si tendría una razón justificada para odiar los hospitales.
Hoseok únicamente negó repetidas veces mientras tomaba la presión de Jimin y media sus pulsaciones. La sala se sumergió en un silencio algo incómodo.
-Bien, Jimin. Salta treinta veces y después has treinta sentadillas. Necesito revisar tus niveles bajo algo de trabajo.
Asintió con algo de pena mientras colocaba su camisa de vuelta y hacia lo pedido. Sintió su respiración entrecortarse un poco, y sus palpitaciones acelerarse al momento.
Hoseok repitió cada una de las mediciones asintiendo y murmurando para el mismo mientras anotaba algunas cosas en su tabla de campo.
-Bien, debemos de empezar con algo moderado, pero de eso se encargará Namjoon.- finalizó.- Ah, y Yoongi, por favor levántate.-gruño con fastidio.
-Vete al diablo.
//Lamento las faltas de ortografía y/o redacción.
Gracias si te has tomado la molestia de leer y llegar hasta acá.
Os quiero.
Palliyong.